Hoy que aquellos hitos parecen haber sido enterrados, cuando la revolución social no está en las agendas políticas de las mayorías trabajadoras, la sola divulgación y la actua-lización de estos problemas -no es mucho más lo que se pretende aquí- son mínimos aportes para que el pensa-miento libertario y las acciones que lo acompañen se man-tengan vivos.