Sobre esta fecha, existen tres sorprendentes coincidencias acerca de un cambio sustancial en el destino del hombre y del propio planeta Tierra. Una es el fin de la era del Kali Yuga o fin de las tinieblas de la tradición hindu, otra es el fin de los tiempos de la tradición Maya y esta versión que nos ofrece Inanna sobre un cambio dimensional de Terra. Entre la ya mucha nueva literatura existente sobre este tema, leemos del autor y psíquico Marko Pogacnik en su libro Cambios de la Tierra, Destino del Hombre (Nov. 2001): “Es difícil creer que la Tierra ha cambiado casi por completo de 1998 a 2000, y no obstante, la experiencia que he reunido durante mi trabajo de sanación de la tierra lo confirma. El cambio ha ocurrido en todas las dimensiones, (las electromagnéticas que nuestros cinco sentidos no logran percibir) aunque el nivel menos afectado es el único nivel que estamos acostumbrados a observar con cuidado; es decir, el nivel físico. ...Lo que podemos esperar ahora es que los cambios, que están casi completos en los niveles internos del planeta, aparezcan en forma gradual en nuestra realidad tangible.
Esto podría suceder mediante una irrupción bastante dramática de una nueva realidad, lo que exigiría que al menos cierto porcentaje de la población mundial estuviera conscientemente alerta y además tuviera instrumentos espirituales en qué apoyarse al tratar de colaborar con el flujo de los cambios. De otra manera estos cambios nos podrían invadir....” Por supuesto, y sin que el Apocalipsis mencione la fecha del 2012 todo indica que sus textos son la exacta realidad que estamos ya viviendo. (EPG)
LA VERSIÓN DE INANNA: ...Nadie que esté por fuera de las frecuencias de Térra debe interferir en ella. Era necesario dejarla sola, permitirle que evolucionara sin intervención hasta el fin del año 2011 D.C. Térra sería protegida por un batallón de naves de todas las partes de las galaxias apoyado por el Consejo. Este acuerdo terminaría en el año 2012 D.C., año en el cual Térra experimentaría una división dimensional y se separaría en
dos dimensiones definidas. Cuando en el universo las disputas no se podían resolver pacíficamente, tales conflictos se dirimían por medio de una separación dimensional. El tiempo y la realidad física son muy similares a las capas de una cebolla. Los mundos pueden y, de hecho, existen dentro de otros y las existencias dimensionales se sobreponen y se entrelazan. Esta separación sería apenas perceptible a los habitantes de Térra y a todos se les daría suficiente tiempo para escoger entre las dos dimensiones. La naturaleza individual de cada ser humano tomaría la decisión. Nadie escogería por otra persona. Una Térra contendría las frecuencias de la llamada Luz y existiría dentro de lo que se llama la cuarta dimensión. En esta dimensión los pensamientos que tuviera un individuo tomarían forma porque cada pensamiento se manifestaría instantáneamente y cada uno llegaría a la conclusión de que es el creador de su propia realidad.
Todos los habitantes de Térra sabrían que ellos solos fueron responsables de todo y a cada uno se le garantizaría el derecho inherente a ser soberano y a crear. La otra Térra quedaría en manos de Marduk y sus tiranos. Aquellos que quisieran que se les dijera qué hacer, cómo pensar y que no quisieran ejercer su derecho a elegir, permanecerían bajo su control. Los seres podrían continuar experimentando la vida bajo el escudo de sus reglas a medida que la tiranía continuaba reinando y a Marduk se le permitía tener su propia experiencia. Parecía que había muchos que estaban contentos de tener a alguien que pensara por ellos y había muchos que querían continuar adorando algo que estuviera fuera de ellos. Cuando Térra se convirtiera en dos mundos diferentes, no habría juicio. Un día los humanos sencillamente se encontrarían en la dimensión que mejor les acomodara y apenas notarían el cambio, aunque podrían quedar algunos vagos recuerdos, incluso unos cuantos mitos en cuanto a un pasado lejano. En el ínterin, el Consejo y los Etéreos quedarían como guardianes sobre Térra.
No habría guerras ni se permitirían conquistas desde el espacio. Claramente había muchas otras civilizaciones de otros sectores que también pretendían apoderarse de Térra. Muchas aseveraban que también habían dejado sus semillas en un pasado muy lejano y regresaban a recobrar sus derechos. Parece que este pequeño planeta azul es muy valorado por muchos. Sin duda en Térra debe de haber algo más precioso que el oro. (Inanna) (Fuentes Pleiadanas dicen que por la ubicación del sistema solar en la periferia de nuestra galaxia, la Vía Láctea, la Tierra adquiere un gran valor como medio de comunicación intergaláctico; y en el tiempo actual, cuando nuestro planeta se alinea al centro de la galaxia, será utilizado por otras entidades como importante elemento de enlace cósmico.)
EPG.