INTRODUCCIÓN
Hay en la Iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espiritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos
(1 Corintios 12:4-6)
En las dos últimas reuniones de obispos de la Comunión Anglicana, se ha vuelto la mirada hacia los laicos, como parte del pueblo de Dios y colaboradores en la obra redentora de Cristo a través de la Iglesia. Cada laico, de acuerdo con su vocación, tiene un puesto en la misión de la Iglesia, en corresponsabilidad con el clérigo encargado de la feligresía. La Iglesia Episcopal, y fundamentalmente en esta diócesis, reconoce el aporte de los laicos en la pastoral que año tras año realiza en todo Puerto Rico. De esta forma, los laicos episcopales contribuyen al crecimiento y fortalecimiento de su comunidad de fe y al fortalecimiento de la diócesis.
A los laicos, debido a su estilo de vida y misión dentro de la Iglesia, les corresponden en particular ciertas acciones que han de ser consideradas con mucha atención a causa de las particulares realidades de nuestra época y las de la Iglesia.
Ellos, con su compromiso, contribuyen abundantemente al bien de la Iglesia y de esta forma realizan la vocación a la cual han sido llamados.
Unidos a Cristo, que es el camino, la verdad y la vida1, crecen en caridad, amor y perdón, uniéndose al mismo Jesús, que es la cabeza de la Iglesia, la vid verdadera, de la que nosotros somos los sarmientos2. A través de esta unión, el laico obtiene la fuerza necesaria para ser fermento en el mundo que lo rodea, crece en la fe, la caridad y el amor3, dando testimonio de su vida cristiana.
SIGNIFICADO DE LA PALABRA “LAICO
es decir, aquel creyente que no es un clérigo. El conjunto de los laicos de la Iglesia se conoce como laicado. que se han incorporado a la Iglesia a través del bautismo y, por tanto, forman parte del cuerpo de Cristo, participando a su manera de las funciones sacerdotal, profética y real de Cristo. Es justo reconocer que en la Iglesia de los primeros siglos, lizadoras. Justino Mártir, por ejemplo, abrió en Roma por iniciativa propia una escuela en la que los cristianos bautizados
Orígenes, siendo aún un laico, dirigió la Escuela Catequética en la ciudad de Alejandría. Ciertas reconocidas personas, defensoras de la fe y evangelizadoras de los siglos II y III, eran laicado es una institución tan antigua como la misma Iglesia. Es compromiso y testimonio de los laicos.
PAPEL DEL LAICO EN LA VIDA DE LA IGLESIA
Los laicos tienen su propia vocación a la cual han sido llamados y a través de ella cumplen la función evangelizadora en la sociedad, convirtiéndose, de este modo, en levadura para el Reino de Dios en el mundo, fermento de la masa y luz para las naciones, testigos de la fe que la Iglesia proclama.
Colaborar con la misión de Cristo, de la mano con sus ministros ordenados, es el principal papel del laico en la Comunión Anglicana. Es el mismo Cristo quien quiere continuar su obra redentora con la participación del laicado en la vida de la Iglesia.
De este modo, los asocia tanto a su vida como a su misión, la cual se lleva a cabo en cada feligresía.
conyugal, el trabajo diario en la sociedad, las relaciones en el vecindario, la familia entera, se constituyen en ejemplos de vida que alumbran en la oscuridad y guías en el camino para otras familias.
El papel del laico consiste, entonces, en convertirse en fermento, en levadura para la masa, en signo de la presencia de Dios en ministro ordenado, ni tampoco su opositor o su contrario, sino que su papel es más claro cuanto más se inserta en el mundo y da testimonio de la fe que recibió en el bautismo. Cada laico en su feligresía debe dar el mejor testimonio de compromiso materiales. El tiempo consiste en dedicar parte de su vida a trabajar por el bien y la misión de la Iglesia. Con sus talentos el laico aporta sabiduría y orden a la vida eclesial y con los bienes materiales ayuda para que la comunidad tenga medios con que realizar la misión, mejorar las instituciones y celebrar los sacramentos.
Los episcopales no concebimos una feligresía sin laicos, de igual modo que no imaginamos unos laicos sin su clérigo puesto que ambos se apoyan, trabajan en corresponsabilidad y sirven a la comunidad de fe, planeando y ejecutando juntos toda la pastoral parroquial.
El laico que vive inserto en el mundo y la sociedad debe ayudar a sanear las situaciones que denigran la dignidad humana y que detienen la llegada del Reino de Dios; no debe esperar que los clérigos lo hagan. Dichas situaciones se presentan a diario en el lugar de trabajo, en el vecindario y entre amigos. Es allí donde el laico anuncia un evangelio que conduce a un estilo de vida nuevo y ayuda a la construcción de una nueva humanidad .
Parte de la identidad del laico en la Iglesia consiste en que, al en levadura que fermenta toda la masa . Por tanto, aunque el laico desempeñe funciones importantes en la vida de la Iglesia, seguidor de Jesús que ayuda en el acompañamiento de la comunidad de fe y cuya vida, llevada según el deseo divino, le
De acuerdo con lo que hemos oído de la tradición cristiana, el mismo Jesús no era clérigo, sino un laico que tomó conciencia de su misión en el mundo y que, en su bautismo, evidenció su .
La particularidad entre un ministro ordenado y un laico consiste en que este último se ocupa fundamentalmente de los asuntos seculares, mientras que el primero se ocupa de asuntos sagrados. Dicho lo cual, el trabajo en corresponsabilidad es en conjunto, es decir, en comunicación continua y constante. Ambos son responsables en la comunidad; sin embargo, el clérigo es el primer responsable, a él le corresponde asumir
Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado
ante Dios por la marcha de la feligresía.
En nuestra tradición, y de acuerdo con el Libro de Oración Común, el laicado es considerado como una orden, cuya vocación es genuina y por tanto colabora con los obispos, sacerdotes y diáconos en la vida y desarrollo de la Iglesia. Es por lo que su ministerio consiste en representar a Cristo y su Iglesia; dar testimonio de él dondequiera que esté, según los dones que hayan recibido, efectuar la obra reconciliadora de Cristo en el mundo y ocupar el lugar en la vida, el culto y gobierno de la Iglesia.7
Los obispos anglicanos reunidos en Lambeth (Inglaterra) en julio llamado a ser testigos de Jesucristo, orando para que, a través de su testimonio, al menos una persona más cada año pueda abrazar la fe y crecer como discípulo8”.
EL LAICO EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
tanto a sus discípulos como a quienes los seguían, y los invita a trabajar en la viña, nos encontramos con muchos elementos las nueve de la mañana, y vio a otros que estaban en la plaza viñedo, y les daré lo que sea justo.” Y ellos fueron”.
Dios, el dueño de la viña, invita desde la primera hora del día a sus discípulos y seguidores a trabajar en su viña. De esta manera, todos somos invitados a esta tan importante tarea en la misión evangelizadora. Es todo el pueblo de Dios quien ha de encargarse de participar de la obra que el Creador hace en el mundo. Los discípulos y seguidores de Jesús eran laicos, gente
que encontraron en el Mesías la respuesta a sus inquietudes vitales. El mismo Jesús era un laico convencido de la obra de Dios en el mundo y la llegada del Reino. Esos discípulos que Jesús asoció a su misión, hoy somos cada uno de nosotros, bautizados y por tanto pertenecientes a la Iglesia, que nos hacemos cargo de la misión de Cristo Redentor.
El apóstol Pablo, en la Epístola a los Romanos, recuerda a la comunidad que de la misma manera que el cuerpo humano tiene muchos miembros, pero es uno solo, de esta misma forma se presenta la Iglesia, pues en ella somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros ».
En nuestros días, la Comunión Anglicana y la Iglesia Episcopal han madurado más sobre su concepción del laico y el puesto que ocupa en la vida y en el desarrollo de la misión de la Iglesia.
En los Llamados de Lambeth 2022 se nos invita a todos a participar del desarrollo y la vida de la Iglesia, comenzando por las cinco marcas de la misión. posean una común dignidad procedente de su vida nueva en Cristo. Una común gracia que los hace a todos hijos e hijas de un indivisa caridad. Por lo tanto, no hay en Cristo ni en la Iglesia desigualdad alguna por razones étnicas o de nacionalidad, de 10».
Es por ello que la inclusión en nuestra Iglesia tiene que ser entendida como una acción de la misericordia de Dios que invita los laicos están llamados a ser testigos del amor de Cristo que
EL LAICO EN LA COMUNIÓN ANGLICANA
Durante los meses de julio y agosto de 2022 más de 10,000 obispos reunidos en la ciudad de Lambeth (Inglaterra), guiados escuchar y dar testimonio juntos”. De mucho trabajo durante ese tiempo sacaron conclusiones a las que dieron el nombre de cuales toda la Comunión Anglicana desea enfocar la misión en
1. Llamado sobre el discipulado
2. Llamado sobre el medio ambiente y el desarrollo sostenible
3. Llamado a la identidad anglicana
Llamado sobre la Iglesia segura
Llamado sobre la ciencia y religión
Llamado sobre la dignidad humana
7. Llamado sobre la unidad cristiana
8. Llamado sobre la misión y evangelización
Llamados sobre las relaciones interreligiosas
10. Llamado sobre la reconciliación
laico en la misión de la Iglesia y su importante papel en el
a. El laico ha de ser, ante todo, un discípulo del Maestro que es Jesús de Nazaret
b. El laico está llamado, por su propia vocación, a hacer discípulos, es decir, a la misión, para que otras personas participen de la comunidad de fe a la cual
propia iniciativa de ir a hacer discípulos en el mundo de Dios.
El laico, a la vez que se hace discípulo, es promotor de discípulos. Es decir, conoce a Cristo, lo ama, lo vive y luego lo anuncia a quienes aún no lo conocen o no viven como cristianos. Es la laico es un discípulo y todo discípulo es un misionero allí donde se encuentre o ejerza su servicio en la sociedad.
de Jesús, a quien debe conocer, amar y seguir, al igual que lo hará cualquier clérigo de esta comunión. Ello implica que el participar activamente de toda la vida de la Iglesia, practicar los enfermos, ordenación, matrimonio y reconciliación)11.
Cuando decimos que el laico debe hacer discípulos nos referimos a que, por su bautismo, se convierte en un misionero, alguien que anuncia a un Cristo vivo en medio de un mundo en el cual se desarrolla como profesional. Dicho de otra manera, el laico es un misionero en el lugar donde trabaja, en la calle con la gente, en el vecindario. En su hogar se convierte en ejemplo para quienes lo rodean.
En mi condición de obispo de esta diócesis, invito a todos los laicos Comunión Anglicana está comprometida con este llamado. No acojan el llamado a ser testigos de Jesucristo, orando para que, a través de su testimonio, al menos una persona más cada año pueda abrazar la fe y crecer como discípulo12 .
Apreciados hermanos laicos, les invito a que asuman su papel protagónico en el cumplimiento de la misión de la Iglesia de acuerdo con esta digna vocación, en corresponsabilidad con sus
DIVERSIDAD DE MINISTERIOS, DONES Y CARISMAS
La Iglesia tiene una diversidad de ministerios que responden a los carismas y dones recibidos de Dios a través del Espíritu
aunque de manera diferente, uniéndose así al ministerio del mismo Cristo y el anuncio de la salvación allí donde no hemos llegado y haciendo lo que nunca hemos hecho. No en vano el apóstol Pablo, al escribir su Primera Epístola a los Corintios, en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego personas que hacen milagros, y otras que curan enfermos, o que ayudan, o que dirigen, o que hablan en lenguas. No todos son apóstoles, ni todos son profetas. No todos son maestros, ni todos hacen milagros, ni todos tienen poder para curar interpretarlas. Ustedes deben ambicionar los mejores dones.”13 comunidad de fe, no todos podemos ser clérigos, sino que el llamado del Maestro Jesús, constituye a algunos ministros ordenados y a otros les concede la vocación de ser laicos.
Dios desde la creación del mundo, en lo que al ser humano se de acuerdo con aquellos dones y talentos recibidos. Por eso, desde Adán hasta Juan el autor del Apocalipsis, cada personaje bíblico realiza un ministerio según sus dones y carismas, algo hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. mismo. , pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. Pero la manifestación del Espíritu le es
dada a cada uno para provecho. A uno el Espíritu le da palabra de sabiduría; a otro, el mismo Espíritu le da palabra de ciencia; a otro, el mismo Espíritu le da fe; y a otro, dones de sanidades; a otro más, el don de hacer milagros; a otro, el don de profecía; a otro, el don de discernir los espíritus; a otro, el don de diversos géneros de lenguas; y a otro, el don de interpretar lenguas; pero todo esto lo hace uno y el mismo Espíritu, que reparte a cada uno en particular, según su voluntad ”.
Cada laico ha de estar atento al don o carisma que Dios ha puesto en su corazón, con el cual fortalece y anima la Iglesia o comunidad de fe cuando lo pone a su servicio y lo hace enterrarlos, sino para ponerlos al servicio de la comunidad en la será duramente reprendido, tal como dice la Palabra . Los talentos, dones y carismas constituyen una gracia dada a cada persona, tal y como el mismo Dios ha dispuesto. La persona no los escoge.
Nuestros cánones generales nos invitan a consolidar y desarrollar los ministerios de todas las personas bautizadas, la Iglesia, para servir a la misión de Cristo en todo momento y en todo lugar, entregándose a la formación cristiana para toda la vida .
En la Iglesia Episcopal los ministerios autorizados para los laicos
Líder pastoral
Líder de culto
Predicador
Ministro eucarístico
Catequista
Evangelista17
Además de estos siete ministerios canónicos, en cada feligresía surgen muchos otros con los cuales los laicos colaboran en la misión de la Iglesia. Nuestra diócesis cuenta con un número que cada laico encuentre su espacio para colaborar en el desarrollo de la comunidad de fe.
El obispo, que es que responsable y principal pastor de la desarrollar y organizar la Iglesia. Dentro de este ambiente misionero y evangelizador, cada laico de esta Diócesis de Puerto Rico es invitado, a través de esta carta pastoral, a discernir el ministerio que pueda o se sienta llamado a asumir durante toda su vida en la feligresía a la cual pertenezca colocando de este modo sus dones al servicio del Reino de Dios. Este llamado se constituye en una vocación de Dios para los laicos, con la cual colaboran en la misión de la diócesis.
Los laicos, por la gracia y bondad divina, tienen como hermano servido, sino a servir18; además, tienen por hermanos a los que, y gobernando con la autoridad de Cristo, apacientan a la familia de Dios, el rebaño sagrado que el divino creador ha puesto en sus manos, de tal manera que en todos se cumpla el mandamiento del amor y de la caridad. consuela lo que soy con ustedes. Para ustedes soy obispo, con gracia; aquél indica un peligro, éste la salvación ».
LA VOCACIÓN DEL LAICO
el llamado a la santidad, o sea, la perfección en la caridad, que es urgente hoy que todos los laicos recuperen el sentido de la santidad como el Dios del cielo lo pide.
clérigo, es un laico, es decir, una persona no ordenada que se compromete, de acuerdo a los dones y carismas recibidos de Dios, con el desarrollo de la comunidad de fe y, por tanto, de la Iglesia.
Los laicos, pues, insertos en el mundo, son los principales obreros de la evangelización; llegan donde nunca se ha llegado, convirtiéndose de esta manera en agentes ordinarios de la misión de la Iglesia. La vocación especial del laico consiste en no separarse del mundo, sino vivir inserto en él, y desde él evangelizar.
APOSTOLADO DEL LAICO
El laico debe ser en el mundo un testigo de la resurrección del medio del mundo, viviendo con alegría.
Es necesario tener en cuenta que la común dignidad bautismal asume en el laico un rol que lo distingue, sin separarlo, del clérigo. Lo distintivo del laico es su carácter secular que le otorga su papel en la Iglesia.
para que asuman su rol dentro de las comunidades en las cuales celebran su fe y participan como miembros. Ello es tan incompleta.
Dado el carácter complementario entre clero y laicado, han de metas y cumplan los objetivos propuestos en la misión que han de cumplir en la feligresía. El laico debe ir adelante en el desarrollo de la sectorización, puesto que él conoce más las realidades del mundo que el clérigo. Está en contacto con el mundo, vive inserto en el mundo, labora en el mundo, esto le da un mayor conocimiento de las realidades humanas y, por lo
De igual modo a los laicos, se les invita a no ser contemplativos o pasivos, sino activos y misioneros participando plenamente en el proyecto misionero de sus comunidades y diócesis. Nunca
EL LAICO EN LA IGLESIA EPISCOPAL
En el Libro de Oración Común se describe al laico, junto a los obispos, presbíteros y diáconos, como un ministro de esta
Iglesia, dar testimonio de él dondequiera que esté, según los dones que haya recibido, efectuar la obra reconciliadora de Cristo en el mundo y ocupar su lugar en la vida, el culto y el gobierno de la Iglesia.20
De lo anterior se desprende que el laico, en la Iglesia Episcopal, participa íntegramente en la misión de la Iglesia de acuerdo con su vocación a la cual ha sido llamado. Por tanto, la que la feligresía crezca, tanto en número como en acciones pastorales y servicio a los demás. En este sentido, el laico puede ser considerado un apóstol que en nombre de su feligresía participa de los ministerios apostólicos, llevando esperanza donde nunca la hemos llevado, alimentando a la gente con el
que cada año se agreguen tres personas a la comunidad de fe.
esto el laico puede ayudar mucho porque sabe dónde viven las personas y conoce sus realidades.
De igual manera, en referencia a lo litúrgico, el ministro laico en
Dirigir el culto público de la matutina, las horas intermedias, vespertina y completas
Imponer cenizas para el camino, con autorización de su sacerdote
Participar de la misión de sectorización en su feligresía
Ministro eucarístico
Predicador laico
El ministerio del laico en la Iglesia Episcopal tiene una triple
Pastoral misionera de la Iglesia, el laico ayuda al clérigo encargado que las metas y planes establecidos se llevan a cabo. Es fundamental que el laico tome conciencia de ello. No puede haber laicos pasivos, sino activos y comprometidos tanto una vocación como un ministerio. En este sentido, el laico encuentra un gran espacio de acción.
Administrativo importantes papeles del laico es la administración de los económicos y otros, pero en corresponsabilidad con el clérigo. Un laico no debe hacer lo que no está autorizado por su clérigo, sino que trabaja en plena comunicación con él.
Litúrgico
liturgia, tanto en su preparación como en su ejecución. En la celebración eucarística dominical y aún en la semanal, el laico debe participar según sea su ministerio para el cual se ha preparado.
El laico no está al margen del servicio y la misión de la Iglesia, sino que es parte importante dentro del marco del desarrollo de la vida y pastoral diocesana. De este modo, insto a todos los laicos a asumir su papel de misioneros dentro de sus feligresías
La Iglesia Episcopal, Diócesis de Puerto Rico, necesita urgentemente el compromiso de cada laico con la misión. Necesita que todos y cada uno contraigan un compromiso, según la fe, de anunciar a Cristo vivo en medio de una sociedad de muerte.
LLAMADOS
Como obispo de esta Diócesis hago un llamado a todos y cada
1. Vivir un compromiso misionero:
muerto y resucitado, para sembrar esperanza en el pueblo de Dios. Este es nuestro deber cuando nos congregamos en feligresías, y que debemos llevar a cabo a diario.
Por el bautismo nos comprometemos, tanto con Jesús y su proyecto, como con la Iglesia (comunidad de fe) y su misión en el mundo. Es por ello que en el bautismo nos preguntan sobre la entrega a Jesucristo
a lo que respondemos positivamente. Ese es nuestro compromiso que debemos vivir durante la vida adulta. En el pacto bautismal, luego de haber proclamado la fe, se nos invita a proclamar las Buenas Nuevas del Reino con la palabra y con el ejemplo21. Por lo tanto, nuestro compromiso misionero y participación en la Iglesia es
2. Crear nuevas formas misioneras:
- Nuevos métodos pastorales. Invito a las feligresías a que la gente la Buena Noticia de una manera más agradable y convincente. El sacerdote ha de reunirse con los laicos para buscar los métodos misioneros a utilizar en su entorno. La junta parroquial o el Comité de la Misión se convierten en el motor del proyecto misionero, viviéndolo en sí mismos y dándolo a conocer a toda la congregación.
- Un nuevo ardor pastoral. El ardor misionero consiste en que, por la fe recibida en el bautismo y alimentada por la palabra de Dios y los sacramentos, todo laico siente ese profundo deseo de colaborar con las metas y labores pastorales de su comunidad. Es un llamado al interior de la persona que lo impulsa a la misión. Dado que cada responder a las necesidades que tiene esa comunidad en particular. Debemos sentir por dentro el amor por la pastoral, por atender la gente, por llegar a ellos. Eso es amor. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos.22
- Nuevas expresiones pastorales. Consiste en las actividades que en corresponsabilidad planean entre los laicos, los ministerios y el sacerdote en conjunto. El objetivo es descubrir juntos qué actividades han de realizar para cumplir los objetivos de la Misión.
- Nuevos métodos pastorales. En donde cada año estamos atentos a la realidad de la gente e inventamos nuevas maneras o formas de llegar a ella. El dinamismo y la tanto el laico como el clérigo debe estar continuamente creando nuevos métodos pastorales o renovando la forma de llegar a la gente. Debemos pensar siempre en una pastoral renovada que responde a las necesidades de nuestra gente.
3. Descubrir nuevos lugares misioneros hacerse en común acuerdo entre la junta o comité de la misión y a partir de allí, elaborar un plan de trabajo.
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El laico ha de descubrir su espiritualidad en la lectura de la Palabra de Dios, en la participación de los sacramentos, en la celebración comunitaria de la fe de cultos y ceremonias religiosas, en el trabajo pastoral cotidiano. El laico ha de tener en cuenta que es laico, no es un pequeño clérigo, porque la vocación laical es dada por Dios mismo. Los Movimientos laicos de hombres, mujeres, jóvenes y Cursillos pueden ayudar a fortalecer el desarrollo de la espiritualidad laical. Les animo a .
unidos por un mismo amor, por un mismo espíritu y por un mismo propósito. No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los de quien está unido a Cristo Jesús”23.
poco que añadir, dado que, en esta Diócesis y desde hace mucho tiempo, todos estamos llamados a trabajar en este mismo espíritu de corresponsabilidad y armonía, por el bien de la comunidad. Por tanto, hago un llamado a todo el pueblo de Dios, a cada feligresía, a cada laico, ministro, diácono y sacerdote, para que elaboremos un proyecto y plan común de crecimiento en donde cada ministerio realice las funciones correspondientes a su orden, cumpla sus responsabilidades y compromisos y de esta forma podamos mantener un proyecto común.
Amados hermanos y hermanas laicos, con esta carta pastoral los estoy invitando y motivando a vivir en plenitud la vocación que como tal desarrollan en la Iglesia. Mi deseo es que sirva de aliciente para asumir junto a sus sacerdotes y diáconos la pastoral en sus feligresias a las cuales pertenecen.
SOMOS UNA IGLESIA DINÁMICA, MISIONERA Y EVANGELIZADORA.
ORACIÓN POR LOS LAICOS
Dios de bondad y misericordia, enséñanos a conocerte más para amarte y servirte según nuestra propia vocación.
Bendice nuestro trabajo y ministerio como laicos. Ayúdanos a trabajar en corresponsabilidad y ser fermentos de tu amor en el mundo.
con la misión diocesana, para que anunciemos las Buenas Nuevas del Reino y hagamos de la sectorización una realidad misionera. a quien sean todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
AMÉN.
les inspire siempre a servir desde el amor. Amén.
+Rvdmo. Rafael L. Morales Maldonado Obispo Diocesano