La Cajita de Cristal
I.E.C.A. “Iniciación en cada alma”
La Cajita de Cristal
Inés Elvira Carvajalino Arévalo
1992
LA CAJITA DE CRISTAL
Me desperté una mañana, sintiendo que éste sería un día especial; todo parecía más bello. El cielo de un azul intenso y profundo, deseaba acariciar con su dulzura mi corazón; el sol brillaba con alegría y sus suaves rayos acariciaban suavemente mi piel, en un dulce arrullo de ternura.
Deseé caminar un poco y salí al jardín. Todo parecía un sueño, esperando por mí para hacerse realidad; caminé despacio, disfrutando la hierba húmeda bajo mis pies, sintiendo la dulce brisa sobre mi cara; respiré profundamente, mientras mi corazón se elevaba al cielo en una plegaria de gratitud y amor. Acaricié con mi mirada las flores que acababan de despertar y suavemente abrían sus pétalos para recibir el sol y la brisa de aquel nuevo día; escuché el dulce canto de los pajaritos, saludándome y bendiciendo al Señor. Todo aquello me tenía extasiada... maravillada.
De repente, mi pie tropezó con un objeto pequeño que llamó mi atención; me incliné a observar aquel intruso que interrumpía mi felicidad y sorprendida, vi entre la hierba una pequeña, pero muy pequeña... cajita de cristal.
La tomé suavemente entre mis manos, obervándola por todas partes; era muy bella y brillaba intensamente al contacto con la luz; me sorprendió que cambiara de color y decidí investigar, moviéndola hacia todas las direcciones; entonces concluí, que cambiaba de color de acuerdo a lo que estuviera cerca, tal vez... de acuerdo a la vibración de lo que tocaba.
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