LA FURIA DE LOS “DIOSES” Al día siguiente Nergal regresó a la casa de Marduk en Babilonia y se negoció un acuerdo. Nergal devolvería las armas y las piedras cantantes a Marduk, pero éste debería salir de Babilonia y volar a la tierra de las minas en África y recuperarlas para sí. Marduk aceptó con renuencia. Antes de partir, Marduk le advirtió a Nergal que no tocara los controles que regulaban el río Eufrates. Como hermanos son hermanos, en el momento en que Marduk salió, Nergal entró a la fuerza a la sala de control pero para su sorpresa descubrió que toda la sala estaba llena de trampas. Cuando Nergal desmontó los controles, se soltaron venenos hacia el río. Marduk también se había ingeniado un mecanismo que alteraba los satélites que regulaban el clima en caso de que alguien destruyera su sala de control.