Marcelito Número 66

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No. 66 29 de julio de 2017 Año 5

Imagen: César Pérez Arauco PEIDA - UAZ

Historia de la nieve de garrfa


2 La amiga de la Luna

Aventura en busca de la felicidad Era un día muy hermoso. Un papá tenía una hermosa familia: esposa y dos niños, uno de 6 años y otro de 12. Tenían una panadería. Su esposa y él discutían diario; peleaban a cada rato. Hablaban y comían juntos. Un día se fue el papá con su amigo.

El día de Noche Buena fue mamá por los niños con su abuelita pero papá no dejó que se los llevara y, enojado, se fue con los niños a otra casa. Los niños crecieron muy rápido. Hasta que llegó un pequeño y hermoso momento en que esa familia siguió adelante.

Jesús Adán Flores / 11 años / Francisco E. García

Érase una vez una niña gitana que trabajaba en un circo con sus padres. La niña todas las noches le suplicaba a la señora Luna que la llevara a su cielo estrellado para no sufrir con sus padres porque la hacían trabajar en exceso: limpiaba las carpas, dormía con los animales, la mostraban como un fenómeno, la hacían bailar. Una noche, la Luna lloró de lo conmovida que estaba; su llanto se convirtió en lluvia resplandeciente. En ese momento la niña bailaba frente

Alma Samadhi Ríos Treto /12 años / Zacatecas

El alacrán feroz

El alacrán feroz tenía unas tenazas con las que mordía. Mientras caminaba por la banqueta se encontró con una niña recostada junto a un árbol que le daba sombra y se sentía muy feliz de estar descansando porque en el día cuidó a su hermanito. Cuando se acercó a ella el alacrán feroz, la niña, titubeando, le preguntó: “¿Tienes calor? Si quieres te puedo compartir de esta sombra y descansamos los dos”. El alacrán feroz quedó en silencio. La niña insistió: “¿Tienes calor? Te veo un poco molesto,

alacrán”. “La verdad estoy furioso”. “¿Por qué estas furioso?”, preguntó la niña. El alacrán contestó: “Porque no he podido picar a nadie con mi veneno de felicidad”. Entonces, la niña, que estaba cansada, le pidió que por favor la picara a ella y que le compartiera esa felicidad para tener a partir de ahí un fuerte lazo de amistad. A partir de ese momento convivieron siempre como grandes amigos y muy felices por siempre.

María Fernanda Chávez García / 12 años / Zacatecas

La selva y el cazador

El cielo azul Había una vez una niña que siempre preguntaba quién vive en el cielo. Su abuela le platicaba que vivían todos los que mueren. La niña les platicaba a sus amigos lo que su abuela le decía. Los niños imaginaban todo lo hermoso que es vivir en ese cielo azul y todo lo que sucedía ahí. Su abuelita seguía contándole historias de todas las personas que están en ese hermoso cielo azul y la niña, a su vez, les contaba a sus amigos todas las historias. Por ejemplo, el cielo azul es muy grande, tan grande que en sus cabecitas no alcanzarían a imaginar qué tan grande era. Una de ellas preguntaba: “¿Nos podríamos perder en el cielo azul? ¿Se pueden ver desde arriba a todas las personas que queremos?”. “Se llegará el momento en que todos podremos contestar a esas preguntas”, decía la abuela, “por lo pronto sigamos imaginando esas cosas bonitas que podremos ver en el cielo azul. También veremos estrellas que brillan muy fuertes. A mí me gusta el cielo porque es muy grande y cuando es de noche también sale la Luna y las personas que murieron y viven ahí duermen y de día se alegran por ver un nuevo amanecer y desde el cielo ver a los seres queridos”.

Habían una vez muchos animales reunidos que estaban platicando de que había muchos cazadores. Tenían mucho miedo de que los cazaran. Un animal muy valiente se fue a buscar a los cazadores pero lo cazaron, y después fueron muchos más. Y sucedió que los animales empezaron a extinguirse hasta que algunos animales hicieron más y más y así fue como la selva volvió a la normalidad.

La estrella fugaz brillante Las estrellas fugaces son esos puntos que aparecen en la noche. Cada noche, Luis veía por la ventana de su cuarto puntos brillantes en el cielo y se preguntaba qué significaban esos hermosos puntos que hacían brillar la noche. Un día le preguntó a su amigo Kirem si él veía en la noche esos puntos. Kirem contestó que sí, que simplemente eran cosas absurdas que estaban ahí. Luis se quedó pensando. Al preguntar a su mamá, ella contestó que eran astros y que en las estrellas se guardaban los pensamientos más hermosos que la gente puede tener: todos los sueños y metas por cumplir; “son luces de deseo y esperanza que si

Fátima Natalia Pérez Cristerna / 9 años/ Zacatecas

Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada Zacatecas

Coordinación del suplemento: Magda Collazo Fuentes / Marcelito “El niño preguntón” / Martín Letechipia Alvarado / José Antonio Sandoval Jasso /

lo pides con sincero anhelo, te cumplirán” eso le dijo su mamá a Luis. “Eso has, hijo mío, y verás cómo se cumplen tus sueños”. Luis miró una estrella fugaz y pidió que todos los niños fueran muy felices y una estrella desplegó una luz intensa. Luis se durmió y al día siguiente, con sorpresa, vio que todos sus amiguitos sonreían, jugaban, platicaban y ya no se preocupaban por las cosas que sucedían, no se peleaban por los balones. La noche que Luis pidió el deseo, casualmente, sus amigos veían al cielo y el resplandor de la estrella los iluminó, llenándolos de energía y de ganas de ser felices y cumplir sus sueños.

Yesenia González Arellano / 10 años / Zacatecas

Colaboración

Carmen Lira Saade / Dir. General

a todo el pueblo, las gotas de plata le empezaban a caer en todo el cuerpo y la absorbieron hacia el cielo. La gente se quedó sin palabras. La niña cada noche aparecía sentada en la Luna tomando estrellas y lanzándolas, así se convertían en estrellas fugaces. Desde ese día, la niña habla con la Luna y su voz se escucha en el viento y su risa se dibuja desde el cielo.

Consejo Editorial: Jael Alvarado Jáquez / Arte, lecturas y otras aventuras Verónica Santoyo García / Buzón azul Mariana Saldivar Frausto / Nehua y la salud Saúl Antonio Villalpando Dávila / Cine


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LOS INSTRUMENTOS MUSICALES Los instrumentos musicales se inventaron para hacer música, para sacar toda la música que uno lleva dentro, la misma que sale cuando uno silba o canta. Los instrumentos musicales producen sonidos que nos gustan y nos pertenecen: el hombre los ideó y no paró hasta conseguir ese sonido que deseaba escuchar. En los instrumentos más conocidos, los sonidos se consiguen de estas formas: Golpeando Soplando Estirando, soltando, frotando o golpeando una cuerda. “¡Bom! ¡Bom! ¡Bom!” Escuchen el tambor, el bombo o el timbal, cada cual con su voz particular. “Chacachacachaca”, oigan las maracas. El tambor y compañía suenan porque golpeamos el parche o membrana con una maza. Las maracas suenan porque, al agitarlas, las semillas que guardan chocan contra las paredes que los contienen. En los dos casos se obtiene el sonido por medio de golpes. Golpear y percutir significan lo mismo. Por eso se dice que los instrumentos como éstos son de percusión.

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HAGAMOS UN INSTRUMENTO MUSICAL DE PERCUSIÓN Se necesitan de siete a diez vasos o botellas vacías. Cada uno se llena de agua a alturas distintas. Después se ordenan, de acuerdo con la cantidad de agua de cada recipiente, de mayor a menor. Al tocarlos con un palito, cada uno dejará oír un sonido diferente. Ya tenemos nuestra propia colección de sonidos. Ahora, a hacer música.

Artículo tomado de El Quiller de los niños. Número 3. Editorial Cumbres. México. 1970.

Ilustración: Jonatan Aarón Piña García


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ANAHÍ JIMENEZ / 6 AÑOS / ZACATECAS

MANUEL DE LUNA / 7 AÑOS / ZACATECAS

EMILIANO GALLEGOS DE LIRA / 10 AÑOS

JUAN ANTONIO RÍOS / 8 AÑOS / ZACATECAS

MIGUEL ÁNGEL TORRES / 7 AÑOS / ZACATECAS

TIRSA VARGAZ / 6 AÑOS / ZACATECAS

NOÉ PEREA GONZÁLEZ / ZACATECAS

SEBASTIAN RUÍZ / 7 AÑOS

VALENTINA VARGAZ

ÁNGEL BENJAMIN LÓPEZ / 8 AÑOS / ESC. FCO VILLA


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Nieve de garrafa La historia de los helados es bien pero bien antigua. Dicen que fueron inventados en China. Entonces, el helado llegó a Europa gracias a Marco Polo, un navegante que vivió hace muchos años; a él le gustaban mucho los helados. También se dice que los romanos preparaban helados con miel y frutas y la nieve la traían de las montañas.

En México, desde la época de la Colonia se hacían helados con nieve traída del volcán Popocatépetl.

En Zacatecas existe un tipo de helado muy tradicional; se llama helado relleno: se prepara en unos tubitos de metal y se parece a un cohete pequeño, sus sabores son de membrillo y guayaba.

La nieve de Don Ramón, muy conocida en Zacatecas, se llama El Nilo. La familia de Don Ramiro González Núñez, desde 1940, prepara la nieve de garrafa, que vende el helado relleno; también, nieve de vainilla, fresa, nuez y chocolate.

Por último te invitamos a que te comas un helado recordando la historia que te hemos contado. ¡Hasta pronto!

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ENSÉÑAME UN CUENTO: Acercamiento de los niños sordos al español escrito Entrevista con Cita Arzani y Alberto Lomnitz A pesar de que la población de sordos en el mundo

es significativa (alrededor de 1%, según algunos estudios), la opinión pública conoce muy poco acerca de ella, su cultura, sus lenguas y problemas. Esto ha contribuido a perpetuar la marginación en la que viven los sordos, tanto en México como en muchos otros países. La siguiente entrevista pasa revista a algunos de estos problemas. Se aborda específicamente la importancia de la enseñanza del español escrito como segunda lengua para personas cuya primera lengua es la Lengua de Señas Mexicana (diferente de la colombiana, española o argentina, por ejemplo). La entrevista se realiza en el marco del lanzamiento de la colección de videos “Enséñame un cuento”, coproducida por EnSEÑAme A. C. y el Fondo de Cultura Económica. En esta selección se han traducido a Lengua de Señas Mexicana cuatro cuentos: “Julieta y su caja de colores” (Carlos Pellicer López), “El sapo que no quería comer” (Martha Sastrías y Francisco Nava Bouchaín), “Cosas que pasan” y “Regalo sorpresa” (ambas de Isol). En la plática participa Cita Arzani, directora de EnSEÑAme A. C., una asociación no lucrativa que apoya la difusión de la Lengua de Señas Mexicana. Está dedicada a la realización de esfuerzos que den inicio al acercamiento entre la cultura del sordo y la del oyente, con el fin último de beneficiar a la comunidad de sordos. Participa también Alberto Lommitz, director de Señas y Verbo, la primera compañía de teatro profesional integrada por actores sordos y oyentes que combinan en escena la Lengua de Señas Mexicana con el español hablado. Guadalupe: Cita, ¿Cuál es el principal problema que enfrentan los sordos? Cita: Que no son reconocidos ni respetados como tales. Tradicionalmente, se les enseña a hablar para que traten de ser “normales” y se les instruye en una lengua que no es la suya: el español oral. Como no tienen acceso a esta lengua, no entienden nada. Así comienza un círculo vicioso: puesto que los niños sordos no entienden, y además son obligados a aprender el español en su forma escrita, su nivel educativo resulta muy bajo. Por eso el analfabetismo entre la comunidad sorda es altísimo: si leen y escriben lo hacen con grandes dificultades, lo cual les impide obtener un empleo y mejorar su calidad de vida. Guadalupe: ¿Qué es lo que ustedes hacen para solucionar este problema? Cita: Hemos comprobado que los intentos por convertir al español oral en la primera lengua de los niños sordos fracasan rotundamente, porque el español es fonético y ellos no pueden hacer esa relación. Como resultado, muchos niños son alingües. Entonces nosotros les enseñamos lenguas de señas. Y no sólo a los sordos, también a oyentes de todas las edades. Además, impartimos cursos en escuelas y capacitamos a adultos sordos para convertirlos en maestros. Guadalupe: ¿Y una vez que han aprendido la lengua de señas? Cita: Con una buena base lingüística en señas, los sordos aprenden la lectoescritura del español. Por lo general se piensa que los sordos son discapacitados. Esto es falso. Lo que pasa es que, a diferencia del ciego –que sabe español como primera lengua– el sordo debe adquirir el español escrito como una se-

gunda lengua. Este problema se comprende con más facilidad si recordamos lo que sucede con la educación indígena, donde se reconoce el español como segunda lengua, pero la de instrucción es la lengua natal. El mismo modelo es el que debe emplearse para los sordos. Guadalupe: ¿Existe resistencia por parte de los sordos hacia esta segunda lengua, dado que ellos ya se entienden usando lengua de señas? Es decir, ¿para qué aprender español? Cita: No tanto de los sordos hacia la segunda lengua –a fin de cuentas, están conscientes de que deben manejar el español para obtener un empleo– sino de los demás hacia los sordos. Existen muchos prejuicios. Por ejemplo: no todos los países del mundo reconocen la lengua de señas constitucionalmente. ¡En ciertas partes de México está incluso prohibida! Alberto: Son los mismos prejuicios contra todo lo que es distinto. En este caso es más difícil porque los sordos generalmente no vienen de padres sordos. Es como los zurdos: cuando nacen dentro de una familia de diestros, los padres no siempre los entienden ni los pueden defender. Así, la primera resistencia viene de los padres. Hay un libro que escribió una madre de una niña sorda, Life after deaf. Al final, la madre llega a la educación bilingüe, pero en el prólogo dice: “Imagínate que nace niña perfecta, que lo único que tiene es que va hablar marciano o chino”. Esto es muy difícil, pues los padres queremos que nuestros hijos sean como nosotros. Cita: En México, los doctores obligan a los padres a forzar a sus hijos sordos a usar aparatos, a no hacer

señas, a oralizar. Les meten miedo a los papás y ellos se dejan llevar por la opinión del “experto”. Alberto: Les dicen a los papás que si le hablan al niño, si no usan señas para comunicarse con él, si articulan bien y lo meten a terapia, va a crecer leyendo libros y hablando normalmente. Este sueño se va diluyendo después de unos años. Cuando resulta que no es tan fácil y los papás comienzan a desanimarse, entonces empieza el reforzamiento (por parte de los doctores) de “mira, va muy bien”. Así los papás van bajando las expectativas, al grado en que dicen “¡qué gran logro!” cuando el niño de ocho o nueve años medio habla 50 palabras. Cita: El asunto está en que todos confunden los conceptos de lenguaje, comunicación y habla. Que el niño articule palabras no quiere decir que está comunicándose, ni que está convirtiéndose en oyente, ni que entiende las 50 palabras que puede decir. Existe un periodo crítico de adquisición de lenguaje, pero después de ese período uno deja de hablar de adquisición y empieza a hablar de aprendizaje. A veces los padres se dan cuenta de que el niño no va a poder oralizar cuando cumple 9 o 10 años, y entonces intenta otro camino, pero ya no es el mismo proceso. Esos niños sí aprenden las señas, pero nunca van a adquirir la competencia lingüística de un usuario que usa señas desde que nació. Además influye la dinámica familiar, que para esas alturas es de mucha frustración. Guadalupe: Los oyentes tendemos a pensar en la lengua de señas como un instrumento limitado. ¿Esto es cierto? ¿Cuáles son sus limitaciones? Cita: En cuanto a contenido no hay. Puede enseñarse

Artículo tomado de Espacios para la lectura. Órgano de la red de animación a la lectura del Fondo de Cultura Económica. Año VII, número 567, 2002.

todo con ella, solo pasa que no tiene expresión escrita. Los aspectos que limitan el aprendizaje de los sordos no son inherentes a la lengua de señas, sino externos: por ejemplo, la edad en que los papás admiten al fin que sus hijos son sordos. Guadalupe: ¿Desde hace cuánto existe el interés por la educación bilingüe para sordos, al menos en México? Alberto: Un sordo francés, Eduard Huet, fundó la Escuela Nacional de Sordomudos en México, bajo un decreto presidencial de Benito Juárez. Éste fue un centro importante de desarrollo de la lengua de señas mexicana, pero se cerró en la década de los sesentas bajo la bandera del oralismo. Se decía que la lengua de señas estaba aislando a los sordos, que se casaban entre sí, etcétera. ¡Hasta se llegó a prohibir el matrimonio entre sordos! De hecho, los sordos y oyentes que estamos trabajando hacia el bilingüismo no descubrimos el hilo negro: estamos retomando el inicio de la cultura de sordos. Quienes establecieron la Escuela Nacional de Sordos eran maestros sordos; quienes lograron que se cerrara fueron básicamente médicos. Todo esto tiene que ver con la concepción misma de la sordera. Para los médicos es un problema de salud que se tiene que curar. El sordo no se concibe así: quiere ser reconocido y aceptado como lo que es. Si uno le sugiere a un sordo adulto que podría ser “curado”, se molesta muchísimo, no quiere saber nada de eso. Guadalupe: Claro, porque su sordera tiene que ver con su cultura, su emotividad, su forma de ver el mundo. Cita: Pero esto no quiere decir que un sordo no pueda o no deba aprender un lenguaje oral como segunda lengua. Hay quien ve dos corrientes contrapuestas en la educación del sordo: la oral contra la manual. Yo no veo por qué tiene que ser así. Alberto: Ahí se ve otro de los prejuicios que hablábamos: el lenguaje de señas está vista como una lengua inferior que les da a los sordos acceso a una emotividad y comunicación rudimentaria, pero que les estorba para adquirir la lengua “buena”: el español. Se dice que como hacer señas “es más fácil”, se van por allá y no se van a esforzar. Todos sabemos que es al revés: mientras más lenguas sepas, más fácil es adquirir las siguientes. En la educación del sordo es obvio que es así: tanto a nivel empírico como en todos los estudios que se han hecho. Es notorio cómo los sordos con una buena base de lengua de señas adquieren mucho más rápido el español. Cita: Y no nada más el español, sino todo lo demás. Cuando un niño va a una escuela oral, pero no a desarrollar conocimientos de historia, tiempo, resolución de conflictos, ciencias, etc. Algunos creen que si las señas se modifican y se usa la estructura gramatical del español, los sordos van a tener más acceso al lenguaje oral, pero eso no es cierto. Alberto: es difícil aprender mediante la estructura gramatical de otra lengua. Los oyentes tratan de imponer a veces la sintaxis del español, signando cosas como “yo-voy-a-la-casa” [Alberto hace gestos para formar la frase]. Eso no es lengua de señas, no puedes traducirlo así. Si haces español signado, un sordo no te entiende nada. Esos intentos vienen de no reconocer la lengua de señas como una lengua que tiene su propia sintaxis, y de pensar que el español es superior.


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Hola a todas y todos los que nuevamente nos acompañan a recorrer un poco de este enorme mundo del cine y sus curiosidades. Como en las últimas ocasiones, les contaré sobre una parte de la producción sin la que las historias no serían lo mismo, ni nos transmitirían muchas de las emociones, ni los personajes sería tales: me refiero al diseño de vestuario. Desde la creación del cine se han caracterizado a los personajes, una parte vital para poder crear la imagen que se busca proyectar. Ya desde las películas mudas se veía cómo los personajes exageraban algunos atributos para hacerlos notar. Por ejemplo, George Méliès

“disfrazaba” a sus actores con botargas para que parecieran animales, o con pelucas y ropa ostentosa cuando quería que los personajes parecieran de la realeza o estratos sociales altos. Recordemos a uno de los personajes más icónicos de todos los tiempos, Charlot, el personaje que inmortalizara a Charlie Chaplin, al representar un vagabundo de buen corazón, que se identifica fácilmente por su sombrero de bombín y su bastón. Con el paso del tiempo, el diseño de vestuario ha evolucionado, adaptándose a las necesidades del cine. Así, en 1948 se integró la categoría de diseño de vestuario en la entrega de los premios Óscar: uno para vestuarios de producciones a color y otro para las de blanco y negro. Y es que no es un trabajo cualquiera: los diseñadores de vestuario deben estudiar minuciosamente los guiones, de modo que con el vestuario logren resaltar las cualidades y virtudes del personaje. No podemos imaginar una película épica, como El Señor de los Anillos, o alguna película del viejo oeste, con vestuarios actuales. El vestuario debe transmitir la edad, sexo, posición social, religión, oficio y periodo del tiempo adecuado según la historia que se esté narrando, de tal forma que los encargados no sólo deben de estar al tanto de que los actores tengan la ropa idónea, pues deben estudiar la moda antigua, la moderna, con sus accesorios e implementos. Si pensamos en algún personaje que nos haya marcado, de seguro recordaremos su rostro y su aspecto, su ropa y probablemente algún accesorio, lo cual no es casualidad: es el tra-

Música genérica A lo largo de los últimos años, la música que más se escucha en México no ha cambiado ni un poco; ello quizá se debe a la pobreza cultural que embarga a nuestro país. Según el sitio Spotify, en lo que va de 2017, los artistas en auge en México son: J Balvin, Maluma, Ozuna, Nacho, Romeo Santos, Nicky Jam, Luis Fonsi, Maite Perroni, Reykon y Daddy Yankee Como era de esperarse, las tendencias no han cambiado ni un poco. Lo más preocupante, para mí, es lo que proyectan las letras de las canciones de los artistas mencionados, que en su mayoría es obscenidad absoluta con cierto grado de misoginia. Considero importante considerar distintos tipos de música que puedan abrir más horizontes.

bajo del diseño de vestuario que logró recrear ese personaje y que nos quedara en la mente. Mientras piensan en qué vestuarios se han quedado en su memoria me despido, esper-

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ando que nos acompañen el siguiente mes, no sin antes mandarles un gran saludo y recordarles que no vean tanta tele, mejor disfruten del cine. ¡Hasta la próxima!


8 Tacoaleche ¡Qué tal, amigos de Marcelito! En este número hemos recibido la historia de Lorena Rodríguez, una maestra de pintura que ha trabajado con niños en la Casa de la Cultura Municipal y ha participado en muchísimos eventos culturales en Zacatecas. Lorena también ha coordinado y dirigido la revista post pop y el colectivo Mucho mucho. Su historia se ha inspirado en un trabajo de Marcelo, uno de nuestros primeros estudiantes de la EPA en la comunidad de Tacoaleche.

Hola, yo soy Samuel. Vivo en un lugar lleno de colores; la tierra es colorada como plumas de gallo; el cielo es azul intenso; las calles son de piedra y las casas... Tengo un amigo en mi pueblo. Es un niño que cuida las vacas y los toros de su papá. Muchas veces, sentados en el campo, nos ponemos a adivinar las formas de las nubes: vemos caras con bigotes y señoras con copetes; nos encanta ver las nubes sonrientes paseando de lado a lado, con el viento de chofer. En estos días, en el campo pasa de todo; por ejemplo, los toros, que son animales muy listos, se dan cuenta cuando las nubes nos entretienen y, sigilosos, hacen planes de escape. Una vez, vi a un señor toro que volteaba de vez en cuando para ver si ya habíamos visto que estaba alejándose poco a poco entre los mezquites. Empecé a revolotear rápidamente alrededor de Samuel para avisarle, pero él pensó que estaba jugando y cuando se dio cuenta el señor toro ya había avanzado en su plan y llevaba a las señoras vacas de paseo al pueblo. ¡Sí! ahí iban las señoras vacas, queriendo comprarse un sombrero con flores o una agua fresca de la calle de la iglesia. “¡Ándale, Samuel, vámonos, ya van casi cruzando el puente de la presa!”, me gritó el niño mientras corría con cara de chivo asustado. Lo seguí volándole a toda velocidad entre ramas y hojas; bajamos el cerro, pasamos el puente y la presa. No fuimos lo suficientemente rápidos, pues cuando llegamos a la calle empedrada ya estaba el señor toro buscando el tianguis, y las señoras vacas siguiéndolo. Lo bueno es que aún era temprano, la Luna terca seguía en el cielo esperando a que el Sol la empujara atrás de un cerro. No había niños ni mamás en las calles. Lo que sí había era un papá enojado con el toro travieso que andaba paseando. El señor toro, que reconocía bien el gran bigote y sombrero de su patrón, rápidamente obedeció y empezó a caminar hacia el puente de la presa, con todas las señoras vacas detrás de él. Aquí una pintura que hicimos el niño y yo de aquel día cuando los dos “fuimos volando” a salvar al pueblo del señor toro y su banda de ganado turista.

Arte, lecturas y otras aventuras

Colores, transparencia y movimiento Siempre nos da gusto cuando los mexicanos triunfan alrededor del mundo. En esta ocasión, nos sentimos felices de que la artista e ilustradora mexicana Amanda Mijangos haya resultado ganadora de la octava edición del Premio Iberoamérica Ilustra, un certamen que tiene como objetivo la conformación de un catálogo de los mejores ilustradores de 19 países iberoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala,

Honduras, México, Nicaragua, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En esta edición del certamen concursaron 673 ilustradores y el jurado determinó que Amanda era la mejor, debido a la frescura de su obra, la sensación de sorpresa y de vitalidad, así como su acertado manejo del color. Amanda ha ilustrado numerosos libros y revistas, incluyendo algunas publicaciones para niños como Yo te pego, tú me

pegas de Antonio Ramos Revillas, y Así era Tulum y Así era Monte Albán de Ave Barrera. Las ilustraciones de Amanda están llenas de líneas rítmicas y colores transparentes, que conforman mundos increíbles. Puedes leer uno de sus libros animados en esta dirección: <http://www.erre.gob. mx/cuentos/4/El+Sol+y+la+Luna> También puedes conocer parte de su trabajo en su sitio web: <www.amandamijangos.com/>


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