![](https://assets.isu.pub/document-structure/201110001313-86c36add81b3d4a777e169de213252a3/v1/b16e9752cfe49d097c950c53eb19da28.jpg?width=720&quality=85%2C50)
5 minute read
Pueblos Indígenas
PUEBLOS
INDÍGENAS
Advertisement
Foto: dad neba. ...VIENE DE LA PÁGINA 24
Nuestros padres no pueden arrasar y destruir la selva, porque solamente en el equilibrio con la tierra vamos a encontrar nuestro equilibrio como pueblo. Como Indígenas, no es posible trabajar en una sola finca hasta cansarla; ella “necesita descansar” para luego rendir con mucho más impulso. “La selva es nuestra gran nevera, nuestra gran ferretería, nuestro gran mercado. Cuando tenemos hambre, sacamos de ahí la carne fresca; cuando no tenemos casa, buscamos nuestros clavos, nuestros techos; cuando nos enfermamos, recurrimos a sus raíces, a sus hojas. Por lo tanto tenemos que custodiar nuestra nevera, defender nuestra farmacia, nuestra ferretería. Así como al “Uaga” (no Indígena) no le gustaría que se llevarán su refrigerador, porque tiene guardados ahí los alimentos para su familia, así tampoco nosotros podemos permitir que nos vengan a robar nuestra nevera, nuestra farmacia, nuestro mercado”, comentaba sabiamente un líder sabio Kuna en una sesión de nuestro Congreso General Kuna.
Nuestra conciencia de Pueblos Indígenas, en relación con la Madre Tierra, es de hijos que defienden a su madre y no de propietarios que quieren sacar más dinero de ella; esto se contrapone a aquella que vive sobre ella, se sirve de ella y la puede vender al mejor postor cuando quiera, porque de ella no recibe ni su historia, ni su identidad, ni mucho menos su ser en y con el mundo. El amor y el derecho de poseer la tierra de nuestros Pueblos Indígenas, -que lleva como consecuencia las exigencias de demarca ciones legales de la misma por la voraz amenaza de los acaparadores- y los proyectos de ley nacidos de nuestros Congresos Generales no pueden ser captados solamente por la vía fácil de constitucionalismos o anticonstitucionalismos.
Los Indígenas no podemos ni debemos permitir que nos quiten las pocas tierras que nos quedan, de tanto acaparamiento y saqueo. No sólo se trata de la muerte de nuestros sembrados, de la destrucción de nuestros bosques, de la contaminación de nuestros ríos, sino que se trata de algo mucho más grave: de nuestra muerte física y espiritual como pueblos, de la muerte de nuestras religiones, de nuestras culturas, de nuestro derecho fundamental de ser como queremos sobre esta tierra. Las relaciones que se dan entre tierra, cultura, religión, identidad e historia en la concepción y vivencia de nuestros Pueblos Indígenas están tan inseparablemente unidas, que quitarle un elemento implica matar los otros. Por eso, nuestro grito es fuerte, porque nadie quiere morir en vida.
Mientras la sociedad occidental no entienda estos principios y siga practicando la lógica de un mundo de acumulación ilimitada, mientras subsista la forma irracional con que los intereses del capital explotan a menudo los recursos naturales, provocando el desequilibrio ecológico, seguirá la amenaza a nuestro planeta, y el hombre al destruir la naturaleza se está destruyendo así mismo. No basta con salvar al mundo con discursos sobre “desarrollo limpio” y “desarrollo sostenible”; para salvar a nuestro planeta debemos aprender de los Pueblos Indígenas. Si no hacemos el esfuerzo de cuidar a nuestra Madre Tierra, continuarán los problemas ambientales en el mundo.
*Dad Neba, significa en lengua Indígena Kuna “Abuelo de la Llanura”. Con ese nombre, se identifica Nelson De León Kantule, Miembro Directivo de Asociación Kunas Unidos por Napguana (KUNA). Es comunicador Indígena desde hace 15 años, lo que ha hecho a recorrer lugares y participar foros, encuentros internacionales de comunicación Indígena, y aprender de diferentes experiencias para servir a los Pueblos Indígenas a nivel nacional e internacional.
![](https://assets.isu.pub/document-structure/201110001313-86c36add81b3d4a777e169de213252a3/v1/40424ee716607471c54401d5bb6218e5.jpg?width=720&quality=85%2C50)
INDIGENOUS
PEOPLES
Foto: dad neba. ...COMES FROM PAGE 25
![](https://assets.isu.pub/document-structure/201110001313-86c36add81b3d4a777e169de213252a3/v1/6f0f2eb826cdf20129368e972fd669c9.jpg?width=720&quality=85%2C50)
to be taken, because it has in it food for their family, likewise we can’t allow them to come to us to rob our refrigerator, our pharmacy, our market”, a wise Kuna leader astutely commented in one of our General Kuna Congress sessions.
Our conscience as Indigenous People, in relation to Mother Earth, is of children that defend their mother and not of owners who want to extract more money from her; this is contrasted with those who live on her, are served by her and can sell her to the highest bidder whenever they want, because from her they receive neither their history, nor their identity, much less their being in and with the world. The love and the right to possess the earth of our Indigenous People – that carries as a consequence the demands of legal demarcations of it for the voracious threat of the hoarders – and the law projects born from our General Congresses can’t be captured just for the easy way of constitutionalisms or anti-constitutionalisms.
The Indigenous cannot and must not allow the little land that is left to us to be taken, from so much hoarding and looting. It’s not just about the death of our crops, of the destruction of our forests, of the pollution of our rivers, it’s also about something much graver: of our physical and spiritual death as people, of the death of our religions, of our cultures, of our fundamental right to be as we want on this land. The relations that are given between land, culture, religion, identity and history in the conception and experience of our Indigenous People are so inseparably linked, that taking out one element means killing the others. This is why our
![](https://assets.isu.pub/document-structure/201110001313-86c36add81b3d4a777e169de213252a3/v1/3dc4e936e51e0b2f893d392f77639a39.jpg?width=720&quality=85%2C50)
cry is strong, because nobody wants to die in life.
As long as Western society doesn’t understand these principles and continues practicing the logic of a world of unlimited accumulation, as long as the irrational way persists in which the interests of capital often exploits natural resources, provoking ecological disequilibrium, the threat to our planet will continue, and man in the process of destroying nature is destroying himself. It’s not enough to save our planet with speeches on “clean development” and “sustainable development”; to save our planet we need to learn from the Indigenous People. If we don’t make the effort to take care of our Mother Earth, the environmental problems in the world will continue.
*Dad Neba, in the indigenous Kuna language means “Grandfather of the Plains”. That name is identified with Nelson De Leon Kantule, Board Member of the Association Kunas United for Napguana (KUNA). He has been an Indigenous communicator for 15 years, which has led him to tour places and participate in forums, international meetings on indigenous communication, and learn from different experiences to serve the Indigenous Peoples on a national and international level.
![](https://assets.isu.pub/document-structure/201110001313-86c36add81b3d4a777e169de213252a3/v1/56046dca312956112b4f95802f904138.jpg?width=720&quality=85%2C50)
![](https://assets.isu.pub/document-structure/201110001313-86c36add81b3d4a777e169de213252a3/v1/28907526d7fa1387bb2ba52097d12b28.jpg?width=720&quality=85%2C50)