ORACIÓN DOMINICAL
El libro “Trigo de Dios” del Espíritu Amélia Rodrigues encierra grandes enseñanzas y pasajes vividos con Jesús…siempre resalto de él lo siguiente: -Señor, ¿por qué oráis tanto? Cuando terminas las tareas, ¿por qué siempre buscas el silencio y penetras en la oración? Había una sana curiosidad en el interrogatorio del discípulo sincero. Paseando la mirada por el entorno y alegrado por la musicalidad de la Naturaleza en fiesta, Él respondió: -El alma tiene necesidad de la oración en mayor dosis
que el cuerpo del pan. “Orar es buscar a Dios penetrando en Sus dádivas, y sorber resistencia en Sus recursos divinos. “El silencio, facilita la búsqueda, la soledad renueva las energías, y la comunión con la Fuente Generadora de Vida, permite proseguir con los compromisos abrazados.” -¿Aún Tú –volvió a preguntar el amigo– que sois el Camino hacia el Padre y Su Mesías para la Humanidad, tienes necesidad de orar? -La llama que ilumina –dilucidó paciente- gasta el combustible que la alimenta, y la lluvia que riega el suelo, retorna a la nube, de donde proviene. “El intercambio de fuerzas con el Padre Creador, restaura las de la criatura, y yo mismo, encuentro en Él el refuerzo de sustentación para efectuar el mesianato de amor en Su nombre.” Absorbido por las elevadas enseñanzas, Juan, que Lo amaba más, enternecido, inquirió: -¿Y todos tenemos necesidad y deber de orar? El Maestro, benevolente, envolvió al joven con una luminosa mirada de bondad, y explicó: -El hombre que ora, se eleva hacia la Gran Luz, y se nimba de claridad radiante. Deseando que la enseñanza no fuera olvidad jamás, el Maestro expuso: -El Padre Celeste, puede ser comparado a un poderoso rey que administra sus dominios mediante la cooperación de abnegados Ministros, quienes a su vez, se proveen de secretarios, auxiliares e innumerables colaboradores generosos. “Cada uno de ellos rige un departamento específico, para poder coordinar actividades y realizar los objetivos. “A semejanza de todo reino, la variedad de deberes exige responsables en su ejecución. “El Ministerio de la oración, es uno de los más delicados sectores, y exige hábiles servidores que se encargan de registrar lo que se solicita en las oraciones, de seleccionar los pedidos y de hacerlos ejecutar, según la procedencia de cada emisión de onda mental. 1