3 minute read
Situación actual de la Salud Mental en Puerto Rico
Cuando hablamos de la salud mental, según la organización mundial de la salud, nos referimos al estado de bienestar en el cual una persona es: consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Existe una situación real en el deterioro de la salud mental en Puerto Rico y la misma puede agravarse a causa de la incertidumbre económica y la convulsión social.
Advertisement
Según el estudio realizado en 2016 por el Instituto de Investigación de Ciencias de la Conducta del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), para la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), en Puerto Rico, el 7.3% de los adultos entre 18 a 64 años de edad cumplen con el criterio de alguna enfermedad mental severa (EMS). Este porcentaje representa una estimación de 165,497 adultos que están en necesidad de servicios de salud mental. Un estimado de 25,732 (15.5%) adultos tenía enfermedad concurrente de salud mental grave y uso de sustancias.
La Substance Abuse and Mental Health Service Administration (SAMHSA) define las enfermedades mentales severas como un trastorno mental, de comportamiento o emocional diagnosticable que causa un deterioro funcional grave que interfiere sustancialmente o limita uno o más actividades de la vida de una persona. Entre las EMS más comunes se encuentran la depresión mayor, esquizofrenia y trastorno bipolar.
SAMHSA especifica que las personas con alguna EMS son más propensas a estar desempleadas, tener problemas con la justicia o tener problemas en localizar una vivienda adecuada en comparación con las personas sin enfermedades mentales.
Alrededor de 4 de cada 100 (4.3%) adultos entre 46 a 64 años de edad cumplen con criterios para una EMS. Las mayores tasas de prevalencia se observaron entre los residentes de las regiones de salud norte (10.5%), oeste (9.9%) y San Juan (8.4%).
Para cuando se realizó el estudio, aproximadamente 4 de cada 10 adultos entre 18 a 64 años (36.1%) que cumplen con criterios de una EMS no habían recibido servicios especializados de salud mental durante los últimos 12 meses. Cabe señalar que el grupo de edad de 46 a 64 muestra ser el de mayor porcentaje de individuos que cumplen criterios para una EMS y que sí recibieron algún tratamiento especializado de salud mental (39.9%).
En muchas ocasiones las personas no buscan ayuda por el estigma y el prejuicio de recibir tratamiento. Por lo que, prefieren manejar el problema por cuenta propia (61.2%) y bajo la idea de que el problema se resuelve por si solo (63.0%).
Como una de las estrategias para atender la situación del estigma y el prejuicio al momento de buscar servicios de salud mental, ASSMCA lanzó una campaña en los medios de comunicación y en las redes sociales donde figuras públicas exhortan a las personas a buscar ayuda como el primer paso a una recuperación.
Cabe señalar que en las regiones de salud -metro-norte (73.7%), norte (73.6%) y oeste (72.4%), aproximadamente 7 de cada 10 residentes reportaron haber utilizado servicios especializados de salud mental en los últimos 12 meses.
Los principales hallazgos de las tasas de prevalencia de 12 meses de los trastornos psiquiátricos son las siguientes: aproximadamente 2 de cada 10 adultos de 18 a 64 años (18.7%) cumple con los criterios de diagnóstico para un trastorno psiquiátrico de acuerdo con el DSM-IV. Trastornos de ansiedad - como ansiedad generalizada, pánico, fobia social y agorafobia - son los trastornos más comunes en Puerto Rico, afectando a un 12.5% de los adultos de 18 a 64 años de edad.
Los trastornos del humor son los segundos más comunes en Puerto Rico afectando al 10.4% de la población de 18 a 64 años de edad. Aproximadamente, 1 de cada 10 adultos en la isla (9.7%) viven con un trastorno depresivo mayor. En general, un total de 10.5% de las mujeres en Puerto Rico reúnen los criterios de diagnóstico para un trastorno psiquiátrico, en comparación con el 8.2% de los hombres el año pasado. Se ha observado una diferencia estadísticamente significativa por género en las tasas de prevalencia de depresión mayor, distimia y ansiedad general por género. Las mujeres son más propensas a ser diagnosticadas con estas condiciones que los hombres. Los adultos entre 46 a 64 años mostraron las mayores tasas de prevalencia de cualquier trastorno psiquiátrico (8.5%) en comparación a los otros grupos de edad.
Según datos del año fiscal estatal 2017- 2018, el 38.1% (6,744) de los clientes (incluyendo adultos y niños) de la ASSMCA reciben servicios de salud mental. De esos, el 43% recibe servicios ambulatorios dirigidos a la recuperación de la salud mental, siendo el 33% (2,233) adultos y el 10% (674) niños y adolescentes.
Los programas ambulatorios orientados a la recuperación de ASSMCA tienen el propósito de ofrecer una opción ambulatoria de servicios no convencionales. Están enfocados en lograr que las personas con trastornos de salud mental severo y/o trastornos concurrentes puedan alcanzar la reintegración a la comunidad, fomentando el autocuidado y el bienestar. La meta es proveer servicios centrados en la recuperación de los participantes, manteniendo una visión holística del ser humano, identificando necesidades, ayudándoles a alcanzar el bienestar y autonomía, resaltando las fortalezas, mejorando el funcionamiento del participante, su desarrollo y la aportación a la comunidad. Estos programas tienen el compromiso de atemperar sus servicios a las prácticas de tratamiento contemporáneas basadas en la evidencia.
ASSMCA también cuenta con un programa de Intervención en Crisis de Primera Ayuda Psicosocial a través de la Línea PAS, donde las personas pueden conectar para buscar apoyo en momentos de crisis y donde pueden recibir orientación sobre los servicios disponibles para la salud mental y uso de sustancias.
Colaboración de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA)