Museo de la ciencia y el juego

ESTUDIO DE CASO CURSO EN APROPIACIÓN DE LA CT+I PARA EL DESARROLLO HUMANO

Foto: aprendiendoconmartin.blogspot.com

EL MUSEO DE LA CIENCIA Y EL JUEGO Elaborado por Manuel Franco Avellaneda

Sumado a ese papel de articulador, el MCJ durante

Presentación

E

sus

30

años

de

existencia

ha

desarrollado un sinnúmero de actividades, las cuales

han

cambiado

en

el

tiempo

l Museo de la Ciencia y el Juego (MCJ) creado

dependiendo de las condiciones internas y

en 1984, fue uno de los primeros museos

externas del museo, así por ejemplo: en la

interactivos latinoamericanos. Se gestó en la

década

facultad

actividades

de

ciencias

de

la

Universidad

de

1980 tipo

el

museo

“feria”,

en

desarrolló

las

que

las

Nacional de Colombia (UNAL), por el interés

burbujas de jabón fueron las protagonistas,

de un grupo de profesores principalmente de

para la década de 1990 el museo desarrolló

física comprometidos con la democratización

material didáctico para la educación formal

de los conocimientos científicos (Betancourt,

con financiación del Ministerio de Educación y

2006), desde ese lugar ha sido un referente

estandarizó

de

ideas

El museo está mediado por condiciones socioculturales, políticas y económicas

y

reflexiones sobre el campo de museos

interactivos

de

ciencias. Publica desde 1998 la revistas

editadas

por

artefactos

diferentes partes de Colombia, proceso que lo hizo merecedor al Premio Latinoamericano de Popularización y

década

un

museo en Latinoamérica, además de haber

de

la

ciencia

otorgado por la UNESCO-RedPOP,

revista Museolúdica, una de las pocas

de

programa de pequeños museos en

en el país y en la región. El MCJ ha circulación

serie

interactivos para la conformación de un

para la configuración de otros escenarios jugado un papel central, en la

una

implementa

de el

finalmente, 2000, programa

desde el de

la

museo mini

coordinado desde sus inicios las escuelas

exposiciones “Maletas del Museo”, con el

latinoamericanas de museología de la ciencia

apoyo entre otras entidades de, Colciencias,

apoyadas por la Red de Popularización de la

el Planetario distrital y el Jardín Botánico de

Ciencia y la Tecnología en América Latina y el

Bogotá, éste programa también recibió el

Caribe

Premio Latinoamericano de Popularización en

(Red-POP).

conformación

de

De redes,

otro fue

lado, uno

en de

la los

2011.

iniciadores de la Red-POP en 1990, asimismo

Esas transformaciones y permanencias son

fundó la red LILIPUT de Pequeños Museos del

el resultado de un proceso de reflexión sobre

Área Andina, que reúne alrededor de 15

el papel del museo en la sociedad, el cual

pequeños museos de Colombia, Ecuador y

está

Venezuela.

culturales, políticas y económicas que co-

mediado

por

condiciones

socio-

construyen las actividades del escenario. Esa

circunstancia de cambio y articulación con necesidades y actores sociales le atribuye relevancia al MCJ como caso de estudio en general, y las “Maletas del Museo” en particular,

porque a

través de su trayectoria es posible identificar las permanentes asociaciones y re-configuraciones que el museo desarrolla para acercarse a la sociedad en la cual está inmerso.

En este documento se aborda el caso de la maleta de astronomía –una mirada del universo–, que fue una de las experiencias más significativas del MCJ en la última década, en tres momentos. En un primer acercamiento se hace un sucinto recorrido histórico del MCJ. Luego se analiza la maleta de astronomía. Finalmente, se señalan algunos puntos de discusión que sirvan como abrebocas para el presente curso de gestores en entidades museales desde la perspectiva de la relación museo-sociedad.

Museo de la ciencia y el juego: el viaje a Ítaca

L

a trayectoria de 30 años del MCJ puede dividirse en tres grandes periodos, esos momentos están marcados por la disponibilidad de recursos, la conformación de alianzas institucionales, los cambios administrativos de la UNAL, etc. En definitiva, la existencia y funcionamiento del museo obedece a una dinámica permanente de negociación y articulación con actores diversos presentes en la sociedad en la cual el museo está inmerso.

Cartillas del programa Re-creo realizadas por el MCJ

El primer periodo El primer período sucede en la década de 1980 y lo podríamos llamar

de

nacimiento

principalmente

a

lograr

del el

garantizar su sobrevivencia1 ( En

esta

dirección,

MCJ.

Esta

etapa

reconocimiento

del

se

orienta

MCJ

para

Nota periodística sobre MCJ).

todas las acciones que desde allí

se

emprenden buscan mostrar y convencer sobre las posibilidades de un museo interactivo de ciencia tanto al interior de la UNAL como en el contexto colombiano, esto en un marco de informalidad tanto en la relación con la universidad como en sus prácticas y actividades de popularización de la ciencia, dado el poco conocimiento y experiencia con la que contaba el museo.

En ese tiempo, el MCJ dependió en gran medida de los recursos de sus promotores, profesores y estudiantes universitarios, y estuvo fuertemente articulado con la docencia, debido al papel que los estudiantes jugaban como mediadores, constructores de artefactos interactivos e incluso como divulgadores de la propuesta.

En efecto, en este periodo existió una fuerte relación del museo con la docencia universitaria, pues la motivación inicial para construir artefactos estaba relacionada con dinamizar y motivar los procesos de aprendizaje de las clases de física impartidas por el

grupo de profesores, en particular las

disciplinas de oscilaciones y ondas, dictadas por el profesor Betancourt en la UNAL. Dicha relación era explícita a tal punto, que en las evaluaciones hechas a los estudiantes, rezaba al final de la prueba una frase que decía: “En juego largo hay desquite”, frase que hacía referencia a la posibilidad que tendrían los

1

Aunque en este periodo el MCJ consigue un rápido reconocimiento recibe poco apoyo por parte del Estado. El surgimiento del museo de los niños de Bogotá capta la atención gubernamental en cabeza del presidente Belisario Betancourt (1982-1986) quien sería uno de sus promotores.

Rezaba al final de la prueba una frase que decía: “En juego largo hay desquite”, frase que hacía referencia a la posibilidad que tendrían los estudiantes reprobados de recuperarse, en caso de obtener malas evaluaciones.

estudiantes reprobados de recuperarse, en caso de obtener malas

evaluaciones.

desarrollados

para

Esta el

revancha

naciente

sucedía

MCJ,

que

con

trabajos

generalmente

2

significaban construir artefactos interactivos .

El segundo periodo

En el segundo período, ubicado principalmente en la década de 1990, el MCJ conseguirá visibilidad nacional con el desarrollo del programa Re-creo, que fue un convenio firmado en 1993 entre la UNAL y el Ministerio de Educación Nacional, en el cual se diseñaron, desarrollaron y produjeron materiales didácticos conocidos como “Cajas de la Ciencia” en Biología, Química, Física, Matemáticas y Salud, con sus respectivas cartillas.

Además de esto, se produjeron un conjunto de 150 montajes interactivos con la intensión de ser la semilla de tres museos interactivos. Resultado del proyecto Re-creo el museo consiguió estandarizar un proceso de diseño de artefactos interactivos (colores, formas, conceptos, entre otros), y el reconocimiento nacional e internacional al ganar el premio de la Red POPUNESCO en la categoría centros y programas en 1997.

En consecuencia este fue una época de “vacas gordas”, con una buena cantidad de recursos económicos, humanos y de infraestructura, gracias a las alianzas locales y nacionales que el museo articuló con diferentes instituciones del Estado para el desarrollo de proyectos relacionados con la democratización de la ciencia y la tecnología. En este sentido, los artefactos interactivos de esta etapa se caracterizan por materiales más 2

Los libros preferidos para elegir proyectos de recuperación para los estudiantes reprobados eran inicialmente libros de física tales como Physics Demonstration Experiments de Harry F. Meiners, que contaban incluso con planos para realizar los experimentos, y tiempo después fueron los libros Exploratorium cookbook: A construction manual for exploratorium exhibits.

En la década de 1990, el MCJ conseguirá visibilidad nacional con el desarrollo del programa Re-creo, que fue un convenio firmado en 1993 entre la UNAL y el Ministerio de Educación Nacional, en el cual se diseñaron, desarrollaron y produjeron materiales didácticos conocidos como “Cajas de la Ciencia” en Biología, Química, Física, Matemáticas y Salud, con sus respectivas cartillas.

robustos, procesos de fabricación más especializados (cortes laser, inyección, etc.), y una patrón ergonómico y estético definido. No obstante, al final de este periodo el MCJ sufre un desmembramiento del equipo, principalmente de diseño, que va a ser parte del proyecto Maloka3. Esta situación marcará las dinámicas del museo en la década siguiente e implicará un redireccionamiento estratégico en el grueso de sus actividades.

Al articularse con la educación formal, el museo asume una propuesta

educativa

centrada

en

el

estudiante

como

protagonista del proceso de aprendizaje. Con esto se concibe al sujeto que aprende como constructor de conocimiento y se producen materiales educativos que buscan disminuir el papel protagónico del maestro. El MCJ reconoce que el acto educativo es también un acto comunicativo. Con esta orientación, se argumenta que tanto la escuela como el museo son medios masivos de comunicación, pero la diferencia radica,

en que la

escuela privilegia al libro –forma bidimensional – como medio básico de comunicación, y el museo usa al objeto, al montaje interactivo

y

la

exposición

–formas

tridimensionales

–

(Betancourt, 2002).

EL museo de la Ciencia y el Juego lleva el conocimiento en canoa o a lomo de mula. Fuente: http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co

3

El Centro Interactivo Maloka es un proyecto que se gesta al interior de la ACAC, se inauguró el 4 de diciembre de 1998.

El tercer periodo

Finalmente, el tercer período corresponde principalmente a la década de 2000. En esta época las entidades gubernamentales orientaron sus esfuerzos al apoyo de Maloka, institución que será privilegiada por Colciencias como estrategia de Apropiación Social de la Ciencia recibiendo entre 1990 al 2004 el 93% de los recurso destinados a museos de ciencia y tecnología en Colombia (Daza, Arboleda, Rivera, Bucheli, & Alzate, 2006).

Además

del

apoyo

económico,

Maloka

recibirá

una

gran

visibilidad y valoración social evidente tanto en la encuesta de percepción pública de la ciencia y la tecnología realizada en Colombia en el 20044 (COLCIENCIAS, 2005), como en los reconocimientos políticos (Símbolo de Bogotá5, Símbolo de transparencia6, Proyecto Exitoso7, entre otros). Esta situación implicará para el MCJ “invisibilidad” en el contexto colombiano en

relación

a

sus

actividades,

y

consecuentemente

una

disminución en el apoyo que recibía de distintas entidades estatales. Este momento estuvo signado por procesos de reflexión-acción encaminados a enfrentar dicha situación,

que

traerán como resultado el surgimiento de iniciativas colectivas y solidarias. Entre estas se encuentra la red LILIPUT de Pequeños Museos del Área Andina, la revista Museolúdica y el programa Maletas del Museo. Éste último programa de maletas, en

4

Dicha encuesta muestra como Maloka es el lugar más reconocido por los docentes como escenario propicio para el aprendizaje lúdico y, de otro, es vista por éstos (docentes de educación básica y media) y por los empresarios, como la institución que ha liderado en Colombia la generación de conocimiento científico y tecnológico, ubicándola por encima de universidades como la del Valle, los Andes, la Javeriana, entre otras instituciones que hacen investigación.

5 Carátula del Directorio Telefónico de páginas amarillas en el año 2000.

6 Elegida por la Cámara de Comercio de Bogotá.

7 Elegida por el Departamento Nacional de Planeación –DNP- para representar a Colombia en el Banco Internacional de Proyectos.

especial la Maleta de Astronomía, será abordado con mayor detalle en el siguiente apartado.

Movilizado por esa situación, el MCJ emprende un ejercicio de reconfiguración que significó el reconocimiento de espacios en los que un museo pequeño resultaría ser más eficiente, y asimismo comprender y consolidar esta fortaleza contra la cual los grandes museos no pueden competir. De hecho, una de las características de los museos como infraestructura cultural en la mayoría de países latinoamericanos, es que sus públicos principalmente son de clases medias y altas, además de ubicarse en ciudades grandes con los mayores niveles de desarrollo económico y cultural (Falcão, Coimbra, & Cazelli, 2010). Así, las propuestas del MCJ se dirigen a la descentralización llegando a regiones excluidas geográfica, social, y económicamente, para lo cual ajusta las estrategias de diseño/construcción y aprovecha su larga experiencia para permitir materializar su propuesta.

Para reflexionar 

¿Qué

condiciones

políticas,

socio-culturales,

económicas, etc., del contexto cercano han llevado a su entidad a cambiar las actividades que desarrolla?



¿Cómo se relacionan las temáticas y actividades de su institución con el entorno cercano?

Las maletas del museo

L

as maletas del museo surgen, de un lado, como una estrategia para enfrentar las dificultades económicas que el MCJ vivió en los comienzos del siglo XXI debidas a

la

disminución

de

proyectos

(exposiciones

itinerantes,

construcción de museos, construcción de material didáctico, etc);

periodo

que

corresponde

con

el

nacimiento

y

posicionamiento de Maloka como ya fue señalado. Y de otro lado, las maletas son una alternativa para llevar exposiciones a diferentes lugares de la geografía colombiana, por causa de los altos costos de transporte, seguros de viaje, instalación y montaje de las exposiciones convencionales8. Las maletas buscan descentralizar el museo, apoyándose en la red Liliput de Pequeños Museos del Área Andina, iniciativa creada en 2003 como una estrategia para unir/fortalecer los pequeños museos que el MCJ ayudó a construir en diferentes regiones del país en la década de 1990 con el apoyo de Colciencias y el Ministerio de Educación Nacional, entre otras instituciones. Estos pequeños museos actúan como nodos, en la medida que desarrollan actividades con las maletas, las prestan, hacen labores de mantenimiento, etc. Además de la Red Liliput, otros programas de

orden

nacional

como

Ondas

de

Colciencias

han

sido

fundamentales para llevar las maletas a diferentes rincones de la geografía colombiana La propuesta desarrollada consistió en mini-exposiciones que evitaban ser material didáctico9. Éstas fueron diseñadas para ser

8

Sólo el transporte de una exposición de 200 m2 puede costar, incluido el embalaje, $3000 USD. En algunos casos los costos aumentan exponencialmente, pues no existen carreteras o están en muy mal estado, como sucede con la Amazonia, la Orinoquia y el Pacifico.

9 Según el MCJ el material didáctico no es usado en las escuelas, en parte por la responsabilidad que tiene el maestro de cuidarlo. Sumado a lo anterior, este atiende un solo grupo y no permite relaciones entre la escuela y la sociedad.

Buscando generar una propuesta alternativa el MCJ decidió hacer mini-

Maleta de astronomía

En los 5 años de existencia de Las Maletas del Museo estas han sido visitadas aproximadamente por 800.000 personas, la gran mayoría de zonas marginadas y vulnerables

transportadas

en

una

maleta

convencional

dimensiones entre 70 x 45 x 30 cm

3.

de

turista

de

Las maletas están

compuestas por un conjunto de artefactos interactivos, carteles (piezas gráficas que abordan diferentes temas de la exposición), manual de montaje y una bitácora de viaje para registrar las observaciones y comentarios de los visitantes.

“Las maletas del museo”, además de convertirse en una alternativa que permitió sobrellevar la crisis económica de los primeros años de la década de 2000, pueden ser leídas como una propuesta política del MCJ para llegar a comunidades aisladas social, económica o geográficamente, las cuales no pueden acceder a la infraestructura cultural del museo.

En este sentido, estos materiales y herramientas podrían ser distribuidos, usados e incluso transformados según los intereses de

las

comunidades

(en

clases

escolares,

actividades

comunitarias, sensibilización en temas controversiales, etc.). En palabras de Julián Betancourt (2011):

exposiciones para con ellas configurar relaciones en el conjunto de la comunidad educativa (BETANCOURT, 2011)

“En los 5 años de existencia de Las Maletas del Museo estas han sido visitadas aproximadamente por 800.000 personas, la gran mayoría de zonas marginadas y vulnerables, igualmente. Si miramos los costos de diseño y producción de Las Maletas obtenemos una cifra de $900 pesos colombianos por visitante (USD$0.50)

cifra

realmente

sorprendente

y

que

es

una

expresión de lo que nosotros llamamos mercadeo social, uno de los ejes de nuestra política educativa y comunicativa. Como se puede intuir de lo ya mencionado, existen otros dos ejes de esta política: descentralización de las actividades del MCJ, llegando a sitios marginados, e inclusión social, cultural y educativa” (p. 7).

No obstante, aunque exista la posibilidad de reproducir los materiales y eventualmente adaptarlos, en el desarrollo de las maletas generalmente no son incluidas las situaciones ni los problemas del entorno en donde las maletas serán usadas. Las temáticas y actividades que en éstas se trabajan se definen desde una noción abstracta del otro.

Para reflexionar 

¿Qué

y

cuáles

características

tienen

las

estrategias

desarrolladas por su entidad museal para acercarse a la comunidad de la cual hace parte? 

¿Qué características tiene esa comunidad? ¿Cuáles son los problemas que la comunidad tiene?



¿Las temáticas que abordan esas estrategias responden en alguna medida a esos problemas? ¿Cómo?

La maleta de Astronomía –Una mirada al Universo – La

maleta

de

astronomía

-una

mirada

del

universo-

desarrollada por el MCJ hizo parte de un aula rodante de astronomía (

MDCJ). Esto en el marco de un programa mayor

llamado “Colombia vive la ciencia, vive la Astronomía”, el cual nació con motivo del Año Internacional de la Astronomía en 2009 con el apoyo de Colciencias (

Bus de la astronomia). El

objetivo que animó el aula rodante se orientaba a contribuir a la construcción, apropiación y comunicación del conocimiento en

En Colombia fortaleciendo los espacios educativos formales con estrategias no formales e informales de educación.

Colombia fortaleciendo los espacios educativos formales con estrategias no formales e informales de educación.

Para el desarrollo del proyecto, Colciencias en cabeza del subdirector

de

ese

entonces,

configuró

una

red

de

actores

constituido por: el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), que era responsable por proveer el aula rodante y los recursos para movilizarla y mantenerla10; la UNAL a través del Observatorio Astronómico Nacional, que era el encargado del apoyo científico y el responsable de la realización de un concurso-curso para profesores; y el MCJ, que asumiría el diseño y desarrollo de los contenidos.

Aula rodante de Astronomía

10

El SENA en Colombia tiene un programa de aulas móviles para regiones que por razones de tiempo y espacio no pueden acceder a los programas regulares que esta institución ofrece.

Para configurar esta red de actores, fueron necesarias un sinnúmero de reuniones de negociación entre el SENA y Colciencias, entre el observatorio astronómico y Colciencias, entre el MCJ y Colciencias, y obviamente reuniones de todas las instituciones involucradas. En relación a las negociaciones con el SENA,

Colciencias

tuvo

que

interesar

a

esta

institución

responsable en Colombia por la formación profesional orientada a la incorporación de las personas en actividades productivas, pues el SENA no reconocía en la astronomía una temática que correspondiera con sus objetivos. Sin embargo, esta institución se había propuesto para el 2010 aumentar su cobertura, y para ello, el aula podría funcionar como una estrategia de publicidad para este tipo de ambientes de aprendizaje. Así, la articulación del SENA al proyecto de astronomía estuvo animada por la intención

de

promocionar

consecuentemente

conseguir,

sus

aulas

en

futuras

móviles,

y

oportunidades,

mayores inscripciones para los cursos de corta duración que esta entidad ofrece (COLOMBIA, 2010). Esta mirada sobre el aula rodante como estrategia de visibilidad no era exclusiva del SENA,

también

Colciencias

leía

el

proyecto

como

una

oportunidad para darse a conocer en lugares apartados donde su accionar es casi nulo.

Además de la negociación del aula, propiamente dicha, era necesario interesar actores capaces de desarrollar contenido. En esta dirección, el Observatorio Astronómico Nacional parecía el socio natural para esta empresa, por esta razón Colciencias hace acercamientos con esta institución con el objetivo de enrolarla en el proyecto. Resultado de esta aproximación, el observatorio se interesa y acepta participar dadas la articulación directa entre la naturaleza del proyecto y sus objetivos institucionales. Sin embargo,

esta

entidad

reconoce

que,

si

bien

tiene

el

conocimiento en astronomía, no cuenta con la experticia ni los conocimientos para el desarrollo de materiales educativos que requería el proyecto. Dadas estas circunstancias, propone la participación

del

MCJ que cuenta

con

el

conocimiento

e

infraestructura, y además facilitaría los trámites jurídicos porque

también pertenece a la UNAL (sólo sería necesario hacer un convenio entre la UNAL y Colciencias).

El panorama hasta aquí presentado, muestra una variedad de lecturas sobre el papel que cumpliría el aula móvil en el entorno donde

sería

usada,

y

por

ende

evidencia

la

flexibilidad

interpretativa frente a su funcionamiento (publicidad, visibilidad institucional, motivación para el aprendizaje de la astronomía, etc.). Adicional a lo anterior, existen nociones diferenciadas del problema que el aula enfrentaría (presencia del Estado, inclusión social, aumento de la demanda de cursos, divulgación de conocimientos astronómicos), los cuales están articulados con los intereses de cada actor involucrado. Así las cosas, la dimensión edu-comunicativa del proyecto aparece mediada por las comprensiones del papel que desempeñaría tanto el aula móvil como la maleta en los diferentes escenarios de uso, y consecuentemente, por el conjunto de intereses articulados que brindaron las condiciones para el funcionamiento del proyecto (Franco-Avellaneda, 2013).

Tercera semana de la Ciencia, Guajira (izquierda) y Arauca (derecha

El panorama hasta aquí presentado, muestra una variedad de lecturas sobre el papel que cumpliría el aula móvil en el entorno donde sería usada, y por ende evidencia la flexibilidad interpretativa frente a su funcionamiento (publicidad, visibilidad institucional, motivación para el aprendizaje de la astronomía, etc.)

Mapa del recorrido del aula rodante de astronomía Estas negociaciones llevaron casi todo el primer semestre de 2009, año de la celebración. Por tal razón el MCJ tuvo que hacer un

proceso

de

diseño

y

producción

en

tiempo

record,

aproximadamente dos meses, para conseguir iniciar el recorrido en el segundo semestre11. La estrategia usada para asumir estas limitantes de tiempo fue aprovechar diseños y desarrollos

11

Estas dinámicas no son específicas de este proyecto, pues con frecuencia en la administración pública los procesos de negociación-decisión son largos y lentos, en tanto, que los de ejecución son cortos y rápidos.

anteriores del MCJ. Buscando así disminuir el número de objetos y actividades nuevas que implicarían un mayor tiempo de producción12. Cabe señalar que el uso de diseños anteriores para la realización de nuevas exposiciones ha sido una práctica frecuente

del

MCJ

contextualización. conjugación

de

que

Este

se

argumenta

proceso

elementos

se

desde

entiende

provenientes

de

la

como

contextos

reuna del

conocimiento formal: disciplinar, históricos, profesionales, etc., que se articulan con elementos de tipo sociocultural, económico y de ciertos saberes, provenientes de contextos a donde se dirige la acción comunicativa (Betancourt et al., 2011). En este sentido la re-contextualización es un proceso frecuente, que haría el museo dependiendo de las temáticas y los visitantes con los que tiene previsto trabajar.

El resultado final del proceso de desarrollo y adecuación, entregó

una

respectivas

maleta guías,

con entre

29

juegos

otros,

interactivos

estos

juegos

con

sus

estaban

conformados por rompecabezas, juegos de habilidad, juegos de salón, modelos y aparatos mecánicos. Además la maleta tenía 20 carteles gráficos en forma de historietas que presentaban informaciones sobre el espacio y el universo13, y un libro de profundización en temas relacionados con la maleta llamado “el libro del repilo”14. Este proyecto consiguió en 4 meses AgostoDiciembre

12

de

2009

recorrer

73

ciudades

del

territorio

Algunos de los diseños adaptados fueron: el telescopio de galileo (que aprovecha lentes de los kits didácticos Re-creo), El rompecabezas del sol y del observatorio astronómico (los rompecabezas están presentes en varias maletas), De Ptolomeo a Einstein (usa un juego con epiciclos que fue inicialmente copiado del científico amateur de Scientific American), Las constelaciones (usa una estructura parecida a la cámara oscura), Arma tu constelación (que usa un geoplano), se curva el espacio (usa el efecto de dos espejos plano-paralelos).

13 Los carteles, tienen como protagonistas al Profesor Cateto y a Eugenio, personajes que el MCJ también usó en las cartillas del programa Re-Creo en la década de 1990. Ellos viajan en un trasbordador desde la Tierra a los confines del Universo, que en este caso es una “chiva espacial”, con esa estrategia presentan a los diferentes públicos temas sobre el espacio y el universo (ver: http://www.cienciayjuego.com/jhome/index.php?option=com_content&view=arti cle&id=92:astronomia&catid=49:descripcion&Itemid=4 ).

14 Repilo es una expresión usada principalmente en Bogotá, para referirse a una persona inteligente y diligente con los quehaceres escolares.

Este proyecto consiguió en 4 meses AgostoDiciembre de 2009 recorrer 73 ciudades del territorio colombiano atendiendo una población de más de 25.000 personas (ver Mapa del recorrido del aula rodante de astronomía)

colombiano atendiendo una población de más de 25.000 personas (ver Imagen 3)15.

Existen tres estrategias que fueron claves en el diseño de estas

exposiciones

“enmaletadas”;

entendidas

éstas

como

artefactos interactivos. La primera: restricciones de tamaño y peso. Se espera que todos los componentes de la exposición se ajusten a la capacidad de una maleta de turista de 70 x 45 x 30 cm3 y a un peso máximo de 40 kilogramos, esto implica que los objetos

principalmente

sean

bidimensionales

(planos).

La

segunda, los objetos deben ser mantenidos e instalados in situ por los usuarios de la maleta. Así, es indispensable el uso de materiales de fácil adquisición y la utilización de procesos sencillos de fabricación, además se deja en manos de los usuarios la adecuación y distribución de la exposición en el espacio de presentación. Por último, los objetos no tienen estructuras portantes. Esto significa que para ser usados deben ser tomados con la mano y manipulados.

Esas estrategias son la base de la compresión de apropiación social de la ciencia y la tecnología que propone el

museo,

y

por

ende,

están

articulados

posicionamiento que el museo tiene sobre

con

el

los problemas de

inequidad que Colombia enfrenta16.

En palabras del director del MCJ estos problemas refieren, entre otros, al poco acceso tanto a conocimientos codificados e información educativa

como y

a

exclusión

la

infraestructura cultural),

así

cultural como

(exclusión

trabajos

mal

remunerados (exclusión económica y laboral) (Betancourt, Ávila, Matamoros, Gómez, & Pinzón, 2009).

15

Para mayor información sobre los municipios ver: http://www.cienciayjuego.com/jhome/index.php/aula 16 Según el estudio hecho en el 2011 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Colombia ocupaba el puesto 87 en el escalafón de desarrollo humano, entre 187 países, pero, al ajustar esa clasificación teniendo en cuenta la desigualdad, pierde 24 puestos (PNUD, 2011). El informe sólo presentó datos de desigualdad de 129 países.

Esa mirada sobre el diseño implica que el objeto nunca es un producto

terminado,

éste

se

concibe

como

un

prototipo

susceptible de mejoras y cambios, e incluso se espera que pueda ser mantenido y reparado en el lugar donde llegue la exposición,

sin

la

necesidad

de

personas

especializadas.

Asimismo, en la fabricación de los objetos no se usa tecnología compleja, pues se cree que esto impediría su replicabilidad, además de pensarse inadecuada e innecesaria para las premisas de diseño que deben cumplir Las Maletas del Museo.

Ahora bien, en relación con las apropiaciones que hacen los públicos de la maleta, éstas cambian dependiendo del contexto.

De hecho, David Forero y Oscar Sepúlveda, diseñadores del MCJ, identifican que: “[…] observamos como el conflicto armado que afecta en mayor medida ciertas regiones del país se vio reflejado en el comportamiento y las acciones de los niños(as) visitantes del aula, en pueblos como Puerto Boyacá y Caucasia, lugares azotados por la violencia, los niños(as) se mostraron más agresivos, indisciplinados y conflictivos, y fue en los lugares en que tanto el aula y la exposición sufrieron más, se llego al punto de tener que guardar montajes”(Forero & Sepúlveda, 2009, p. 24) Esas circunstancias medidas con las realidades que viven los diferentes entornos, también cuenta con un ingrediente adicional relacionado con la débil presencia del Estado en las zonas a las que las maletas se dirigen, razón por la cual la maleta permite la construcción de lo público. En ese sentido, Betancourt y colaboradores (2011), señalan: “La llegada del Aula siempre constituyó una gran sorpresa para los habitantes de cada pueblo. Se explicaban el hecho como iniciativa del alcalde o que el gobernador se había acordado de ellos, o un representante o un senador o el político de turno. No se pasaba por la mente que entes

estatales nacionales hubieran acometido una empresa de la índole del Aula. Es decir, que al Estado como tal lo perciben muy distante ya que acciones directas de sus instituciones, no son tangibles y rara vez los tocan, como si no hicieran presencia y cuando lo hacen, está mediada por una maraña de intereses políticos. En los pueblos, lo que se percibe es la debilidad del Estado, a través de precariedades de toda índole” (p. 7).

Para reflexionar 

¿Cómo el contexto al que se dirigen las actividades de su entidad influencia el diseño de las mismas?

Fuente M. Galindo

Museo de la Ciencia. Universidad Nacional

Algunas consideraciones finales: a manera de cierre A partir de la descripción hecha hasta aquí del MCJ, y en particular de la maleta de Astronomía –Una mirada al Universo–, es posible identificar tres dinámicas que caracteriza al museo, que operan tanto en el MCJ en su conjunto como en el caso específico de la maleta de astronomía, así:

a. Visibilizar el mensaje El museo ha configurado una serie de herramientas que le permiten

hacer

presencia

en

el

discurso

público

sobre

apropiación social de la ciencia y, específicamente, en relación a los museos de ciencias. En este sentido, aunque ya no tenga los recursos, ni el capital político que otros escenarios de este tipo tienen

en

Colombia,

el

MCJ,

lanzó

en

1998

la

revista

Museolúdica en donde periódicamente publica sus reflexiones y actividades17. Así, el MCJ ha logrado poner a circular y marcar posiciones, en el contexto colombiano y latinoamericano, sobre: el papel de la popularización de la ciencia (Betancourt, 2004), la comprensión del museo desde la comunicación (Betancourt, 2001), el papel de los museos en la inclusión social (Betancourt, 2009), entre otros temas. Sumado a lo anterior, la revista es una poderosa herramienta de sistematización de las actividades que el museo desarrolla cada año, así por ejemplo en el número 22-23, editado en el 2009, es posible encontrar la información más relevante sobre el aula rodante de astronomía. En este sentido, algunos críticos argumentan que esta es una revista endógena que dista mucho de ser una revista académica, pese a estar en el seno de una universidad.

Adicional a la revista, y en el caso específico del proyecto de 17

Al menos una vez por año el MCJ lanza un número impreso de la revista, pero también es posible acceder a esta a través de la página del museo ( http://www.cienciayjuego.com/jhome/)

Taller Red Lilliput

astronomía, el museo aprovechó su página web para mostrar el recorrido del aula, las actividades, los componentes de la maleta, las notas periodísticas publicadas sobre el proyecto, y las ponencias presentadas en eventos, tales como, las reuniones de la Red-POP (Betancourt et al., 2011, 2009). Esta estrategia de visibilizar el mensaje diferencia a este pequeño museo de escenarios como Maloka en Bogotá y explora en Medellín, pues a diferencia de estas instituciones que usan principalmente la página web para promocionar sus actividades, el MCJ

la usa

para poner a circular sus discusiones y reflexiones, así como, herramienta de sistematización de sus actividades.

b. Configurarse como un colectivo.

En el marco del proyecto Re-creo en la década de 1990 el MCJ comienza la construcción de pequeños museos, los cuales están compuestos por un conjunto de artefactos interactivos, que son replicas de los desarrollados por el MCJ para ser usados en su sala. Para la instalación de estos museos, fue necesario negociar con

gobiernos

locales,

identificar

interlocutores

locales

y

conseguir espacios para el funcionamiento de estos escenarios, además de articular otros aspectos socio-culturales (por ejemplo articulación

museo-escuela)

y

económicos

(salarios

para

empleados, mantenimiento, promoción, etc.) relacionados con el funcionamiento de un museo. Dadas estas circunstancias, la estrategia configurada desde el MCJ para enfrentar estas problemáticas, que el mismo sufría, consistió en pensarse como un colectivo y no como un ente individual. Así nació la Red Liliput de pequeños museos que buscaba estrechar lazos de acción, cooperación y solidaridad entre sus diferentes miembros, con el fin de fortalecerlos individual y colectivamente de tal forma que puedan llevar a cabo planes, proyectos y programas en

los

campos

de

articulaciones fueron

mutuo

interés.

Sin

embargo,

esas

contingentes y se rompieron con los

cambios de administración, de funcionarios, de intereses, etc.

Ello levó a que los pequeños museos tuvieran que iniciar procesos de

negociación

para obtener

recursos,

espacios,

recurso humano, etc. Circunstancia que era difícil para los jóvenes museos tanto por la poca experiencia en la gestión política y económica como por la diversidad de interés que se manejan en la administración pública. Así las cosas, en algunos casos estos escenarios casi desaparecieron o se convirtieron en espacios

temporales

sostenidos

por

grandes

esfuerzos

individuales (Pérez-Bustos, 2010).

Al pensarse como colectivo el MCJ logra entonces anteponer a estas circunstancias lazos de acción, cooperación y solidaridad entre los diferentes museos miembros de Liliput y con ello fortalecerlos individual y colectivamente de tal forma que puedan llevar a cabo planes, proyectos y programas en los campos de mutuo interés. De hecho, las maletas han servido, desde su nacimiento, para llevar nuevos materiales a la red de pequeños

museos

contribuyendo

significativamente

en

las

dinámicas de estos escenarios, pero a la vez, estos se convirtieron en nodos de distribución en sus áreas de influencia mejorando

ampliamente

programa. En

la

cobertura

y

conocimiento

del

relación a esta compresión de colectivo, las

maletas configuran una red de confianza a nivel de todo el país, pues estas se prestan sin ningún conocimiento previo de las usuarios y sin ningún costo, los únicos requisitos son enviar una solicitud escrita al MCJ manifestando su deseo de tener la maleta y las posibles fechas en que la necesita, de igual forma pagar el costo de envío de la maleta (aproximadamente $50 USD), diligenciar por lo menos cinco evaluaciones o “Diario Viajero” y enviar por correo electrónico fotos y videos de la experiencia.

c. Diseñar y construir en coherencia con las apuestas del museo.

Este aspecto se ha configurado como identidad del museo y representa una estrategia que se articula coherentemente con las apuestas de inclusión que lo han animado, asimismo es consecuente con las restricciones de recursos e infraestructura que este tiene. En este sentido, el denominado diseño de caja blanca orienta el proceso de construcción bajo las premisas de transparencia, fácil exploración visual, intuición de formas de uso, y familiaridad. Pero adicional a esas características, existe un conjunto de posicionamientos que sustentan el accionar del museo en términos de diseño y construcción, a saber: 

Diseñar y construir objetos dignos de uso, lo que no

significa pobres, pues se usan materiales de fácil consecución y procesos

de

fabricación

sencillos

para

permitir

su

reproducibilidad y bajo precio. Esto es evidente en la maleta de astronomía tanto por su costo, aproximadamente USD$ 2500, como

por

los

técnicas

usados

para

su

fabricación

(metalmecánica y carpintería). 

Aprovechar al máximo los recursos y conocimientos

alcanzados por el MCJ, en este sentido el museo re-contextualiza permanentemente diseños anteriores, con lo cual consigue disminuir tiempos tanto en diseño-construcción como en ajustes.

Por ejemplo, en la maleta de astronomía menos del 50% de los objetos son diseños nuevos. Esta estrategia también significa un proceso de acumulación (conocimiento, experiencias de uso, estrategias de fabricación etc.), basado en la

repetición-

reflexión que termina cualificando los artefactos. 

Diseñar colectivamente, razón por la cual el equipo de

conceptualización y diseño está conformado por todos los profesionales del museo independiente de sus formaciones y experiencias. Esta premisa del museo le ha permitido incorporar

y formar rápidamente nuevos integrantes del equipo, situación que

enfrenta

permanentemente

por

la

rotación

de

sus

integrantes. Adicional a lo anterior, esta propuesta de diseño (definición de temas, actividades y objetos) le ha facilitado al MCJ la no especialización, pues si bien, existen perfiles, tareas y actividades diversas, estas sólo se explicitan en el proceso de implementación y construcción. Esto le brinda una mayor coherencia conceptual entre lo planeado y lo realizado, y además le asegura un control colectivo de las prácticas. Sin embargo, el proceso de diseño se realiza en la mayoría de los casos sin la participación de los futuros usuarios, y por ende, la apropiación social del conocimiento parece en algunas ocasiones una instrumentalización que sucede posterior a la producción de conocimiento. Es decir, se trataría

de un

“simplificación”

necesaria para aproximar los “legos” a los conocimientos científicos.

Para finalizar, sería importante enfatizar que el museo está marcado por las características del entorno del cual hace parte (culturales, sociales, económicas, políticas, etc.), y su vez, su papel se configura en respuesta a una concepción de su funcionamiento en un contexto especifico. Así, el MCJ se articula en función de las dinámicas locales, y por ende, puede asumir papales de mantenimiento, critica o resistencia-transformación del entorno del que hace parte. Teniendo presente lo anterior, el panorama presentado, nos muestra una propuesta gestada al interior de un escenario privilegiado, la UNAL, que brindó y aún brinda las condiciones básicas que permiten la subsistencia del MCJ. Además nos muestra que los procesos de apropiación de la CTI, se transforman en el tiempo por causa de un ejercicio de reflexión-acción sobre un contexto específico.

Asimismo cabe anotar que el MCJ fue el iniciador de un nuevo campo en Colombia: los museos interactivos de ciencia. Esta circunstancia significó grandes esfuerzos tanto para estabilizar una noción de funcionamiento social de estos escenarios, como para alinear actores que proveyeran recursos (tiempo, dinero,

etc.) para su materialización. Ello define las actividades del museo en un contexto de rebusque18, como condición, tanto para la construcción de los artefactos educativos del museo, como para la configuración de un discurso coherente con la realidad en la que el MCJ está inmerso. A partir de aquí los materiales de bajo costo y las posibilidades de replica y mantenimiento por parte de los usuarios son condiciones que están a la base de la subsistencia del MCJ. En efecto, desde sus inicios, y aún hoy, después de 30 años de abierto, el museo no cuenta

con

solvencia

económica

suficiente

para

su

mantenimiento y proyección, razón por la cual, esta institución realiza una gestión permanente de consecución de recursos e implementa

un

administración

austera,

que

el

profesor

Betancourt llama “economía de guerra”.

Para reflexionar 

¿Cómo sucede el proceso de diseño y construcción de exposiciones en su entidad museal? ¿Cómo se obtienen los recursos?

¿Quiénes

participan?

¿Cómo

se

deciden

las

temáticas de las exposiciones y las interacciones con los públicos? 

¿Cómo define su entidad museal

el

papel social

que

desempeña?

18

El rebusque está asociado a un emprendimiento por necesidad (basado en la sobrevivencia del museo), que implica el aprovechamiento racional de los recursos disponibles, el desarrollo de actividades de bajo costo de fabricación, mantenimiento e instalación, y la articulación estratégica con diferentes actores del entorno en acción.

Referencias

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New York.

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