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Derechos Humanos

Foto: noRma sancIR. ...VIENE DE LA PÁGINA 12

época de siembra, preocupa a la población. Santiago Guzmán, Presidente del Consejo de Desarrollo Comunitario (COCODE) de la comunidad la Prensa, Olopa, Chiquimula, expone: “ya son 5 años que nos viene afectado la sequía, lo que se siembra depende del agua de lluvia, quienes siembran por ejemplo café, que son la mayoría, no pueden hacer nada. La gente está dispuesta a trabajar, pero no se produce por las constantes sequías”.

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Carmelita Pérez, del Consejo de Autoridades Indígenas de Olopa, Chiquimula, asegura que la crisis del agua ya existe en su comunidad. “Durante la canícula, el verano es largo, la tierra se seca y la producción de alimento disminuye. Por ejemplo, en tierra húmeda la milpa resiste, pero aquí se pierde, no crecen los elotes”, subraya Pérez. Asimismo, agrega que para el consumo humano hay poca agua, pero para la siembra no hay, solo el agua de lluvia. Esto aumenta la crisis económica y disminuye la cantidad de granos básicos. “Llega el hambre porque no todos tenemos, solo quienes tienen terrenos a orillas de los ríos logran producir, pero le suben el precio al maíz, entonces para quien gana Q35 no le alcanza para comprar”, concluye.

La extracción de minerales es otro de los motivos que se suma a la crisis del agua, salud y alimentación en las comunidades Ch’orti’. Según las autoridades Indígenas, la instalación de un proyecto minero que no fue consultado con ellos, pero tiene una licencia para explotación, ha provocado la destrucción en bosques, además de consumir las vertientes acuíferas del lugar. Actualmente la minera-cantera Los Manantiales se encuentra suspendida por una acción constitucional de amparo que interpuso el Consejo Indígena Maya Ch’orti’ de Olopa, Chiquimula, con el acompañamiento legal de La Asociación de Abogados y Notarios Mayas de Guatemala.

“La minera destruyó los bosques, consumió y contaminó las vertientes de agua y a esto debemos sumar el calentamiento global, lo que trae como consecuencia que ya no haya aire puro en la comunidad, que las enfermedades aumenten y que también haya perdida de las plantas medicinales. Además, no debemos olvidar que el coronavirus golpea también a los Maya Ch’orti’”, enfatiza Pérez. Pascuala Alonzo, artesana de la comunidad de Tituque, confirma cómo el coronavirus agravó aún más la situación en salud, ya que el acceso al centro de salud es complicado por la distancia, por lo que las familias se preparan con plantas medicinales que se cosechan en la comunidad. Alonzo resalta que la economía es lo que preocupa a las comunidades, pues no han podido sacar sus productos artesanales; además agrega que gran parte de su cosecha de banano también se perdió por la falta de transporte.

Para leer el reportaje completo, visite www.revista.entremundos.org

Norma Sancir, es Maya Kaqchikel y es periodista comunitaria. Colabora con medios independientes escritos y radiales. Es defensora de la libertad de expresión y Pueblos Indígenas.

Photo: noRma sancIR. ...COMES FROM PAGE 13

rainwater. Those who plant coffee, for example, which is to say the majority of people, cannot do anything. People are willing to work, but constant droughts mean that nothing grows.”

Carmelita Pérez, from the Council of Indigenous Authorities of Olopa, Chiquimula, says that the water crisis has already affected her community. “During the dog days of our long summer, the soil dries up and food production diminishes. For example, in wetter areas cornfields can survive the summer, but here they struggle to produce ears of corn.” She adds that there is limited water for human

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consumption, but none for agricultural use besides rainwater. This adds to the economic crisis and diminishes the harvest of staple crops. “Then hunger sets in because we are forced to go without food. Only those who have small plots of land along the rivers are able to grow anything, but then the price of corn goes up, and those who make only 35 Quetzals don’t have enough money to buy food.”

Mining is another cause of the water, health, and nutritional crisis that the Ch’orti’ communities face. According to indigenous authorities, the installation of a mine that they were not consulted on and has a license to exploit resources has caused the destruction of forests, as well as consumed the local aquifers. Currently, the Los Manantiales quarry and mine has been suspended by a constitutional safety review by the Indigenous Council of the Ch’orti’ Mayans of Olopa, Chiquimula, with the legal cooperation of the Association of Mayan Lawyers and Notaries of Guatemala.

“Mining destroyed the forests, consumed and contaminated our water sources, and on top of this add in the effects of global warming which has caused there to no longer be clean air in the community, an increase in sickness, and also a loss of our medicinal plants. Furthermore, we cannot forget that the coronavirus has been a major hit to the Ch’orti’ Mayans,” emphasizes Pérez. Pascuala Alonzo, a community artisan from Tituque, confirms how the coronavirus made the health situation even more difficult, as access to health facilities is complicated by long distances. Because of this, families have been preparing supplies of medicinal plans that they have harvested in the community. Alonzo adds that the economy is what worries the communities, as they have not been able to sell their artisanal products. She also adds that a large portion of the banana harvest has been lost due to a lack of transport.

To read the full report, visit www. entremundos.org/revista/?lang=en

Norma Sancir is a Kaqchikel Mayan and community journalist. She collaborates with independent print and radio media sources. She is a defender of the freedom of expression and of indigenous communities.

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