Categorías en Disputa por Camilo Andrés Rojas Tello Categoría significado: 1 Jerarquía de una persona o cosa en una clasificación según su importancia o grado: nos alojamos en un hotel de primera categoría. 2 Grado o nivel en una profesión, carrera o actividad: es campeón nacional en la categoría de infantiles. 3 Clase o grupo de una ciencia en que se distinguen los elementos que lo componen: las categorías lingüísticas están formadas por elementos gramaticales y funcionales. — gramatical o — léxica Clase de palabras, según la función que desempeñan en la frase: las categorías gramaticales son: sustantivo, adjetivo, verbo, adverbio, pronombre, preposición, y conjunción — gramatical Clase de morféma: las categorías gramaticales son: género, número, caso, persona, aspecto, voz, tiempo y modo. 4 Concepto filosófico que junto con otros permite una primera clasificación, en grupos muy amplios, de todos los seres reales o mentales: las categorías aristotélicas son diez y las kantianas son cuatro.
Siendo así, el significado de –categoría- puede ser usado en varios espacios, dependiendo entonces, de las circunstancias en la que se encuentre el individuo, tales como el momento crucial que está viviendo, el estatus social, económico, cultural, sexual, político, entre otros. La humanidad ha categorizado todo, ha nombrado todo, (al parecer). Sin embargo, muchas veces dentro de la -categoría- no se alcanza a –definir- el sentir de las personas. Es lo que ocurre con la –Categoría Trans-. Esta, que intenta agrupar a personas Transformistas, travestis, transgeneristas, transexuales, intersexuales, incluso, personas queer. En conclusión, lo más rarito lo metemos en un solo costal, porque, ¿para qué más categorías de lo mismo? Dentro de –lo Trans- existen múltiples posibilidades de ser, de sentir, de expresarse. Independientemente de la especificidad de los tránsitos, todas las personas que transitamos tenemos ciertas similitudes, por ejemplo la preocupación al expresar éstos sentires al núcleo familiar, a lxs amigxs, el riesgo de no estudiar, de no “progresar”, de terminar en la calle, de no conformar una “familia”, y también otras similitudes más amables como la emoción con nuestra primera hormonización, ya sean estrógenos o testosterona, en el caso de los hombres trans, los primeros pelos en las piernas, en el abdomen, el cambio de voz, el crecimiento del max combi, (el clítoris masculinizado), y luego, la añorada, magnífica, y apasionante barba. Sin embargo, me parece oportuno aclarar qué es un hombre trans, porque sigue siendo aún un mundo desconocido para muchas y muchos. Los hombres Trans, somos personas que al momento de nacer nos dicen: ¡es mujer!, por haber nacido con vagina. Entonces empiezan a educarnos desde
esa vagina que vieron al nacer, nos compran juguetes rosados, nos ponen moñitas en el pelo y los nombres más femeninos: Laura, Yesenia, Camila, Lorena, Sandra, entre otros. Sin embargo, (y como sucede con frecuencia en los tránsitos) nos sentimos completamente insatisfechos con esa imposición que nos hicieron de ser mujeres por tener vagina. Entonces, empezamos todo un proceso de masculinización de nuestro cuerpo y de nuestra identidad, para que sea acorde con nuestros sentimientos, con nuestro espíritu, con nuestros sueños. Ahora nos llamamos Sebastián, Camilo, Santiago, Mario… Estas masculinizaciones del cuerpo las realizamos con testosterona, nuestro elixir de belleza, y en muchos casos, con transformaciones quirúrgicas como la mastectomía, la histerectomía y la faloplastia. Pero tristemente, lo que más nos acerca en la experiencia Trans (hablo de hombres, mujeres e intersexuales) es el tema de violencias. Desde el nacimiento y los primeros años, en los que uno no ve la diferencia entre los niños y las niñas, nos metieron en la cabeza información sesgada, nos llenaron de miedos al expresar nuestro sentir, nos castraron la posibilidad de decidir qué queríamos ser o cómo queríamos ser, nos hacían cortar el pelo o dejarlo largo, jugar fútbol o con barbies únicamente, nos imponían sentarnos como señoritas. Nos mandaban al servicio militar porque allá si nos iban a convertir en hombrecitos. Somos cuerpos sexuados, y no de la misma manera que los hombres y las mujeres –normativos- por eso fuimos y somos violentados. Sin importar hacia dónde va dirigido nuestro transito, o si no tiene dirección, si va hacia lo masculino o lo femenino o está jugando con las dos, o no quiere irse a ninguno de estos sitios, las personas Trans somos parias en ésta sociedad. Claro está, lo decimos sin leernos víctimas. El transitar en sí se ha visto limitado por ésta categoría, al momento de salirse de los parámetros establecidos del ser Trans, empieza dentro de la misma población la discriminación, el rechazo, la burla, porque si eres hombre trans, tienes que ser el macho alfa para que te traten como se debe, y si eres mujer trans, debes ser hiper femenina y tienes que saberte comportar. Estas apuestas no están generando un cambio en la sociedad, seguimos reproduciendo los mismos modelos, seguimos sometiendo y sometidos por la norma, por el modelo hetero sexista y patriarcal. Por eso, muchas personas hemos optado por no tomar referencias binarias, sino construcciones múltiples. Sin partir de lo masculino o lo femenino y tampoco queriendo llegar a alguno de esos. Construcciones Trans, queer, andróginas. Preferimos no tener pensamiento genérico, sino desde una perspectiva de los sentimientos diferente de lo normativo. Porque estas construcciones normativas del ser hombre, a muchos nos han generado dolor.
Ahí es cuando nos preguntamos, ¿Hay algún peso que caiga sobre nosotros por ser denominados hombres y ser denominados trans? Ser hombre también pesa en ésta sociedad. La violencia parece ser un pilar más en éste país. Por el hecho de nacer con pene es tu obligación ir a defender tu patria con honor y morir en el campo de batalla. Toda esa violencia, control y dolor han estado educando nuestra sociedad, se han convertido en nuestros hábitos y costumbres, impregnándose en nuestros cuerpos, sin pensar en los sueños, en los anhelos. Una de las definiciones de ser hombre es: Hombre: Definición: Ser viril, firme y valeroso, valiente. Ejemplo: se comportó como todo un hombre ante sus agresores. La insensibilidad a la que se acostumbra a los hombres, el desapego, el mal uso del poder, la violencia ejercida hacia las y los demás y hacia ellos mismos, la simpleza, y lo básico de ésta categoría nos hace repensar, ¿realmente queremos ser hombres? Al haber crecido en un hogar donde te decían que todas las mujeres eran tu propiedad, que podías tocarlas y estar con todas, satisfaciendo sólo el deseo del hombre y la mujer que se joda, para eso está. Con el paso del tiempo, se van experimentando todas esas cosas, esa dominación, ese control y propiedad del cuerpo. En muchos casos los – hombres biológicos- no son conscientes de éstos actos, los educaron así, entonces, naturalizan la violencia, (creería yo que muchas veces se hace sin malicia, se hace por ignorancia). Ahora, el ser Hombre Trans también te muestra otras posibilidades, pero en su mayoría va encaminada hacia lo mismo, lo normativo. En el caso de los biohombres-, esta violencia y machismo se naturaliza porque no se es consciente de su significado y las consecuencias, pero en el caso de los hombres Trans, se opta por repetir la violencia y el machismo, para que no quede rastro de lo que –era antes de ser lo que es ahora-. Para muchos, ésta es la única opción para que la sociedad les dé el aval de ser hombres. Es la estrategia decidida y la más dolorosa. Para muchos de nosotros, hombres con experiencia de vida trans, estas circunstancias nos hicieron tener una relación diferente con la construcción de la masculinidad, porque algunos hemos vivido modelos heteronormativos o los hemos visto desde afuera y las repercusiones que quedan. Por eso, muchos no queremos estar dentro de éstas categorías, -hombre y hombre trans-, ya que nosotros también hemos sido víctimas del modelo mismo. Apartarse de los estereotipos normativos no es una tarea fácil, más aún cuando todo el tiempo la sociedad te vende más productos para volverte más hombre, muchos los consumen para ser aceptados y es válido, como también lo es el no querer ser aceptado como un igual.
Hemos visto que en muchas ocasiones, hombres Trans que optan por la automarginación, antes de reconocer frente a su familias, amigxs o en el campo laboral una experiencia Trans en sus vidas prefieren invisibilizarla por varios factores, ya sea que sienten comodidad económica en sus hogares que les hace renunciar al tránsito, o sencillamente (y la más contundente) es que realmente es difícil comenzar de cero. Entonces, deciden posponer de manera dolorosa y en muchas ocasiones, de manera definitiva el tránsito. Sin embargo, también conocemos experiencias de tránsito que han potenciado las vidas de las personas, que han brindado la posibilidad de un proyecto de vida más a largo plazo y feliz. Para las personas Transexuales resulta más cómodo camuflarse dentro de éstos parámetros, ya que la sociedad está preparada para hacer hombres y mujeres, pero no para las personas que se piensan desde otras formas los tránsitos, desde otras categorías quizá inexistentes, reconociendo en ellos y en sus cuerpos la experiencia Trans. HOMBRES CON EXPERIENCIA DE VIDA TRANS: Desde el Colectivo Entre-Tránsitos y gracias a los sentimientos expresados por varios chicos que han estado en el grupo, hemos llegado a la conclusión de no nombrarnos como Hombres Trans, sino Hombres con experiencias de vida Trans. No nos sentimos incluidos en “Lo Trans” como se maneja acá en Bogotá, porque nos salimos de los parámetros en los que se fundamenta el Movimiento Trans, porque las luchas y las reivindicaciones son totalmente distintas. Nuestra lucha no es únicamente para que el estado garantice nuestros derechos, para que podamos ir al médico y que nos den el certificado de disforia de género y así podernos hacer todas las operaciones para –ser hombres-, para que nos reconozcan como hombres y ya. Nuestra lucha es por la autonomía y la libertad de los tránsitos, de los cuerpos, de las identidades, nos nombramos como hombres con experiencia de vida trans porque la categoría –Trans- se queda corta para nuestras vivencias y nuestros sentires se desbordan. Buscamos la construcción de nuevos cuerpos, los cuerpos tecnológicos, los que no se categorizan, los que no dependen de una genitalidad para ser hombres, mujeres o trans. No buscamos llegar a un sitio específico, lo masculino o lo femenino, nos permitimos vivir un tránsito continuo, y así poner nuestra posición frente a la despatologización de las identidades Trans. Además, porque la variedad de tránsitos nos permite transitar o dejar de transitar, algunas personas transitan toda la vida, pero otras realizan operaciones y cambios de nombre y ya no transitan más. Por eso, la
experiencia de vida Trans la sentimos, en algunas ocasiones permanente, como también transitoria. Estos modelos del “ser hombre” han creado frustraciones en la sexualidad, porque ésta se resume a un acto sexual penetrativo, y al no tener pene o no tener los recursos para realizarse una faloplastia, ocasiona dolor, inconformidad, incluso asco al mismo cuerpo, además del miedo permanente de no ser deseado. En ese sentido, existen dos caminos, mortificarse la existencia y maldecir por haber nacido así, o aprender de ésta, enfrentar la realidad sin cambiarla, sin culparla. Cuando se va despertando la consciencia en esos actos, y se reflexiona y se examina desde varias perspectivas, empieza todo un proceso de metamorfosis, de muerte, nacimiento y crecimiento. Es ahí, en esa metamorfosis que ocurre la magia, cuando se rompen las reglas porque no se quiere seguir siendo un producto de la sociedad machista, no se quiere seguir reproduciendo esa cadena de dolor y lágrimas, no sólo de los hombres hacia las mujeres, sino de los hombres hacia los hombres y mujeres a los hombres. Por eso, el Colectivo Entre-Tránsitos es un reflejo de la diversidad, porque aquí estamos los que nos salimos de la norma, y también están, los que encontraron felicidad en la norma. Todas las personas que hacemos parte, sentimos y vivimos nuestros tránsitos de maneras distintas. Algunos encarnamos categorías creadas por nosotros mismos, no las que nos imponen. Otros nos descategorizamos para tener más libertad de movimiento. Sin embargo, enmarcamos el devenir, las categorías existen por igualdad, por desigualdad, no solo por la imposición médica, existen también por la diferencia. Las categorías nacen por una necesidad. Pueden ser impuestas de forma negativa, como de manera positiva y estratégica. Es ahí cuando por estrategia nombramos LGBT. Las categorías y los conceptos también van transitando, no son fijas, La experiencia es mas excesiva, se sale de la categorías. La categoría queda pequeña para la experiencia. Podríamos jugar con las categorías, podríamos un día ser lesbianas, otro día gays, otro día bisexuales, otro día transexuales, transformistas, travestis, transgénero, intersexuales, negros, gringos, mujeres, otro día no ser nada de eso, otro día ser cristianos, políticos, hasta politiqueros, podríamos ser sadomasoquistas, abuelos, mesas, carros, vaginas, penes, clítoris, nalgas, camas, blackberrys, y cuanta vaina se nos ocurra, todo es posible cuando lo creemos.
Por eso, concluyo con que siempre se intenta hallar la categorĂa a todo, la explicaciĂłn de todo. Se trata de humanos, de sentires y vivencias. No somos categorĂas, somos humanos.