Máximo Gorki. Sobre la literatura. Editorial Arte y Literatura (1978) Máximo Gorki. Es un escritor que nació en 1868 en Novgorod y muerto en Moscú en 1936. Los biógrafos suelen remarcar el hecho de que su vida estuviera marcada por la política, fue en este aspecto un decidido intelectual de la revolución rusa, un hombre de Stalin. Su fidelidad al líder la pagó cara, su hijo fue asesinado a manos de trotskistas. Gorki puede ser considerado una de las grandes figuras literarias de la URSS. Su infancia fue dickeniana, parecía sacado de una obra de Dickens: huérfano a los cinco años, su madre busca refugio en la casa de los abuelos paternos de Gorki. El desprecio con el que fueron tratados su madre y él mismo nunca será perdonado por el joven Gorki que recuerda como en el día que enterraban a su madre, cinco años después de llegar a casa de su abuelo, este le dijo que ya era hora de irse al ancho mundo a ganarse la vida, y así de esta forma lo echó a la calle. Tenía once años. Se busca la vida en las calles y se gana el sustento gracias a mil y un trabajillos de poca monta que le sirven para, utilizando una frase de los Simpsons “Doctorarse en dolor”, conoce a gente de la más baja categoría, vagabundos, pobres muertos de hambre, gentes del lumpen, obreros miserables que malviven en situación de eterna precariedad, etc. ¿Cómo un jovenzuelo criado en la calle logra en unos años transformarse en uno de los escritores más importantes de su ´país? A Gorki gustaba que le
denominaran el obrero escritor, el escritor del pueblo. Había visto y vivido mucha miseria y eso le serviría de material para crear una literatura que impactaba por la cercanía de sus personajes, por la exactitud del vocabulario, por el realismo de los ambientes. Hubo un trabajo que cambió su vida: pasante de un bufete de abogados. En ese puesto tomó contacto con la palabra impresa y el gusto le resultó agradable. Se convirtió en un lector omnívoro y voraz, incansable. Y una cosa llevó a la otra como tantas veces ocurre, decidió tomar la pluma y escribir. Así empezó todo. Hay tres obras que son plenamente autobiográfica donde nos pinta con palabras un fresco de la sociedad que le tocó vivir (uf, ¿he escrito yo esa frase? Perdonadme por Dios en que estaría pensando?!), las novelas son Infancia, Entre los hombres, Mis universidades. La obra que le otorgaría fama mundial fue escrita en 1906 y se tituló La madre. En ella cuenta las vicisitudes de un joven revolucionario y la evolución de la opinión de la madre de este. El libro que tenemos entre manos es una obra para escritores, y para cualquier amante de la literatura. Siempre es gratificante descubrir las motivaciones de un escritor, la cocina de la escritura que se esconde detrás de la obra. Gorki nos revela los primeros momentos de indecisión, la dificultad de la acción de escribir y nos da consejos que a pesar del tiempo transcurrido, creo que siguen vigente.
Estilo Al ser material de conferencias y discursos no hay apenas dialogo. Es un estilo sencillo a pesar de tocar en algunas de dichas conferencias temas filosóficos. Asequible, en gran medida, al público al que iba destinado (obreros de las fábricas) Estructura: Se compone de cuatro conferencias o discursos. Como aprendí a escribir Utiliza las preguntas y confesiones de algunos jóvenes y primerizos escritores para contarnos como fue el inicio de su carrera, que le impulsó a escribir. En esta conferencia hace un recorrido por importantes escritores de su época, los analiza, los critica y sobre todo se analiza a sí mismo, a sus comienzos y lo errado
que estaba al comienzo de su carrera. Comprendemos la importancia que para un lector, sobre todo uno primerizo, es leer, porque como dice Gorki:
(…) los hechos de la vida y la literatura se habían fusionado en mi mente. Un libro es un fenómeno de la vida como lo es un hombre.; también es un hecho vivo, hablante, y mucho menos “cosa” que todas las otras creadas por el hombre. (pág.46) Cuando uno se inicia en este ancho y proceloso universo de la escritura considera que sus escritos son muy buenos, grandiosos. Y es bueno que se piense así, porque sino no habría forma de seguir adelante. Pero para eso están los otros escritores, o los malditos críticos, para hacerte besar la lona. Al levantarte después de un K.O y vuelves a tomar la pluma es como se labra uno la carrera de escritor.
En prosa rítmica escribí un larguísimo poema, Canción del viejo roble. Una docena de palabras le bastó a V. G. Korolemnko para hacer trizas mi chabacano escrito. (pág.47) La lucha del escritor no es con el lector, no es con los filisteos editores, ni con los veletas críticos, no se escribe para el padre o la madre o la novia o la esposa o el vecino del quinto, ni siquiera se escribe para uno mismo. La literatura se escribe con palabras, es una batalla de palabra y pensamiento. A eso se reduce todo.
Por lo general, resulta muy difícil encontrar las palabras precisas y colocarlas de tal modo que se logre expresar mucho en pocas palabras (…) Una cosa es “colorear” a los seres humanos y las cosa por medio de las palabras, y otra muy distinta describirlo a lo vivo como en tercera dimensión, de modo que se hagan palpables. (pág. 49)
La desintegración de la personalidad. Un canto a la colectividad, a la fuerza del grupo sobre el individua, a la belleza y potencia del comunismo frente al liberalismo. Una conferencia proselitista y pedante, aunque hay algunas buenas reflexiones sobre el lenguaje y su función dentro de la historia.
Lo que encuentra expresión en los mitos y epopeyas es la capacidad creadora de un pueblo. El lenguaje es el principal motor de una época. (pág. 65)
Charlas sobre el oficio. Vuelve a la carga con reflexiones sobre el oficio de escritor. Son interesantes las páginas que dedica a describir y narrar la historia de los Hombres de Hierro que le sirvieron de modelo de estudio del ser humano. Los Hombres de Hierro eran los grandes potentados, los tipos de éxito que le sirven para diseccionar sus inquietudes, esperanzas y motivaciones. Joder que poco ha cambiado el mundo.
El hombre de hierro, bien comido y bien bebido, insensible y despiadado hacia el prójimo (…) (pág. 149) No había en la vida rima ni razón, sino una fría y pegajosa insensibilidad; un estado de cosas al que todos se habían acostumbrado, de modo que nadie se percataba del vacío, tristeza y superficialidad de la situación. (pág. 151) Desde temprana edad sentí que mi propio patrono me consideraba inferior a él, una especie de subhumano completamente a merced suya. Al mismo tiempo, sin embargo, yo corroboraba con frecuencia que tenía más instrucción que él, y a veces me parecía que también era más inteligente. (pág. 158) Amén de numerosos ejemplos de patronos con los que mantuvo trato, y de historias que conoció de patronos de conductas extrañas y rocambolescas, también encontramos consejos para los nuevos escritores.
En primer lugar, quisiera aconsejar a los que comienzan a escribir prosa y verso que borren de su vocabulario la aristocrática expresión «esfuerzos creadores» y la substituyan un término más simple y preciso: trabajo.
La literatura soviética: Una pesada disertación de marcado cariz panfletario que intenta dar una explicación a la evolución de la historia del pensamiento, y realiza una distinción radical entre escritores del pueblo y escritores pequeñoburgueses que apuntalan el edifico político que los cobija.
Conclusión: Máximo Gorki es un escritor ruso, y eso siempre resulta un punto a favor. Su forma de entender el mundo suele ser áspera y cruda como su propio clima. Un bistec poco hecho, con las venas aún sangrantes. Miramos desde Occidente a Rusia siempre de soslayo, cuando nos interesa los hacemos de los nuestros y cuando no, los consideramos asiáticos. La literatura rusa se encontró en los siglos XIX y principios del siglo XX un escalón por encima de la literatura americana y a igual altura que la del resto de Europa. Gorki fue uno de los grandes y sus ideas sobre el arte de escribir siguen siendo suculentas y sabrosas. Un libro para escritores, una rareza bibliográfica que engrosa mí nutrida biblioteca. Todo el follaje político completamente fungible y desechable, pero no se puede tener todo ¿verdad?