Palabras en tribu, un camino de liberación

"La escritura es una larga introspección, es un viaje hacia las cavernas más oscuras de la conciencia, una lenta meditación"

~Isabel Allende~

El presente libro que tienes frente a ti fue realizado en torno al Taller de Escritura Terapéutica: Escribir para sanar. En él se reúnen escritos de las y los 7 participantes de la IX versión online del taller.

En los 5 años de existencia del taller Escribir para sanar recién el año 2022 se concretó la idea que desde hace un tiempo alimentaba de generar un espacio donde dar visibilidad a la escritura de las y los participantes. Hoy, estás frente al 4to libro digital colectivo creado como cierre de ese proceso intenso de 3 meses y del cual serás testigo ahora al leer cada escrito.

En este libro encontrarás escritos de distintos géneros y formas. En primera instancia encontrarás un Cadáver exquisito, composición poética colectiva, realizado en la última sesión del taller entre participantes y quien les escribe.

Encontrarás también 2 escritos por cada participante. El primero que responde al título Escribir es y el segundo de temática libre donde algunas/os participantes crearon textos nuevos y otros aportaron los desarrollados durante el taller.

Las 4 fotografías al interior del libro fueron tomadas por Lorena Del Rosario y Mónica Costantino, ambas participantes del taller. También encontrarás 2 ilustraciones creadas por Canio Sciaraffia. El diseño de la portada estuvo a cargo de Ágata Concha @unagata.grafika. Agradecimientos especiales por su trabajo.

El proceso de gestión, compilación y diagramado del libro fue realizado por Nicole Tapia facilitadora del Taller de Escritura Terapéutica: Escribir para sanar.

Somos parte de una red. Nos unen las palabras, nos une la realidad que cocreamos. Confluimos momento a momento con otras vidas y así como entregamos, recibimos.

La palabra se vuelve valiosa cuando llega a un corazón atento. Una tribu que sostenga, que escuche, que se interese por ti ¿No hay algo más bello y sanador que eso?

El título del libro Palabras en tribu, un camino de liberación nace de esa premisa. Las y los participantes fueron entre tejiendo sus ideas hasta dar con la esencia de su experiencia: escribir es un acto poderoso, pero escribir en tribu y acompañarse de otras y otros en el proceso, lo es aún más.

La escritura terapéutica propicia ese espacio, pues permite expresar el mundo interior sin tantos tapujos. Facilitando en la escritura el florecer de la intimidad más preciada que luego es compartida con el grupo y recibida.

Hacer colectivo lo individual es tremendamente poderoso. Ambos espacios son valiosos y tienen sus puntos de encuentros justamente ahí, donde la búsqueda de crecimiento y sanación están presentes. Un camino de liberación.

Te damos la bienvenida a este espacio de exploración honesta y creativa.

¡Qué lo disfrutes!

Nicole Tapia Escribir para sanar

Cadáver exquisito

Somos nuestras miradas reflejadas en un texto compartiendo experiencias

En todo lugar puedo encontrar algo que agradecer Acepto y abrazo lo que pasa fuera de mí, no tengo el control, suelto y confío Tengo miedo como me reciban, y que el ambiente sea tenso, no soy la maravilla, sino que lágrimas y silencios

Somos un cúmulo de experiencias, de esta vida u otras, que nutren nuestra existencia Destellos de luz iluminan las sombras

Hoy miro la vida con ojos despiertos Un reflejo sincrónico que se escribe en libertad Yo decido con que ojos veo la vida Tengo deficiencia de vitamina L, de leer, me auto receto 30 libros para comer

Mi pequeña ladra y ladra, y salta a mirar por la ventana, y con sus huesos de anciana corriendo se sube a la cama

Tu corazón, mente y alma son infinitas Pequeñas palabras abriendo las puertas Libero al corazón con mi palabra

Escribir es

La escritura es mucho más que palabras proyectadas en un papel

Escribir es abrir tu ser y dejar fluir lo que hay en tu interior, lo que muchas veces guardamos o no encontramos en el plano de la mente las palabras adecuadas para darle nombre a aquello que pensamos.

Es un encuentro contigo misma, es darte una pausa entre el ruido de la vida y entregarte a lo que salga de ti, lo que sea… sin juicios, sin temores, sin exigencias… sólo escribir para tener ese momento de libertad genuina en que se crea una danza entre tu inagotable abundancia y las palabras que son compañeras y puente para todo lo que pueda salir de ti.

Escribir es autocuidado, es darte el regalo de tomar consciencia de lo que sientes, es poder conectarte con la aceptación de tu mundo interior y plasmar aquello que está ahí y que toma formar a través de la escritura.

Puedes ver reflejado parte de tu interior en un texto que al leerlo te puede sorprender, que posibilita la apertura de un mayor entendimiento de ti misma, abres una puerta de autoconocimiento y quizás, incluso, despierta una valentía capaz de tomar decisiones que cambien el rumbo de dinámicas que deseas cambiar en tu vida.

Escribir es terapéutico, es sanador , transforma, a veces nos podemos sentir vulnerables ya que se remueven recuerdos y emociones, también nos hacemos consciente de nuestro diálogo interno, que en oportunidades puede resultar incómodo, pero a través de la escritura podemos ir enfrentando esas sombras que tenemos e integrarlas en nuestra vida como parte de nuestra historia y de la persona que somos hoy.

Daniela Poblete, Santiago

Escribir es

Es un acto instintivo, el verbo resultante entre sentir y decir. Escribir es el desafío de estar frente a la hoja en blanco que tiembla y espera su existir.

Es un deseo que habita en mi cuerpo. Un deseo que inicia con latidos constantes que trasladan las emociones a la mente, transformando pulsaciones nerviosas que recorren mis extremidades hasta convertirlas en reflejos que punzan desde la mano hasta mis dedos y le dan vida a la pluma que plasma la energía poderosa de lo íntimo, cartas a seres amados, la magia de otros mundos, la fantasía de los cuentos o la denuncia ante las injusticias.

Escribir es el verbo que retrata mis días y noches; jornadas en que lo cotidiano se funde con lo onírico y forman mi historia personal.

Escribir es para mi:

Un acto de valentía Una escapada mental Una lágrima contada Una risa compartida La salvación de mi alma

Lorena Del Rosario, Quillota @lorena en la vida

Escribir es un proceso permanente de creación con las palabras Este proceso se traduce en una introspección que me permite comunicar pensamientos, ideas, emociones y sentimientos. Escribir es una actividad altamente satisfactoria porque es un constante desafío a las habilidades y posibilidades que poseo.

Lograr plasmar en un texto escrito lo que hay en mi interior, tal como lo mencioné anteriormente, es un gran desafío, el cual muchas veces se presenta como algo que causa temor, sin embargo el poder afrontarlo produce una gran sensación de plenitud, es en definitiva, un reto a mí misma.

Escribir es registrar momentos vividos, estados de ánimo, características de seres queridos, sueños y deseos. Es un tejido que se va armando, entrelazando palabra a palabra, dando espacios y significados nuevos a la experiencia de vida que estoy transitando.

Escribir es abrir caminos para que verdades conocidas y desconocidas los puedan recorrer, iluminando lo que está oscuro y oculto, limpiando el horizonte para lograr visualizarlo con mayor claridad.

Escribir es un diálogo intenso y profundo con todas las voces que habitan mi conciencia, que me dicen qué puedo y qué no puedo, qué quiero y qué no quiero, qué logro y qué no logro. Con cada palabra escrita este diálogo interno se afianza, se prolonga con relecturas, y se desarrolla en nuevos patrones de pensamiento y sentir.

Escribir es un tránsito temporal de mi vida sin prejuicios. Es cobijar el pasado, abrazar el presente y presentir el futuro, a veces con ansiedad, otras con pena y en ocasiones con serenidad. Es un modo de lograr el equilibrio que permite alcanzar paz y armonía.

Escribir es crear realidades nuevas y variadas, que salen de mi interior y al mismo tiempo vuelven a mí haciendo que ese interior crezca y evolucione. Escribir es ser más plena y feliz, se enriquece mi mundo interior y se transforma en una posibilidad infinita de crecimiento y comunicación.

Mónica Costantino, Santiago

Escribir es abrir el corazón, calmar la mente, desnudar el alma y fluir con un movimiento transparente, sincero, genuino y auténtico. Es plasmar sentimientos, pensamientos, emociones, experiencias, sueños, intenciones y manifestaciones.

Escribir es regalarse la posibilidad de sanar hasta la herida más profunda del alma. Es respirar y entregarse sin límites para que tus luces y sombras se vuelvan transparentes. Es un acto de liberación que te regala un sinfín de emociones, sensaciones y reflexiones, que nutren y aportan en ese camino llamado autoconocimiento, que es tan profundo, intenso y transformador.

Escribir es poner a prueba tu valentía y coraje para conectar con tu propósito, para tomar decisiones, cambiar el rumbo de tu vida, alinear tu corazón, mente y espíritu para al fin respirar calma.

Escribir es conectar con el presente, rescatar esos recuerdos pasados y soñar con el futuro, es el equilibrio perfecto de tiempos para estar en armonía, es reconocer y rescatar experiencias de esta vida o de otras, identificar nuestras voces, escucharlas y aprender de ellas.

Escribir es bucear en la aguas más profundas, es encontrarse, reencontrarse, morir, renacer, florecer, expandir la consciencia, suavizar la carga y flotar.

Escribir es encontrar una herramienta poderosa, es darle sentido a nuestras palabras que viajan de la mente a la mano y que pueden ser una gran revelación. Es respirar y sonreír, es acumular páginas de sabiduría y conocimiento que trasciende.

Escribir es plasmar la vida con amor y gratitud.

Daniela Quiroga, Santiago

Escribir es silencio.

Mirar la realidad desde un mundo construido en base a tinta y leves sonidos de rasguños sutiles que emergen del roce entre un bolígrafo y un papel.

Escribir es el fruto de un encuentro. Es el ejercicio que resulta de mezclar en la juguera algunos dedos, cierta dirección y unas cuantas silabas que me ayuden a dejar testimonio del qué quiero decir.

Para mí escribir es crear una colección de palabras. Palabras de distintas formas, tamaños y colores que cuelgo a mi alrededor como guirnaldas bailando al viento. Organismos vivos, palpitantes y significantes.

Cuando escribes te inventas otra tú. Una tú nuevecita de paquete, que tiene el poder de ser todo lo que no eres por el derecho.

Del revés, mientras escribes, te puedes convertir en ternura absoluta mientras ofreces tu corazón abierto al amado de turno. Puedes ser geisha o demonio, hasta una vagabunda, si quieres. O también espejo frío al tacto, inmutable ante el dolor. Feto a punto de nacer o un señor viejo e inconsciente que camina por el túnel de luz hacia el más allá.

Porque escribir es un acto de rebeldía plena que crea un mundo donde es posible todo lo que tu mundo del lado derecho te niega.

Tu versión escrita es completa, absoluta. Una vez que pones punto final todo lo anterior se cierra de manera perfecta y ahí es cuando escuchas ese click del sellado al vacío.

Al escribir todo lo que te rodea se apaga. Dejas de ser tú y puedes ser cualquiera.

Escribir es la puerta que te lleva a la totalidad de las infinitas posibilidades.

Es poder y determinación. Escribir es libertad.

Soloclau, Quilpué @soloverdeyletras

¡Mire usted señor Juez!

¿Acaso cree que yo fui? Nunca un arma yo use Más las ganas las sentí Mi voz, mi canto y mi escritura Son las armas que yo disparo En ellas yo retrato Las huellas de mi existencia

Por mis venas corren versos Y en papel blanco los dibujo A veces son rojos, a veces son negros A veces no muestran su color verdadero

En ellos ahogó penas y dolores Imagino amores Lloro y río Florezco y me marchito Me embriago con tanta idea Que quiero dejar por escrito

¡Mire usted señor Juez! ¿Acaso cree que yo fui? Si el único delito que cometí Fue no quemar Los versos que yo escribí

David Eduardo, Temuco

Escribir es

Plasmar, petrificar Poner pausa Al cause de tu presente Es confrontar Confidenciar Un trozo de quién fuiste Y de quién eres

Al escribir Eres testimonio de un momento Fugaz Evanescente Grabado para siempre Al escribir Te encuentras con esa versión de ti Que se va o permanece Porque eso es la vida Y vives al escribir

Nicole Tapia, Santiago

Temática libre

Mi yo valiente

Sumergido en lo más profundo de mi ser, a veces aparece , otras se esconde, ahí está, mi yo valiente, que le cuesta tomar fuerza para enfrentarse a los miedos que surgen, a la incertidumbre y exceso de futuro.

Resulta más cómodo y seguro aferrarme a mi yo temeroso, esa parte de mi que se esconde y se queda en posición fetal cuando surgen los miedos, ese lugar que mi mente interpreta como la zona de protección, que se siente tranquilo porque es una parte ya conocida, he estado tanto tiempo ahí, pero que en la realidad me limita, no me deja fluir completamente y expandir mis sueños con fuerza, no me permite sostener los desafíos que surgen en el camino que voy construyendo.

El yo temeroso me lleva a abandonar, me dice que no podré, que deje de intentarlo, que mis sueños son muy grande para mi, que mejor regrese a mi zona de seguridad.

Pero lo maravilloso de la naturaleza humana es que hay una parte con más coraje, ahí es donde está mi yo valiente, esa parte que mi cuerpo lo siente como un calor movilizador, que me dice que no escuche al miedo, que siga intentándolo, que confíe en mi, que vaya por lo que mi corazón desea.

Que le baje el volumen a mi voz auto exigente, que me reconcilie con el merecimiento, que cultive la vida que yo quiero, esa vida coherente para mí y que no me detenga cuando existan situaciones que me cueste manejar.

La valentía es parte de mi y de todas las personas, aunque a veces tengamos que intencionar su presencia, está ahí, recordándonos que podemos aventurarnos en lo incierto, que podemos probar diferentes escenarios, hacer cambios, construir proyectos, crecer, evolucionar, soltar antiguas creencias y cultivar la vida que anhelamos. De eso se trata vivir.

Daniela Poblete,

Difícil definir que me hace ser única y especial Sólo soy yo Pienso en mis rasgos físicos, me detengo en mis ojos grandes y profundos que brillan por sí solos y en la luz que se apagó en uno de ellos; en mi sonrisa cuando se transforma en risa a boca abierta con un chiste de aquellos Sólo soy yo Pienso en mi cuerpo menudo que se hace grande cuando hablo pues poseo un tono grave y alto que se acelera más ya sea que esté feliz, ansiosa o enojada Sólo soy yo Pienso en mi historia y me conecto con lo difícil y fragmentada que ha sido, al límite, casi a punto de perder la existencia; entonces veo dónde estoy y en quién me he convertido

Soy el ave fénix de las historias y cuentos espirituales que un día me contaron y que danza con la oveja negra que habita en mí y ha venido a revolucionar el rebaño.

Ser yo con todo hasta aquí es lo que me hace ser única y especial.

Lorena Del Rosario, Quillota @lorena en la vida

Poder que oculta mi ser Poder que alimenta mi día Camino de laberintos De vueltas, idas y más vueltas.

Palabras que vienen y van Imágenes no resueltas Promesas de mejores tiempos Anhelos de tiempos que fueron

Silencios de voces calladas Murmullos de palabras nuevas Sonidos de temores invisibles Ruidos de imaginarias visiones

Nostalgia de encuentros y desencuentros Lugares que son nuevos y de siempre Sueños de amores inconscientes Recuerdos de viajes eternos

Momentos de ayer y de hoy Consuelos presentes y ausentes Motivos lejanos y pendientes Palabras sentidas no dichas

Calma después de una tormenta Calma después de un día de viento Calma que calma el alma Calma que clama por calma

Mónica Costantino,

Hay una biblioteca gigante, llena de libros e historias vividas durante esta encarnación y quizás otras más Hay miedos, sombras, ideas limitantes, sentimientos ocultos, luces, sueños, conexión con la tierra, hay raíces que me anclan a la vida y está el hilo que me conecta con la divinidad. Es un espacio infinito donde hay señales que luchan por salir al mundo.

En mi inconsciente están las respuestas que necesito para vivir en plenitud, está la brújula que he buscado hace tanto tiempo. Están las imágenes, los mensajes y los pensamientos que llegan sin aviso durante los sueños y durante la vigilia. Está el susurro, el mensaje llega como una voz, mi cuerpo, mente y alma son el canal. Se escucha fuerte y claro: -“no pongas resistencia, ábrete a la posibilidad de indagar en esa profunda y desconocida parte inferior del iceberg, confía, no te ahogarás, no te congelarás, bucea, encuentra, recuerda, observa, incorpora………todo lo que recopiles te ayudará a avanzar y evolucionar”.

Hay tanto que descubrir, tanto que sanar, tanto que reconstruir, tanto que disfrutar.

Quiroga, Santiago @piedraorigen

Dani

Desde hoy ya no seré más persona y me volveré pájaro en cuanto acabe de sacar estas letras de mí. Serán las últimas palabras que haré brotar de entre mis dedos humanos, pues ya luego mis brazos terminarán en suave plumaje cuyo propósito no será ya más asir cosas como tazas, gatos o lápices, sino encumbrarme allá arriba, a la par de las nubes y las corrientes de viento.

Me despido de todos mis zapatos y calcetines, esperando que la vida les siga dando una nueva oportunidad en otros pies de talla 38 como los míos, antes de caer al basural. Nunca más mis patas de ave serán cubiertas por aquellas estructuras de goma cuero y tela, pues no quedan más que minutos para sentir directo en mis extremidades el frio de la tierra y la humedad de las rocas del mar cuando me quiera dar unas vueltas por ahí, después de picotear un par de pescados desechados en el borde del muelle.

Dejo a cargo de mi hijo las llaves del auto y las claves de todos los productos digitales, cuentas bancarias y redes sociales que alguna vez en estos 41 años de vida se tropezaron con mi persona. Como ave, dudo que tenga ocasión de necesitar alguno de esos artículos; mi casa no será más extensa que el cuerpo que habito y mi alimento, lo que pille por ahí tirado o lo que algún ser muy aburrido o muy generoso quiera regalarme.

Lo que mas me duele de todo esto es dejar atrás mis libros. Mis amados libros que con la ilusión de una niña que ansía un juguete para navidad, recibí con gozo en mis manos, cada vez que los intercambié por dinero. Ahí quedan mis Kundera y Saramago, las obras completas de Bombal y mi querida saga de Harry Potter. Adiós amigos de papel, espero conservar al menos el recuerdo de aquellas aventuras que mi cerebro de persona alguna vez cobijo, y poder repasarlos cuando ascienda hasta las nubes y observe todo desde arriba, apreciando cosas que mi pequeña mente humana nunca supo ver. Ojalá conserve al menos mis citas favoritas, mientras la noche oculta mis vuelos y mi existencia a los depredadores hasta que llegue a mi refugio temporal.

Ya queda muy poco para dejar todo atrás. Adiós vida conocida, adiós… Adiós palabras y pensamientos inútiles, me marcho en paz por la ventana que dejé abierta. Ya está hecho. Se acabó el tiempo y las palabras. Se acabaron. Y a ti, te doy las gracias por acompañarme en esta, mi última despedida.

Soloclau, Quilpué @soloverdeyletras

Llegaste a principios de diciembre de ya hace casi 14 años. Mi hermana te llevaba en sus brazos, te dejó en el piso y empezaste a recorrer lo que sería tu hogar. Poco a poco fuiste llenándonos el corazón de amor. Fuimos creciendo (y envejeciendo) juntos. Te fuimos malcriando y con el tiempo hemos pagado las consecuencias de aquello. También con el tiempo nos hemos dado cuenta de los errores que hemos cometido.

Eres una más de nosotros, de mi familia. Has estado conmigo en los momentos buenos, malos y muy malos. Me has visto llorar, cantar, bailar y reír. Te amo y me gustaría que fueras eterna, junto con mi mamá y hermana, pero como todo en la vida, en algún momento llegará tu hora.

Odio tus ladridos, que nos robes cosas o que no nos dejes comer tranquilos sin estar pidiéndonos comida. Amo que me dejes darte besitos, apapachos y cariños. Me gustaba cuando llegabas a mi cama a dormir después que mi mamá se fuera a trabajar. Si pudiera volver el tiempo te sacaría a pasear mucho más de lo que lo hice cuando eras una cachorrita. Se que nunca entenderás el significado de estas palabras, pero si se que el amor que te doy lo entiendes. Desde que estás con nosotros me cuesta entender cómo existen personas que no quieran tener perritos o que sean malos con ellos.

Creo que un buen ser humano necesariamente debe ser alguien que tiene un animal y al cual le da todo el amor y cariño que pueda darle. Me encantaría poder llevarte conmigo a Santiago a vivir un tiempo para que nos hagamos compañía como lo hacíamos cuando ambos éramos más jóvenes, pero se que no tengo el espacio donde tenerte y extrañarias demasiado a tu casa y tu gente.

Espero poder estar contigo en tus últimos días, haciendote cariño, regaloneanado, y que en nuestros brazos partas al descanso eterno. Sé que te queda poco, y cuando lo pienso se me parte el alma y las lágrimas inundan mis mejillas, pero sé también que si busco en mi memoria encontraré consuelo en los recuerdos donde ambos hemos sido felices juntos.

Estas palabras no pueden terminar sino en un gracias, al bien, a Dios, o el nombre que tenga quien te puso en nuestras vidas. Te amo mi pequeña Diana.

David Eduardo, Temuco

QUIERO LA FELICIDAD

Quiero la felicidad de los locos que caminan y no corren Que se atreven a mirar más arriba cuando todos miran el mismo horizonte

DE LOS LOCOS

Quiero su felicidad Para saltar de ladera en ladera echando raíces Conectando los pies a la tierra Como un interruptor que no se estropea Ni se agota

Quiero la felicidad de esos locos de amor Que abren su corazón como si no hubiera mañana Y que viven momento a momento Con la mirada joven y risueña Esos locos que disfrutan de la brizna el susurro pasajero de la hierba

Quiero, quiero tantas cosas Pero lo que quiero en verdad Es la felicidad de los que desertan y se liberan de teorías enmarañadas Esos locos que usan ropa sabiendo que desnudos son iguales a su manada

Quiero la felicidad de los que ya no pelean porque se despojaron de su espada La felicidad de quienes renuncian por la noche Para despertar en las mañanas Con la locura de lo único invaluable a la mirada La alegría que sopla el alma

Nicole Tapia,