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Washington D.C

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John Cabot

John Cabot

El JWST será puesto en órbita a 1,5 millones de km de la Tierra, mucho más lejos que el Hubble (a 600 km), y se prevé que funcione 10 años. NASA.

La Estación Espacial Internacional

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El nuevo telescopio explorará todos los campos de la astronomía y todos los periodos de la historia del universo, desde el Big Bang hasta la formación de galaxias y sistemas estelares en la Vía Láctea, que cuenta con otros planetas capaces de albergar vida. Podrá estudiar la atmósfera de los exoplanetas situados fuera de nuestro sistema solar, “algo que era todavía impensable hace 10 años”, según Charles de la NASA. También será el mayor telescopio desplegado en el espacio, con un espejo principal de un diámetro total de 6.5 metros, casi tres veces mayor que el del Hubble.

Una parada en el espacio

Para contribuir al desarrollo científico mundial y a la cooperación internacional, los Estados Unidos propusieron a los países desarrollados constituir una “base” internacional, para establecer una estación espacial. La primera Estación Espacial Internacional se creó por un consorcio formado por los Estados Unidos, Rusia, Canadá. y Japón. Los objetivos de la construcción y operación de la ISS son: • Encontrar soluciones a problemas cruciales en medicina, ecología y otras áreas de las ciencias. • Determinar datos para el desarrollo del comercio y las empresas cuya actividad guarde relación con el espacio. • Promover la educación de ciencia y tecnología relacionada con el espacio en todos los niveles. • Fomentar la paz mundial a través de la cooperación internacional en el espacio. La ISS es hoy una realidad después de más de 45 misiones de la lanzadera espacial (Space Shuttle) y los cohetes rusos Soyuz, Zenit y Proton, así como las naves Soyuz y Progress. Son casi 500 toneladas en órbita de estructuras, equipo y provisiones. Se han necesitado más de cinco años de “viajes” espaciales para realizar el ensamble de la estación. La ISS cuenta con una gran plataforma, donde hay laboratorios, áreas de vivienda, agua y sistemas de energía. Las naves que proveen de personal, provisiones, comida y agua atracan en los distintos muelles de la estación. La plataforma gira alrededor del planeta a una velocidad de más de 28 mil km/h, completando una órbita cada 90 minutos.

El transbordador, avión estadounidense en el espacio

El transbordador espacial se puede considerar como un gran aporte estadounidense a la conquista del espacio. Estas naves están compuesta por el “Orbiter”, elemento parecido a un avión, montado sobre una reserva externa enmarcada en dos cohetes de apoyo. Despegaba con sus motores, apoyado por cohetes que se separaban dos minutos después del despegue. Para regresar, tras el ingreso en la atmósfera terrestre, planeaba antes de aterrizar. Estados Unidos inauguró las misiones de transbordadores en abril de 1981 y la agencia espacial NASA llegó a tener una flotilla de cinco de estas naves que partían montadas en cohetes y retornaban a la Tierra como planeadores. De los cinco transbordadores, dos tuvieron un final trágico. El Challenger, explotó en 1986 a los pocos minutos de su partida y causó la muerte de sus siete astronautas, y el Columbia, que estalló en febrero del 2003 cuando retornaba a la Tierra y causó igualmente la muerte de sus siete tripulantes. Los transbordadores ayudaron a construir la Estación Espacial Internacional (ISS); también pusieron en orbita satélites de diversos tipos, y ayudaron en las reparaciones de estos. Se destaca su papel en la colocación orbital del Hubble y los trabajos de reparación. La paralización de los vuelos de transbordadores estadounidense y la retirada de los mismos del servicio ocurrió en 2011. La NASA dio a conocer la nave que reemplazará a los transbordadores: el Vehículo de Traslado Multi Propósito (Multi-Purpose Crew Vehicle) o MPCV, por su sigla en

Telescopio espacial Hubble

inglés, que fue presentado el 24 de mayo de 2011 en la sede de la NASA por el administrador de la agencia, Charles Bolden. La nave, de 21 toneladas, representa una vuelta a los orígenes de la agencia y su exitoso proyecto Apollo aunque en una versión mejorada. La nave tendrá una capacidad para llevar cuatro pasajeros en lugar de seis, como estaba originalmente estipulado (y la mitad de los ocho que soportan los actuales transbordadores). La NASA dice que el MPCV es 10 veces más seguro que las actuales naves, gracias a la implementación de dos sistemas: el primero va sobre la cápsula y se llama “Launch Abort System”, que permite en un par de millonésimas de segundo tomar el control de la nave y desviarla en caso de una emergencia en el lanzamiento, disipando, además, el calor y los efectos de la atmósfera. El segundo es el “Service Module”, que contiene agua, oxígeno, alimento y cargas científicas que acompaña al vehículo antes de volver a entrar a la Tierra. La cápsula también está capacitada para llegar más allá de la órbita baja de la Tierra, el límite que tenía el transbordador, permitiendo la instalación de objetos en el espacio profundo. Pero quizás el factor más relevante en su desarrollo es cuestión de precio. Se estima que cada lanzamiento de transbordadores tiene un costo de unos 450 millones de dólares, sin considerar eventuales reparaciones. Los lanzamientos con cohete son mucho más económicos. De hecho, la agencia estadounidense recurrirá a los cohetes rusos hasta el 2015 para enviar a sus astronautas, cuyo precio de vuelo varía entre los 50 y 60 millones de dólares por asiento. El vehículo junto a los cohetes privados serán los pilares de la agencia hasta el 2016, cuando un nuevo cohete (encargado de lanzar la nave al espacio) y el MPCV estén listos para volver al espacio, recordando los viejos viajes de la misión Apollo y llegando a la Tierra en el océano, y no en una pista de aterrizaje. Hasta que el sustituto de los transbordadores no esté listo, las naves rusas Soyuz serán los únicos vehículos capaces de llegar a la ISS con astronautas. Ante las críticas levantadas, el presidente Obama manifestó en un intento de calmar los ánimos “Nadie está, más

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