© Nancy López © La vida de Nathy En Voz Alta Ediciones C.A. envozaltaediciones@gmail.com Edición Edgar Sánchez Diagramación y diseño. Luis Ignacio Cárdenas Correcciones Angélica Faría (Pasante) Todos los derechos reservados por el autor y la casa editora. República Bolivariana de Venezuela
la vida de nathy Nancy Lรณpez
VOZALTA Ediciones
PRóLOGO
Esta historia es quizás parecida a la de muchas venezolanas en donde nace la perseverancia, la constancia y el deseo de superación, acompañado de la inocencia de niña que permaneció durante décadas. Como autora aparto la vergüenza y el temor para dejar a flor de piel mi historia, que desde sus inicios no me proyectaba buen futuro, pero demuestra cómo cada quien puede escribir y reescribir su propia historia. Escribo para mí, en cada página me reencuentro conmigo, con mis dolores, con mis alegrías, con mis derrotas y mis triunfos, en cada página cerré ciclos y hoy puedo contar historias sin llorar pues me encuentro sanada de alma, sanada de espíritu, reconfortada, en paz con mis seres queridos que me acompañan y los que ya no están físicamente. Aprendí con la vida que aunque en el camino me encuentre con muchas piedras hay que apartarlas y continuar caminando o construir con las mismas mi propio castillo. Aprendí que lo importante no es caer sino saber levantarse, que el presente es lo que importa y que el pasado ya pasó. Aprendí que no importa la religión que profeses pero indiscutiblemente existe un ser maravilloso de naturaleza divina, al que se le debe agradecer y pedir continuamente misericordia. La ley de la vida según mi punto de vista es amar y no odiar, pues el que odia se daña a sí mismo y el que ama es feliz en medio de cual
quier situación y es uno de los mandamientos que nos dejó nuestro Señor Dios. Escribo solo para mí y para los que quieran compartir esta historia inédita y real que podría servir de espejo para muchas mujeres que no han sido favorecidas por la vida, pero que deben tomar el bolígrafo para comenzar a reescribir su destino. Escribo no esperando halagos, ni lastima, ni reconocimiento, ni críticas positivas o negativas. Escribo solo para mí y mi propia manera de ver la vida. Y si la vida te da limones, aprende a hacer limonada...
AGRADECIMIENTO Ante todo le doy gracias a Dios por darme la oportunidad para la realización de mi segundo libro. A mi hija Yovana Vegas López, por su apoyo incondicional en cada página de este libro, sin ella me hubiese sido difícil la culminación del mismo. Por último y no menos importante le agradezco a Edgar Sánchez por su confianza y estimulo en mi deseo de escribir este libro y a Luis Cárdenas por su apoyo.
DEDICATORIA Dedico este libro a la memoria de mi Madre Juana. A mis hermanas queridas: Flor, María, Omaira y Vilma que como yo tienen un papel protagónico en este libro y en mi vida. Las cuales en diferentes momentos compartimos experiencias similares, y también lograron superar todas las vicisitudes. Las amo… A mi único hermano varón Hugo, que fue víctima en otros aspectos. También te amo mi amor. Y a todas las mujeres que creen que no lo pueden lograr. Para que se den cuenta que sí se puede, que todo lo que se proponen en la vida se puede realizar. Solo deséalo de corazón y lucha, prepárate, actúa. Las cosas no vienen solas, hay que ser decidido y hacer lo que quieres aunque el mundo te diga lo contrario.
I PARTE ¡Cortarme la barriga por otra niña! En la ciudad de Caracas, Venezuela, el primero de Noviembre de 1959, siendo las 3.45min con 54seg nació la tercera niña del matrimonio, Lóo Añez. Para la madre representaba una completa desgracia haber sido cesareada por “otra hembra”, para el padre una completa alegría porque en medio de su enfermizo cerebro, sería una muñeca más para su Aren de hijas. Nathy Lóo, llamada así era una niña, cabello castaño, ojos grandes, muy dulce, con talentos para la música, canto e inclusive baile. Sin embargo nunca tuvieron la posibilidad de identificarlo pues su niñez transcurrió en casas de familia desconocidas para ella, o internados que ofrecían estudios para la época. Habían familias que recurrían a dichos centros educativos para que sus hijos e hijas pudieran amoldar su carácter e inclusive obtener hábitos de estudios; y aunque Nathy no era ninguno de los casos, ella estaba allí por órdenes específicas de la madre de su padre, Maritza de Lóo. Su abuela paterna una señora de 78 años, anciana con marcadas y hundidas arrugas en su cara, que reflejaban el sufrimiento a lo lago de vida, que hicieron que su sonrisa jamás se dibujara nuevamente en su rostro, muchos le temían, otros al conocer su desgracia le tenían lastima. Se había dedicado los últimos años de su vida a controlar como títeres la vida de los integrantes de su familia, a los más débiles e incapaces, como el caso de la 8
madre de Nathy, La señora Yohana Añez que fué campesina e incluso analfabeta, criada solo “para atender al hombre que te tomé como esposa” esas eran las frases que la madre de Yohana le decía. Sin embargo ella por ser muy enfermiza, se la pasaba de hospital en hospital y para esos momentos el padre de Nathy, Teófilo Lóo aprovechaba quitarles las sabanas a sus hijas si dormían. Era todo un enfermo sexual, afortunadamente jamás pudo hacer daños mayores que los psicológicos. Bajo tal circunstancia Yohana no le quedaba de otra opción que proteger a sus tres hijas manteniéndolas apartadas del padre. La familia Lóo Añez tenia también un hijo que era el mayor de nombre Victorino, el mismo sí estuvo los primeros años de su vida con sus progenitores, sin embargo al paso del tiempo al no tenerle amor a los estudios decidieron que lo mejor era internar en correccionales al pequeño puesto que el quería trabajar. Victorino era el orgullo de Yohana y este al tener solo meses queda en estado de su segunda hija, Mayra Lóo, quien fue dado bajo el cuido de sus padrinos de bautizo (fue la más afortunada porque este matrimonio no tenía hijos). Los mismos le aportaron toda la mejor educación, paz y equilibrio mental para la época. Ella visitaba a sus padres y hermanas manteniendo asi las relaciones consaguineas. Con cinco años de diferencia nace la tercera hija del matrimonio, la pequeña Betty, desafortunamente su corazón venia con problemas y poseía pocas posibilidades de vida, sin embargo después de someterse a una cirugía de corazón abierto, tuvo más 9
opciones de seguir luchando. Cabe destacar que ni por los problemas de salud la pequeña Betty se escapo de la perversa mente de su padre y por ende la misma fué internada en casa de familia mientras no estaba estudiando. La pequeña Betty y Nathy sólo se llevaban 2 años de diferencia por los que resultaban muy apegadas sentimentalmente. A pesar de ser contemporáneas y poder inclusive estudiar el mismo curso, la madre Yohana prefería internarlas separadas. Sin embargo cuando Nathy tuvo los nueve años y Betty once coincidieron en un colegio de monjas. Betty ya había desarrollado su carácter duro como la roca, fría como el hielo, siempre con la intención de que nadie más pudiera hacerle daño, según las monjas era una rebelde. Sólo fué el ambiente que la hizo cambiar. A diferencia de Betty, la dulce Nathy se empeñaba en ver la vida de multiples colores, insistía en ver el amor en las monjas y las señoras que limpiaban, y si se encontraba con lo contratio, trataba de justificar su comportamiento. Esperaba siempre que le hicieran cariño, era inocente no se daba cuenta de los propósitos de las monjas que bajo el contexto religioso le hacían creer a los padres y representantes que las internas estaban bien cuidadas y alimentadas, cosa que indiscutiblemente no era cierto. Era una verdadera pena, porque las niñas no podían decir nada de lo que acontecía, y si lo decían no les creían, a su vez luego eran castigadas. Pero la realidad era que pasaban hambre, frío, desnudez y maltratos. 10
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Continuamente los hijos del matrimonio se preguntaban, ¿por qué? ¿por qué no estoy después de clases con mi mamá? ¿Por qué papá no viene por mí al colegio? pero la culpable no era Yohana ella quizás deseaba dejar el yugo que tenía con su esposo y quedarse sola con sus cuatro hijos, sin embargo detrás de esta decisión tomada por la madre de la niñas se encontrara la abuela Maritza, que no aceptaba el divorcio y menos que su hijo se viera involucrado en escándalos provocados por una campesina temerosa e insegura. Así como no dejaba que su hijo, reconociera a dos de sus primeras hijas fuera de matrimonio que tuvo con la desdichada Ana dolores y que por el amor que ella le tenía le parió a: María de los Ángeles y a Margaret Virginia. Ana Dolores fue una víctima más de las mentiras de Teófilo, que al seducirla con su labia y ojos claros la enamoró y estaba a su merced. La pobre padecía de una enfermedad rara para la época, que la hacía quedarse dormida continuamente, tuvo la oportunidad de conocer a Yohana y le dejaba en ocasiones a Margaret Virginia en el corral con Victorino cuando eran un par de bebes. Ana Dolores soportaba ver a su mozo Teófilo con otra mujer, después de todo era mejor verlo, que ni siquiera saber de él. Su desdicha fué corta porque murió a temprana edad, con tan solo 30 años de edad, deja huérfanas a sus dos niñas, lo que obligó a Teófilo a presentarlas legalmente para que no se las quitaran. No tuvieron mejor suerte que las pequeñas de Yohana. 11
Ante las adversidades y lo disfuncional de la familia Lóo, la dulce Nathy siempre tenía la esperanza de que todo sería pronto diferente. Sólo se encontraba confundida y triste, extrañaba la familia que tenía en casa o que por lo menos ella pensaba que estaba en casa. Una de su primera casa internado, la cual era grande y funcionaba como colegio interno y semi interno, tenía espacios que eran utilizados en año escolar eran utilizados como salones de clases y el resto del año como lugares cotidianos: salas, comedor, cuartos. Internos habían solo cuatro niños y Nathy que era la más pequeña, su madre Yohana le dejaba a la dueña del colegio, la señora Berta dinero para que la niña comprara golosinas y lo que le apeteciera, ya que en el portón del colegio en horas del recreo llegaba un señor con una cestica con la mayor diversidad de dulces y golosinas para ser vendidas a los estudiantes. Sin embargo, la niña nunca tenía dinero para comprar porque la señora Berta no le daba lo que por derecho le pertenecía. Por esta razón en medio de la inocencia de la niña, le pedía a sus compañeritos y de un momento a otro se vió involucrada en burlas por ser la “pedilona” ella por pena no pidió más, pero esperaba la salida de los niños que estaban semi internos para cumplir con sus funciones de ama de casa y barrer los salones y proceder a calmar sus antojos comiendo los caramelos que estaban en el piso. A ésto se le sumaba que la bestia de la Señora Berta (cabe destacar que era una señora obesa, con depresión compulsiva para comer, quizás 12
por la partida de su esposo, con una mujer diez años menor que ella) le daba de comer a os niños internos solo una tercera parte de lo que debían comer, y para la astuta Nathy todas las noches se convertían en una aventura, una expedición, esperar que la obesa Sra. Berta se durmiera para superar los obstáculos desde el cuarto hasta la cocina y llegar a la nevera, para comer lo que estuviera allí frío, y si tenía suerte podía encontrar algo de lo que más le gustaba sus ricas caraotas, que sin pensarlo le proporcionaría después un fuerte dolor de barriga. Pero nada de ésto importaba mientras no tuviera que dormir con hambre en su diminuta barriguita. Así transcurrían los años y la pequeña se la pasaba de internado en internado. Pero ya la niña había cumplido 16 años y en una de las vacaciones estudiantiles que pudo pasar con su familia. Conoció un galán contemporáneo con ella, llamado Andrey Lino, comenzaron una relación de noviazgo a pesar de solo verse una vez al mes. Pero cuando la macabra bruja de la abuela se enteró, dió órdenes estrictas de que Nathy debía ser internada por enésima vez, pero sólo aguantó 4 meses porque la señorita ya estaba cansada de tanto aislamiento, de miseria, de injusticias, se declaró en huelga de hambre y ésto causo alarma en la institución (en aquel momento estaba en un colegio en el internado, enviaron a llamar a la Sra. Yohana y al enterarse también su hermana Betty, fue portavoz para Andrey el novio que se enteró que su joven doncella estaba interna, por lo que decide ser el héroe caballero y pelear su batalla por su 13
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Julieta. Así que decide hablar con la madre y pedirle formalmente la mano de Nathy. Sólo Dios (para los creyentes en Dios), sabrán qué abra sido mejor, si continuar en los internados o aceptar la propuesta del ahora Sr. Andrey que solo había visto apenas tres veces en tres meses que tenían de amores . Nathy imaginaba que por fin iba a tener el hogar que ella anhelaba, para la cabecita inocente aun de ella el matrimonio se describía como amor y paz, imagino que después de tener un arduo día como ama de casa, el esposo encontrara la pulcritud traducida en esmero y amor y ella sin terminar su jornada atendería a su Sr, buscando sus cholas, sirviendo el cafecito. Pensó que por fin comería bien, que todo aquello que la vida le había negado, lo que hasta ese momento no había tenido, el final de sus problemas había llegado.
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II PARTE
¡Todo fué un sueño!
Pero todo quedó en pensamiento, la pareja de recién casados tuvo que emigrar a los suburbios de la cuidad, a un lugar donde pudieran comprar o alquilar un techo donde estar mientras llovía, y su primera noche de recién casados finalmente la paso en una cama de tabla con apenas un colchoneta de un centímetro de ancho, por lo que es de imaginar que no hubo jubilo en ninguna de las familias, sin agasajo, ni brindis ni nada. Pues para la familia del ahora Sr. Andrey, había sido una decisión muy apresurada y para la familia de Nathy era, como estar interna igual. Con uno que otro electrodoméstico prestado y otros comprados Nathy era feliz, se paraba, regaba agua con desinfectante en el piso de arena de su rancho y barría el cuarto y la sala-cocina-comedor, en medio de nada ella veía su castillo. Ya era el primer mes de casados y el matrimonio no se había consumado, tomando en cuenta que debido a los daños psicológicos que el padre de Nathy le había causado, ella no dejaba más que roces y caricias de amor con su esposo, solo tenía dieciséis años. Andrei, pues él, con tan solo 23 años era gandolero, alto, delgado, apuesto, todo un caballero y en las cosas del amor, esperaba con paciencia que pudiera Nathy superar todos los traumas y daños causados. A él le gustaba tomar, pero ni aún así la obliga 15
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ba a cumplir con sus obligaciones maritales. Quizás cada una de esas inseguridades hicieron que Andrey se sintiera el protector y padre de Nathy por lo que de buenas a primeras se transformó de príncipe a ogro, quizás la presión de venir de un hogar, una casa bien construida y ahora eran ellos en un rancho, toda la responsabilidad recaía sobre él y su trabajo, además con un bebé en camino. Nathy en medio de su poca instrucción no sabía que aún sin penetración en el acto sexual, podía quedar embarazada. Así fue como una niña de dieciséis, ya tenía tres meses de embarazo, con antojos, malestares, nauseas, vómitos, junto a un padre también primerizo, que trabajaba más, tomaba más, descansaba menos por lo que el jóven aprendió hábitos nuevos de agresividad y maltratos físicos y morales a su esposa por simplemente nada, como por ejemplo, la molestosa arena en el diván. Se repetía la historia de su madre, sin preparación, dependiente completamente de un hombre, ya con hijo, maltratada. Pero ya no había vuelta atrás, se sentía muy mal pero no podía dejarlo, no contaba con nadie. Asi Nathy tuvo su primer hijo que le puso por nombre Andrey Lino igual que su padre. Ella amaba a su bebé, el cual parecía que era su muñeco, lo cuidaba y era feliz, pero de un momento a otro se sentía cansada, enferma, vomitaba, pensaba que era un viral, o que tenía anemia. Pero la verdad es que el malestar se extendió y decidió visitar el hospital. En consulta y tras exámenes de emergencia le dan la noticia que ella menos esperaba a sus diecisi 16
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ete años y era que la anemia que ella pensaba que tenía, no era más que un feto de tres meses. Estaba embarazada. -¿Qué? No puede ser no. Si yo estoy amamantando y no he tenido menstruación desde que di a luz. No puede ser doctor. Debe ser un error. - Sra Nancy eso es definitivamente un mito. Póngase en control con el obstetra. Cuatro meses después Nathy se encontraba en el cubículo con lo que llaman un parto bíblico, pariendo a su segundo bebé sietemesino, nació pero murió 14 horas después. Después de esa perdida la relación de pareja se vio más afectada. Andrey abandonó mucho el hogar. Se cree que las musas florecen bajo emociones transcendentales de la vida de un individuo y Nathy, bajo la depresión compuso su segunda canción: “Dios Mío” Dios mío, perdón si te fastidio Pero es que yo no sé con quien hablar A veces me siento tan cansada Pero siempre me digo que tengo que luchar. Coro. Pues yo sé que tengo un hijo Y él a mi me necesita Y también siempre me dice Yo te quiero mamaíta Es lo único que yo tengo Y que me alegra la vida Por eso siempre me digo Que yo tengo que luchar.(Bis)
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Nathy siempre tuvo inclinaciones por la música tocaba cuatro, aprendió solo viendo a los borrachitos que estaban en la plaza, de serenata en serenata y anhelaba así tener un esposo con cualidades artísticas como ella. Pero ya sabemos que todo ese sueño se convirtió en pesadilla, de tener un bebé y la muerte de su segundo bebe, queda embarazada por tercera vez, con nueve meses esperaba ansiosa a su hija y le dejaron pasar el parto por negligencia médica, murió su niña, otra vez no podía ser, otra vez sufrir y no tener a su bebé El matrimonio de Andrey y Nathy ya estaba casi roto, sin embargo no fue sino hasta que Nathy se llevó la última decepción específicamente el 24 del mes de diciembre cuando le avisan que Yohana su madre sufrió un accidente cerebrovascular. Desesperada le informa a su esposo que se tenía que ir al hospital a cuidar a su madre y este en vez de ser solidario, le quiso prohibir que fuera. Esa fue la gota que derramó el vaso y por primera vez Nathy desafió a su esposo Andrey. - Lo que mi madre ha sufrido por mí, tú jamás lo has sufrido ni sufrirás. Le dijo. Sin embargo él insistió que debía ser madre antes de hija y que tenía que cuidar a su hijo. - Me voy atender a mi madre y el niño se lo llevo a Betty! Betty estaba recién parida y amamantaba a su bebé, por lo que obviamente no podía quedarse en el hospital a cuidar de su progenitora. Ella colaboraría desde la casa, lavando la ropa a su madre y cuidando a Andrey. 18
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Así fue como comenzó el viacrucis, un lapso de tiempo largo de Yohana en el hospital con poca esperanza de vida pero Nathy fuerte de espíritu identificó una vocación por la medicina, como si en otra vida hubiera sido médico o enfermera, se familiarizó pronto con todos los procedimientos médicos, técnicas de aseo, medicamentos farmacológicos, consecuencias entre otras cosas. Se convirtió en una pieza clave para la recuperación de su madre, pero no tomaba en cuenta que ella se estaba deteriorando, no se alimentaba correctamente, no poseía entrada de dinero pues con su esposo, con el que debería de contar la castigó, por su mala decisión, no le pasaba ningún tipo de manutención para ella o su hijo. Día y noche la joven estaba a merced de su madre, que estaba en coma, y a la cual no le guardaba rencor pues a pesar de que no creció con el calor de una madre, reconoció que era lo mejor que podía hacer para protegerla, la veía minusválida, indefensa y temerosa al mundo. Era indiscutiblemente la oportunidad de recuperar todo el tiempo perdido con su madre. Tanto Mayra como Betty estaban en sus hogares atendiendo a sus respectivos maridos e hijos y colaboran como podían.
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Día y noche, noche y día, horas van, horas vienen, menos descanso, menos comida, hasta que el cuerpo no aguanto más y se desplomó, Nathy había caído de largo a largo en la sala de cuidados intensivos, hipoglicemia, hipertensión, todos los valores bajos, y de buenas a primeras ella estaba en una camilla con suero siendo atendida también por médicos, la enfermera particular de Yohana había decaído. Afortunadamente la Visitadora Social de la especialidad de medicina interna, atendió el caso de Natthy y a partir de una entrevista evalúo la situación socioeconómica de que ya el amigo lector está al tanto, por lo que Dessire (la visitadora social) cedió por cortesía su tarjeta de comer en el comedor del hospital. Así como Dessire también conoció a Fidel representante sindicalista del hospital al que les pidió que la ayudaran a ejercer algún tipo de trabajo que le generara algún tipo de ingreso económico y aún sin experiencia pero sí con mucho interés comenzó Nathy a trabajar en el hospital en la mañana como recepcionista y en la tarde de información, cuidando a su vez de su madre, que ya había despertado del coma. Dos meses después, Yohana se había recuperado bastante bien y deciden pasarla al área de rehabilitación. Otra área en la que su jóven hija no podía
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acompañarla, pues la idea es que el paciente puede valerse por sí mismo. El momento fue emotivo, porque después de estar las 24 horas del día los siete días de la semana por casi cuatro meses con tu ser querido convaleciente, pensado en que no viviría más, debe separarse y sólo visitarla diariamente dos horas a la semana. Nathy continuaba trabajando en el hospital por mes y medio más hasta que dieron de alta a su madre. Así fue como Maritza López le dio la bienvenida a Yohana su nuera, dejándole bien claro que sus hijas no eran recibidas en casa por su mala cabeza y por haberse casado tan joven, por lo que quedo bajo los cuidados de su esposo Teófilo. La joven enfermera sin título por su parte, no le encontró más sentido al hospital; no era el trabajo, era el sabor a mamá que la tenia feliz, el calor a te quiero con la sonrisas y besos de esa madre que la vida le había dado pero el destino se empeñaba de quitarle. Nathy ya estaba decidida que podía sola con su pequeño bebé, que amaba más que nunca, sabía que debía seguir trabajando e inscribió Andrey en una guardería cerca de la casa. Inicio en una compañía grande y reconocida donde al pasar los años le ofrecieron ser la encargada de una receptoría y ahí trabajo otro tiempo más, hasta los 23 años.
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Aparentemente todo marchaba bien, sin embargo el pago mínimo, no era suficiente para abastecer todas las necesidades básicas, sin el apoyo del padre era más difícil. Lo que ganaba le alcanzaba solo para medio comer y el cuido de su hijo. Vivía en el mismo lugar donde vivió con su esposo , una habitación con un baño, con un piso aún de tierra, sin hablar del techo, que simplemente parecía un colador, hace honor a la gaita aquella, “escampaba afuera primero que adentro. Indiscutiblemente sus ingresos no permitían invertir en una mejor casa o en mejorar la misma. Hasta que llegó un sapo que podía convertirse en un príncipe azul. Por lo menos eso dicen los cuentos de hada.
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III PARTE Manrique Vargas De sapo a príncipe azúl, así dicen los cuentos de hadas, de esos lo que Nathy aun creía. Y un hombre que le ofrecía darle todo lo que ella necesitara y ser un padre para su hijo, podía ser lo más cercano a eso. Pero ella se preguntaba cómo en esos cuentos de hadas podían amar de una vez, pues ella con Manrique solo tenia una simple atracción y apreció por sus buenas intenciones. Sin embargo para Manrique Vargas eso no significaba gran cosa. Él decía: - Con mis acciones, yo lograré que tú me quieras y me ames- además el hombre ganaba suficiente dinero y sabía que al suplir las necesidades económicas de ella, dependería de él y obviamente estaría a un paso de un sentimiento. Estatura mediana, blanco como la leche, ojos verdes, delgado, cariñoso, complaciente, comunicativo, hogareño, innovador, un sin fin de cualidades positivas que sin duda podían hacer que se ganara pronto el corazón maltratado de Nathy, tantas cualidades positivas que era insignificante que Manrique hubiera
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caído en el mundo de las drogas, cinco años antes. Después de todo la vida tampoco le fué fácil a él, pues fué regalado por su madre de 14 años, y adoptado por una familia, pero que le oculto el pequeño detalle hasta su adolescencia, donde su madre biológica después de un ataque de madurez y maternidad nada normal, decidió buscar a su hijo y decirle la verdad. Nathy se sintió comprometida con la vida, con la responsabilidad de ayudar un buen alma, que por cosas del destino se vió involucrado en esa mala racha pero que según él, con el apoyo de su nueva familia saldría de eso, además sus negocios mejorarían y ya no serian tan torcidos. Pasaron los años y en efecto Manrique era todo un papá para Andrey y para su nuevo varón, el que le hacía honor al nombre de su padre Manrrique a Vargas. No todo era color de rosa, no era fácil lidiar con los cambios de humor de su nuevo marido, pero igual nada se comparaba con las situaciones que se pasaban anteriormente, pues el hambre y desnudez habían quedado en el pasado. Estaba en la edad plena de buscar su autorrealización y tuvo la oportunidad de participar en programas en busca de talentos y canto, con el gran Tío Simón y presentó una prueba con el grande
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Carlos Amenar Otero,ya que había una señora que la quería promover como cantante gracias a su bella voz y su talento con el cuatro, compone canciones y se hace socia activa de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela SACVEN. Nathy era polifacética, arreglaba cualquier desperfecto con la luz, era buenísima en la cocina, inventando con cualquier comida que le quedara, como por ejemplo: las famosas arepitas de lentejas o arepitas de sardina, validas para un pasapalo. Su secreto era el amor, el ingrediente principal que le ponía a la comida; también cocía ropa, juegos de sabana para uso propio y para la venta. Pocos años después muere Teófilo. Tristeza, dolor, pocas lágrimas, sin rencor, pero en paz. Y al tiempo recae Yohana, y la que estaba más decidida de atender a su madre era Nathy, por lo que se muda con toda su familia para la casa materna, sin importar lo que piense la abuela paterna que aun vivía. Cinco años después llego la hembra por la que Manrique había jurado que gracias a esa pequeña cambiaria todo lo negativo que tenía. Yuvana, la morenita que soño Nathy, estaba en sus brazos, la niña que siempre deseo se había materializado, se sentía muy feliz con sus hijos.
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Permanece en la casa de su madre cuidándola durante 9 años hasta que su querida madre fallece. Locura, llanto, desilusión, impotencia, duelo. Llega la hora de abandonar la casa por convertirse ahora en una herencia familiar para los 4 hijos del matrimonio y para las dos hijas de Teófilo. Lo que lleva a Nathy, después de la venta de la casa de arriba, la primera noche tras haber desocupado la casa , recorre cada rincón de ésta y con lágrimas en los ojos, recordando cada instante significativo y reconfortante que la hacía más débil y más fuerte. Lo que la llevó a crear esta canción: Nadie puede imaginar Nadie puede imaginar el dolor que llevo dentro al ver sola la casita donde vivimos las dos desde que tú te marchaste no he logrado resignarme una cosa sí aprendí a vivir con tu recuerdo esa casa que dejaste era mucho para mi por cada rinconcito había un recuerdo de ti hoy me toca abandonarla porque tiene que ser así sólo le pido a mi Dios que me ayude a resignarme
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porque tengo que aceptar que se me murió mi madre . Nathy se muda a la casa de la planta de abajo donde ahí vive unos meses más hasta que esta también es vendida y luego compra con la parte de su herencia una casa nueva , más grande y cómoda, la misma había pertenecido a su hermana Mayra la cual se mudaría cerca de ella. Mayra era madre de dos señoritas: Samantha y Mercedes, hijas también de Gustavo que se hizo esposo de Mayra , después de años de haber decidió no tomar los hábitos para ser religiosa de la congregación de las Adoratrices. La nueva dirección habitacional estaba cerca de la casa de su querida hermana Betty, otra vez el destino le permitía estar cerca de su familia, quizás ahora tendría tiempo para retribuirle a ella tantos favores y apoyo que le había brindado, después de todo era imposible olvidar… - Cómo olvidar que mientras estábamos en el internado, me aislaron por tener fiebre y gripe, y ella con solo 11 años golpeo a una religiosa y derribo la puerta por sólo acompañarme la noche, aunque como consecuencia nos saca
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ron del colegio y más nunca estuvimos juntas. - ¿Cómo olvidar Manrique?-le decía a su marido- Como puedo olvidar cuando Betty le echó un sartén con aceite aun caliente a Andrey padre cuando éste mismo quería azotarme como su hija? - En sus dolores de parto estaba con ella y viceversa. Así como en la muerte de mis bebés y yo en la de su Magu, su primer hijo que murió de 2 meses de nacido, por una infección gastrointestinal por ser intolerante a la lactosa. Una taza de café en casa de Betty o de Nathy daba lo mismo, mientras tuvieran chance de recordar y planificar castillos para el futuro. Ya Betty era madre de 5 hijos, cuatro hembras Mariana, Zasha, Noris y Zulema, jóvenes adolescentes sin abandonar el seno familiar junto al quinto y último, único hijo varón, llamado Adolfo José. Bajo la figura paterna del Sr. Adolfo, albañil por excelencia, de nacionalidad colombiana y padre de los últimos tres hijos. Nathy se sentía feliz, estaba cerca de su familia, hermanas, sobrinos, cuñados. No le faltaba nada material pero aún estaba vacía. Sus hijos ya más grandes se dieron cuenta que su padre dependía de estupefacientes, y cada vez era más evidente, cada vez el descuidaba más su hogar. Intento convencerlo de que necesitaba ayuda y que debía recluirse
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en una institución para que fuera transformado, pero él no aceptaba que era un enfermo. Cuando Andrey hijo tenia 16 años le compró su madre y Manrrique una casa en oriente del país gracias a la posibilidades de Manrrique, pero esta a los años se tuvo que vender antes de perderla ya que Andrey no quizo vivir allá y se la iban a invadir. Después que Nathy se muda Andrey adquirió una casa cerca de su madre. Manrrique hijo por su parte ya estaba perdiendo el hábito de los estudios, aunque sus oportunidades de estudios fueron las mejores y las más costosas, él quería ser General, pero el fútbol y las mujeres eran más atractivos para la época. Y Yovana, por su parte quería ser Doctora, reunía todas las cajas de medicinas y jeringas usadas para después de evaluar a sus pacientes (muñecas y peluches) les recetaba ampollas, pastillas o cremas. En medio del amor que la niña menor le tenía a su papito, tenía una conexión con su mamá y esta podía detectar el dolor de ella a pesar de que esta no lo manifestara nada, ella le pedía a su mamá que dejara a su papá, y que se quedara sola, que después encontraría un buen amor. Llevando su cruz he intentado lograr un cambio por el bien de su marido pasaron en total 22 años, ya Nathy no era la adolescente, pero si seguía intentando
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ver el lado positivo de todo y de luchar por ese hogar, o por que quedaba de él. Cuatro páginas que resumen veintidós años de vida, quizás muy sintetizado, pero lo cierto es que ya no había más que hacer. Andrey ya era un hombre con un hijo, un divorcio y otra mujer, apartado ya del núcleo familiar y con el mismo carácter del recordado Sr. Lino. Manrique Junior por su parte risueño como su padre en plena adolescencia, enamorado y la pequeña ya pronta a ser una jovencita era la única que seguía estudiando. Nathy toma la determinación de dejar a Manrique una relación cada vez era más tóxica y dañina, acompañada de golpes, ofensas, daños en todos los sentidos. Tres de julio, el cumpleaños de Manrrique Junior y costumbre el joven ya con 18 años quería sus dos tortas: - Mamá una para repartir y una para mi solito- era o que generalmente decía. A él no le gustaba ingerir alcohol, pero unos traguitos no estarían mal por su cumple. Nathy muy consentidora atendía con amor y a los pocos amigos que lo acompañaban. Tenía una relación muy bonita con todos sus hijos, basada en confianza y sinceridad. Desde pequeños les enseñó a que siempre debían decir la verdad y las consecuencias de sus actos
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serian sólo castigos, menos severos que si lo ocultaban. El relleno del pan como hacía llamarse Manrrique hijo, por ser el segundo de los tres y el único blanco, ya tenía una mujer y un niño que no era su hijo pero que si lo llamaba padre lo sería. Con sólo 19 años se siente ahogado y se deja seducir por una invitación algo ilegal pero que según su buen amigo Chacarron no sería nada riesgoso y le dejaría una jugosa suma de dinero, necesaria para arreglar esas navidades. Éste le comenta a su madre y obviamente ella pegó el grito al cielo: - Cómo se te ocurre hijo? mi rey no hagas eso, más valiosa es la libertad, esa no tiene precio, deja de inventar mi amor, promete que no lo vas hacer! La promesa se deshizo y la tentación tan fuerte de seguro como la de Eva con la manzana, como relata la biblia. Esa mañana el jóven cayó en las redes de la avaricia, condenado al olvido por 3 años tras las rejas, donde el sufrimiento de su madre, hermana y hermano le hicieron sobrevivir y adaptarse a esa selva con millones de depredadores, con millones de caciques y con pocos indios. Nathy sabía que su hijo había fallado, pero apostaba por la libertad de él, quería su segunda oportunidad, lo amaba, y esta vez lo amaba y sufría, al igual que él, que no podía con el peso de su con 31
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ciencia. Después de todo lo había hecho para darle gustos a su amada mujer, que lo dejo a los seis meses y ocho meses después se caso con un Militar. Un golpe bajo indiscutiblemente, tras la desesperación Nathy y Andrey hijo venden cosas de valor para pagar a más de un abogado estafador, ruin sin sentimientos, con el fin de obtener la libertad del chico. Todo se vuelve un calvario miércoles, viernes y domingos la visita para el Centro Penitenciario, en ocasiones la acompañaba Yuvana, y sus primas, hijas de Betty, Mariana, Noris y Zulema. ¡Sueños rotos! trabajando a media de enfermera, sin el apoyo de Manrrique Padre para pagar el colegio de Yovana, sin comida para ella ni para su otro hijo. Tenía dos opciones, rendirse o seguir luchando, y la primera nunca ha sido una opción para esta caraqueña, así que con su mejor sonrisa salía diariamente, maquillada y con su cabello secado, era digna de admirar, a pesar de que por dentro estaba destrozada y pensaba ¿que comerá mañana mi niña? Esperando el quince y último de mes, mas las casas de alimentación resolvia los días de comida, más el apoyo que le brindaba una señora vecina que trabajaba en un restauran y le traía a Nathy ollas de comida para los perros que ella tenía, sin saber que esa comida también formaba
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parte del menú de las mujeres de la casa. Si no era Yuvana era Nathy la que lavaba los trozos de carne que se salvaban de la cantidad de comida que ya se encontraba en proceso de descomposición. Las hermanas de padre y madre estaban cada quien tratando de resolver sus conflictos, como toda familia que lucha con sus inconvenientes financieros, matrimoniales entre otros. Victorino vivía en otro estado con varios hijos. Mayra estaba cerca de Nathy pero trabajaba lejos y dos turnos. Tenía ya relación con sus hermanas Mari y Margaret y aveces se visitaban pero estaban también lejos y Betty ya había apostado a un cambio separándose de su ultimo marido padre de sus últimos tres hijos y se muda otra ciudad lejana, la cual era muy calorosa, pero no era impedimento para que Nathy visitara a su hermana adorada, así como también lo hacía con sus otros hermanos, pues también sería como una especie de retiro espiritual que le permitiría reflexionar sobre los últimos meses de su vida. Tras numerosas visitas ella se sintió identificada con la ciudad, y pensó que sería ideal para sus dos hijos menores, aventurar y desafiar al destino, cambiar de rumbo, y dejar a un lado de una vez por todas al pasado que le hizo daño, comenzar desde cero. El sueño se hizo meta y no se detendría hasta que lo lograra. El primer paso sería vender la casa para poder comprar una propiedad en esta nueva ciudad. Obviamente no era tan fácil, pero seguía haciendo el intento, la perseverancia marcó la esperanza en Nathy, ella sentía que 33
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todo cambiaría para bien, su corazón se encontraba muy maltratado y deseaba también tener un amor, que la apoyara, pero estaba segura que no quería vivir con ningún hombre, pues Yovana tenía 14 años y no era viable que un hombre le faltara el respeto a su hija, ella seguía marcada por su pasado. En una de las visitas que hizo Nathy a Maracaibo tuvo la oportunidad de conocer Josué Roos un caballero alto, blanco, robusto, que llamó su atención mientras el mismo cantaba con su tono de voz grave, boleros y canciones de antaño, que hicieron vibrar el corazón de ella. Hablaron y pasaron la noche entre cervezas y canciones; era una fiesta de cuatro porque su hermana Betty y su cuñado Cheo compartieron con ellos. Sólo bastaron ese par de horas para sentir que fue amor a primera vista, era como si lo conociera de hace mucho tiempo y como si en otra vida el hubiera sido su complemento. Así fue como comenzó una relación a distancia, nutrida por numerosos mensajes de texto diariamente. No pasaba un día que Josué y Nathy no conversaran, la distancia los unió y más que novios eran amigos. La distancia era mejor compañera entre ambos pues en realidad Josué estaba casado con una señora hacía varios años. Un arcoíris de colores tuvo Nathy con esta nueva ilusión después de vivir una vida gris. Tras pasar dos años se consigue la venta de la casa e inicia el proceso de mudanza y entre una mezcla de dolor, frustración, desilusión y esperanza se recogen todos los corotos. La despiden Manrrique padre, y Andrey 34
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hijo con lagrimas en los ojos se termina de dividir lo que fue una familia, cada quien con un rumbo completamente diferente. Yuvana siendo la más jóven, en plena adolescencia se sentía triste, con ganas de no marcharse, pero el amor de hija y su lealtad no permitiría que su madre emprendería ese camino sola, después de todo su mamá la caracterizó por poseer el don de la sabiduría. Su mayor temor era perder el año pues se encontraba culminando el segundo lapso de cuarto año de educación media general.
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IV PARTE MARACAIBO UNA META Cuidad nueva, casa nueva, meta nueva. Así comienza Nathy, comprando a su vez un vehículo, se trataba de un carro modelo viejo que sería de uso exclusivo para trabajar, como taxi. Eso le garantizaría a Nathy cubrir los gastos de Manrrique que aún seguía privado de libertad y de su hija. Decide a su vez ocuparse de sí misma y culminar sus estudios de bachiller que no pudo cuando jóven, incentivada por Josué que tenía estudios universitarios y por su hija, quien ya se encontraba en la universidad. Nathy casi a sus 48 años llegó a preguntar por los requisitos para las inscripciones en ese plantel educativo que ofrecía educación para adultos, al ver que tenía todo a la mano, formaliza su inscripción y decide quedarse de una vez en un salón de clases, para comenzar aprender de ese universo de saberes que de seguro tenían los profesores para darle, sólo tuvo que pedir prestado una hoja y un lápiz para tomar sus apuntes y desde entonces resultó ser una sobresaliente estudiante. Diariamente salía de noche a caminar un trayecto solo y oscuro para llegar de nuevo a casa, eso implicaba a su vez ver a Josué una o dos veces por semana, todo representaba un nuevo reto acompañado de sacrificios, lo que incluía ver a su hijo Manrique una vez al mes. Todo marchaba bien, lo que el carro proporcionaba diariamente servía para la 36
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compra de los alimentos, pasajes y gastos del hogar. Hasta que el conductor del carro de Nathy tuvo un accidente, mientras trabaja de noche un carro fantasma apareció de la nada colisionando los dos vehículos. El carro casi inservible fué vendido tres veces por debajo de su precio normal y con el dinero Nathy decide comprar una maquina industrial para garantizar una entrada económica al hogar, además de telas y materiales para hacer quesillos y otros dulces. Al fin ¡el día llegó! la boleta de libertad de Manrrique llegó al centro penitenciario, donde decía el día y la hora que le darán su beneficio, con una libertad condicional. Debía trabajar de día y quedarse de noche en la llamada Quinta, se realiza todo el papeleo y se consigue el traslado de Caracas a Maracaibo. Era el día más feliz para la familia, y ya este tenía todo para llegar a su nueva casa, a su nueva habitación, y con un empleo canalizado por el Ing. Josué Roos. Volvía ser una familia, Nathy sentía como la gallina con sus pollitos, sus dos hijos querían dormir con ella en su cama, y si era posible los tres permanecían en la habitación, veían tv, comían, hacían bromas. Todo marchaba bien, Yuvana eximida en la universidad, una buena relación de pareja entre Nathy y Josué pero Manrrique no se adaptaba a la nueva ciudad y más porque él seguía enamorado de la mujer con la que había convivido, habían quedado muchas promesas en el aire y el estaba seguro de que Rossana lo seguía queriendo a pesar de que estuviera casada con otro hombre y de que ya fuera madre de 37
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segundo hijo. Indiscutiblemente no había cerrado el ciclo, el vivía de ese pasado, lloraba y no lo superaba, solo hablaba de ella a cualquier novia que él tuviera. -Mamá voy a renunciar al trabajo y me voy a Caracas otra vez- le decía Manrrique a Nathy -Qué muchacho, ¿estás loco? ¿Para qué? Si aquí lo tienes todo. Tu casa, tu familia, tu comodidad, tu empleo, quédate tranquilo hijo, no quiero que te vuelvas a separar de nosotras. -Mamá a mi no me gusta estar aquí, no me gustan las fiestas, ni las personas, son diferentes, esto es como un pueblo, yo soy de cuidad. Además quiero ver a Rossana, estuve hablando con ella por teléfono, y me dio esperanzas. Te juro que la voy a buscar y una vez que este con ella vuelvo para acá, pero con ellos junto a mí. El 12 de Mayo partió a la capital, se compró una moto y comenzó a trabajar. El dos de julio en la noche llama a su madre y le dice: -¿mami te sientes mal?- Nathy confundida le responde- No, hijo ¿Por qué? - ¿ n o tienes los dolores? Pregunta otra vez Manrrique. -Ah sí hijo, mañana voy a dar a luz a un hermoso catire- Todo resultaba un chiste, recordando que el tres de julio el cumpliría 25 años. Cinco días más tarde Manrrique se volvió a comunicar con su madre por mensaje de texto que le decía: “Mami no dudes que te amo, tú y mi niña son mi único motivo para 38
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yo vivir” Esta fue la última comunicación que tuvo Manrrique con su madre. Once de julio, siendo las 10.45 min, llaman a Nathy para decirle que su hijo querido había sido interceptado por dos delincuentes y que estos le habían disparado dos veces por la espalda. -Nathy a Manrrique lo hirieron tienes que venirte!- una llamada de una vecina solo aseguraba que estaba herido. Pero ella como madre sentía en su corazon que estaba muerto. Segundos de silencio que ensordecen y que enloquecen! Esa frase que ninguna madre quiere escuchar, tu hijo que tuviste nueve meses en tu vientre, alimentaste, antes de nacer lo amaste, lo sentiste en tu vientre, no estará más. Loca del dolor, gritaba llamaba a Yuvana en su habitación, los vecinos se acercaron intrigados, ella se ahogaba no había manera de expresar su desesperación quería solo llegar a donde su hijo estaba, no lo podía creer pero en el fondo lo creía, hasta que sus sospechas fueron confirmadas por sus sobrinas Zulema, Noris y Mariana quienes cuidaban el cadáver mientras llegaban los forenses. Nathy y Yovana tenían que esperar que amaneciera para poder viajar en avión al lugar donde se encontraba el cuerpo sin vida de su hijo, la noche más larga y tormentosa sin duda alguna. Doce de julio el sepelio, cientos de personas fueron a darles su ultimo adiós incluyendo a la tan amada Rossana quien fué casi sacada a golpes por las primas del difunto por ser tan mala persona. Finalmente el trece de 39
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julio lo sepultaron junto a tíos, primos, hermanos y sus supuestos amigos, el día terminaba y el dolor comenzaba. Yuvana ese mismo día cumplía 20 años de vida, sus amigos y familia no podían dejar de mencionar el acostumbrado feliz cumpleaños. - Vaya regalo hermano- decía Yuvana en estado de ebriedad, que según ella amortiguaba el dolor y las lágrimas que durante su sepelio no pudo botar. Golpe bajo que le daba el destino a Nathy, pero esta vez no sabía si lo podía superar, en las noche despertaba desconsolada, desea morir, le pedía al señor de los cielos que la ayudara a superarlo y que le diera resignación, fortaleza. Su depresión se mantuvo durante un par de meses, se paseó por todas sus fases, desde la negación, el enfado buscando culpables, negociación para buscar soluciones, dolor emocional, y la aceptación , entendiendo que sólo aprendería a vivir con su dolor, y que debía incorporarse al mundo que según ella se había detenido, pero que sin lugar a dudas seguía avanzando. Seguían habiendo problemas económicos, políticos, sociales, pero ella solo se había quedado en el día once de julio. Un día cualquiera Un día cualquiera de Agosto Fuí a visitar al doctor No se preocupe señora un hijo usted a de tener Para los primeros de julio Exactamente fué el tres yo tuve un lindo bebé 40
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Hermoso y blanco también Así pasaron los años Luchando y disfrutando Lo vi creciendo muy sano Que bello era mi muchacho Me imagine un doctor Un abogado también A lo mejor militar Sería un Gran General Cuando cumplió 19 Sufrí una gran decepción Porque mi niño adorado El horizonte perdió Luche para encaminarlo De eso testigo fué Dios Por lo menos me hizo caso Sus manos nunca ensució Se ganó siempre el cariño De adulto, jóven y niño Él repartía sonrisa Amor y mucha alegría Lo que yo nunca pensé Es que llegara ese día Que le quitaran la vida Y así la mía también. �������������������������������������� La canción se la compuso a su hijo difunto y lloraba al cantarla, el luto se mantenía, y así un buen día después de que Yuvana le dijera a su madre: “Mamá ya por favor, reac 41
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ciona yo estoy aquí, yo sigo viva y te necesito” fue asi que puso de su parte e intento, se ánimo a seguir sus estudios de bachillerato. Mientras tanto Andrey hijo trabajaba de taxi con un carro y seguía viviendo en la cuidad capital con su esposa y su segundo hijo, llamado Manrique Andrey en honor a su tío difunto, que nació el mismo año de la muerte del mismo. La relación madre e hijo no era la mejor, por el carácter de Andrey que anteriormente ya se había descrito, y a pesar de necesitarlo en ese momento tan difícil, nunca le brindó ese apoyo a lo quedaba de familia, después de esa perdida. Nathy sin embargo siempre promovió el acercamiento familiar, y después de preparativos se consolido el bautizo del Manrique Andrey, donde Yuvana, su tía, fue la madrina. La celebración llevaba a retomar los recuerdos familiares, e incluso se reencontraron con Manrique padre, después de haberlo visto por última vez en el entierro de su hijo un año antes. Nathy y Yuvana dos días después regresan a su hogar en Maracaibo y tras pasar dos semanas es recibida una llamada telefónica de Mariana, la hija mayor de Betty informando que esa noche Andrey había sufrido una accidente. - ¿Cómo? ¿un accidente? ¿qué le pasó? ¡No puede ser! - Sí tía, tuvo un accidente y lo están operando. Vengase inmediatamente Una vez más, tuvo que irse con su hija, que siempre la apoyaba al aeropuerto para rogar y esperar un par de boletos para viajar 42
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a donde estaba su hijo hospitalizado. Al llegar a la ciudad capital él se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos, con la hemoglobina a 4.0 a punto de un paro, con numerosas transfusiones, debido a la pérdida de sangre que tuvo. Inmediatamente Nathy fue a verlo: - Hijo por favor no me dejes tu también, te necesito te amo, agárrate de la vida, vente, piensa en tu hijito, tu esposa, en mi, te amo. Por favor mi amor. Andrey se encontraba en estado de coma, con múltiples fracturas de mandíbula superior e inferior, fisuras a nivel cervical 2 y 3, edema cerebral, reconstrucción de oído y de media cara, no había reaccionado, su frecuencia cardiaca era muy baja, pero después de estas palabras, su ritmo se acelero y a las horas comenzó a reaccionar positivamente. Nathy en medio de su desesperación y temores le pedía a Dios que no le quitara a su otro hijo, tenía fe que él no perdería la vida, confiaba en Dios. Para la gloria del todo poderoso esa misma noche fue pasado al piso en estado crítico todavía. Ahí continuaron con sus tratamientos y su recuperación era muy prometedora gracias a los cuidos y alimentación que le proporcionaban su hermana y su madre, su hemoglobina subió en una semana, mejoro tanto que a los quince días fue dado de alta, con sus indicaciones para su casa, tratamientos, continuas consultas y estudios. Ya con su hijo mejorado queda con los cuidados de su mujer. Nathy regresan a casa con Yuvana
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Nathy sigue luchando por su hijo desde lejos e intentaba conseguirle las medicinas que resultaban costosas para el momento, además de visitarlo periódicamente. Así mismo se inscribe en la universidad para estudiar Enfermería su sueño de jóven, como siempre se destacó entre su grupo y no pasaba por alto ninguna actividad universitaria, era una de las mayores, pero no la única. Eximida y conocida también por sus talentos poéticos y artísticos encontrándose por el tercer semestre presento problemas de salud, una crisis hipertensiva severa, y a pesar de la gravedad de su salud sin todavía haber mejorado completamente se reincorporó a clases cumpliendo con sus exposiciones y demás actividades. Nathy ya con cincuenta y cuatro años se encontraba en el cuarto semestre de Enfermería, faltando solo un semestre para graduarse de Técnico Superior en Enfermería, pero conoció en el campo a muchos roba sueños, gente mala vibra y mal intencionada que hacían comentarios como: ¿para que estudia usted si no va a poder ejercer? ¿Por la edad a usted no le van a dar empleo? Y a pesar de que nunca desmayo si tuvo momentos de presión en los estudios, profesores fuertes, lágrimas y sacrificios. Ya estable la crisis hipertensiva, presenté un cuadro clínico tan grave como el anterior se trataba de una tormenta tiroidea, ocasionada por múltiples nódulos ramificados que tenía en su glándula de la tiroides, que no le permitía el buen funcionamiento de la misma, descontrolando a su vez las hormonas que la misma secreta, sus síntomas eran exceso de 44
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taquicardia, cansancio, diarrea, debilidad entre otras cosas. A mitad del quinto semestre de clases y pasantías tuvo que ser ingresada en el hospital para practicarle una tiroidectomía. Nathy se afligió un poco ya no iba a ir a acto de grado con sus compañeras pero estaba clara que no podía para más, no tenía fuerza ni para pararse sola de la cama. Se temía de la naturaleza de todos esos nódulos, de que fueran benignos o malignos, temía que no pudiera cantar más, ya que ese era su hobby, temía no poder hablar igual, temía morir como todos los riesgos que implica una cirugía, pero su fe en Dios fue más fuerte, diariamente le pedía que la sacara con bien de todo. El día de la cirugía llegó después de dos semanas postergando la misma, operada por el mejor cirujano Dr. Juan Carlos Araujo, Nathy pierde mucha sangre y se demoran más de lo estimado, Yuvana afuera sola, esperando tener respuesta de su madre, finalmente obtiene el comunicado del Dr, Araujo: ¡todo salió bien! tuvo su recuperación rápida dentro del parámetro y el resultado de la biopsia fue favorable. Así pues cuando comenzaron las clases inscribió su quinto y último semestre con el respectivo rotatorio. Su último periodo fue un poco fuerte con otro grupo de compañeros y de profesores además de estar recuperándose de su cirugía, se enfermó con el virus que azotó todo el país, llamado chikungunya con síntomas graves que incluía dolores de tipo reumáticos y donde las indicaciones más importantes era guardar reposo, lo que implicaba de alguna 45
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manera congelar otra vez el semestre, pero Nathy fue perseverante, con una fortaleza divina, que le ayudo a culminar su semestre y pasantías. En la espera del Acto de grado, Yuvana su hija cumple años de vida y a su vez su hijo Manrrique cumple años de fallecido, y por ser tan difícil cada cumpleaños para su querida hija, decide hacerlo especial con un gran detalle que salió del alma, y fue la creación de un poema que recopila, los momentos significativos en la vida de ellas hasta los 23 años que hasta el momento ella cumplía. Mi niña se hizo mujer ¡Mi niña! Dios mío se ha hecho mujer y no he tenido tiempo para verla crecer Parece mentira parece que fue ayer cuando la tuve en mi vientre y cuando la vi nacer también hoy recuerdo el día aquel cuando sus primeros pasos la ayude a ser Y no se imaginan La emoción y el placer Cuando al preescolar siempre la llevé También los momentos que reina fué Ah! Otra que no les comenté Fue cuando la bauticé Tenia un añito apenas de nacer 46
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Después a su primaria siempre la llevé Aunque el colegio quedara en los pies Pero era pequeña y siempre la cuidé Que no viniera nadie a daño hacer Después fue al liceo Otro paso hacer Ya estaba mi niña empezando a crecer Cada año que pasaba yo pasaba también Fue grande también su preparación Para su primera comunión Y también para su confirmación Nunca me quise perder Cada momento de su niñez Y como una muñeca siempre la arreglé Llegó el momento de la Universidad Era otro paso que había que dar Y solo el primer día la pude acompañar Ya mi niña empezaba a crecer Y yo no quería darme cuenta de… Disfrute también de su matrimonio Y sufrí con ella por su divorcio Pero ella es valiente y cuando cayó Puso el otro pie y se levanto Y que les cuento de mi niña mujer Cuando la vi graduarse de Licenciada Fue cuando me di cuenta que yo estaba un poco cansada y ahora es ella la que me acompaña para las consultas 47
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y para donde vaya y si las pastillas me llegan a faltar ella está pendiente para volverlas a comprar pero no sé Dios mío en qué momento mi niña se hizo mujer no tuve tiempo de verla crecer y para mí sigue siendo mi niña que tuve ayer.
Quedaba solo esperar el grandioso día del acto de grado de Nathy Loo, y aunque pensaba que no estaría con sus compañeras con quienes comenzó a estudiar, se llevó la sorpresa más bella de Dios, le tocó ir a todos juntos, los dos grupos con los que estudió, fue apoteósico, recordó cuando su hija Yovana se graduó, la cual se encontraba acompañando orgullosa a su madre, su pareja Josué no pudo estar en ese momento con ella pero también se sentía muy orgulloso por el logro de Nathy Loo. Para fortuna de Nathy y para molestia de otros, a los tres días de estar graduada consigue un contrato con una compañía de enfermeras para trabajar a domicilio devengando un buen sueldo. Al mismo tiempo Nathy seguía cultivando sus dones artísticos y con anterioridad venía recopilando una cantidad de poemas compuestos en su mayoría a su gran amor Josué Roos, el mismo que le dió la idea de crear un poemario, y a partir de asesorías logró que una editorial del gobierno se in 48
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teresara en editárlos y reproducirlos. Poemas tales como “Si tú me dejas” se hicieron leídos y famosos: La niña que al inicio fue tímida, burlada, maltratada, solitaria, carente de afecto se encontraba en la flor de la vida. Con la experiencia y sabiduría de los años, con el mismo amor e inocencia que la caracterizaba y ahora autorrealizada con su vivienda, empleo, profesión, con algunas semillas regadas y cultivadas como sus libros publicados. Estando consciente que era muy valiosa, se dió la oportunidad de decirle a su gran amor, Jesús Rojas, que ella merecía un amor verdadero, preguntándole si estaba dispuesto o no. Jesús la amaba pero la costumbre es más fuerte que el amor, lo que simbolizó una separación después de 12 años de relación. Y aunque Nathy sufrió, se sintió en paz, porque el amor a sí misma, era más grande que el de cualquier. Ninguna mujer debe aceptar ser plato de segunda mesa. Cada humano tiene su valor y debe reconocerlo, de lo contrario el prójimo no lo reconocerá. Esas relaciones son definitivamente tóxicas y saben lastimar las 3 partes. Aunque le agradece hasta la actualidad su apoyo en gran parte de su vida sigue amándolo, lo perdona y se perdona a sí misma.
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Los 60 ejemplares de este tĂtulo se imprimieron y elaboraron durante el mes de marzo y abril de 2017 en los talleres artesanales de En Voz Alta Ediciones C.A
Nancy Lรณpez