EDÉN PERDIDO Y OTROS SÍNTOMAS by Eolas Ediciones

EDÉN PERDIDO Y OTROS SÍNTOMAS

Gaspar Moisés Gómez

Para el pintor Modesto Llamas Gil, que tan bien me retrat贸 que estoy por cambiarme por mi efigie

APARECISTE bajo la luz total, sesgado en el agudo amanecer, forma sin más sosiego que la agonía. Te miraban los otros ángeles, temiendo por tu ser y no ser, por tu entrega al abismo. En el punto final de la belleza. Casi en el límite de la divinidad conseguido. Pero llegó el instante en que Dios, desde lo alto, te mirara celoso, y, en ese relámpago, saltó la chispa conque mando al infierno tu cuerpo hermoso en los sublimes ojos.

NO hay otras tablas en mi corazón que las que Tú me escribes en la noche. ciega divinidad.

Las borrará una lágrima,

y Tú vuelta de nuevo a la escritura tenaz, más ciego el pulso, empecinado en lo que quieres decir o me niegas. Y, al ser borradas, a fuerza de llanto, su delgadez vibrátil transparentan a otro ser que mudamente mira más allá de las aguas que lo ciegan.

ESTE momento de exaltación vale por una vida declinada en pálidos escombros.

El cisne en su canto

último nos mantiene. Repite nuestro nombre en una línea fronteriza. Pero, mientras cesa, sigue subiendo. Y los silenciosos abismos que nos abre con su canto, cierto en la voluntad de no morir, son el amor y vértigo que en el alma se cumplen: decir todo para decir nada y, así, quizás, alzándonos desde los propios restos.

CIERTA no mรกs la percepciรณn adรกnica de aquel deslumbramiento: sรณlo una fruta cogida del รกrbol, y, por ello, morir.

EL débil gorrión ya es presa del gavilán que con su gran imperio lo alza contra el fondo oscuro: sacrificio impensable, horror que muestra el puro horror que somos hacia la nada. El ciego pájaro, garras maldecidas, especie de ídolo atroz, nos arrebata también a nosotros, preguntándole a nuestra conciencia si hay cosa aún más cruel para devorarnos.

SÉ que hay una piel sobre la piel como en aquella fruta del Paraíso: ésa que toco en sueños y responde a un proceso del tacto enfebrecido. Miro mis manos.

Ya no serán posibles

más que memorias, pues el joven que fui se queda tanteando sueños lejanos en lejanos mirtos.

TÚ, ruiseñor, de cuerpo estrecho, por cuya garganta pasa el oro del crepúsculo, en un suspiro te alzas. Amenazador y hermoso, llevas las espadas a dormir en la noche.

Pero, mientras,

sigues en la contienda con el día: ardiente son. Respiras y otra vez vuelves, no entregado, delgadísimo dueño del canto, perdiendo en la sombra lo que ganas, quizás, en voz urgente; callando si conoces que no es posible que se salve ni un átomo de luz, por más potencia que pongas en el canto.

POR su enemigo sueĂąo que le dejarĂĄ en el borde mismo del no ser, sube el cuerpo transparente que, afilado, se mira al alba. Aniquilado al alba. Siendo imposible despertar.

Mito de Narciso

DULCES espejos abismáticos en donde queda su infinita imagen tocando fondo: en el anhelar de su ser quieto.

Congelados brillos.

Aliento que ni se refleja en el cristal. No hay salida. Canta un gallo en el desierto.

Escucha, Narciso,

las voces de la nada, puesto que la mentira está en tus ojos, en tus oídos, verde como el veneno.

No hay otra verdad

que la que nos está mirando con levedad mortal desde ese espejo y agota nuestro ser hasta extinguirlo en la belleza.

ESTE cortante brillo de la mano repite su amenaza. Mas no encuentra ya el cuerpo que fuera en el fulgor de la batalla. Caen las hoces vivas sobre su propio coraz贸n.

Ganancias

que se perdieron. Ya no hay enemigo. S贸lo se oyen las armas en un lejano estruendo. Y el deseo tocando a retirada.

ÍNDICE 1.- Apareciste........................................................... 9 2.- No hay otras tablas........................................... 10 3.- Si este momento pasa....................................... 11 4.- Cierta no más.................................................... 12 5.- El débil gorrión................................................. 13 6.- Sé que hay una piel.......................................... 14 7.- Tú, ruiseñor....................................................... 15 8.- Por su enemigo sueño....................................... 16 9.- Dulces espejos.................................................. 17. 10.- Este cortante brillo............................................ 18 11.- Quito hoja a hoja............................................. 19 12.- Lilar dormido.................................................... 20 13.- Me desnudé en el fin del bosque...................... 21 14.- No se cortará.................................................... 22 15.- Volver desde aquel reino.................................. 23 16.- A veces me tiento el cuerpo.............................. 24 17.- Duermes........................................................... 25 18.- El despertar....................................................... 26 19.- En la honda herrería......................................... 28 20.- Sobre la flor de las adormideras........................ 29

21.- En la grave cárcava........................................... 30 22.- Como cuando se aproxima............................... 31 23.- Y se hace el esplendor...................................... 32 24.- El cuervo........................................................... 33 25.- No le deis más.................................................. 34 26.- ¿Vuelvo sólo con signos.................................... 35 27.- Esto fue escrito.................................................. 36 28.- Las huellas que dejaron.................................... 37 29.- Cargarse de sensaciones................................... 38 30.- Temblor............................................................ 39 31.- Pon sobre su madera......................................... 40 32.- ¿De qué sonidos puros...................................... 41 33.- El primer piar.................................................... 43 34.- Pasto feroz........................................................ 44 35.- Caer cuando estaba.......................................... 45 36.- Al muerto se le siente....................................... 46 37.- Seguir un curso................................................. 47 38.- Cándidamente.................................................. 48 39.- Yo soy el hijo del guardabosque....................... 49 40.- Unas densas manzanas..................................... 52 41.- Yo he vivido...................................................... 54 42.- Penoso es.......................................................... 55 43.- Este lento desmoronamiento............................. 57 44.- El amotinado..................................................... 58

45.- Todo mi ser....................................................... 59 46.- Llévame hacia tu centro.................................... 60 47.- Tu piel se mira.................................................. 61 48.- Donde la luz se funda....................................... 62 49.- ¿Hasta dónde la estirpe..................................... 63 50.- Aunque leopardo.............................................. 64 51.- Un chasquido................................................... 65 52.- Una mota de espíritu........................................ 66 53.- Ponerse en ese timbre....................................... 67 54.- El sol comienza................................................. 68 55.- Y después de tantos.......................................... 69 56.- Esta muchacha.................................................. 70 57.- Tu belleza, de pura........................................... 71

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