Nosotros los pleyadenses nos consideramos de la raza de cepa reptil. Como evidencia de nuestra conexión con ustedes, la especie humana posee un cerebro reptil localizado en el cerebelo, el cual controla las funciones autónomas del cuerpo. En todos los mundos, incluyendo el sistema solar pleyadense, abundan muchas razas. En su lenguaje no hay palabras para describir estas razas; ni siquiera podrían pronunciar esos nombres, pues los sonidos les serían muy extraños. Cuando Anu llegó por primera vez a Terra hace 500,000 años, la Gente del Dragón y la Gente de la Serpiente ya estaban aquí. Obviamente, no querían compartir su planeta.
Anu quería el oro, pero la Gente del Dragón temía que él no respetaría sus métodos pacíficos. Ellos habían pasado eones distribuyendo líneas de energía magnética alrededor de Terra y habían construido innumerables túneles en colaboración con la Gente de la Serpiente. Los vórtices de energía que potencian sus civilizaciones se encuentran en esos túneles junto con enormes almacenes de piedras preciosas y metales. Hubo un buen número de batallas en Terra y en sus cielos, pero finalmente se hicieron arreglos, se demarcaron límites, y Anu aceptó casarse con una princesa Dragón llamada Id para sellar la alianza. De esta unión salió el niño Enki. Id es hermosísima. A Anu le parecieron misteriosamente atractivos sus ojos rojos y su piel metálica dorada. Su hijo, Enki, tiene un porte de elegancia aristocrática y tiene una cola. A mí me gusta la cola, creo que le agrega misterio a su cara de Merlín.
También tiene orejas puntiagudas con lóbulos largos, lo que parece haber causado algo de confusión en cuanto a quién realmente es, pero el parecido de Enki con la criatura mítica llamada el Diablo es completamente accidental. MÍ querido Enki es un ser bondadoso cuyo defecto principal consiste en ser incapaz de decir "no". Ciertamente no es un demonio. Enki fue educado en Nibiru. A su madre. Id, no le gustaban mucho las fiestas sin fin que ofrecía mi bisabuela Antu, de modo que Id y Enki estaban felices de mudarse a Terra. Allí Id vivía con su gente en los túneles, y Enki se construyó un hermoso reino en el mar llamado el Abzu. Las estructuras del Abzu fueron construidas de plata y lapislázuli. Tenía parte en lo alto de una montaña y parte sumergida bajo el agua. Esto era algo práctico, pues la parte sumergida ofrecía protección de las ondas de radiación inciertas que se extendían por Terra en los primeros días.
Cuando Enki no estaba trabajando en el Abzu, construía represas y desviaba aguas. Como era un amante del agua, a menudo remaba solo por las ciénagas de Sumeria y Babilonia en un bote pequeño y estudiaba los peces, insectos y hierbas que había en las riberas de los ríos. Enki amaba su planeta. Supongo que lo aprendió de Id. La belleza de Terra corre por la sangre de su pueblo antiguo. Desafortunadamente, Anu envió a Enlil a Terra después de que Enki había estado allí un buen rato. Cuando Enlil llegó para hacerse cargo de la colonia, recalcó el hecho de que él era el hijo legítimo de Anu, de modo que Enki no tenía que aceptarlo. Se dividieron los dominios. A Enki le tocó Egipto y el Abzu. Enlil asumió el control de Sumeria, las operaciones mineras en África, el puerto espacial y el manejo de los astronautas, tanto los que estaban en órbita, como los que estaban en Terra.
Ninhursag me contó que Enlil y Enki peleaban cuando eran niños. En secreto ella pensaba que Antu los había enviado a ambos a Terra para que sus riñas continuas no interfirieran con sus fiestas. Enki no animó mucho a la Gente del Dragón para que colaborara con su medio hermano Enlil. Los Dragones naturalmente preferían a Enki, pues era uno de ellos y protegía mucho a su madre, Id. Enki no estaba de acuerdo con ninguna de las decisiones que tomaba Enlil, lo que causó estragos en Terra. Ninguno de los dos tenía razón ni estaba equivocado, cada uno quería salirse con la suya y tener el control absoluto. Los hijos de Enki y Enlil llegaron a compartir los mismos sentimientos, y sus padres no vacilaron en utilizarlos en sus conflictos. Toda la familia y los Lulus fueron arrastrados hacia esta rivalidad, que ha sido el catalizador de toda la infortunada historia de Terra. El mundo subterráneo no está exactamente debajo, aunque parte de él sí lo está.
Está localizado en lo que ahora llaman África y los extensos depósitos de oro que nosotros codiciamos están allá. Fue una operación minera enorme. Constantemente volaban los enlaces desde Terra hasta a la estación en la órbita para entregar los metales refinados. Desde las profundidades de la Tierra sacábamos oro y otros metales preciosos como plata, cobre, uranio y diamantes. Tenía que haber una fuerza de trabajo gigantesca y, con el paso de los siglos, se procrearon hombres y mujeres para que fueran obreros más eficientes. Nuestros geneticistas constantemente mejoraban el aspecto de su obediencia y sumisión. No obstante, de vez en cuando había que aplicar la disciplina... (Inanna)
LA INDUSTRIA DEL TEMOR En Terra había por lo menos tres especies que comían carne humana, así que los "come-carne" eran una herramienta disciplinaria muy útil.
¿Qué mejor amenaza para a un trabajador reacio que la idea de ser devorado vivo? Mírenlo desde nuestro punto de vista: nosotros estábamos cumpliendo con nuestro deber. Teníamos que suministrar partículas de oro a nuestro planeta Nibiru para nuestra atmósfera agotada, o moriríamos todos. Hicimos todo lo necesario para sacar el oro de las minas. Ereshkigal era la más indicada para este trabajo; para nada le molestaba "motivar" a los obreros con historias de canibalismo. El canibalismo tiene significados diferentes para diversas especies. Un grupo podría verlo como una manera de absorber la fuerza, sabiduría y poder de la persona que se come. Para ellos, es un método ritual de aumentar su conciencia, así como su capacidad física y sexual. Cuando ingieren a su enemigo, obtienen la experiencia de su vida.
Otros solamente se comen el cerebro de la víctima para obtener su inteligencia. En vuestro planeta todavía hay vestigios de esto. Hay otro tipo de canibalismo más generalizado que es mucho más sutil. Hay quienes conocen el arte de devorar la energía de las personas sin que ellas lo sepan. Piensen cómo el temor los puede enfermar; cuan rendido y desgastado se siente uno a causa de la rabia, la cólera o los celos. ¿Adónde va esa energía? ¿Por qué se ven tan cansados y pálidos aquellos que son adictos al alcohol y las drogas? Quizás aquellos que los controlan ya no necesitan comer su carne. ¡Ahora saben de dónde proceden esas historias sobre personas que llevan a las Antípodas, las asan y se las comen los demonios! Para algunos era una realidad.
Pero no existen los demonios, solamente varias especies que los han controlado por medio del temor. Este es un universo de libre albedrío, lo que quiere decir que son libres para hacer lo que quieran, y también lo son los demás seres. Ese es el problema. Si todos empezamos como iguales, ¿cómo inducimos a los otros a que hagan lo que queremos que hagan? ¿Hay algunas reglas? ¿Se puede engañar a otros? ¿Quién valora a quién y a qué? Si te conviertes en el tirano de otro, ¿se te devuelve esa tiranía? ¿Te bloquea esto con el tiempo? Esa es la pregunta más interesante para nosotros ahora que estamos atrapados por la Pared. (Inanna)