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Alertas con las señales que apuntan al suicidio
Por: Jaynnie A. Morales Rosado Redacción enSalud
“El acto de suicidio se define como el acto de concluir súbitamente con la vida de la persona. Es un gesto que se puede cometer planificado o no planificado de una manera súbita”, explicó la psicóloga, Amarilis Ramos. La especialista indicó que los trastornos de salud mental pueden ser una causa para que las personas opten por arrebatarse la vida. Algunos de estos diagnósticos son:
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• La bipolaridad: Cambios drásticos en la personalidad y el comportamiento de un ser humano. De igual manera, las personas con bipolaridad se aislan de sus recursos de apoyo. “El no usar adecuadamente la medicación hace que se exacerben los síntomas y pues que sí se pueda tomar de una manera abrupta la decisión”, indicó la experta.
• La depresión: El pensamiento constante en el pasado o en un evento que no se pudo modificar.
• La ansiedad: A diferencia de la depresión, este padecimiento es el pensamiento de manera continúa en el futuro o lo que va a ocurrir despúes. Situación que provoca un desenfoque total de la realidad, generando así agitación, sudoración o incluso llevar a que ocurran ataques de pánico.
Otro factor que puede llevar a cometer esta acción es el alcoholismo, ahora bien, la experta mencionó que, “no nacemos con problemas de alcohol, en el desarrollo de nosotros como adultos vamos teniendo varias experiencias que nos causan algo y nosotros nos automedicamos. Yo le llamo a eso automedicarse, porque esta persona se embriaga constantemente y, si consume mucha ingesta de alcohol, es porque quiere olvidar algo, es porque quiere salir de su realidad. Y eso en definitiva es que hay otro diagnóstico que puede ir relacionado o a la ansiedad, igual la depresión”.
En relación a cómo estos trastornos llevan a las personas a querer suicidarse, Ramos agregó que es el hecho de no encontrar otra alternativa para resolver lo que está ocurriendo. Además, enfatizó que, “es importante saber, que no es que la persona toma la decisión porque quiere morir, toma la decisión porque no ve otra salida. En muchas ocasiones nos quedamos resentidos quizás con familiares, con amigos, buscando la culpa de esa razón por la que tomaste esa decisión y es porque no encontraba salida. No era por la muerte en sí, que él deseaba morir porque ese era su deseo, sino que no encontró otra salida y tomó esa decisión”.
No obstante, destacó que no solamente las personas con un diagnóstico de salud mental, pueden cometer suicidio sino que es todo lo contrario. Hay personas que están bien emocional, mental y físicamente, pero lo que probablemente los lleva a tomar esta determinación es un evento catastrófico o una tragedia que no sepan cómo manejar.
“Dentro de la literatura científica se establece que las personas de la comunidad LGBTTQ+ también pueden tener intentos suicidas, porque no se sienten aceptados por la comunidad, se sienten discriminados, prejuiciados, aislados y ese sentimiento cuando tú quieres expresar quien tú eres pero nadie te comprende y te da la espalda crea esa sensación de impotencia que te hace tomar decisiones como estas”, puntualizó.
Por otra parte, la doctora en salud mental dejó saber que en Puerto Rico hasta junio del presente año se habían reportado 91 casos de suicidio. En cuanto a la incidencia, ocurre mayormente en personas de 25 a 29 años y 35 a 49 años. Cuando se trata de sexo, acontece especialmente en hombres, con la diferencia de que las mujeres son quienes más lo intentan.
“Mi opinión por experiencia, no puedo decirlo a nivel científico, pero lo que veo en los servicios que damos es, el hombre generalmente no busca ayuda, a nivel cultural se establece que el hombre tiene que resolver las cosas. En el caso de las féminas por cultura, se establece que como es más frágil debe buscar ayuda: ayuda en el contexto de todo. Como está creada así la cultura pues la mujer busca ayuda para estar bien y es más accesible a lo que son los servicios de salud mental. En el caso de los hombres, usted no llora, usted es un macho, así que usted se pone fuerte. Obviamente, como no busco ayuda, no tengo un recurso donde pueda ventilar, pues tristemente eso pasa”, reflexionó la doctora.
Ramos comunicó que es sustancial estar atento a todas las señales como:
• Haya un cambio drástico y ya no desee salir como regularmente lo hacía.
• Se desprede de objetos que tengan valor.
• Realiza comentarios como: “Las cosas serían mejor si yo no estuviera”, “qué pasaría o cómo te sentirías si yo no estuviera”.
• No se comunica, no contesta el teléfono ni los mensajes con la misma frecuencia.
• Posee un bajo estado de ánimo.
Del mismo modo, aclaró la importancia de prestarle atención a las personas que anteriormente han intentado quitarse la vida y tener presente que los jóvenes se autoagreden. Así que, si se comienzan a notar marcas en el cuerpo es pertinente preguntar y ser claros para saber qué ocurre.
“Cuando nosotros tenemos a una persona que queremos, nosotros nos vamos a dar cuenta cuando eso sucede. Es bien importante que muchas veces nosotros normalizamos o minimizamos a una persona, porque decimos: ‘ay, esto lo que está haciendo es show’. No podemos tomar eso como una interpretación adecuada, porque de esos muchos ‘shows’ se han reportado muchos suicidios”, manifestó.
De igual forma, señaló que algunas de las cosas que podrían estar pasando por la mente de una persona con deseos de quitarse la vida, pueden ser:
• Tener baja autoestima.
• No encontrar la salida a una situación.
• No tener recursos de apoyo.
• No sentirse comprendido y solo.
La conocedora resaltó que el suicidio se puede prevenir, siempre y cuando haya un compromiso por parte de la comunidad, la sociedad y el sistema de gobierno para informar a las personas de manera clara y abierta. Se pueden realizar campañas y actividades para que así las personas entiendan la importancia de conocer sobre el suicidio y que sepan que hay recursos para ayudar en el proceso, si es que lo estuviesen experimentando.
Un mito que estableció Ramos, es: “Hablar del tema impulsa a que las personas cometan suicidio; eso no es real, eso es totalmente falso. No hay ninguna literatura científica que pueda validar esa información. Así que es importante dentro del ejercicio de la prevención que se hable del tema del suicidio”.
Asimismo, recomendó lo siguiente:
• Preguntar de manera directa si una persona ha tenido o tiene pensamientos suicidas.
• Realizar preguntas como por ejemplo: ¿de qué manera? O ¿me permites que te pueda ayudar?
• Ayudarle a buscar las herramientas de ayuda y estar presente en el proceso.
• Escucharle, sin interrumpir y sin decir su opinión. De este modo, la persona podrá expresar cómo se siente sin sentirse juzgado.
• No invalidar sus sentimientos.
• Verbalizarle lo importante que es y que desea ayudarle para que esté bien.
“Ese ‘vales mucho para mí’, ‘eres importante para mí’, ‘quiero ayudarte’, va a ser la pieza clave para que esta persona pueda buscar ayuda y pueda redirigir esos pensamientos”, aconsejó la psicóloga. Para concluir, la galena le brindó un mensaje a las personas que posiblemente estén teniendo ideas de suicidio: “Eres importante para nosotros, independientemente de que nosotros no le conocemos estamos dispuestos a ayudarle, que nos dé la oportunidad de conocerle, de escucharle, de encontrar alternativas juntos, que podamos caminar juntos en el camino para su bienestar. Todo lo que está pasando puede ser difícil y que lo que está sintiendo puede ser muy válido y para eso nosotros estamos, para ayudarle a sobrellevar la situación que esté pasando. Hay esperanza y todo pasa. Es doloroso el inicio pero paso a paso, con apoyo vamos a sentirnos poco a poco mejor”.