siempre saludable
Situación actual de la
salud mental
en Puerto Rico
Cuando hablamos de la salud mental, según la organización mundial de la salud, nos referimos al estado de bienestar en el cual una persona es: consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. Existe una situación real en el deterioro de la salud mental en Puerto Rico y la misma puede agravarse a causa de la incertidumbre económica y la convulsión social. Según el estudio realizado en 2016 por el Instituto de Investigación de Ciencias de la Conducta del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), para la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), en Puerto Rico, el 7.3% de los adultos entre 18 a 64 años de edad cumplen con el criterio de alguna enfermedad mental severa (EMS). Este porcentaje representa una estimación de 165,497 adultos que están en necesidad de servicios de salud mental. Un estimado de 25,732 (15.5%) adultos tenía enfermedad concurrente de salud mental grave y uso de sustancias. La Substance Abuse and Mental Health Service Administration (SAMHSA) define las enfermedades mentales severas como un trastorno mental, de comportamiento o emocional diagnosticable que causa un deterioro funcional grave que interfiere sustancialmente o limita uno o más actividades de la vida de una persona. Entre las EMS más comunes se encuentran la depresión mayor, esquizofrenia y trastorno bipolar. SAMHSA especifica que las personas con alguna EMS son más propensas a estar desempleadas, tener problemas con la justicia o tener problemas en localizar una vivienda adecuada en comparación con las personas sin enfermedades mentales. Alrededor de 4 de cada 100 (4.3%) adultos entre 46 a 64 años de edad cumplen con criterios para una EMS. Las mayores tasas de prevalencia se observaron entre los residentes de las regiones de salud norte (10.5%), oeste (9.9%) y San Juan (8.4%). Para cuando se realizó el estudio, aproximadamente 4 de cada 10 adultos entre 18 a 64 años (36.1%) que cumplen con criterios de una EMS no habían recibido servicios especializados de salud mental durante los últimos 12 meses. Cabe señalar que el grupo de edad de 46 a 64 muestra ser el de mayor porcentaje de individuos que cumplen criterios para una EMS y que sí recibieron algún tratamiento especializado de salud mental (39.9%). En muchas ocasiones las personas no buscan ayuda por el estigma y el prejuicio de recibir tratamiento. Por lo que, prefieren manejar el problema por cuenta propia (61.2%) y bajo la idea de que el problema se resuelve por si solo (63.0%). P6 enSalud