Enlace Virtual – Edición Nº 4, enero 2010 Boletín electrónico de la Unidad de Virtualización Académica (UVA) Universidad de San Martín de Porres (USMP)
LOS AVANCES TECNOLÓGICOS EN LAS COMUNICACIONES Y EN LA LINGÜÍSTICA Bach. Jorge Joseph Morán Corzo Universidad de San Martín de Porres Coordinador y Editor del boletín Enlace Virtual de la UVA - USMP jmoran@usmpvirtual.edu.pe Bach. Marco Luigi Bartra Bazán Universidad Nacional Mayor de San Marcos Redactor y Corrector del boletín Enlace Virtual de la UVA - USMP mbartra@usmpvirtual.edu.pe
Resumen El presente artículo pretende mostrar, de manera informativa, cómo los avances tecnológicos han ocasionado cambios a través del tiempo en cuanto a las comunicaciones y la lingüística. Realizando un marco histórico de ambas disciplinas, expondremos las innovaciones que han alcanzado desde sus inicios a la época actual. Así, podemos encontrar los aportes que nos han brindado tanto los estudiosos de la comunicación como los investigadores en ciencia lingüística, quienes se encuentran relacionados, pues su objetivo apunta en una misma dirección: la comunicación a través del lenguaje. De esta manera, se presentan los desarrollos en ambas ramas de estudio, donde prevalecen tendencias como, por ejemplo, la traducción automática, tan de moda en las últimas décadas con el advenimiento de la Internet, creación, esta última, que tuvo gran impacto en el desarrollo de los medios de comunicación, hasta llegar al nuevo boom de las redes sociales, la Web 2.0.
Palabras clave Web 2.0, Comunicología, metamedio, on-line, traducción automática, lingüística computacional, quimógrafo, Cibernética.
1. Introducción La comunicación y el lenguaje son dos elementos tan indesligables entre sí que es prácticamente imposible estudiarlos por separado. Igualmente, estos elementos no pueden ser entendidos independientemente del ser humano, su principal usuario. Por este motivo, presentamos, a continuación, una investigación histórica y descriptiva de los avances más importantes en ambos dominios, tanto a nivel de las comunicaciones y su aplicación en los medios de comunicación, así como a nivel lingüístico, específicamente en el uso que se hace del lenguaje para entablar vías comunicativas, esto basado en los desarrollos últimos de la ciencia lingüística y las disciplinas que se han encargado de describir los elementos y características del lenguaje humano.
2. Marco histórico de las comunicaciones Las primeras manifestaciones en la comunicación de la especie humana fueron la voz, las señales de humo y sus dibujos pictóricos; posteriormente al evolucionar, fue la escritura el elemento que permitió el desarrollo de muchas de las culturas que hoy se conocen. Así, desde los inicios de la especie, la comunicación fue evolucionando hasta llegar a la más sofisticada tecnología, para lograr acercar espacios y tener mayor velocidad en el proceso. A continuación, presentaremos la mayoría de innovaciones que hicieron posible los avances tecnológicos en las comunicaciones: − − − − − − − − − − −
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Benjamin Franklin descubre la electricidad en 1752. Samuel F. B. Morse crea el telégrafo en 1836. Thomas Alva Edison desarrolla la telegrafía cuádruple en 1874. Alexander Graham Bell inventa el teléfono en 1876. Heinrich Hertz descubre las ondas electromagnéticas en 1887. En el siglo XX, se inventa la radio y, en 1906, se realiza la primera emisión en los Estados Unidos. En 1925, existían ya 600 emisoras de radio en todo el mundo. Nicéphore Niepce consigue la primera fotografía en 1826. En el siglo XIX, Louis Jacques Mandé Daguerre consigue el tipo de fotografía conocido como daguerrotipo. Thomas Alva Edison presenta el cinetoscopio en 1889 y lo patenta en 1891. Los hermanos Lumière presentan y patentan el cinematógrafo en el año de 1895. Recién en el año 1920 se le añade el sonido. Crean, así, el cine, muy disfrutado en nuestros días. El alemán Paul Gottlieb Nipkow inventa el disco perforado explorador en 1884, convirtiéndose en pionero de la televisión. Otros de los hechos en el desarrollo de la televisión son el iconoscopio y el cinescopio, para transmitir y recibir, respectivamente, imágenes a distancia, inventados ambos en 1923 por el ingeniero electrónico ruso Vladímir Kosma Zworykin. Logra, con esto, una de las más grandes industrias a escala mundial: las cadenas de televisión. Los primeros intentos y realizaciones en la tarea de conjugar comunicaciones y procesamiento de datos tuvieron lugar en Estados Unidos durante años cuarenta, donde se desarrolló una aplicación de inventario para la U.S. Army y, posteriormente, en 1953, otra para la gestión y reserva de las plazas en la American Airlines, los cuales constituyeron los dos primeros sistemas de procesamiento de datos a distancia. Con esta nueva necesidad y estas herramientas, surgen las redes de computadoras. La primera red interconectada (Arpanet) nace el 21 de noviembre de 1969, cuando se crea el primer enlace entre tres universidades en California y una en Utah, Estados Unidos, por medio de la línea telefónica conmutada, y gracias a los trabajos y estudios anteriores de varios científicos y organizaciones desde 1959. De esta manera, nace el invento más trascendental del siglo XX: la Internet, en la cual se brinda uno de los servicios que más éxito ha tenido, la World Wide Web (“telaraña global”), la WWW o simplemente la Web, hasta tal punto que es habitual la confusión entre ambos términos.
2.1 El impacto de la Internet en los medios de comunicación Tal vez al inicio de la revolución que aún significa la Red, la comunicación social pudo verse dominada por confusiones y temores. Sin embargo, hasta ahora la aparición de una nueva forma o tecnología de comunicación no ha significado la desaparición de lo ya existente. Inclusive, ya está dicho que los medios
tradicionales se reconstituyen con la Internet, porque están obligados a revisarse y potenciar sus ventajas y características únicas. En medio de la confusión y del temor, muchos pensaron en mudarse a la Red, abandonar sus soportes tradicionales para incorporarse a lo que se calificó casi como una panacea. Luego, algunos identificaron más bien en la Internet un canal de promoción y reafirmación que les permitiría captar nuevos mercados y ampliar su cobertura geográfica; es así como hoy los grandes periódicos, las grandes cadenas de radio y televisión, e incluso medios más pequeños, cuentan con un sitio en Internet. Ahora, cabe decir que Internet es un soporte que así como ofrece innumerables ventajas exige peculiares condiciones. Esto supone que quienes, desde un medio de comunicación tradicional se conforman con ver en Internet un simple instrumento de promoción, o un canal de transmisión para mayor cobertura, pierden dinero y tiempo, porque los denominados medios paralelos (prensa, radio o televisión en línea) son precisamente otros medios, soportados en los tradicionales pero con características propias por demás potenciales que, bien aprovechadas, garantizan rentabilidad y competitividad. Internet es el soporte de nuevos medios de comunicación, por tal razón, no puede consentirse que los medios tradicionales expongan una copia de sí mismos en la Web, ya que la Red, al ser un metamedio, posee características singulares que requieren que las formas y contenidos a exponer en ella se adapten a sus peculiaridades, sobre todo para que resulte provechoso. Aparte, es importante recalcar que cada medio de comunicación no ha traído consigo los lineamientos o acciones ideales para la transmisión de mensajes a través de él. Cada medio tradicional se fue redescubriendo paulatinamente en su proceso evolutivo hasta tomar forma. Al respecto, Navarro Zamora (2001) señala que “en sus inicios cada nuevo medio de comunicación ha imitado patrones anteriores. La radio hubo de renunciar a la mera lectura de noticias de los periódicos y buscar nuevas reglas de escritura. La televisión, que en un principio se definió como una ‘radio con imágenes’, descubrió su propio camino”. Es decir, si cada medio reconoció en su formato su propio estilo, ¿por qué tiene que ser distinto para los medios on-line? En el nuevo formato en línea, los medios están obligados a ser diferentes. Un medio paralelo, nombre que recibe la versión on-line de un medio tradicional, debe entonces poseer características propias y, si bien es cierto que estará apoyado en otro medio de comunicación en soporte convencional, y que debe identificarse de algún modo con éste, debe tener la capacidad de sustentarse por sí mismo. De más está decir que será mucho más fácil posicionar un sitio web cuando se respalde de un medio de comunicación tradicional y viceversa. Sin embargo, en este espacio, es pues oportuno intentar hacer un esbozo de lo que podrían ser las características mínimas de un medio de comunicación on-line: −
Uso ilimitado de los recursos: Sea una estación de radio, un periódico o un canal de televisión, no debe limitarse a hacer uso sólo de los recursos que maneja en su soporte convencional. Si ya está dicho que Internet da para todo, la exposición de un mensaje en el sitio web de un periódico no puede limitarse a texto y fotografías, y en la radio no puede ser sólo audio. En la Web, se combinan fácilmente texto, fotos, audio y video.
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La interactividad como elemento clave: Internet es un canal bidireccional, por tanto, el medio de comunicación tradicional, en la Web, debe dejar de lado su visión de medio masivo. Ciertamente su mensaje llega a una gran masa, pero cada persona que accede a un sitio web lo hace de forma individual, única
e irrepetible, quiere por ejemplo enviar mensajes a personas en el site y espera también recibirlos. −
El servicio personalizado: Un medio en Internet debe ofrecer a cada quien la posibilidad de ver, escuchar, leer y recibir sólo los mensajes que desee. En Internet, el medio tiene la capacidad de conocer los gustos de cada integrante de su público y complacerlo debidamente.
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El lenguaje: La redacción para prensa, radio y televisión es distinta, en la Red también debe serlo. Igualmente la narrativa que utiliza un locutor de radio no es igual a la de un presentador de TV. Así, la narrativa y redacción en la Web debe ser activa, fácil de leer y con apoyo gráfico porque los cibernautas entran a buscar, a observar y, por último, a leer.
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Información constantemente actualizable: En la Red la información no tiene porqué permanecer 24 horas como si se tratase de un periódico, o hasta una nueva emisión como si fuese una estación de radio o un canal de TV. En Internet, todo se cuenta al instante de suceder y los pormenores se agregan según se van presentando.
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Aprovechar los límites de tiempo y espacio: Porque la cantidad de “páginas” (mejor hablar de “pantallas”) en un sitio Web no depende de la disponibilidad de papel y el contenido no está supeditado a márgenes de tiempo. En Internet, los temas pueden tratarse con mayor profundidad porque no están sujetos a las limitaciones físicas de los medios tradicionales.
Son diversas las potencialidades que existen para los medios on-line. Es resaltante que no se establezcan diferencias en cuanto a cómo debe presentarse un periódico, una radio o un canal de televisión en línea, pero es que sencillamente Internet es un formato que permite combinarlo todo y sería tonto hacer distinciones. En la Red, el periódico, el canal de TV y la estación de radio son sitios web, con características comunicativas y de servicio peculiares que le distinguen de otros sitios, pero jamás copiadas al carbón desde su formato tradicional. Sería además una osadía pretender que las anteriores son las únicas herramientas válidas para que un medio de comunicación convencional se incorpore a la Red. Las afirmaciones precedentes no son más que un inocente acercamiento, porque ya está dicho: Internet da para todo y para todos. Por otra parte, las herramientas y nociones que trae consigo la denominada revolución de la información no sólo han generado cambios en la forma de transmisión de mensajes para los medios de comunicación tradicionales, que gracias a las tecnologías emergentes han mejorado sus procesos de producción y transmisión, sino que han impuesto también nuevos modos en la práctica gerencial. Actualmente, se escucha hablar de términos como gerencia de información y del conocimiento, comercio electrónico, capital intelectual, sistemas de información, etc. Todas estas nociones, ya instaladas en la gerencia contemporánea, también tienen su impacto y aplicación dentro de las empresas de medios de comunicación masivos.
2.2 Ejemplo de Web 2.0 en los medios de comunicación Las nuevas formas de comunicación y las relaciones desarrolladas a través de lo que se ha bautizado como la Web 2.0 marcan un amplio y complejo reto para las empresas informativas tradicionales y sus profesionales, en particular, y para la sociedad en general. Un ejemplo de ello son las conocidas redes sociales, las cuales se emplean también en las comunicaciones. El fenómeno mediático actual de las redes sociales es una semilla germinada tras la crisis de crecimiento de Internet, al
inicio de este siglo XXI. De los conocimientos, recursos humanos y redes de relaciones establecidas entre los informáticos que se vieron envueltos o afectados por la explosión de la burbuja virtual surge, en primer lugar, la necesidad psicológica de mantener y alimentar esos contactos; y luego, poco a poco, esas redes interpersonales van creciendo y ampliándose hasta convertirse en algo más serio y organizado. La competitividad entre los medios tradicionales abiertos de difusión generalista continua (radio, televisión e Internet) frente a las redes sociales son dos fuentes importantes: la identificación de la accesibilidad de los usuarios o receptores y su posible explotación publicitaria. La accesibilidad a las redes exige el registro de entre un mínimo de cuatro y 17 datos identificativos de cada usuario: dirección electrónica, nombre, apellidos, fecha de nacimiento, sexo, lugar de residencia o código postal, formación, etc. Las redes sociales se configuran con un nuevo sistema de entretenimiento y también de información, que toma elementos, recursos y características de los medios tradicionales pero que incorpora tanto un nivel de interacción como un modelo de negocio más magro. Su evolución apunta más hacia el medio audiovisual y virtual que a las características de la prensa escrita. Como nuevo medio, su aplicación y proyección es la Web 2.0 y el llamado software social. Son y serán cada vez más plataformas de nuevos contenidos audiovisuales, interactivos, de videojuegos y de realidad virtual. La mediación es interpersonal y grupal, menos profesionalizada y, por lo tanto, con inferiores posibilidades de incrementar su responsabilidad y calidad. Esta puede ser la gran ventaja competitiva para los medios tradicionales, sobre todo para la prensa, más orientada a la información que al entretenimiento. Con tres o cuatro años de experiencia, estas redes de relaciones sociales evolucionan hacia mayores organizaciones profesionales, con características de nuevos medios de comunicación. Ya hay numerosas redes especializadas, generalistas, abiertas, elitistas, de distintos tipos y perfiles. Dichas redes de comunicación y colaboración están basadas en modelos de sindicación, afiliación, agregación, portales, comunidades, wikis, chat, foros, blogs, folksonomías e interactividad.
2.2.1 El lector como “periodista” Una de las iniciativas que medios de comunicación españoles como ABC o El País han desarrollado es la de dar la posibilidad al usuario de publicar sus propias noticias. De esta manera se logra una mejor conectividad del medio con las audiencias, se da un mayor servicio y una creciente participación. No obstante, este nuevo modelo de supuesto ciberperiodismo tiene el riesgo de que la noticia se vea resentida por un posible exceso de subjetivo en la redacción de la misma. Ello es debido a que, al fin y al cabo, los usuarios que participan en un determinado medio no son periodistas ni tienen experiencia en ello. Por tanto, en la plataforma de cualquiera de los medios de comunicación que empleen este sistema debe estar muy claro que el artículo lo firma una persona no experta, evitando así posibles confusiones.
3. Marco histórico de la lingüística La comunicación humana ha tenido larga data, y preferentemente se ha desarrollado de manera lingüística, es decir, a través del lenguaje. De esta manera, sumado al desarrollo práctico de llevar a cabo la comunicación a las demás persona mediante recursos tecnológicos, las mismas ciencias humanas han buscado la
manera de implementar sus investigaciones en beneficio del progreso en el análisis de la manera en que nos comunicamos por medio de nuestra lengua. Así pues, los desarrollos en lingüística no han estado exentos de los avances tecnológicos que ha propuesto el propio ser humano. Podemos rastrear las primeras incursiones en este ámbito en los siglos precedentes cuando comenzaron a crearse los sistemas de escritura que servían para representar la cadena hablada, de modo que pudiera comunicarse alguna noticia sin que se perdiera en el tiempo debido a la imposibilidad de mantener una información por vía oral, pues la memoria no siempre ha sido aliada de los recursos lingüísticos para comunicar; así se buscó la creación de grafemas que designaran los sonidos de cada lengua, como fue el caso de los alfabetos griego y latino, antecesores directos de nuestras lenguas romances y germánicas, como el español, el italiano, el francés, el inglés, el alemán y el danés, por citar algunas. Así se pudieron escribir las obras literarias, filosóficas e históricas por mucho tiempo, aunque tan sólo de manera manuscrita. Pero este desarrollo no quedó ahí y la llegada de la imprenta con Johannes Gutenberg abrió la posibilidad de no demorar demasiado tiempo en escribir un libro a la usanza clásica (a mano), sino que surgió la innovación de presentar las obras con un mecanismo que permitiera registrar la escritura automáticamente. Pero los siglos pasarían, y lo que en algún tiempo fue una revolución, terminó quedando obsoleto, y la llegada de los nuevos avances tecnológicos ayudaron en comprender mejor el fascinante mundo del lenguaje humano, ya sea de manera oral como escrita. Y la Lingüística fue la abanderada en ese proceso, desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, con un desarrollo que no ha cesado y que nos sorprende cada vez más con los descubrimientos y mecanismos que elabora para estudiar el complejo mundo de la comunicación lingüística. A continuación, se van a presentar algunos de estos avances tecnológicos que han servido a la lingüística para explicar el funcionamiento del lenguaje (oral y escrito) y su repercusión en la comunicación general y los medios de comunicación.
3.1 La fonética experimental La fonética es la disciplina más longeva de la Lingüística. Ésta se dedica al estudio de los sonidos del habla, pero en sus manifestaciones acústica, articulatoria y auditiva. La fonología se centra, más bien, en la parte mental de este fenómeno lingüístico, pero ése es otro tema. En tanto, la fonética acústica recibió numerosos estudios e investigaciones para poder comprender cómo se produce el habla en los seres humanos y como se manifiestan los fonos o sonidos del habla. En este sentido, surgió una subdisciplina de la fonética, denominada fonética experimental o instrumental, que se encargaba de utilizar aparatos especializados para registrar el habla y describir sus características. Cabe indicar que muchos de estos instrumentos no provienen precisamente de la Lingüística, sino de las ciencias naturales, particularmente de la Física. De esta manera, y tal como lo indica el gran fonetista sueco Bertil Malmberg, “fue el rápido progreso, durante el siglo XIX, de las técnicas de investigación fisiológica, y el adelanto del análisis acústico, lo que permitió aplicar seriamente métodos instrumentales a la investigación lingüística” (Malmberg, 1969: 109). Así surgieron los inventos y aplicaciones que ayudaron al desarrollo de la fonética, como el análisis de Jean Baptiste Fourier, en 1822, sobre la estructura acústica de los sonidos del habla. Así mismo, en 1847, “el fisiólogo alemán Karl Ludwig inventó el quimógrafo (sic), dispositivo para registrar los movimientos de varios órganos, que pronto fue aplicado a investigar los movimientos de los órganos del habla” (Malmberg, 1969: 109).
Por aquel entonces, también se comenzaron a usar los primeros cilindros fonográficos. Thomas Alva Edison presentó su primer fonógrafo en 1878. No obstante, “el instrumento fundamental de la primera fonética experimental”, fue el quimógrafo, “cilindro rotatorio cubierto de papel ahumado, sobre las vibraciones de baja frecuencia (por ejemplo, el tono fundamental de la voz y unos cuantos armónicos inferiores; movimientos respiratorios; movimientos de la mandíbula; movimientos de los labios; cambios de posición del paladar blando) y proporciona así un registro visual y permanente de ellos” (Malmberg, 1969: 116). La fonética experimental fue muy útil en el siglo XIX y la primera parte del XX, sin embargo, el desarrollo de la tecnología por computadora facilitó la innovación de métodos más modernos y eficaces, como aquellos que pueden registrar y medir digitalmente la voz, y especificar tono, acento, intensidad y duración. Ejemplos de estos avances son programas como ELAN y PRAAT.
3.2 Simbolismo, comunicación e información Pero como el lenguaje no es sólo sonido, sino también significado, es necesario hacer un estudio que describa el componente simbólico que acarrea cada lengua. Siguiendo al lingüista chino Yuen Ren Chao, podemos precisar que “cuando los símbolos se ‘pronuncian’, se reciben y se interpretan, o sea, forman un elemento de comunicación de información (sic), el símbolo actúa como señal” (Chao, 1975: 210). Esto quiere decir que, cuando hablamos, de una u otra manera nos estamos comunicando; el oyente recibe la emisión del hablante y la decodifica, es decir, recibe información. Evidentemente, esto sería imposible si la información que mandáramos carecería de significado. Los primeros estudios de la teoría de la comunicación describen este fenómeno de manera clara. Claude E. Shannon y Warren Weaver, publicaron, en 1949, su famosa obra The Mathematical Theory of Communication, donde establecen que la unidad básica es el bit (binary unit), que es la alternativa entre algo y nada. “Una unidad binaria de información no es sólo un poco de información sino una información específica. Si hay más opciones, la elección de una entre dos” (Chao, 1975: 210). En otras palabras, el ser humano decodifica la información recibida según su experiencia, pues “escogerá” entender aquella que le significa algo. Una año antes, en 1948, había aparecido el libro Cybernetics, or Control and Communication in the Animal and the Machine del matemático Norbert Wienner, quien fundó la Cibernética, donde “formuló explícitamente la teoría del control de la pequeña energía y, desde entonces, se considera a la cibernética (sic) como una nueva disciplina” (Chao, 1975: 214). La Cibernética ayudó mucho a los estudios lingüísticos del significado, pues se centra en las funciones de control y comunicación, importantes en los análisis de la comunicación y las funciones del lenguaje. “Una característica importante del control de comunicación es que la eficacia de las energías implicadas es de menor importancia, los receptores necesitan sólo una fracción diminuta de los miles de kilovatios enviados por la estación emisora, ya sea de radio o de televisión, y, por tanto, la mayoría de la energía se pierde. Lo importante es comunicar el contenido de las estructuras de las señales, y es suficientemente útil cuando éstas pueden ser ampliadas o seleccionadas en el extremo receptor” (Chao, 1975: 215). La Cibernética entra de lleno a cualquier ámbito en el que se trate de la comunicación y el control de energía. Por lo tanto, “en términos generales, la eficacia de grandes energías en ingeniería es cuantitativa, mientras que la del control de comunicación es cualitativa” (Chao, 1975: 215).
3.3 La lingüística computacional y la traducción automática Por último, quizá el desarrollo que más ha despertado interés en las últimas décadas haya sido el de la lingüística computacional, disciplina donde interactúan tanto la lingüística como la informática para estudiar y tratar el lenguaje humano. Entre sus intereses, se encuentran el corpus lingüístico asistido por computadora, el diseño de analizadores sintácticos para lenguajes naturales, el diseño de etiquetadores o lematizadores, la definición de lógicas especializadas que sirvan como fuente para el procesamiento de lenguajes naturales, el estudio de la posible relación entre lenguajes formales y naturales y la traducción automática. La lingüística computacional surgió en Estados Unidos en los años 50 como un esfuerzo para obtener computadoras capaces de traducir textos automáticamente de lenguas extranjeras al inglés. Su aplicación se ha centrado en el procesamiento de textos, la recuperación de información y los motores de búsqueda, el reconocimiento y la síntesis del habla y la traducción asistida por computadora. En esta oportunidad, nos centraremos en esta última. La traducción automática es un área de la lingüística computacional que investiga el uso de software para traducir texto o habla de un lenguaje natural a otro. Esto se realiza a través del uso de corpus lingüísticos se pueden intentar traducciones simples o complejas, la traducción de expresiones idiomáticas y el aislamiento de anomalías. “Parece ser que la primera idea de una máquina de traducir (…) remonta a Pëter Petrovic Smirnov Trojanskij, que consiguió una patente en 1933. Pero la fase moderna, basada en el uso de las calculadoras electrónicas, tuvo como iniciadores al inglés Booth y al americano Weaver” (Lepschy, 1971: 207). Ambos buscaban la manera de reemplazar el traductor humano que consulta el diccionario para buscar una palabra por un mecanismo que hiciera esa operación de manera idéntica. “Pero muy pronto las investigaciones” se extendieron “a la posibilidad de hacer que la máquina interpretase también la estructura sintáctica de las frases” (Lepschy, 1971: 207). No obstante, y a pesar de los recientes avances en traducción vía Internet como las herramientas de Google Traductor, por ejemplo, el futuro de la traducción automática, y de la misma lingüística computacional, es aún incierto, ya que todavía no se ha logrado que una máquina supere al cerebro humano, ni que llegue, si quiera, a funcionar como lo hace una persona, que maneja estructuras sintácticas y semánticas difíciles de procesar por una computadora. 4. Conclusión Las innovaciones alcanzadas han sido asimiladas de forma favorable, ya que, por ejemplo, la Internet –el invento más trascendental del siglo XX– es sin duda el hito que representa esta revolución y nueva etapa de la humanidad, pues ofrece espacio hasta para los más simples recovecos de la vida, y los medios de comunicación social no escapan a formar parte de ese ambiente de “infinita globalidad”. Inclusive, desde la Sociología y la Comunicología se establecen hace ya un tiempo las relaciones de Internet con los medios de comunicación social, ya que es un potente canal para las comunicaciones porque ofrece un gran soporte para los medios masivos tradicionales, así como diversas oportunidades y desafíos. Así mismo, los avances tecnológicos han servido, sobremanera, al desarrollo científico para el estudio de los elementos y mecanismos más complejos del ser humano como son el lenguaje y la comunicación. Desde el análisis del habla, pasando por las maneras de enviar información, hasta llegar al uso de computadoras que se acercan cada vez más al increíble mecanismo de
procesamiento de datos por excelencia que es el cerebro, las comunicaciones y la lingüística no dejan de proveernos material para conocer cada vez mejor aquello que no vemos pero que está a nuestro alrededor todos los días de nuestra vida.
5. Referencias BOLSHAKOV, Igor A. y Alexander GELBUKH. (2004). Computational Linguistics. Models, Resources, Applications. México DF, Instituto Politécnico Nacional, UNAM, FCE. CAMPOS FREIRE, Francisco. (2008). «Las redes sociales trastocan los modelos de los medios de comunicación tradicionales». En: Revista Latina de Comunicación Social. Consultado el 4 de enero de 2010 en http://www.ull.es/publicaciones/latina/_2008/23_34_Santiago/Francisco_Campos.h tml. CHAO, Yuen Ren. (1975). Iniciación a la lingüística. Madrid, Ediciones Cátedra. COCA, Juan R. (2009). «Las redes sociales transforman los medios de comunicación». En: Sociedad de la Información. Consultado el 4 de enero de 2010 en http://www.tendencias21.net/Las-redes-sociales-transforman-los-medios-decomunicacion_a3410.html. LEPSCHY, Giulio C. (1971). La lingüística estructural. Barcelona, Ed. Anagrama. MALMBERG, Bertil. (1969). Los nuevos caminos de la lingüística. México DF, Siglo XXI Editores. RODRÍGUEZ SARMIENTOK, Guillermo. (s/a). «Telecomunicación» Consultado el 4 de enero de 2010 en http://www.fortunecity.es/imaginapoder/artes/368/escuela/telecom/telecomunicaci on.htm