Para tener en cuenta ante una cirugía Inés Elvira Carvajalino Arévalo I.E.C.A. “Iniciación en cada alma”
Primera edición virtual: 2012 Segunda edición virtual: 2018 Diagramado por: Camilo Ahumedo Revisado por: María Elvira López © Copyright Agosto de 2018
Para tener en cuenta ante una cirugía Inés Elvira Carvajalino Arévalo I.E.C.A. “Iniciación en cada alma”
“Tu cuerpo es: El vehículo de tu alma.”
Introducción Tu cuerpo físico, es una parte integral de tu Ser; por lo tanto, hablarle y tenerle en cuenta, es fundamental en tu conexión con él, ya que en cada partícula de energía que le conforma, está presente Dios; y a través de Él, la capacidad creadora de renovar, regenerar, reparar y alcanzar la plenitud. Hacerlo o no hacerlo, marcará una gran diferencia, en los diferentes procesos que requiere, para recuperar la salud. Ensáyalo y lo comprobarás.
¿Qué hacer ante una cirugía? 1. Determina la fecha de la cirugía, de ser posible, con base en las mejores fases de la luna. 2. Prepárate espiritual, mental, emocional, fìsica y energèticamente. 3. Explícale a tu cuerpo, el proceso, por el cual van a pasar. 4. Pide asistencia a Dios: para ti, para el médico que va a realizar la intervención y para todo el cuerpo médico y hospitalario, que estará involucrado. 5. Pide asistencia a Dios, para la entrada, permanencia y salida de la anestesia. 6. Ponte en las manos de Dios, ¿en qué mejores manos podrías estar?
Ten en cuenta las fases de la luna La luna afecta las mareas, los cultivos y los fluidos en tu cuerpo; por eso, en caso de una cirugía, es conveniente elegir una fecha lunar, como menguante o luna nueva, donde su influencia será mínima; contribuyendo a un menor riesgo de hemorragias, inflamación y dolor; así como a una pronta recuperación. ¡Créeme, realmente ayuda!
La importancia de prepararte Es conveniente prepararte, en todas las formas posibles, para cualquier cosa; más aún, tratándose de ti mism@, de tu cuerpo y de tu salud. Estar bien con Dios y con los demás, comer sanamente, descansar lo necesario y tener paz y tranquilidad, contribuirá en gran medida, al buen resultado, del proceso que vas a realizar.
Explícale a tu cuerpo Te cuento que desde hace algunos años, vengo implementando todas las ayudas que el Universo me da, tanto en mis cirugías, como en mis procesos de salud. Hablar con mi cuerpo, y explicarle a cada una de las partes que está siendo afectada, lo que vamos a hacer, el porqué, el cómo y el para qué, nos conecta; recordándonos que somos uno y tenemos objetivos comunes. Este proceso de conexión con mi cuerpo, ha ido manifestándose en forma gradual, permitiéndome aprender en el camino; ya que me ha permitido comprender, que el no tener en cuenta cualquier aspecto u omitir información en el proceso a realizar, afecta los resultados y la pronta recuperación.
Háblale a tu cuerpo y explícale lo que les pasa; sí, a ti y a él. Explícale cómo se desarrollará el proceso a realizar, y sobre todo, agradécele por ser el vehículo de tu alma, por funcionar... a pesar de tus abusos y descuidos, y agradece especialmente, su nobleza, al reaccionar favorablemete y llevarte, a una pronta recuperación.
Pide “asistencia” a Dios En mi juventud, sufrí un accidente automovilístico, en el que casi pierdo la vida... La pelvis se fracturó completamente, separando el tronco de mis piernas; tuve falla cardíaca y casi renal, causada por dos rupturas de vejiga, y dada la magnitud de mis fracturas... un milagroso y corto proceso, para volver a caminar; cosas de Dios. Recuerdo, que en el momento de entrar a la sala de cirugía, me puse en manos de Dios y le recomendé al médico y al cuerpo hospitalario; es más, le dije al Dr. - “Pilas Doctor, pues está en las manos de Dios”. Lo interesante de esta historia, es que cuando hicieron los exámenes, antes de operarme, sólo apareció una ruptura en mi vejiga. Sin embargo, durante la cirugía, el Dr. sintió la necesidad de verificar, y apareció otra perforación; de no haberlo hecho, quizás me hubiera muerto...
Pide “asistencia” para la anestesia Recuerdo que en mis primeras cirugías, no se me ocurrió que podía ser útil, pedir asistencia para la anestesia, y bueno... los resultados no fueron muy buenos que digamos. Pero poco a poco, empecé a pedir asistencia. Al principio, lo hacía para la entrada a la anestesia, pero luego comprendí, que era muy importante hacerlo, para el tiempo que estuviera inconsciente, y en especial, para la salida de la anestesia. En la medida en que lo he hecho, las cosas han mejorado. Pienso que durante ese tiempo, no hay nada mejor, que estar con tus angelitos, guías y maestros espirituales, en lugar de andar por ahí, perdid@ como huérfan@.
En las manos de Dios Siempre que nos sentimos en peligro o necesitamos ayuda... acudimos a Dios; cuando debería ser en todo momento, ¿no crees? Por eso es conveniente... Vivir en las manos de Dios, pues no hay mejores manos en las que podríamos estar. Así es que, vive en las manos de Dios; porque al final de cuentas... todo lo que somos y todo lo que tenemos, nos lo ha dado Él.
¿No crees acaso... que todo eso, estaría más seguro en sus manos, que en las tuyas?
Secreticos que te ayudarán a mejorar después de una cirugía o de un golpe Para evitar la inflamación, toma agüita de caléndula, preparada con los pétalos de la flor y coloca compresas frías de esa misma agüita de caléndula, en el área afectada. Esto lo puedes hacer con cuadritos de gasa pre-cortada y estéril; no pesan y se colocan fácilmente sobre el área afectada. Para mantener el agua de caléndula fría, coloca hielo en un recipiente hondo y coloca encima otro recipiente o plato hondo, con el agua de caléndula. Pon a remojar allí los cuadritos de gasa, e intercámbialos cada vez que se calienten. Para disolver rápidamente los morados, aplica crema de árnica o crema trividol; se consigue en las tiendas naturistas. La mejoría es asombrosa.
Para tener en cuenta ante una cirugía Inés Elvira Carvajalino Arévalo I.E.C.A. “Iniciación en cada alma”