Pansexualidades y bizcochos (2012)

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PAN­ SEXUALIDADES Y BIZCOCHOS: AMASIJOS DE TRÁNSITOS Y MULTIPLICIDADES. La Panadería­Colectivo Entre­Tránsitos Camilo Andrés Rojas Tello La Panadería ha sido por definición y vivencia un lugar de encuentro donde amasamos palabras y pensamientos, un refugio cálido en medio del caos citadino que nos permite re­ crearnos; es un laboratorio de escritura creativa que surge dada a la escasa bibliografía que existe sobre transmasculinidades en latinoamérica, donde a través de narrativas autobiográficas y ficcionales se da voz a algunas experiencias de vida de hombres Trans que emergen dentro de éste espacio, dándonos la posibilidad de reconocer y visibilizar la multiplicidad de tránsitos posibles, la relación de estos con el Estado, la vivencia o no de los derechos, lo que ha representado transitar por el sistema sexo­género, recorrido del que dan cuenta nuestras letras y nuestros cuerpos. Mientras vamos comiendo y narrándonos, nuestra hambre no cesa, siempre queremos probar nuevas texturas, sabores, queremos manosear masas y darles otras formas posibles, queremos amasar mundos distintos a los que nos enseñan y mostrar que es posible un tránsito masculino feliz, autónomo, libertario, no colonizado, donde las letras y las palabras saltan y brotan de lo más profundo de nuestros corazones, de nuestros cuerpos, de nuestros pelos logrados con 250 mililitros de testosterona cada mes o cada 15 días. La idea de conformar este espacio, surgió en medio de un encuentro sobre familias diversas, realizado en Santiago de Chile, donde Un Capuchino que no sabía que sería Capuchino se encontró con una Galleta que, obviamente no sabía que sería una Galleta. Empezaron a conversar y a soñar con este proyecto. Meses después, La Galleta, que soy yo (Camilo Andrés Rojas) vuelve a ver al Capuchino (Salvador Vidal­Ortiz) en una reunión del círculo de familias diversas en Bogotá, y retomando aquellas ideas conversadas en Chile, empezamos a interactuar, a ver qué posibilidades existían de más encuentros, de amasar y llevar a cocción un libro que hablara de experiencias trans­masculinas. Fue así como la futura Panadería abrió sus puertas a quienes, cargados de ingredientes multisabores, atendieron al llamado de "se necesita transitero con o sin experiencia, que quiera escribir", nuestra primera sede fue la bella casa de Capuchino y su Papote. Desde entonces, Capuchino, Galleta, Roscón, Milhoja, Tinto, Palito de Queso, Pie de Limón, Panderito, Arepita, Masmelo, Chicharrona, Brownie, Postre tres laches (porque la leche estaba pasada), Galleta tres ojos, Bizcocho, Rollito y Blandito, Corazón de Hojaldre, Pastelito, Colombiana y más delicias se convirtieron en letras, en oídos y la magia empezó, desgenerizándonos e incluso deshumanizándonos, para poder hablar sin tantas prevenciones, para mostrar nuestra masa tal cual era, tal cual queríamos que fuera devorada y escuchada. Las experiencias de vida Trans masculinas no hablan únicamente sobre inyectarse testosterona, ponerse velludo y musculoso, todo tránsito lleva implícitas miles de sensaciones y experiencias íntimas, de pareja, grupales, familiares, escolares, sociales, que atraviesan nuestros cuerpos y revolucionan nuestras vidas, por eso la importancia de escribir desde


nuestras voces, sin que sea una voz médica o académica quién explique cómo son los hombres trans, porque son estas voces quienes desde una lógica patriarcal, han ejercido el poder de denominar y clasificar sentires y vivencias, encasillando nuestras experiencias con sus palabras tecnificadas que siempre se han quedado cortas para entender éstas vivencias Trans. Si bien muchas categorías existen para ayudarnos a entender el mundo, creemos que las experiencias trans desbordan esas casillas, lo que las hace más complejas y deliciosas de comer y narrar, pues no hay un modelo que las determine ni una receta correcta de hacerlo. Cada vivencia trae consigo un sabor distinto que potencia más la diversidad de tránsitos y visibiliza la importancia de nombrarnos desde las experiencias de vida Trans, pues denominarnos como “hombres Trans” ya está categorizándonos y supone ciertos comportamientos y modelos que, lamentablemente se asocian más a prácticas y construcciones binarias, heteronormativas y machistas. Por eso, la deconstrucción de la categoría “hombres Trans” nos ha hecho re­pensar nuestras masculinidades, los modelos y patrones que queremos seguir y la relación de la masculinidad con nuestra vivencia particular. La experiencia individual y colectiva de La Panaderia habla más de éstas realidades que de la categoría, permitiéndonos la posibilidad de construirnos desde lugares más ricos, donde el tránsito no tenga sabor amargo, ni sea tan difícil de masticar. “La Panadería” haciéndole honor a su carácter de laboratorio creativo, ha sido el horno de partida de varios textos e investigaciones llevados al performance, talleres de cuerpo, producciones sonoras alternativas y tomas callejeras del Colectivo Entre­ Tránsitos en la ciudad de Bogotá. Dentro de nuestro “Menú de delicias”, tenemos varias temáticas y especialidades de la casa que hacen que nuestro experimento literoculinario sea diverso en sabores, para que logre satisfacer a todos los paladares que lo saborean y a los oídos que deseamos endulzar. Dichas temáticas son: ­ Sexualidades: Existe un tabú gigante frente a la sexualidad de los hombres con experiencias de vida Trans, donde muchos se preguntan: ¿cómo hacen? ¿cómo puede haber una relación sexual sin una penetración? Éstas y otras preguntas son las que en la cotidianidad escuchamos. Tanta ha sido la invisibilización que ni siquiera estamos incluidos dentro de la sigla LGBT que dice hablar de la diversidad sexual, la que por desgracia, sigue repitiendo formas y prácticas normativas en cuanto a la sexualidad y las construcciones del género. Por eso, estas experiencias no podían quedarse silenciadas, no podían dejar de disfrutar y de garosear de tan húmedos, calientes y testosterónicos placeres que, al excitarse se erectan y son suaves y fáciles de masticar, más no de saborear, porque requiere de bocas curiosas y no etnográficas, difíciles de encontrar con tanta groupie. Aquí, nace Alessandro, la combinación de la Galleta con el Panderito. Alessandro frutifílico,


provoca una lluvia naranja con un jugo hit de cajita cuando lo bota hacia el cielo... en ese momento, el jugo con una mirada tierna le dice a Alessandro: ­quiero ser sólo para ti­; así que, el jugo va cayendo gota a gota, deslizándose por su pecho, mojando su ropa y mientras tanto Alessandro se la quitaba lentamente, mientras disfrutaba de ese mágico momento en el que un jugo de naranja pierde la virginidad. ­ Dualidades y Multiplicidades: Como una de las apuestas políticas del Colectivo es exponer cómo la categoría “trans” no logra abarcar las múltiples formas y posibilidades de tránsitos, hemos resaltado la importancia de no hablar de un sólo tránsito, lineal y definido, porque hay experiencias Trans que van mucho más allá de querer pasar de un lado a otro, así que adoptamos como anteriormente lo mencioné “hombres con experiencias de vida Trans”, dejando de encasillar nuestras vivencias y abriendo el espectro de “transitar”, pues no sólo se necesita inyectarse testosterona o cortarse el pelo para vivir una experiencia Trans. De ahí, nacen tránsitos como lo menciona nuestro querido Palito de Queso, que se dice ser un hombre trans de corazón y reconoce en él la experiencia Trans desde otras posibilidades. En palabras de nuestro Mais transgénico, en la panadería llamado tinto: “Habrá muchas formas de contar esta historia Amores, desAmores, búsquedas, encuentros, pérdidas, Yo soy, no soy, Yo quiero, yo tengo, yo puedo, Ser Mujer, ser hombre, ser los dos, ser ninguno ¿Se puede ser ningUno a pesar de cómo los otros te ven? A veCes se puede. No siempre es tan fácil, Simplemente ser Humanamente humanos, Amantes del amor libre, Seres que son Siendo lo que sienten ser, nuestra Fortaleza es sabernos distintos, Saber que hay muchxs Otrxs caminando este camino, Con el que revolucionamos el seR y estar en el mundo, Existir fragMentando las cuadrículas del binario, Creando un lugAr en el que amarme, amarte, amarnos, Nos haga Super héroes, super humanos, Seres Desgenerizados, Que vivimos Erotizando DivErsas rebeldías.” ­Transformaciones y muertes, viéndolo en un sentido festivo de reinvención constante, que permite construir nuevas ficciones gozosas para operar en el mundo, donde el Roscón se lleva el premio mayor a las recetas más transmutadoras, irresponsables y de revolución al momento de narrar su tránsito de San Diego a Tijuana, donde la pregunta es ¿Por qué no me embarazas con tu clítoris fecundador? en medio de Taste in men de Placebo, provocando en el resto de postres ansiedad, luz y muerte...matando todos los prejuicios, los miedos, las inseguridades y las marcas que el patriarcado ha dejado impregnado en los cuerpos, para poder volver a nacer y reinventarse de maneras más lúcidas y más gozosas, donde todo es posible. Y como diría Galleta tres ojos: Ya estamos hartos de la modernidad, de la razón, de lo no­contradictorio, de occidente. Hay un cambio. Pero el dogma oriental (¿dogma oriental?) vuelve a lo mismo. Otra violencia al revés: es el iluminado que viene a enseñarme, a decirme “este mundo es una ilusión , no somos cuerpos, yo soy tú”. Voto por la esquizofrenia, la subversión de todas las ideas y de todas las proposiciones, voto por la ficción, por el Japón que es una nave espacial. Voto por la creación, la confusión, el desorden. Estoy harta de la afirmación (el no es una afirmación invertida). Sí, a veces pensar agota. Quiero performar, construirme como un artefacto monstruoso, indefinible. Memorias: Es aquí donde se da la oportunidad de biograficcionar esas vivencias que nos hacen


únicos, donde la etnografía no llega y que lleva nuestra saliva. Y así, incentivar a probar sabores agridulces, sudorosos, ardiendo en testosterona y agonizando de placeres ocultos que deben ser nombrados, para narrarnos como somos. Y Panderito nos cuenta que Realmente hay días que en que le gustaría que un transmilenio a toda velocidad atropellara a un gato gay. Son esos días rotos donde solamente está enfrentado ante un mundo roto, indiferente y frío. Son días en los que la necesidad de escribir es tan fuerte como la necesidad de ir al baño, son los días en los que un gato corre hacia su hogar para refugiarse entre las letras del viejo libro de la montaña errante. Y una vez que se plasma la idea, una vez que ya está ahí guardada y no se va a perder, se siente un placer delicioso. Y el bizcocho narra: Y vienes con la luna Convertida en canción, Hecha polvo, chocolate y son. Y vienes con el sol Siendo pensamiento, idea, calor. Solo eso, energía… Intercambio súbito de materia convertida en energía Entras en mi cuerpo y mi mente Como extensión te recorro, te amasijo, te señalo Te armo y desarmo cual rompecabezas Sigues ahí, sigues invadiendo Colonizándome, gobernándome “hermana duda” déjame ser Sin cuestionar ni juzgar Solo ser, solo estar, solo sentir, solo amar. Corporalidades: Aquí lo más importante es la vivencia de la carne, la forma en que la adobamos, permitir que otrxs la posean, pero también la oportunidad de extraviarla para reflexionarnos de manera más intrínseca. Y en palabras del postre tres laches... Seres de luz Pensamos que somos los únicos en muchos vivimos nuestra niñez cargados de preguntas sin respuestas jugamos con objetos estrictamente impuestos Pero en nuestra soledad soñamos e imaginamos un mundo para todos, no sólo para unos. y seguimos viviendo, no existiendo crecemos no solo con entornos familiares sino también con nuestros cuerpos Vemos como día a día el tiempo se acelera


y nuestros cuerpos van mutando cada vez son más y más cuerpos los que descubrimos dejamos de ser uno y somos unidad somos muchos Actualmente, La Panadería ha amasado más 30 textos de escritura individual y colectiva, bajo dichas temáticas, además de ser escenario de discusión de documentos de otrxs autorxs que pasan por cuentos infantiles, poemas eróticos, tesis sobre tatuajes y piercings, foros por facebook, recortes de periódicos, fotomontajes de pulpos y leones, a los que finalmente se le exprime su jugo para integrarlos a nuestra alacena de condimentos y crear textos como éste mismo que estoy leyendo.


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