Soy un lesionado medular... pero volveré a caminar Patxi Salbide, Arantza Kalzada, Martín Berasategui
Dakizuna zabaldu
SOY UN LESIONADO MEDULAR... PERO VOLVERÉ A CAMINAR Patxi Salbide CONVERSACIONES CON ARANTZA KALZADA Y MARTÍN BERASATEGUI
Haran 9
SOY UN LESIONADO MEDULAR... PERO VOLVERÉ A CAMINAR
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1ª. edición: Marzo del 2013
Director de la colección: Antxon Lafont Mendizabal Maquetación: Erein © Arantza Kalzada, Patxi Salbide, Martín Berasategui © Erein. Donostia 2013 ISBN.: 978-84-9746-829-9 D.L.: SS-663/2013 Erein Argitaletxea. Tolosa Etorbidea 107 20018 Donostia T 943 218 300 F 943 218 311 e-mail: erein@erein.com www.erein.com Imprime: Martínez Inprimategia Juan XXIII auzunea, 16. 20730 Azpeitia T 943 815 555 e-mail: martinez@inpri.e.telefonica.net
SOY UN LESIONADO MEDULAR... PERO VOLVERÉ A CAMINAR PATXI SALBIDE ARANTZA KALZADA MARTÍN BERASATEGUI
Haran 9
La colección Haran quiere plantear temas de interés popular tratándolos de manera que fomente “la lectura de una sentada”. Contenidos actuales escritos por autores de reconocido prestigio.
El director de la colección, ANTXON LAFONT MENDIZABAL.
Sumario VOY A CAMINAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
EL LÍMITE LO PONES TU. ARANTZA KALZADA . . . . . CONVERSACIÓN ENTRE ARANTZA KALZADA Y PATXI SABIDE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CONVERSACIÓN ENTRE ARANTZA KALZADA, PATXI SABIDEL Y MARTÍN BERASATEGUI . . . . . . . .
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VOY A CAMINAR
Ama, ¿dónde estás?... Te sigo buscando.
La playa Caminar por la playa, caminar por la orilla, sentir el agua en los pies. Todos los días sueño con esto y cuando duermo también. La lesión medular que padezco me priva de la función de caminar. Tan fácil subir escaleras, bajar, entrar en un establecimiento, mantenerte en pie esperando la cola en el cine, sentir cada poro de tu cuerpo, vivir en plenitud y ser consciente de ello… ¿Somos conscientes de que lo tenemos todo, cuando lo tenemos todo? No tener sino conseguir ser… suena muy bien, pero es tan difícil… Desde el mismo instante de mi último accidente, antes de ser consciente de la gravedad de mis lesiones cuando no podía incorporarme del suelo, visualicé toda mi vida en un segundo. El impacto de la motocicleta que conducía, de frente al automóvil, provocó inevitablemente un vuelo devastador y, probablemente, fue cuando se produjo la fractura luxación de mi columna. Esos instantes, esas centésimas de segundo que pasan entre la perplejidad de pensar… ¿qué diablos hace este auto aquí? y yacer roto en el asfalto, dan para 9
mucho. No da tiempo a ni si quiera pensar en frenar. En cambio recorres tu vida. Mi infancia en la rampa del Muelle (Puerto) donostiarra, el sol, el olor a salitre, el olor a mi madre, tan a gusto me siento… y no sé por qué razón vuelves a la realidad y empieza la “fiesta”. El reglamentario y profesional auto diagnóstico, la gravedad de la situación y cómo al faltarme el aire me hace cometer el error de quitarme el destrozado casco (sin el cual ahora no estaría escribiendo). No me puedo incorporar, justo levanto el cuello, muevo las manos… me digo a mi mismo “tío, te has roto la espalda y el fémur izquierdo”. Me iba apagando, pues internamente también tenía lesiones que hacían que me desangrara. La tranquilidad, la ausencia de dolor, el cerebro está desconectado del cuerpo y entiendo y decido serenamente que hasta aquí he llegado. Las personas me ayudan y profesionales del rescate comienzan a hacer su trabajo en la misma carretera. La Doctora Pagalday (Responsable de la UVI de rescate móvil) me estabiliza y decide no hacerme caso, pues le digo en repetidas ocasiones que por favor me ayude y que no permita que llegue vivo al Hospital de Donostia–San Sebastián. Después de 15 años aprovecho la ocasión y te doy las gracias por tu decisión. 10
El Everest Un gran amigo me dijo “subir al Everest es muy difícil vivir en la cima es imposible”. Pues no es imposible, yo vivía en la cima del Everest y así lo sentía. Bajar en un segundo de 8.848 metros al infierno, la verdad es que no es fácil de digerir y en ello estoy. En una ocasión escuche en una conferencia sobre la capacidad de cambiar de trabajo con rapidez, acostumbrarnos en un mundo frenético a bajarnos de un tren en marcha y pasarnos a otro, nacer en un punto del planeta y acabar en otro después de haber cambiado de residencia varias veces, estar preparados al cambio y a adaptarnos como forma de supervivencia. Pues bien, de vender y probar motocicletas de gran cilindrada he pasado a investigar la forma de mitigar y resolver (sigo soñando) las catastróficas consecuencias de una lesión medular… uf ¿vaya cambio no? Todo lo malo tiene algo de bueno y voy a tener trabajo el resto de mi vida… “qué bien”. Los cambios físicos y psicológicos que se producen tras una lesión medular prefiero no contarlos, son durísimos y requiere mucho tiempo, y lo necesito para dedicarlo a resolver este inmenso desafío. Una lesión medular no solo te hace perder lo que tienes sino que también te hacer perder lo que puedes tener. Mil paseos caminando, mil olas cabalgadas haciendo surf en plenitud, mil kilómetros en moto, mil… 11