La historia de Sputnik y David Cuento mexicano
Ésta es la historia de un caimán, que también se les dice yacaré, lagarto y hasta cocodrilo. Se trata en realidad de diversas especies, pero quitando las diferencias que los conocedores señalan, ésta es, decíamos, la historia de un caimán. Ésta es la historia, que me contó mi sobrino Juan, del caimán Sputnik y su amigo David. Pues muy recién salido del cascarón, y tan pequeño que cabía aun en la palma de la mano, le regalaron este caimán a David, que también era un niño muy pequeño. Él le puso ese nombre, tan sonoro, que al caimán le gustó bastante. “Sputnik”, pensó, “es un buen nombre de caimán”. Los dos crecieron a comer con cuchara, tenedor y cuchillo, a multiplicar, sumar y restar. A escribir. ¡Hasta a dividir aprendió! También supo muchas cosas del padre Hidalgo y de los campanazos y grito de Dolores, nada más no estaba claro si deveras algo le dolía o nada más así se llamaba el pueblo.