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Consejos para prevenir lesiones en las muñecas
Por: Magda Cortés Supervisora Terapia Física
¿Trabaja usted en una cadena de producción en serie, en una planta elaboradora o con una computadora? O se dedica a pasatiempos como tocar un instrumento musical, juegos de computadora, softbol, carpintería, jardinería, costura o tejido. Si pasa largas horas dedicado(a) a cualquier actividad que requiera el uso de las manos, quizás necesite tomar precauciones especiales para proteger sus muñecas.
Siempre que obligamos una parte del cuerpo a repetir el mismo movimiento una y otra vez por mucho tiempo, sin interrupciones para que se recupere, se corre el riesgo de contraer lo repetitivo. Este tipo de lesión causa problemas de músculos, ligamentos, tendones y huesos, que a veces afectan también los nervios y los vasos sanguíneos.
Las muñecas están sobre todo en peligro. La lesión más común por movimiento repetitivo que afecta las muñecas se conoce como Síndrome del Túnel Carpiano, donde los nervios que van a los dedos están comprimidos por los huesos y ligamentos que se encuentran en la muñeca. La primera señal de aviso es generalmente de la mano, con frecuencia en las primeras horas de la mañana. Con el tiempo los músculos del pulgar pueden consumirse, la capacidad de sujetar objetos puede debilitarse y puede producirse extremo dolor en la mano e incluso en el brazo y hombro.
Las lesiones por movimiento repetitivo como el Síndrome del Túnel Carpiano son actualmente responsables de más de la mitad de todas las enfermedades relacionadas con el trabajo y de trabajo. Afectan a trabajadores tanto en las fábricas como en las oficinas. Y afligen a muchas personas mayores que con frecuencia padecen de afecciones crónicas como la artritis o la diabetes que pueden agravar el problema.
Autodefensa
1. Haga ejercicio regularmente y evite alimentos con grasa para perder el exceso de peso. En un estudio reciente ha quedado demostrado que la falta de ejercicios y el exceso de peso aumentan el riesgo de contraer el síndrome del túnel carpiano.
2. Cada vez que sujete un objeto, use toda la mano y los dedos, no solo la punta de sus dedos. De ser posible, varíe sus movimientos y reduzca el ritmo. Y cuando pueda, utilice una herramienta mecánica en lugar de tener que doblar sus manos y muñecas para accionar una herramienta manual.
3. Haga todo lo posible para adaptar su escritorio y silla de acuerdo a la constitución y forma de su cuerpo, y ajuste su estación de trabajo a fin de poder alcanzar todos sus materiales e instrumentos de trabajo sin necesidad de torcerse ni doblarse.
4. Mantenga erecta su columna y cabeza, relaje los hombros, siéntese bien apoyado en su silla y coloque los pies sobre un reposapiés o asentados planos en el piso. La buena postura puede ayudar a prevenir lesiones por movimientos repetitivos de la espalda y del cuello, e incluso de las muñecas y manos.
5. Cuando escriba a máquina, mantenga los codos doblados en ángulo recto y las muñecas alineadas con los antebrazos. Si trabaja con una computadora por cuatro horas o más al día, su supervisor podría otorgarle unos cinco minutos cada media hora o cada hora para descansar las muñecas. Relájese, estire los músculos y haga algún otro trabajo, como archivar, clasificar la correspondencia, asistir a reuniones y atender el teléfono.
6. Refuerce su espalda y aumente los músculos vinculados con las acciones contrarias a sus movimientos repetitivos. Por ejemplo, si su trabajo o hobby lo obligan a doblar las muñecas y dedos, pruebe un ejercicio de estiramiento que invierta dicha posición: abra los dedos bien separados y flexione (estire hacia fuera) las muñecas y dedos.
7. Tómese siempre descansas incluso durante las actividades de placer si las mismas implican movimientos repetitivos, como deportes, jardinería, costura, juegos de computadora y actividades domésticas.
8. Alivie la tensión: Durante un estudio trienal realizado por la Institución Nacional de la Seguridad en el Trabajo (OSHA) se ha vinculado el estrés sicológico, incluyendo las presiones de trabajo y familiares, a trastornos por movimiento repetitivo.
9. Escuche su cuerpo: Preste atención a los dolores, así como al adormecimiento y hormigueo, que siguen repitiéndose o que no se van. Si usted demora en consultar a un médico, un problema ligero puede convertirse en algo grave. El tratamiento incluye descanso, hielo, cabestrillos, masaje, medicamentos, ejercicios especiales y como último recurso solamente, la cirugía.