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¿Qué es el arte? DOMINGO LIZ
Mi nombre es Domingo Liz. Cuando nací mi padre quiso ponerme su mismo nombre, él era en ese tiempo obrero del cemento, constructor de escalinatas, pisos de granito y balaustres para las galerías y balcones de la ciudad. A los doce años era su ayudante de días feriados, fines de semana y los tiempos libres de la escuela. A los catorce años, atraído por las emociones que me producía ver y hacer dibujos, entre a la escuela Nacional de Bellas Artes. Me gradué a los 17, y luego dos años más con Jaime Colson. Hablando y viéndole pintar y dibujar en largas faenas de trabajo. Hoy a los setenta y tres, soy un pintor que en cincuenta y tres años de actividad, desde mi formación, he realizado solamente cuatro exposiciones individuales. Escultor del Monumento a los Héroes de Constanza Maimón y Estero Hondeo y otras esculturas públicas realizadas en la era de Trujillo, incólumes todavía porque no fueron contaminadas con los símbolos de la era. Productor de tallas en madera que se originaron en la percepción de las estructuras típicas del mundo vegetal que florece en la isla y los animaloides en metal con los que terminé una etapa dedicada a la expresión tridimensional. Dibujante de grafías de lo humano y su hábitat, que vienen a la vida en un proceso formal, luego entre el humor gráfico y la ironía que se desprende del relato de la vida. Diseñador, de mi casa taller enclavada en lo alto de la ladera oriental del rio Ozama que es la obra que más tiempo me ha llevado y que me ha producido muchas satisfacciones. Los espacios abiertos que la rodean me permiten ver el cielo amplio con sus rojos atardeceres sin tener que levantar la vista. Antes era cielo sobre verde, ahora esos rojos de las tardes, salpican con sus reflejos los techos de las casas y más casas aglomeradas, que invierten sus imágenes en las turbias riberas de rio. Cuarenta y dos años de docencia continua en pintura, escultura y dibujo, para producir los recursos de mi subsistencia que me ayudaron a acumular variadas experiencias en comunión con la juventud, redujeron mi tiempo de actividad en el ejercicio de la expresión visual en la mitad, pero tuvieron la virtud de dejarme en libertad para hacer lo que mis determinaciones interiores proyectaban. Hablo y escribo contra la desorientadora pseudo crítica imperante en el medio, a sabiendas de las consecuencias. Transitando las últimas etapas, cargado con la experiencia de mi oficio de pintor y dibujante y de las cosas de la vida, que me permite hablar y dejar de lado, el floreo sinuoso al que estamos acostumbrados cuando se trata de temas tan intangibles como el de la esencia de la creación. Cuando se refiere al contenido de emoción que se desprende del lenguaje visual. Después de todo ese trajinar, dibujando, tratando de ensartar los hilos de las recónditas facetas de mi interior en el telar visual, intentando hacerlo tangible, pintando, tratando de producir el cruzamiento de las dimensiones del pensamiento, de lo intangible de la emoción, con la materia, a una escala de colores y lineamientos perceptibles; tallando y horadando lo sólido en busca de los recodos para construir las masas y los vanos en los que se asiente lo incorpóreo de lo visual, soldando, quemando el hierro para transmutarlo en algo diferente a lo que es como sustancia física; leyendo y buscando el complemento teórico para completar el entendimiento de las cosas. Y me preguntan continuamente. ¿Qué es el arte?. ¿Qué quieres decir?. Y últimamente con ese dejo de modernidad esnobista que se origina entre críticos ignorantes y artistas se habla de la propuesta y me preguntan ¿Cuál es tu propuesta?.
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¿Qué es el arte? Pregunta de todos los días, aparentemente enigmática a la que se recurre para obtener una definición general del significado de la palabra arte. Definición que por necesidad tiene que ser artificiosa y contradictoria por las numerosas facetas en que se desdobla su contenido. Posiblemente por esa condición el término sea uno de los más ambiguos y de menos precisión en su significado. Cada ser pensante lo asimila de manera subjetiva. Cuando se le agrega además un calificativo como el de arte clásico, arte moderno, arte popular, arte fotográfico, etc…, se abre una numerosa y compleja maraña de interpretaciones que hace inaccesible su definición. Cada disciplina de la actividad humana tiene sus “artistas”, artistas de la farándula,
Domingo Liz Colección Carlos Torres
artista del pincel, artista del teatro, el cowboy del cine es un artista, el que dirige cine, el que escribe poemas, el que pinta sobre un grano de arroz es un artista; en fin, el término abarca tantas cosas que se ha convertido en un nombre genérico, sin significado preciso. Y se ha hecho necesario explicar los objetivos de la aplicación del término para referirse a un asunto específico, como el de a qué arte se refiere. Muchos grandes escritores, y otros de menor categoría han tratado de definir el término, vanamente. Cada nueva definición niega o contradice otras definiciones, y eso así, desde los antiguos filósofos griegos hasta nuestros días. La mayoría de los críticos de Arte en sus fantasías literarias, asumen una categorización que depende de sus concepciones de lo que es arte, proponiendo valoraciones contradictorias que sólo podría explicarse por la naturaleza inaccesible del tema y la subjetividad y parcialidad de sus puntos de vista. Es lógico que así sea cuando se propone definir lo indefinible. Muchas personas no acaban de entender que la palabra arte es, como dijimos antes, solamente un nombre y que cuando se trata de señalar una cualidad específica sobre alguna disciplina humana hay que explicar de una manera peculiar y subjetiva las valoraciones a que este término se refiere. Pablo no es el nombre. Hay muchos Pablos pero cada Pablo es distinto a otros Pablos y a otros Pedros. Cada ser acuña su patrón. No es ningún avance decir Pablo es el que tiene pies y tiene manos, o señalar cualquier otro rasgo común a todos los Pablos. Porque el verdadero valor del hombre único, para separarlo realmente viene de su peculiaridad y los valores nuevos que aporta, y en eso no hay patrones. Lo que hay que entender es que cada disciplina para la creación tiene sus canales peculiares
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Domingo Liz Colección Carlos Torres
para la expresión. Son lenguajes que utilizan símbolos con significados propios que no pueden intercambiarse y para asimilarlos hay que tener entrenamiento y sensibilidad para percibir de manera directa las significaciones de esos símbolos en su propio lenguaje, que tienen una característica especial y única, para cada uno de esos lenguajes, que son diferentes al lenguaje de la literatura racional que utilizamos para transmitir conocimientos y transmitir la historia de los acontecimientos. Cuando hablamos de expresión visual o de música y por qué no, hasta de poesía, que en su sentido profundo no es literatura de conocimientos racionales sino mensaje de intuición de emociones. Ocio y lenguaje musical no es lo mismo que Vista y lenguaje visual, ni es lo mismo que poesía. Si nos concentramos en oír no podemos ver y si nos concentramos para ver no podemos oír, es imposible asimismo penetrar en el sentido profundo de lo poético si estamos oyendo o viendo. Cada sentido tiene su percepción peculiar su modo de captar lo que le corresponde y lo que se percibe con uno no puede ser percibido por los otros, para percibir los aconteceres y la realidad de los hechos hay una sumatoria para percibir lo total lo que sólo un ser solamente puede percibir, nadie más. Hay veces que para catar un sabor especial tenemos que cerrar los ojos, sino las interferencias que produce lo visual impedirán la captación de ese sabor especial. De ahí viene el fracaso del crítico de arte visual, que quiere “leer” y transmitir una interpretación conformada por la historia y la literatura y no de una visión directa de la obra de expresión visual basada en su capacidad de percepción de las peculiaridades del lenguaje, despojándose de los prejuicios aprendidos como recetas en una dialéctica teórica, o repitiendo lo que otros críticos de más renombre han establecido como normas. El músico creador no habla de música, y el creador visual lo mismo. Asimismo la tendencia del auténtico poeta no es la de hablar de poesía sino de hacer poesía. Cuando pienso en un creador como Juan Sebastián Bach no pienso que el producto de su hacer es una obra de arte y que el autor es un artista. Bach es un creador de música.
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El término creador lo siento más ajustado que el de artista. A la obra de un creador, sea este del pasado del presente, de renombre o desconocido, prolífico o de pocas obras, o sea la de un niño expresándose en su modo peculiar, no debe dársele el calificativo separador de artista. Ese término deberíamos dejarlo como ha sido establecido por el uso común, para señalar, a los personajes que hacen obra para la comercialización basándose en la imitación y que ocupan la amplia zona ocupada por la numerosa fragmentación de oficios que va desde el hacer común situado en la periferia, hasta el centro, zona ocupada por los que se ocupan de encontrarse a sí mismos aportando obras nuevas que llevan el sello de su creatividad, como lo hacen esos niños libres, cuando no han sido dañados por adultos insensibles, que comunican sus impresiones espontáneamente y sin prejuicios, produciendo el mundo gráfico que recoge el meollo de la percepción y que nos sorprende y deleita a todos.
La historia está plagada de intentos de sesudos personajes que vienen desde los tiempos de Sócrates hasta nuestros días, que han tratado de definir qué es el arte, e interpretar el significado de la obra de arte en general. Todos han ido dando versiones que han sido cuestionadas y la mayoría de ellas en contradicción unas con las otras. Para ponerlo de una manera simple: Arte es lo blanco, dicen unos; arte es lo negro dicen otros. Permaneciendo en nuestros días la misma situación polémica y de contradicciones. Surgiendo a cada paso nuevas interpretaciones. Difícilmente un artista visual, que conozca su oficio y sea además un creador tratará de explicar lo inexplicable, como lo hacen los que no manejan ese lenguaje de manera pragmática. Lo creativo, lo que comunica una emoción o un sentimiento va más allá de la forma, pero es originada por ella. Su significado se desdobla y proviene siempre de la forma misma sin que pueda ser posible una explicación de su contenido en un discurso literario. Por más que el crítico de arte quiera estrujar el término de leer para aplicárselo a la expresión visual, falla en su instinto, la expresión visual se ve, se ve con los ojos no se lee y está de más ese sentido metafórico y esnobista que se le quiere aplicar al verbo leer cuando se trata de percibir la obra visual. A lo más que puede acercarse y hablar de la obra de expresión visual es a su aspecto técnico y a la historia que envuelve y ese no es el meollo del asunto. Volviendo a lo de ¿Qué es arte? ¿Qué quieres decir? ¿Cuál es tu propuesta?. De una cosa estamos bien seguros, sin la menor duda. Sacándola de esos predios ambiguos que conforma el término arte, la expresión visual no es literatura, ni tampoco es lo que teóricos y escritores determinan que debiera ser y mucho menos lo que un pseudo crítico de arte piense. Con un poco de humor o con mucho humor, hasta con sarcasmo si se quiere pero con profundidad, con una profundidad más honda de lo que pudiera percibirse de primera intención, diríamos que arte visual es el que producen los creadores de la expresión visual. Claro está, me refiero al arte de los creadores auténticos. El que se creó antes de que se acuñaran todas esas palabras y frases modernas, y antes de que aparecieran los expertos para valorarlas, y también el que se crea en los tiempos actuales. El que crearon los africanos y los que vivieron en las tierras inaccesibles de los Andes. El que crearon los iletrados de la cultura clásica en cualquier parte. Y el que viene de las profundidades del saber no construido con la mente que surge de la intuición innata no contaminada de los niños. A la misma pregunta de siempre la misma respuesta, con el agregado de las experiencias de los años que va simplificando el esquema de la argumentación, afianzando las percepciones y soslayando teorías retorcidas. Una vez hace algunos años, 22 años, en una exposición, me hicieron la misma pregunta, como si fuera una encuesta. ¿Qué es el arte?. Asumiendo claro está que se trataba de la expresión visual. Yo respondí en un pedazo de papel. Es muy difícil dar una definición de lo que es arte. La actividad creadora es un proceso complejo de muchas facetas y correríamos el riesgo de establecer una parte como definición del todo. Para ser sincero conmigo mismo diría que el producto de la actividad creadora es indefinible. Respuesta breve, que luego amplié en el catálogo de mi segunda exposición en un escrito más extenso, en el que expresaba mi pensamiento sobre el asunto. Ahora transcribo las primeras oraciones de uno de los párrafos del escrito: Arte es comunicación y la primera condición del arte genuino es la sinceridad. Solamente a través del individuo que ha llegado a tener identidad propia puede integrarse una sociedad armónica en la cual él haga el trabajo que le corresponde. Lo que seguía trataba de complementar esa afirmación básica. Esto realmente no es una definición sino un señalamiento de un modo de acción y un objetivo. Hoy no agregaría nada más. Más bien he adquirido el hábito de no utilizar las palabras arte y artista sino no es realmente necesario para poder intercambiar ideas con otras personas que sí tienen la costumbre de utilizarlo. Últimamente me siguen haciendo la misma pregunta y he tenido que dar la misma respuesta con algunas simplificaciones en la argumentación. Hace unos meses me regalaron un pequeño libro de León Tolstoi ¿Qué es el arte? Y para sorpresa mía, en él encontré unas afirmaciones sobre el arte que eran en esencia las mismas que había estado haciendo durante tanto tiempo y sobre las que escribía ocasionalmente. Veamos la palabra de Tolstoi que después de cuestionar una por una las definiciones de filósofos clásicos y modernos, llegó a la conclusión de que el arte es esencialmente comunicación. Arte es uno de los medios de comunicación de los seres humanos. Toda la obra de arte pone en relación el sujeto a quien se dirige con el que la produjo, y con todos los sujetos que simultánea, anterior o posteriormente reciben la impresión de ella. La palabra que trasmite los pensamientos de los hombres es un lazo entre ellos; lo mismo ocurre con el arte. Lo que le distingue de la palabra, que ésta sirve al hombre para trasmitir a otros sus pensamientos, mientras que por medio del arte, sólo le trasmite sus sentimientos y emociones. Y en otro párrafo el grado de contagio artístico depende de tres condiciones : a) De la mayor o menor singularidad, originalidad, novedad de los sentimientos expresados, b) De la mayor o menor claridad en la expresión de
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Paul Guidicelli Colección Carlos Torres.
estos sentimientos; y c) De la sinceridad del artista o sea la intensidad mayor o menor con que experimenta él mismo los sentimientos que expresa. Sobre la crítica de arte hay muchos párrafos. Veamos éste: Cuando un hombre intenta interpretar con palabras las obras de arte, prueba su incapacidad para sentir la emoción artística. Y, efectivamente, así sucede. Por extraño que ello pueda parecer, los críticos han sido siempre hombres menos accesibles que los demás al contagio del arte. Son, por lo común, hábiles escritores, instruidos e inteligentes, pero cuya capacidad para ser emocionados por el arte está por completo pervertida o atrofiada. Y de esto viene que sus escritos han contribuido siempre y contribuyeron poderosamente a pervertir el gusto del público que los lee y que se fía de ellos.
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Terminemos nuestro relato. ¿Por qué tengo que hablar de mis pinturas y lo que logro en ellas? Lo sentido, lo visto, concretizado está. Esa realidad y mis sensaciones internas están transcritas en el lenguaje visual, no hay otra manera de decir lo mismo. Digo, materializadas mis visiones, trasmutada la realidad en símbolos formales concretos, formas que tienen que ser percibidas por los ojos y transferidas a la mente, por mecanismos que van más allá de nuestra comprensión. ¿Qué más hay que explicar? ¿No hablan por sí mismas las formas y el color en un mundo donde no cuajan las palabras? Cualquier otra cosa es especulación, fantasía literaria desbordada. ¿No habla por sí misma una flor? ¿Tiene el creador intangible que explicar por qué creó la flor o tiñó de azul el cielo o quemó con fuego los atardeceres?
Escritura del Ozama DOMINGO LIZ
Cruzaba las cuadras desiertas caminando diagonalmente y ascendiendo ligeramente hacia el borde de la barranca del río Ozama, en un punto entre el puente Duarte y el dique de la zona oriental. Todavía no veía nada del río ni de las zonas planas de la orilla. El punto al que había llegado estaba todavía muy bajo y los arbustos del borde, y la misma pendiente, me impedían verlo. Caminé el último trecho con cierta expectativa, llegué al borde. ¡Asombroso! La escena inesperada que tenía al frente era amplía, silenciosa, estimulante. Placidez y verdor. La planicie del otro lado del río cubierta de pastos y arbustos. Algunas vacas recorrían el lugar, otras descansaban en la sombra bajo la copa del algún árbol. Allá donde se empinaba la barranca del otro lado, en el borde, algunas hiladas de casas en extensión plana de la parte baja, un promontorio salpicado de cocoteros que era unos veinte años antes una isleta en medio de dos brazos de agua; la parte ancha del río y un desvío que pasaba entre la isleta y la barranca del oeste. Este desvío, que era de aguas bajas cenagosas, fue rellenado con los residuos arenosos del dragado en otras partes del río, que formó la planicie que más tarde fue ocupada por la gente del barrio populoso ribereño de La Ciénaga. La población no había iniciado todavía su explosión, el orden de la dictadura había mantenido a raya la migración campesina y todavía no se había iniciado el desborde de la población hacía el río. Miré en sentido contrario hacia el plano desierto por donde había entrado caminando, unas diez cuadras con sus contenes y calles sin ninguna construcción ni postes de luz. Observé de nuevo el insólito panorama de verdor. Cavilé, y, emocionado decidí que ese era el lugar donde quería construir mi vivienda. No tenía dinero ni ahorros, ganaba en ese tiempo del año de 1960 como profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes, un sueldo para la subsistencia. La voluntad, las triquiñuelas de la vida y la suerte, me permitieron trasladarme a este lugar en el mismo mes del ajusticiamiento del dictador en mayo de 1961, cuando tenía treinta años de edad; hoy a los casi setenta, he visto y he vivido la gran transformación del hábitat de esta parte de las márgenes del río. La ciudad de una población en ese tiempo de medio millón de habitantes, se ha transformado en una urbe de dos millones y medio, gran parte de la cual se ha volcado hacia las orillas del río. Ver ese movimiento de agrupaciones humanas con sus esquemas gráficos y la disgregación de sus polos de concentración que se mueven y agrandan en ramificaciones incontrolables que ponen en evidencia la acción política equivocada de los gobernantes, dejando una historia que debió no ser contada; esa dinámica de vida peculiar es lo que nos toca vivir cada día. Ver además, como el reguero incontenible de la miseria va ubicándose como un derrame de agua que busca cada lugar no ocupado. Amontonados en un orden que tiene su lógica especial en la lucha por la subsistencia, que obliga a los actuantes a buscar el acomodo que las circunstancias les permite. He tenido que pintar unas veces compulsivamente y otras con detenimiento, esa vida desolada que entrecoge mis sentidos. Visualizando el tema gráfico de pintor y, además, canalizando como experiencia una dinámica viviente que en su miseria acumula esa estructura heterogénea de configuraciones complejas, fragmentadas, yuxtapuestas, indivisas, sobrepuestas, envueltas en sombras y zonas luminosas; rojos encendidos, enturbiados azules, híbridos amarillos, rosados languidecientes. Los agujeros sombríos y las prominencias luminosas buscando su representación en los blancos, los negros y el plomo gris de los
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Río Ozama, dibujo Colección Fernando Báez
pigmentos, en un encuentro de realidades y fantasías; de procesión carnal e impregnación gestual asimilando una simbología conceptual permanente de lo cambiante. Ver el agua enturbiada y trasladarla a su lugar en la tela¡Oh mi Ozama encenegado! Como grité una vez. Cagadero industrial maloliente y corrosivo, bazofia triturada que deja su sello de color inconfundible. Redondez de sol y cuarto de luna, miríadas de estrellas de filamento incandescente, posadas en la oscuridad con sus gemelas descansando en las aguas del río. Contrapunto de belleza e imperfección, andamiaje de poesía dolorosa. Ver y oír. Oír las cantaletas de los anunciadores que retumban en las laderas y se reflejan en el agua resonando en nuestros oídos como si fueran vitrolas de vecino. “Sí, señoras y señoritas, caballeros, acérquense a esta guagua anunciadora y en ésta tendrá la cura de los males de su piel, el jabón Curapiel dermatológico le cura la piel de manchas, raquiñas y mazamorras, le ablanda los cayos, y cura toda clase de enfermedades de la piel… oigan bien señoras y caballeros…”. Oír las diatribas de los cristianos de altoparlantes gritándole a Cristo y a Satanás que hagan su trabajo; el murmullo exaltado que explota con un jonrón de Sammy Sosa, los gritos estridentes de la gallera cuando un gallo
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Antonio Toribio Colección Mario Martínez
George Hausdorf Colección Fernando Báez
pica y el otro cae; gritos rítmicos que salen de su cubil a la superficie del río que los amplía y los riega por todos los confines de la ladera. Oír los sones diurnos y las fiestas nocturnas interminables cada cuadra con su combo favorito entrando en nosotros con sordina amortiguada que va y viene con los soplos de las brisas. Podemos ver las caravanas políticas domingueras y oír la verborrea excitada de los oradores de barrio enmascarando a sus líderes para disimular sus propias motivaciones. Podemos hablar de todo. De lo virtuoso y lo corrompido. Ahí está esa vida peculiar dejando su gráfica inconfundible. Su esquema de la vida bidimensional. Movido por la necesidad de expresión sin atajos, atrapado permanentemente por esa quejumbrosa panorámica que ocupa todos los espacios entre las comisuras de mis ojos y que confunden mi razón con esa manifestación cambiante de desesperanza, he querido en esta serie de imágenes, “Escritura del Ozama”, atrapar algo de esa compleja maraña, esa gráfica inconfundible, ese esquema de vida bidimensional y dejarla grabada, como una transfiguración que represente una visión inédita de esa realidad.
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Virgilio Méndez Colección Mario Martínez
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Ciclo de conferencias EXPOSICIÓN
“EL DIBUJO en colecciones dominicanas” Escritores, artistas plásticos, críticos de arte y coleccionistas reflexionan sobre las artes plásticas en República Dominicana ESCUELA NACIONAL DE ARTES VISUALES –ENAV– VIERNES 9 AL SÁBADO 17 DE NOVIEMBRE 2018 1.- VIERNES 9 NOVIEMBRE
5.- MIÉRCOLES 14 NOVIEMBRE
4:00/6:00 p.m. Salón ENAV.
4:00/6:00 p.m. Salón ENAV
TEMA: Proyectos culturales.
TEMA: El dibujo y la Poesía.
EXPONENTES: Carmen Miranda, Carlos Santos, Fernando Casanova, María Elena Ditrén y Óscar Abreu.
EXPONENTES: Mateo Morrison, Delia Blanco y Marivell Contreras.
2.- SABADO 10 NOVIEMBRE 4:00/6:00 p.m. Salón ENAV TEMA: La cerámica actual en República Dominicana. EXPONENTES: Mesa redonda con Thimo Pimentel, Said Musa, Enrique Royo, Carlos Despradel, Iris Pérez, Ernesto Rodríguez, Miguel Ramírez. 3.- LUNES 12 NOVIEMBRE 4:00/6:00 p.m. Salón ENAV TEMA: Danilo De los Santos, Grupo Fiordano y Proyecta. EXPONENTES: Myrna Guerrero y Marianne de Tolentino. 4.- MARTES 13 NOVIEMBRE 4:00/6:00 p.m. Salón ENAV TEMA: Metodología y didáctica del dibujo EXPONENTES: Michelle Ricardo, Amable Sterling y Eric Genao.
6.-JUEVES 15 NOVIEMBRE 4:00/6:00 p.m. Salón ENAV TEMA: Domingo Liz el Dibujo como filosofía EXPONENTE: Amable López Meléndez. 7.-VIERNES 16 NOVIEMBRE 4:00/6:00 p.m. Salón ENAV TEMA: El coleccionismo: El dibujo, la gráfica y la fotografía. EXPONENTES: Mary Loly Severino, Mildred Canahuate, Fernando Báez, Carlos Torres y Mario Martínez. 6.-SABADO 17 NOVIEMBRE 4:00/6:00 p.m. Salón ENAV TEMA: Arte Contemporáneo: cara y cruz. EXPONENTES: Abíl Peralta, Odalís G. Pérez, Gabino Rosario, Myrna Ledesma y Joan Jiménez. 11
Manolo Pascual Colecciรณn Fernรกndo Bรกez
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Reseñas de los conferencistas de Arte. Maestra en la Facultad de Arte de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Actualmente dirige el Museo de Arte Moderno, plaza de la Cultura, Santo Domingo, República Dominicana. Carmen Miranda Artista visual, gestora cultural, presidenta de la Asociación Pro Bicentenario de Theódore Chassériau, (creada el 26 de diciembre 2008) y Directora del proyecto Museo Theódore Chassériau, en El Limón, Samaná, República Dominicana. Actualmente Ministra Consejera en el Consulado General de la República Dominicana en Zurich, Suiza.
Fernando Casanova Escritor, ensayista y crítico de arte dominicano. Editor de la revista Mirada al arte. Coordinador del Concurso Arte libre. Su blog en el Diario libre, recoge estudios sobre numerosos artistas de la plástica nacional.
María Elena Ditrén Realizó sus estudios en la Universidad de Valencia, España. Historiadora
Óscar Abreu República Dominicana (1978), artista visual, coleccionista y Editor de la Revista Arte. Asimismo creó el proyecto Art Fórum en Estados Unidos de América, donde ha desarrollado una intensa actividad artística. Es miembro del Colegio Dominicano de Artista visuales y Director-Fundador del Centro Abreu, Santo Domingo Este, República Dominicana.
Carlos Santos Artista visual. Miembro fundador de la Generación del 80. Fue profesor de la Universidad Iberoamericana UNIBE, y de la Escuela de Arte y Diseño de Altos de Chavón, La Romana, República Dominicana. Ganador del Primer Premio de Pintura del Concurso E. León Ji-
ménes, 1987. Actualmente Vice-ministro de Cultura.
Delia Blanco: Curadora, crítica de arte, doctora en Letras y Antropología por la Universidad Soborna, Paris IV. Fue catedrática del Departamento de Literatura de la Universidad de París VIII. Ha organizado grandes exposiciones en el área de las artes plástica en República Dominicana y el Caribe. Fue Galardonada con el premio “Caonabo de Oro” (2013).
Michelle Ricardo Artista visual y curadora. Estudió en la Escuela de Arte y Diseño de Altos de Chavón, La Romana, República Dominicana y se licenció en Artes en la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha realizado varios proyectos curatoriales nacionales e internacionales. En el marco de la 27 Bienal de artes Visuales, presentó junto a Marianne de Tolentino y Amable López Meléndez el proyecto Fernando Peña
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Defilló. Es Profesora de la Escuela Nacional de Artes Visuales.
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nales, como la Escuela de Cerámica de La Moncloa, Madrid, España. Escribió y editó el libro sobre cerámica “Fuego y Rakú” y el libro de fotografía “Identify-Identify”. Creador de la Trienal Internacional de Cerámica “Elite- Tile”. Premio Nacional de Artes Plástica 2016.
Myrna Guerrero Artista plástica, historiadora y crítica de Arte. Estudió en la Universidad APEC, Santo Domingo República Dominicana. Realizó sus estudios de Historia del Arte en Aix en Province, Universidad de Aix-Marseille y en la Escuela de Arte y Arquitectura de Luminy, Marseille, Francia. Ha realizado numerosas exposiciones personales y colectivas en el país y en el exterior. Directora del Museo Bellapart, Santo Domingo, República Dominicana.
Carlos Torres Coleccionista y empresario. Colaborador asiduo de artistas dominicanos. Posee una colección centrada esencialmente en el arte del siglo XX y XXI. Cuenta con hitos importantes en la obra de maestros como Jaime Colson, José Rincón Mora y Fernando Peña Defilló, entre otros.
Thimo Pimentel Santo Domingo (1941), artista plástico, médico, fotógrafo, ceramista y Gestor Cultural. Estudió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Escuela Nacional Bellas Artes, Santo Domingo, República Dominicana. Asumió el relevo de las investigaciones cerámicas de Paul Giudicelli y perfeccionó sus conocimientos en instituciones internacio-
Marianne de Tolentino Crítica e historiadora de arte. Ha realizado una ingente obra crítica en la República Dominicana, su trabajo por la cultura comprende acciones que revalorizan nacional e internacionalmente el arte de la nación dominicana. Ha sido Embajadora Cultural en el Ministerio de Relaciones Exteriorees. Directora y colaboradora por décadas, de suplementos culturales con “Aquí” y
“Ventana”. Son numerosas las biografías escritas sobre pintores dominicanos, destacándose, las dedicadas a Cándido Bidó, quién le ilustró su cuento “El árbol de los pájaros”, obra que fue laureada en Japón. En la República Dominicana ha sido distinguida con numerosos galardones y Francia, su país de origen, la invistió como “Caballero de la Legión de Honor”.
Amable Sterling Pintor, muralista, arquitecto, pedagogo y abogado. Nació en la ciudad de La Romana, República Dominicana (1943). Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ejerció la docencia durante décadas, en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la que fue Director de la hoy Facultad de Artes. Dibujante y pintor virtuoso, ha participado en numerosas exposiciones individuales y de grupo. Ha sido premiado por sus obras tanto en el país como en el exterior. En el 2017 puso a circular el primer volumen de su obra didáctica “Mis recetas de dibujo”. Son memorables sus series de exposiciones sobre “Ícaro”. El pintor Amable Sterling es un consagrado maestro de las artes plásticas dominicanas.
Asociación de Cronistas de Arte. Como poeta y ensayista. Ha publicado los poemarios “Mujer Tormenta”, “Mujer ante el espejo” y el libro de entrevistas y “Feria de Palabras”.
Myrna Ledesma Artista visual. Nació en Santo Domingo, República Dominicana. Egresada de la Escuela nacional de Artes Visuales, donde se graduó de profesora de dibujo (2001). Ha expuesto sus obras en el país y el extranjero, de forma individual y colectiva. Es actualmente profesora de la Escuela Nacional de Artes Visuales. Directiva y fundadora de la Asociación Nacional de Artistas visuales.
Eric Genao Aude Artista visual y arquitecto. Nació en San Francisco de Macorís República Dominicana en (1955). Estudió en la Escuela Nacional de Bellas y en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ha participado en numerosas exposiciones y eventos nacionales e internacionales, como la exposición “Convergencia” en el museo de Arte Moderno de Santo Domingo, República Dominicana en (1994). En la actualidad es profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y Director de la Escuela Nacional de Arte Visuales.
Mateo Morrison Poeta, ensayista, abogado y gestor cultural. Nació en Santo Domingo, República Dominicana (1946). Estudió en el Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural de Venezuela, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Universidad del País Vasco. Ha publicado más de 30 libros y traducido a ocho idiomas. Fue fundador del Taller Literario César Vallejo, y Director del suplemento cultural “Aquí”. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo fue director del Departamento Cultural. Es Premio Nacional de Literatura (2010)
Marivell Contreras Periodista, poeta, ensayista, presentadora de radio y televisión. Nació en Monte Plata, República Dominicana. Estudió Comunicación en la Universidad “O y M” de Santo Domingo, República Dominicana. El trabajo junto a profesionales como Yaqui Núñez del Risco y Huchi Lora consolida su formación profesional. Ha sido editora de los suplementos de arte y Cultura del periódico HOY. Fue presidenta de la
Mildred Canahuate Galerista y animadora cultural. Fundadora de la galería Arawak, y del “Museo del Dibujo Contemporáneo”, desde el cual ha desarrollado una labor encomiable por la difusión y la apreciación del dibujo en la sociedad dominicana. Su accionar ha respaldado el trabajo de artistas consagrados, pero se ha volcado mayoritariamente en un esfuerzo por la difusión del arte joven, con actividades como el “Festival del dibujo”, que celebra anualmente. Es miembro de la directiva de la Asociación Dominicana de Galerías de Artes.
Amable López Meléndez Poeta, ensayista y crítico de arte. Puerto Plata (1960). Estudió Historia y Geografía del Caribe en la Universidad Católica de Santo Domingo. Ha Publicado el poemario “Estos días iguales” que es un referente de la poesía de los 90. Ha curado numerosas exposiciones en
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galerías y museos en la República Dominicana y el exterior. Fue presidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte de la República Dominicana. Es curador en jefe del Museo de Arte Moderno. Ha publicado sus trabajos como crítico de arte en Areito, suplemento cultural del periódico HOY.
Mary Loly Severino Galerista, coleccionista y asesora en artes plástica. Fundador de “La Galería”, que fue una de las más prestigiosa galerías de la Republica Dominicana. Ha dirigido y presentado programas de televisión sobre protagonistas y el acontecer artístico nacional. Dirigió durante muchos años, programas de registro de la vida y la obra de artistas y curadores del país. Fue coordinadora para la publicación del libro “La república del color”. Que se publicó conjuntamente con el estreno de la película del cineasta Héctor Valdez, del mismo nombre.
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Mario Martínez Coleccionista y empresario. Ha reunido una colección de arte nacional relevante. Un encuentro
de generaciones desde grandes maestros hasta los más jóvenes y muy jóvenes. Vale recordar la muestra dedicada al Maestro Alberto Ulloa “Magia, memoria y color, colección Mario Martínez”, en el Centro Cultural Perelló, Baní, República Dominicana, y “Mi horizonte es vertical” en memoria del joven Artista desaparecido Leonardo Sanz, Galería Shanel, Santo Domingo 2018.
Joan Jiménez Artista visual, ingeniero químico, performista y educador. Nacido en Santo Domingo. Estudió en la Escuela Nacional de Artes Visuales, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Universidad de A Coruña, España. Ganador del Premio de performance de la XXVIII Bienal Nacional de Artes Visuales (2015), Santo Domingo, República Dominicana. Actualmente es profesor de la Escuela Nacional de Artes Visuales.
Fernando Báez Coleccionista y empresario dominicano. Propietario de una de una de las colecciones de arte más completas del país, que abarca todo el acontecer artístico desde los inicios
hasta el presente. Fernando Báez, como expresión de su singular vocación, comparte su patrimonio con la sociedad dominicana, a través de exposiciones como: “Obras selectas de la colección Fernando Báez” en el Centro Cultural Mirador y “Cien años de historia del arte moderno en la República Dominicana” presentadas en el Museo de Arte Moderno y el Centro Cultural Perelló.
Abíl Peralta Crítico de arte, curador e investigador. Santo Domingo (1955). Ligado por más de treinta años en el quehacer artístico de la República Dominicana. Se ha revelado como uno de los agentes culturales más activos del país. Director y fundador de la revista “Artes de Santo Domingo”. Curador e investigador asociado para registro y documentación de los tesoros artísticos de Puerto Rico. Fue jefe de comunicación del Museo de Arte Moderno de la República Dominicana. Actualmente se desempeña como asesor cultural, de la Unidad Técnica de Cultura de la Cámara de Diputados. Odalís G. Pérez Investigador, educador y crítico de arte. Nació San Cristóbal (1952). Es doctor en Filología Semiótica por la Universidad de Bucarest, Rumanía. Sus publicaciones son numerosas: “Las ideas literaria en República Domini-
Virgilio Méndez Colección Mario Martínez
arte y cine” de la misma universidad de la cual es actualmente director del Departamento de Cine.
cana” (1993); “Semiótica de la Prensa” (1999); “La identidad negada” (2003); “Principios de estética y educación artística” (2005); “El espacio de los signos” (2005), entre otros. Es profesor de Lingüística e Historia del Cine, Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ha organizado por más de una década el “Simposio sobre
Gabino Rosario Artista plástico, publicista y educador. Nació en Santo Domingo (1955). Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes,
en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en el Southern Illinois University, Carbondale, Estados Unidos de América. Asimismo se especializó en industrias gráficas en el Instituto Estatal de Urbino, Italia. Ha realizado numerosas exposiciones personales y colectivas. Sus obras han sido premiadas en múltiples ocasiones. Fue profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes y la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Estuvo al frente de la Dirección Nacional de Artes Visuales de la Secretaría de Estado de Cultura.
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Domingo Liz Colección Fernando Báez
Gracias Agradecer a Rosalba Hernández, coordinadora del proyecto “El DIBUJO en colecciones dominicanas”; a Fernando Suncar, cuya tenacidad ha facilitado la realización de esta muestra. Gracias por la labor y colaboración desinteresada de nuestro diagramador, el artista y diseñador Yoni Cruz y de nuestra correctora de estilo Miriam Ariza. Asimismo, a todos los intelectuales y artistas que colaboran en este ciclo de conferencias. A los trabajadores de la Escuela, los ebanistas, los miembros del equipo de seguridad y mantenimiento, a todos ellos, gracias del alma.
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José Vela Zanetti Colección: Fernándo Báez
Joan Junyer Colección Fernándo Báez
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PAUL GIUDICELLI. “EL BRUJO”. CERÁMICA. 64X30 CM. 1964. COL. THIMO PIMENTEL
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8 NOV – 8 DIC 2018 ESCUELA NACIONAL DE ARTES VISUALES
CALLE EL CONDE 59, ESQ. ISABEL LA CATÓLICA, ZONA COLONIAL, SANTO DOMINGO, R. D.
CICLO DE CONFERENCIAS SALÓN DE ACTOS DE LA ESCUELA DEL 9 AL 17 DE NOVIEMBRE, A LAS 4:00 PM. AGENDA EN WEB ENAV: WWW.CULTURA.GOB.DO