Historias con 999 palabras

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perat ra una diagnóstico. Él r, adaptarse a la tem aunque esto le canta ame donde desees , sonreí ra fusiones sexuales, pa a erí qu l am la de no ño e tra podría decir te amo, bés qu ex nfesarle me sentí un superfluo, incluso co cto. En ese momento rfe pe h o dic erp ra cu bie un que su comentario era hu e né quise qu lía. Le adivi tos —Ya estamos juntos — un aviso de melanco jun os sió am est pre ex Ya la á z. xpresión limpia con r cuál ser su mude — dres. Trato de adivina Hola —contestó desde taré en casa de mis pa paredes. —Hola... — sen pre los paquetes guardan s, me de bre da ciu iem amo. El 24 de dic luces decoran las las s tra ien neces M . mí ésame donde quieras, te ra ecial pa ras sin rechistar, sin es de 2018. Un día esp r sentada durante ho ece an rm pe é dem ra dir pa pe a á 24 de diciembre, lun les ad tá capacit respetado. No ortarse en público. Es que la vida nos haya r ece año rad 40 ag lir de os mp protocolos para comp nos y tratam a un paso de cu s tomamos de las ma taras la cabeza. Estás sen e pia qu pro ría la sta es gu ones se ablandan, no cuánto me ilia. Mi rareza argumentos. —Hijo, te eres el raro de la fam en de ram de ma rda tas Ve fan das. Mi madre. Sus a. te entiend ¡¿Estamos?! El ato. —No hay quien r en lo que tú sabes. nsa pe ion ni o lac ier cu qu eya s No on una pizca de arreb daño. — s fracasos, mi en que puede hacer me ones insuficientes, mi cci ere p s dis mi a es, ab jer est mu no aje, pero sin reparar ma con las latente. Yo ra contarle mi proble una homosexualidad ed ust en er ya les ha ua e sex qu s e sité a un psiquiatra pa de muñeca ico. —Pued bí: SexDoll. La oferta samente su diagnóst a tré en Internet. Escri nálisis, enjuició riguro en o ost ag Los clientes se las reg s. de me 15 e el rlo preparado, a que entrego est be art ha cu sin la j y ca , Es su rgo . de ba ga — ué em tre n puerta, la saq y fir mé la en con mi VISA ORO amente que cerré la d iat da ed nti se inm ca tar o, la é eg ap on ad Lu ab ra io. ue iculadas pa ardé silenc as eran perfectas, art desgraciados, pero gu a televisión. Sus piern la a película de amantes de nte odado al mío. Nunc fre en om ac go lor ten á grande que e perciba su ca sof qu y el e en t rac té ab de sen la ta la e vis y qu o la ja a als lado, me de , le hablara , bella y programada mpañía, duerme a mi cta co rfe ce pe ha y mu a me a ad un día uc de el ed qu pañado añera, tan que apareceré acom e mi muy amada comp án piedad de mí, y eso dr s manos gélidas, y qu ten nsa, reservado e no pie e é qu qu rar er gu sab que casi cuesta me atrevería a ase si ble Ca tra . ne ilia pe labra im fam mi tan de to, r dre, tan rec record atorio. Las pa más temo es a mi pa d para asentarme un ien ida qu un a y ort , m op de rán la de ión rde ren tic rp por eso no pie to, apoya la pe y preocupada de mí, dre, que habla lo jus pa mu i o M ad e. ns est lot Pié ha el en pre a. — ras iem da por vencid cinco criatu madre insiste, no se anas, dos cuñados y mi rm , he da s ca do nifi ser os, en cro mí ed ión los pu ac s on r do Ante esta situ entendido, que dos po s. Nada, no hay nuevas. ado, que nunca me ha oc comidas de cada me uiv xactas. Después eq á ine est s e ca qu áti rle tem gestos eran ma e no pienso explica sus qu n, do día mo me el pa de me , s da ojo na e nción. Sus e usted. Así que con o me escuchó con ate lo conozco mejor qu dic o mé erp l cu ue Aq mi la so y A , lo. il. ros cer fác eu ha bre. 4 400 a? Es muy porqué de su negativ — agencia el 12 de diciem r el po er ibí sab hi rec do me ue La e . ¿P qu nte . — acompaña intención era ratura corporal de su a disculpita, que mi pe un ra tem la nta a ca ici se le nd o tar co est ap los ad , rpador de uales, aunque or, una especie de usu ería para fusiones sex tí un extraño del am onfesarle que no la qu sen me para tomar ahora? — nto o me alg mo ce ho. —¿Te apete o perfecto. En ese dic erp ra cu bie la un hu e né qu ivi ad ise Le , pero especialmente s juntos —qu n de tod a mi familia os juntos —Ya estamo sió am pre est ex Ya la ag á z. M ser — de ál yes mu cu Re r su regalos y los ato de adivina an furtivamente los sa de mis padres. Tr igir s, los paquetes guard me presentaré en ca de da ciu las n una bebida, sin ex va ran sir co cesidad de que le ientras las luces de ne M . sin , mí tar n. ra his da pa rec al ren eci sin esp que me comp durante horas masiado, únicamente permanecer sentada de é ra dir pa a pe ee ad les qu cit No pa sea o. ca de stá Mi madre haya respetad ecer que la vida nos os. Por favor, piénsalo. añ rad 40 ag lir de os qu mp cu lo tam , de tra osa so y os ado una esp Estás a un pa de quien no ha aport e sentaras la cabeza. i rareza es la propia M . cuánto me gustaría qu ilia stroza el ánimo. Sé fam de la le de ad o ente eres el rar la homosexualid ram de de ma rda tas e Ve fan a. El nd tie s?! e en edos a las habitacion es. ¡¿Estamo es anticipadas, mis mi pensar en lo que tú sab ion ni o lac ier cu qu eya rdó s No Pe mi , . . sos ño — da nclusión — cientes, mis fraca o a aceptar aquella co mis erecciones insufi Yo no estaba dispuest te. en ma con las mujeres, lat última generació ad de a lid ua un gí sex muy variada. Ele en usted una homo era ya les ha ua e sex qu s e ué tu ca ed ñe Pu o. — La oferta de mu para la Navidad. ¡Q net. Escribí: SexDoll. regalan a sí mismos ter las In se en tes ía s tré en en ten cli s o o, Lo ost ag go este mes. n un vestido roj ja. Venía ataviada co Es la cuarta que entre ca . su ga — de tre a, ué en frí saq la era la a mé a, fir a. Su mirad cerré la puert se a lo que se le pidier inmediatamente que tar o, ap eg ad Lu ra r io. pa ha nc lo as sile lad res é ard ctas, articu e otros homb Sus piernas eran perfe nca le he tocado dond n. Nu isió o. ev tel mí al la am o te de ad s, nte od era enfre e donde qui ba su calor acom os, sin sonreír. —Bésam la abrace y que perci blara a la vista de tod ha le mi lado, me deja que , da bella, discreta, silen ma nte gra me pro jer joven, objetiva perfecta, bella y y mu a a ad un uc de ed do tan ña pa ra, pañe de la Nochebuena es areceré acom d de mí, y eso que ap en exceso. La elección o da ad pie erv án res dr , ten nsa no pie e é r qu a saber qu smas, salpicadas en l netrable que casi cuest ras casi siempre las mi pe lab im pa s tan La . to, rio rec ato tan adre, con palabras poco co rme un record madre. Pero lo hace ortunidad para asenta mi op de la ión rde tic pie dr pe no la a eso oy por s por tu bien. Y mi pa bla lo justo, ap

Antonio Martínez Llamas

CON



HISTORIAS

con 999 palabras Antonio MartĂ­nez Llamas


«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)» © de los textos, Antonio Martínez Llamas. © de la edición, EOLAS EDICIONES. Diseño y maquetación: contactovisual.es Portada: Mikel Mandon ISBN: 978-84-17315-68-9 Depósito legal: LE 126-2019 Impreso en España - Printed in Spain


Cuando siento no escribo GUSTAVO ADOLFO Bร CQUER

Un intelectual es alguien que ha encontrado algo mรกs interesante que el sexo. ALDOUS HUXLEY



Las historias no necesitan demasiadas páginas para tomar su propia vida. Alargar la escritura puede suponer un guitarreo innecesario. Con 999 palabras también se consigue entrar en el territorio de lo íntimo, analizar situaciones y permitir que siempre quede un espacio para que el futuro tome su propio capricho. Los relatos no son cortos porque su intensidad sea provisional. Al contrario, en su brevedad está otra esencia que conviene desmenuzar entre los dedos. Con 999 palabras y algo de habilidad es posible sintetizar lo que bien podría ser el germen de una novela.



Todas las historias que aquí se cuentan disponen de 999 palabras. Ni una más ni una menos. Lo sé. Es una manía, y así me adelanto a otros conceptos. No me calentéis los oídos argumentando el porqué de 999 palabras. Ni me ofrezcáis sermones a propósito de que podría haberme dejado llevar, nada que me obligara a este cortocircuito. Tratad de comprenderme. Si se esconde algún parásito mental entre mis dos hemisferios cerebrales, ya me buscaré la solución sin tener que recurrir a un psicoanalista.



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ÍNDICE Christmas Eve. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Quirófano 8. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Podrida memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 8 patitas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 Hipócrates, ¿dónde estás?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 Después del verano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Rovaniemi, tan lejana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Fila 8 Butaca 12 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 Semblante de marido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47 Altavoces entre estorninos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Divinas aguafiestas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 44 latas de sardinas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Una llave en la cerradura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 Body painting . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 Tarta amarga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71 Una zapatilla en cada ángulo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Chocolate con churros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Cuando terminaba mi café. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 La mujer del piano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 Ensayamos a las 20:00 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 Nuestros dedos ya no se tocan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 Café con sacarina afligida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 Oídos (muy inconvenientes) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103 Número prohibido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107 13


Una habitaciĂłn con cama grande. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 Dedos sin alma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115 Un hombre en un espejo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119 En una cafeterĂ­a cualquiera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123 Huevos (falsificados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127 Sin un fusil Mauser. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131


CHRISTMAS EVE Dentro de una semana será 24 de diciembre, lunes de 2018. Un día especial para mí. Mientras las luces decoran las ciudades, los paquetes guardan furtivamente los regalos y los Reyes Magos disputan el protagonismo a Santa Claus, yo me enfrentaré al jurado popular de mi familia. Casi me atrevería a asegurar que no tendrán piedad de mí, y eso que apareceré acompañado de una mujer joven, objetivamente bella, discreta, silenciosa y que sabe todos los protocolos para comportarse en público. Está capacitada para permanecer sentada durante horas sin rechistar, sin necesidad de que le sirvan una bebida, sin exigir ningún menú especial, sin pedir que le digan nada. Estoy seguro de que se sorprenderán, y a quien más temo es a mi padre, tan recto, tan impenetrable que casi cuesta saber qué piensa, reservado en exceso. La elección de la Nochebuena es porque en ese día los corazones se ablandan, nos tomamos de las manos y tratamos de agradecer que la vida nos haya respetado. No les pediré demasiado, únicamente que me comprendan. Así de sencillo. Es a mi madre a quien quiero convencer definitivamente. Ella siempre ha estado muy preocupada de mí, por eso no pierde la oportunidad para asentarme un recordatorio. Las palabras casi siempre las mismas, salpicadas en las fechas que discurren rápidas. Mi madre. Sus argumentos. —Hijo, cuánto me gustaría que sentaras la cabeza. Estás a un paso de cumplir 40 años. Por favor, piénsalo. Mi madre desea que encuentre una mujer para formar una familia tradicional. Simplemente como son los míos, dos hermanas, 15


dos cuñados y cinco criaturas en el lote. Mi padre, que habla lo justo, apoya la petición de mi madre. Pero lo hace con palabras poco complacientes, adornadas con una pizca de arrebato. —No hay quien te entienda. Verdaderamente eres el raro de la familia. Mi rareza es la propia de quien no ha aportado una esposa, lo que significa que estoy bastante observado. A ver qué pasa con él. Murmuran en las comidas de cada mes. Nada, no hay nuevas. Ante esta situación cronificada, mi madre insiste, no se da por vencida. —Piénsalo, hijo. Lo decimos por tu bien. Y mi padre añade cadenas al mensaje, pero sin reparar en que puede hacerme daño. —No quiero ni pensar en lo que tú sabes. ¡¿Estamos?! El fantasma de la homosexualidad le destroza el ánimo. Sé que tal asunto le hace perder horas de sueño, y eso a mí me importa menos que nada, de modo que no pienso explicarle que está equivocado, que nunca me ha entendido, que dos por dos pueden ser seis y la vida un misterio. No deseo confesarle que en una ocasión visité a un psiquiatra para contarle mi problema con las mujeres, mis erecciones insuficientes, mis fracasos, mis eyaculaciones anticipadas, mis miedos a las habitaciones compartidas, el terror a que me besaran sin que yo reaccionara como debería hacerlo. Aquel médico me escuchó con atención. Sus ojos me medían, sus gestos eran matemáticas inexactas. Después de media hora de conversación, la asignada en una sesión de psicoanálisis, enjuició rigurosamente su diagnóstico. —Puede que haya en usted una homosexualidad latente. Yo no estaba dispuesto a aceptar aquella conclusión. —Perdóneme... No puedo admitir ese diagnóstico. Él se removió en su sillón de cuero. —¿Puedo saber el porqué de su negativa? —Es muy fácil. A mi cuerpo lo conozco mejor que usted. 16


Así que con el paso de los años he dejado que la vida me respete con mi problema. Sin embargo, y sin haberlo preparado, el 15 de agosto entré en Internet. Escribí: SexDoll. La oferta de muñecas sexuales era muy variada. Elegí una de última generación, articulada, ojos verdes, que podría decir te amo, bésame donde desees, sonreír, adaptarse a la temperatura corporal de su acompañante. La recibí por agencia el 12 de diciembre. 4 400 euros, y la sonrisa pícara del repartidor. Y no se contuvo en decirme algo, una vez que aboné la cantidad con mi VISA ORO y firmé la entrega. —Es la cuarta que entrego este mes. Los clientes se las regalan a sí mismos para la Navidad. ¡Qué tunantes! Podría haberle contestado que su comentario era superfluo, incluso confesarle que no la quería para fusiones sexuales, aunque esto le cantara una disculpita, que mi intención era que me hiciera compañía, que comiéramos palomitas juntos mientras veíamos una película de amantes desgraciados, pero guardé silencio. Luego, inmediatamente que cerré la puerta, la saqué de su caja. Venía ataviada con un vestido rojo, tenía sus ojos verdes abiertos y una expresión limpia con un aviso de melancolía. Le adiviné un cuerpo perfecto. En ese momento me sentí un extraño del amor, una especie de usurpador de los condicionantes sexuales, el raro por excelencia. La saqué de su cajón de platino falso y la senté en el sofá grande que tengo enfrente de la televisión. Sus piernas eran perfectas, articuladas para adaptarse a lo que se le pidiera. Su mirada era fría, perdida en el horizonte de las paredes. —Hola... —Hola —contestó desde su mudez. —Ya estamos juntos —Ya estamos juntos —quise que hubiera dicho. —¿Te apetece algo para tomar ahora? —Me vale con un zumo de naranja natural —tenía que habérmelo pedido. 17


Desde aquel día me hace compañía, duerme a mi lado, me deja que la abrace y que perciba su calor acomodado al mío. Nunca le he tocado donde otros hombres lo harían, y así nunca me ha dicho bésame donde quieras, te amo. El 24 de diciembre me presentaré en casa de mis padres. Trato de adivinar cuál será la expresión de toda mi familia, pero especialmente la de mi padre al verme llegar con la doll. Sería curioso que él la tocara con sus manos gélidas, y que mi muy amada compañera, tan educada y perfecta, bella y programada, le hablara a la vista de todos, sin sonreír. —Bésame donde quieras, te amo. * * * 999 * * *

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las habit ¡¿Estamos?! ipadas, mis miedos a sar en lo que tú sabes. ... No puedo admiti s eyaculaciones antic mi , sos ca lusión. —Perdóneme fra s nc co mi s, lla ue aq tar des, ep ac a o cciones insuficiente , articulada, ojos ver estaba dispuest lidad latente. Yo no a de última generación un gí Ele nte . co da ria rle va be y ha sted una homosexua les era mu tes! Podría rta de muñecas sexua Navidad. ¡Qué tunan la ra pa yu os sm tos mi ier sí ab a s Escribí: SexDoll. La ofe ojos verde las regalan vestido rojo, tenía sus e mes. Los clientes se un est n go co d tre da te en e via on qu riz ata ho rta nía el ua su caja. Ve perdida en la puerta, la saqué de a. Su mirada era fría, ré ier cer pid e le qu di se te ha e en qu me a tam lo a nc dia y así nu adaptarse os hombres lo harían, ctas, articuladas para he tocado donde otr le a Sus piernas eran perfe nc ntro de una seman Nu De o. o. mí am al te o s, calor acomodad same donde quiera Bé su ba r. rci o — reí pe e son qu sin y e os, rac nciosa y que sabe tod vista de tod nte bella, discreta, sile mada, le hablara a la me gra iva pro jet c y ob lla los , be en día a, jov ese ect jer erf es porque en do de una mu ón de la Nochebuena apareceré acompaña e cci qu ele n La eso rre y o. , cu ces mí dis ex e de qu en ad fechas , reservado smas, salpicadas en las esta saber qué piensa ras casi siempre las mi enetrable que casi cu lab lacientes, adorna pa s mp La . co rio co po ato ce con palabras ntarme un record ha ase lo ra ro Pe pa . s al ad dre nid ma rtu mi po petición de padre añade cadena os por tu bien. Y mi bla lo justo, apoya la ha cim e de qu , Lo asi dre o. oc pa hij a i un lo, M . en nsa ote que r vencida. —Pié da po . No deseo confesarle sterio iste, no se mi ins un dre a Las historias no necesitan demasiadas páginas ma vid p la de mi y , s da ión sei ca ses ser nifi en una e dos por dos pueden ersación, la asignada conv tendido, qu de en ra ha ho m me dia a ble me nc para tomar su propia vida. Alargar la escritura pro nu de e mi és n qu ctas. Despu la vida me respete co n matemáticas inexa os he dejado queCon so de los añinnecesario. algo, una v pa medían, sus gestos era me el puede suponer un guitarreo cir n de co e en qu í vo As ntu . mejor que usted artidor. Y no se co zco rep l no o de co lo ara o píc erp a tra cu ris mi la son 999 palabras se consiguee co entrar ens pa el lomitas juntos mien s veíam euros, ytambién miéramo de diciembre. 4 400 12 qu el ía, cia añ pla en mp de ag co r jón a po ca bí hicier territorio dee me lo íntimo, analizar situaciones y . La saqué de su ención era qu r excelencia que mi int tes sexuales, el raro po an ntara una disculpita, elo pedido. De on ici nd co los de l —tenía que habérm rpador que siempre quede un espacio e de usupermitir anja naturapara eci nar esp de a o un zum or, un am l con la tocara c e de o ar ahora? —Me val l. Sería curioso que él ra tomel algo paque r con la dol ga ce lle ete futuro tome su propio capricho. Los ap me e ver ¿T al . dre jurado p — ho pa al dic mi aus, yo me enfrentaré especialmente la de ilia, pero o a Santa Cl fam ism mi on a tag tod pro de de que relatos no son cortos porque su intensidad sea el n sió uro tan pre Magos dispu da. 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A ver qué pas Mi madedos. lo. nte nsa sta pié ba or, no fav me est r e Po rta qu po años. me im que significa lo que bien podría esposa, lo sintetizar ras de esa posible sersueelño, y eso a mí aportado un nto le hace perder ho asu opia de quien no ha onara como de tal cci e qu rea Sé yo e o. qu im a el án de una novela. le destroz e me besaran sin ad qu a lid germen ua ror sex ter de el mo s, ho ida la de removió en su sillón iones compart ese diagnóstico. Él se s miedos a las habitac tir mi s, mi da ad o , so ipa ed ees tic pu des an de es No on o, bésame don rdóneme... que podría decir te am uella conclusión. —Pe s, aq de tar ver s ep l ac ojo a inc a, , o uo lad est pu erfl dis ración, articu rio era sup gí una de última gene stado que su comenta nte Ele . co da rle ria c be va ha y lan ía me mu dr de es era n un aviso ¡Qué tunantes! Po a expresión limpia co os para la Navidad. stó verdes abiertos y un s as regalan a sí mism ojo sus ía .. ten la. —Hola —conte o, Ho roj las paredes. — con un vestido de da te on via riz ata ho ie nía el dic Ve en de ja. da su ca fría, perdi s, te amo. El 24 ho bésame donde quiera pidiera. Su mirada era le dic se ha e qu me a lo Un a nc . se nu 18 tar 20 así adap , lunes de res lo harían, y será 24 de diciembre o donde otros homb ntro de una semana De o. ío. Nunca le he tocad am te mportarse en públ s, co era ra qui pa de s os los protocolo reír. —Bésame don tod son e sin sab e os, qu tod y a de ios ta vis n, nos tomamos de las discreta, silenc corazones se ablanda objetivamente bella, , los en día jov ese jer H en mu e a un rqu o de . Sus argumentos. — chebuena es po n rápidas. Mi madre La elección de la No rre o. cu ces dis ex e q qu en y s o ha ha ad fec No erv res ebato. — salpicadas en las con una pizca de arr siempre las mismas, lacientes, adornadas mp co io. Las palabras casi co en que puede hace po r ras ara lab rep ro lo hace con pa mensaje, pero sin Pe al . s dre na de ma ca mi e de ad n añ etició para contarle mi pr Y mi padre visité a un psiquiatra decimos por tu bien. ón Lo asi o. oc hij a lo, un nsa en e Pié qu ida. — ente su diagn seo confesarle , enjuició rigurosam álisis978-84-17315-68-9 a un misterio. No de coanISBN: psi vid la de y s ión 1 sei ses a ser un en en ed s pu , la asignada haberlo preparado, el . Sin embargo, y sin hora de conversación ma dia ble me pro de O mi és n SA spu co VI De te tas. d con mi la vida me respe que aboné la cantida años he dejado que decir me algo, una vez en ue con el paso de los vo desgraciados, pe ntu tes co an se am no del repartidor. Y os una película de am ara veí píc s a tra ris en son mi la y tos uros, el sofá grande que te palomitas jun ía, que comiéramos tino falso y la senté en añ pla mp de co a jón ca ier su hic de me que compañía, duerm cia. La saqué sde aquel día me hace , el raro por excelen De les o. ua did sex pe tes a elo an rm on bé ici cond y que mi muy amad l tenía que ha n sus manos gélidas, zumo de naranja natura — co un ara con e toc la val as él Me a e qu ría ? ahora — si me atreve l. Sería curioso lar de mi familia. Ca ver me llegar con la dol ntaré al jurado popu fre en ente la de mi padre al me ien más temo es a yo qu s, a au y Cl o a Santa prenderán, y seguro de que se sor isputan el protagonism ada d


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