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Fracturas en nuestros niños

Fracturas en nuestros niños

Por: Dr. Onix Reyes Ortopeda pediátrico

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Las fracturas de extremidades representan una de las causas más comunes de visitas a la sala de emergencia, la mayoría asociadas a actividades recreativas o deportivas. De esta manera, vemos picos de incidencia en las fracturas asociados con los inicios de clases y ligas organizadas de los diversos deportes. Curiosamente, en las temporadas de vacaciones se ve relativamente reducida esta incidencia. Otros factores que presentan lesiones óseas lo son el abuso infantil, que en Puerto Rico representa un problema significativo, y las relacionadas con enfermedades congénitas y metabólicas.

Los huesos de los niños tienen características particulares que resultan en lesiones óseas distintas a las de los adultos. La anatomía y forma de los huesos en los niños no es en nada diferente a la de los adultos, la diferencia principal es que mientras más pequeños son, más cantidad del hueso esta compuesto por cartílago no calcificado, lo cual lo hace no visible en una placa de rayos x. Esta cantidad de cartílago lo hace más blando y esponjoso, lo que hace que resulte en lesiones particulares que no vemos en adultos, más aún no son visibles en los rayos x. Es común ver niños que evidentemente tienen una fractura al examen físico, pero en la placa no podemos ver ningún hallazgo. Por eso la intervención y el tratamiento por un ortopeda pediátrico es importante por que puede detectarlo y tratarlo apropiadamente. Cuando tenemos fracturas, pueden ocurrir a través de las áreas de crecimiento y no se ven en las placas. Así también ocurren lesiones de tallo verde lo que tampoco se puede ver en la placa.

¿Cuáles son las fracturas más comunes?

Definitivamente, las fracturas alrededor de la muñeca. Esto de debe a que cuando tenemos una caída la reacción defensiva es con las manos, resultando en lesiones en la muñeca. Luego le siguen las fracturas alrededor del codo, ya que por el mismo mecanismo, se transfiere la energía y resulta en una fractura. Tercero están las fracturas alrededor del tobillo, mayormente asociadas a los deportes y en poblaciones ya más adolescentes, sobre todo en los deportes de campo y salto. El mecanismo usual es una torcedura del tobillo, mientras corren o saltan. Como habíamos explicado anteriormente, muchas veces ocurren a través de las áreas de crecimiento y no las podemos ver en los rayos x. Lo que en un adulto es una torcedura de ligamento en un niño es una fractura a través del área de crecimiento.

Entonces, ¿cómo diagnosticamos una fractura que no se ve en una placa? Existen 5 parámetros generales que son: limitación en movimiento, inhabilidad de sostener peso, hinchazón, dolor a la palpación y la evidencia en la placa. Muchas veces, nos enfocamos solo en la placa cuando éste es solo uno de los parámetros. Si los demás están presentes, entonces tenemos una fractura que debemos tratar.

Cuando un niño tiene un traumatismo, ¿qué debemos hacer?

Primero, inspeccionar la piel. Si tenemos exposición de hueso, debemos ir a una sala de emergencia inmediatamente porque ese paciente debe llevarse a sala de operaciones y limpiar y fijar esa fractura con urgencia. Si la piel esta intacta, lo próximo es ver si tiene pulso y buen suplido vascular otra vez. Si el flujo de sangre esta comprometido, debemos de llevarlo inmediatamente a una sala de emergencia. Lo próximo es inmovilizar adecuadamente y llevar a la sala de emergencia lo más pronto posible y hacer radiografías para evaluación.

Las fracturas en los niños son comunes, sobre todo si son activos y participan de deportes. Lo importante es diagnosticarlo a tiempo y darle el tratamiento adecuado. En la mayoría de los casos, vamos a poder regresar a el mismo nivel de actividad sin problemas. El objetivo es ayudarlos a crecer y desarrollarse adecuadamente.

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