P. Gumersindo D铆az sdb
Segunda Edici贸n
El Señor es mi pastor El Señor es mi pastor, nada me falta, en verdes praderas me hace recostar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo. Tu vara y tu cayado me sosiegan. Preparas una mesa ante mí en frente de mis enemigos. Me unges la cabeza con perfumes y mi copa rebosa. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida. Y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Portada: Cataratas del Niágara, lado USA, y Cabo San Lucas de Méjico.
Remanso M铆stico C谩psulas de reflexi贸n
Segunda edici贸n revisada y aumentada.
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Remanso Místico P. Gumersindo Díaz sdb
E-mail: gumer21@hotmail.com
Primera edición: Enero / 2008 1000 ejemplares. Segunda edición: ______ / ______ 2000 ejemplares.
ISBN : Santo Domingo. República Dominicana. ______ / ______
Autor/Editor y Diagramación: P. Gumersindo Díaz sdb.
Impreso en República Dominicana. Editora Corripio. Herrera, Santo Domingo. R.D.
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Bienvenido, amigo lector... ... a meditar, ... a dar gracias a Dios ... y a admirar la belleza de la creación.
Flor “La gloriosa” Jarabacoa, R. D. 5
Nacimos para ser ofrenda
Pan para ser partido. Pan para ser comido.
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Indice Pag.
1. Introducción ............................. 2. Tú y yo, Señor .......................... 3. Mi Jesús ................................... 4. El Señor es mi pastor ............... 5. El sacerdote .............................. 6. Con María ................................. 7. Jesús, mi amigo ........................ 8. El camino de la cruz ................. 9. La flor y el basurero .................
11 19 21 23 25 27 29 31 33
10. Presencia divina ..................... 11. Primacía de Dios .................... 12. Sí, acepto ................................ 13. Cumpleaños ............................ 14. Torrente .................................. 15. Nada te turbe .......................... 16. La mariposa y la flor .............. 17. Aceptación de Benedicto XVI.. 18. La mochila .............................. 19. El arco iris ..............................
35 37 39 41 43 45 47 49 51 53
20. Hombres de roca .................... 21. Aprender a morir .................... 22. El Silencio .............................. 23. La senda del éxito .................. 24. Conveniencia ......................... 25. Alma de niño .......................... 26. Renuévame ............................. 27. Paz .......................................... 28. Huella y Palabra ..................... 29. Al pie de la cruz ...................... 30. La cruz ....................................
55 57 59 61 63 65 67 69 71 73 75 7
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31. Buenos deseos ................................. 32. Mi Dios eterno ................................. 33. La esperanza .................................... 34. Fábula de una oruga ........................ 35. Oración del hombre perro ................ 36. Soledad ............................................. 37. Tierra de hombre ............................. 38. Lo fácil y lo difícil ........................... 39. Consejos de un padre a un hijo ........ 40. Gracias, amigos ...............................
77 79 81 83 85 87 95 101 103 105
41. Viviendo en Cristo ........................... 42. Mi Dios en silencio .......................... 43. Creciendo en Cristo ......................... 44. La caja de Dios ................................ 45. La carreta vacía ................................ 46. Decisión de cangrejos ..................... 47. Ascética cristiana ............................. 48. Despedida ........................................ 49. El Señor es mi refugio ..................... 50. La alegría de ser débil ..................... 51. Tú puedes .........................................
107 109 111 113 114 115 119 121 125 127 131
52. Si pudiera ........................................ 53. Dios es amor .................................... 54. La mentira ........................................ 55. El amor ............................................ 56. La ofrenda ........................................ 57. Jesús se hizo Pan .............................. 58. Gusten y vean ................................... 59. Memorial del Señor .......................... 60. Pensamientos de Mahatma Ghandi .. 61. El hombre bueno y pacífico ............. 62. La victoria sobre el mundo ..............
133 135 137 139 141 142 143 145 146 147 149
63. La corriente de mi río....................... 64. Paradoja de nuestros tiempos ..........
151 153
65. El éxito ............................................ 66. Inmolación gozosa .......................... 67. Jesús es el camino ............................ 68. Gracias, Señor ................................. 69. Aprender del lápiz ............................ 70. Padre nuestro...Hijo mío .................. 71. Servir ................................................ 72. Uno crece .........................................
155 157 159 161 162 163 164 165
73. El agua y la montaña ....................... 74. Siembra de amor .............................. 75. Bendición del hogar ......................... 76. Mi árbol de amigos .......................... 77. El helecho y el bambú ..................... 78. La bella vejez ................................... 79. El águila ........................................... 80. La lección de la mariposa ................ 81. Las etapas de la vida ........................
167 169 170 171 176 179 181 182 185
82. La enseñanza de los gansos ............. 83. Vida Serena ...................................... 84. Mártires salesianos............................ 85. San Juan Pablo II .............................. 86. Dondequiera que estés ....................... 87. Como ciervos sedientos ..................... 88. Competencia Social ........................... 89. Remolino materialista ........................ 90. Entre la vida y la muerte .................... 91. Jesús ayer, hoy y siempre ...................
187 189 192 195 199 203 205 209 211 215
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Orquídea, casa Amparo Yuri, Mayagüez, Puerto Rico
Tus obras, Señor, nos hablan de tu grandeza y de tu amor. 10
Introducción Remanso Místico es un libro cargado de mensajes espirituales, páginas adornadas con estampas de la naturaleza, que ofrecen bendición y luz para los que saborean la vida de Dios. El lector no encontrará en este libro un orden lógico, ni una secuencia que va de un capítulo a otro. Este libro es como el bosque o la montaña, donde no hay un orden de presentación entre las aves que cantan, la brisa que susurra en los árboles, los manantiales que suenan entre las piedras o el rayo de sol que despierta la vida. El orden de la montaña o del bosque consiste en que todo lo que uno ve, todo lo que uno toca, es hermoso y ayuda al descanso del alma. Eso es este libro: un bosque encantado de pensamientos, fotografías y oraciones, que ayudan al descanso del espíritu , y al recreo interior de aquellas personas que todavía conservan un poquito de poesía en algún rincón de su alma. Cuando entramos en estas páginas, la mente se sumerge en un verdadero remanso místico, salpicado por pequeños manantiales de sabor espiritual, que serenan el alma y ayudan al equilibrio humano, facilitando un rico encuentro con uno mismo y con el Dios del amor. Algunos temas, como “Cuatro Normas”, “El Exito”, “Paradojas de Carlin”, “La Mariposa y la Flor”, etc. han sido tomados de los mensajes que cabalgan en el internet y que llegan a muchas puertas, especialmente los mensajes en Power Point. Sólo me resta ofrecer mi bendición a aquellos que se adentren en estas páginas, dando gracias a Dios y recreando su alma con la belleza de la naturaleza, donde Dios puso su mano suave y sencilla, delicada y santa, grabando en valles y montañas, el sello de lo sublime. Todas estas hermosas fotografías están dedicadas al Dios que las ha puesto en el universo como señal de su belleza infinita, y también las dedico a todos aquellos que vengan conmigo a descansar un poco en este pequeño rincón, llamado “Remanso Místico”. El autor. 11
El universo es como una Misa. Y la vida es un permanente ofertorio.
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Salto de Jimenoa Piedra Blanca Jarabacoa, R. D.
“El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré a Dios: esperanza mía y castillo mío, mi Dios, en quien confiaré”. Salmo 91 13
Salto de Arroyo Cercado Jarabacoa R. D.
Bautizados en Cristo. Nuestro planeta tierra es como una fuente bautismal que nos purifica y nos transforma. Toda la vida nos va bautizando en Cristo. 14
¡ Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra !
“Dalia”- Pinar Quemado. Jarabacoa, R.D.
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Río Yaque del norte. Sección La Guázara. Jarabacoa, R. D.
El río es la expresión más hermosa de la gratuidad de Dios. Toda el agua que recibe, la devuelve convertida en servicio. Le sirve al hombre, le sirve a los animales, y fecunda la tierra por donde pasa. Toda el agua que le queda, la entrega al mar. El río se parece a Dios, pues el río, toda el agua que recibe, la regala. Toda la gloria que Dios recibe la devuelve al hombre convertida en dones de la creación y en dones de la redención. Los ríos son signos de gratuidad y de generosidad. 16
Jardines Butchart, isla Victoria. Vancouver, Cánada
Dios le dio al hombre la tierra y el amor. Y le pidió que llenara la tierra de paz y de amistad, que la sembrara de flores y la conservara con el amor. La tierra es el jardín de Dios, donde El ha puesto al hombre y a la mujer para que sean felices, y los ha dotado de un amor grande, reflejo de la divinidad de Dios. “Los montes se correrán, las colinas se moverán, pero mi amor por ti no se apartará jamás”. Isaías 54, 10. 17
Este pan es Mi Cuerpo Este vino es Mi Sangre
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Quien coma y beba tendrรก vida eterna.
Tú y yo, Señor en mi largo camino Tus huellas son mis huellas.
Tú caminas, yo te sigo.
La meta eres Tú, la sed es mi amor.
Rodando y tropezando te he ofrecido lo poquito que soy: “Un manojito de penas” que adorna la pesada cruz de mis limitaciones. Eso soy yo, eso fue lo que la vida me dio, y eso te lo ofrezco con amor.
La senda que me trazaste la voy regando con dulces gotas de lágrimas. A donde llega mi llanto, hasta allí llega tu amor. Por eso yo sé que la tierra que piso dará fruto abundante. Cada vez que Tú me sonríes, borras una pena de mi alma. Cada vez que yo te sonrío, quito una espina de tu corona. Así es nuestro andar. Sigamos andando, ya no queda mucho por andar. Sigamos sembrando, pues vale la pena sembrar hasta el final. 19
“Rosa� Aspirantado Salesiano. Jarabacoa, R. D.
No pretendas econgtrar muchas flores en tu camino. Te toca a ti convertir las espinas en rosas, y vivir siempre feliz.
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Mi Jesús Mi Jesús
Como el águila que va volando buscando la altura, así te buscaré. Yo te amo, yo te busco, tuyo soy. Contigo viviré.
Mi Jesús
Como la flor que se abre buscando la luz, así te buscaré, porque en ti mi vida es luz. ¡Contigo viviré!
Mi Jesús
Como el arroyo en la montaña va cantando, así yo viviré, cantando tu amor. Contigo viviré por toda la eternidad.
Mi Jesús
Como débil avecilla, de pocas plumas y alas rotas, voy revoloteando en tu presencia, junto a tu altar. Tú eres mi sosiego y mi descanso. Contigo viviré en éxtasis de amor.
Mi Jesús
Gracias por tu amor. Gracias por tu perdón. Gracias por la paz que Tú me das. Gracias por esperarme en la eternidad. Te estaré buscando y te encontraré. Contigo viviré en eterna paz. Amén 21
Cataratas de Iguazú, Brasil
Las piedras y los acantilados son las dificultades de los ríos, pero ellos las transforman en una hermosa canción. La canción del río parece tener un solo acorde, pero no cansa, pues tiene un toque realmente divino. ¡Qué hermoso sería que cada persona transformara los tropiezos de su vida en una bella canción! 22
El Señor
es mi Pastor
nada me falta.
Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Oigo sus pasos que me guían, siento la brisa fresca cuando su sombra me envuelve. Los latidos de su corazón van al ritmo de los míos, y mi alma se llena de alegría y de serenidad. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo. Su vara y su cayado me sostienen.
El va siempre conmigo.
Salmo 23. 23
Clausura Año Sacerdotal San Pablo Extramuros Roma, Junio 2010
“Si permanecen en Mí, darán fruto abundante y tendrán vida eterna”. Juan 15, 5.
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EL SACERDOTE ES El hombre del gran milagro ES HOMBRE PECADOR
pero recibe tanta misericordia de Dios, que se convierte en fuente de misericordia y de perdón.
TIENE PIES DE PECADOR
pero deja en el camino huellas de santo.
ES PROFETA
que no derrama su sangre, pero gasta toda su vida tratando de curar las heridas de los demás.
ES PESCADOR DE HOMBRES enviado a este cansado mar de la vida a lograr la pesca milagrosa de la fe.
AMA SU VIDA
PERO CON CRISTO SE HACE PAN, para ser “partido” y para ser “comido”. Vive al pie de la cruz y, con Cristo, acepta ser parte del sacrificio que redime al mundo. 25
Estatua de María Auxiliadora, al pie del monte Fujiyama, en Japón.
Cincuenta naciones participaron en la construcción de este monumento de fe a la Santísima Virgen María. Cada país que participó tiene su nombre en una pequeña placa a los pies de la Virgen.
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Le pedí a la Virgen María que me diera un consejo. Ella me miró y me dijo: “Al Calvario se sube de rodillas y en silencio”.
La salvación se realizó en medio de persecuciones, golpes y latigazos. Los grandes proyectos conllevan grandes cuotas de renuncia y de sacrificio. 27
“Rosa” - Aspirantado Salesiano. Jarabacoa, R. D. 1982.
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JESÚS,
mi amigo Mientras haya una gota de luz... para verte, Mientras haya una gota de amor... para amarte, Mientras haya una gota de paz... para estar contigo, será bello vivir a tu lado... JESÚS, MI AMIGO. Mientras pueda encontrar tus pisadas... en el camino, Mientras pueda saber que mi vida... es toda tuya, Mientras sienta que Tú estás presente...y estás conmigo, será bello vivir a tu lado... JESÚS, MI AMIGO. Mientras haya un poquito de fe... junto a la cruz, Mientras quede un poquito de ofrenda... sobre el altar, Mientras haya un poquito de sed... de estar contigo, será bello vivir a tu lado... JESÚS, MI AMIGO. 29
Crucifijo de la iglesia Mar铆a Auxiliadora, Jarabacoa, R. D.
Esa paloma fue soltada en el OFERTORIO, como paloma de la paz, el 29 de Marzo de 1995, en la Misa de mi 25 aniversario de sacerdote. La paloma vol贸 por toda la iglesia, y luego fue a posarse sobre el crucifijo, donde permaci贸 por m谩s de 2 horas.
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El camino de la cruz y el anhelo del cielo Las limitaciones propias de esta carne mortal, las enfermedades, los disgustos, los fracasos, los caminos cortados, los abandonos, las incomprensiones, los problemas sin respuestas, los pasos inciertos, los tropezones que duelen y marcan al caminar, todo esto hace de este mundo una “tierra de hombres”, un “valle de lágrimas”. Esos son los SUFRIMIENTOS FISICOS. Cuando nos decidimos a superar los sufrimientos físicos, a convertirlos en ofrendas, como incienso en la presencia de Dios, a usarlos como instrumentos de purificación, entonces chocamos con la realidad profunda del alma humana, donde se vive una verdadera batalla de luces y de sombras, de gracia y de pecado, de amor por Jesús y de vacío interior. Encontramos vivencias que golpean la vida, la cansan, la vuelven nerviosa, le quitan significado, le desbaratan muchas ilusiones, volviendo nuestra marcha muy lenta, y hasta con poco deseo de crecer interiormente. Queremos romper todas las cadenas que nos atan, arrancar vicios y malas costumbres que se han adueñado de nosotros, pero nuestras fuerzas fallan, y el mal interior se vuelve tirano dentro de nosotros. Esos son los SUFRIMIENTOS MORALES. Con frecuencia se logran algunas victorias, se vence alguna que otra costumbre negativa, y uno echa a andar por la vía del espíritu. Crecemos hasta cierta altura, pero ahí nos quedamos. Pasamos muchos años navegando en una determinada vida de fe, pero sin dar algún paso significativo hacia adelante, porque la vida se ha vuelto estacionaria. 31
Brotan desde nuestro interior ráfagas de nobles aspiraciones, pero mueren como estrellas fugaces en la noche oscura del alma. Pedimos perdón cada día, y hasta cada hora, pero nuestra alma no logra estar preparada para una unión profunda con el Dios del amor en una Eucaristía donde el alma se sumerja en la fuerza sacrificial de la redención de Cristo, encontrando el regalo de algunos instantes de éxtasis divinizante. La transformación radical de nuestras vidas que pide Jesús no se consigue, y nos resignamos a ser frutos menores de la hermosa tierra de la Iglesia. Esos son los SUFRIMIENTOS ESPIRITUALES. Los sufrimientos físicos se sitúan entre la salud y la enfermedad, entre el éxito y el fracaso. Los sufrimientos morales son limitaciones entre la gracia y el pecado. Los sufrimientos espirituales reducen la estatura de la fe y el don divino de la vida interior. Todos esos sufrimientos son el camino de la cruz, y mantienen al hijo de Dios en una verdadera batalla terrenal, en un combate sin descanso. Pero las luces que surgen en nuestro interior nos permiten recrearnos en la gloria de Dios y no abandonar el combate hasta la victoria final. El perdón traído por Jesús y la grandeza de su amor gratuito nos aseguran una lucha sin tregua, pero también, una conciencia clara de que la victoria será nuestra. Sólo hace falta perseverancia y no desmayar. “Estén alertas y aguarden hasta que su Señor llegue”. ( Lc.
12, 35-36 )
La victoria ya está en nuestras manos, aunque todavía no podemos celebrarla. 32
LA FLOR y el basurero
UNA FLOR nace en medio de la basura, se alimenta de basura, no critica la basura, PERO LA FLOR NO ACEPTA SER BASURA. No se trata de pensar que nosotros somos la flor, y que aquellos que nos rodean son la basura. Lo que se pretende aquí es imitar el dinamismo de la flor, la cual, con la energía que le da la naturaleza, puede transformar la basura en alimento que da vida. Nosotros, con la energía que recibimos de la Gracia de Dios, podemos crear una fuerza interior que nos ayude a transformar en valor positivo todo cuanto nos rodea, aún aquellas cosas que parecen ser negativas. Que todos los acontecimientos que llegan a nuestra vida sirvan para nuestro crecimiento espiritual, ayudándonos a reafirmar nuestra fe y nuestra vida en Cristo. Si evitamos convertirnos en basura, y logramos mantener la dignidad de hijos de Dios, podremos llegar al gran milagro de la fe...
...que con pies de pecadores dejemos huellas de santos... 33
Congreso de Mar铆a Auxiliadora. Cochabamba, Bolivia.
Organizado en 1989 por el italiano P. Longo, ap贸stol de la devoci贸n a Mar铆a Auxiliadora.
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Presencia divina EL DIOS DEL SILENCIO Yo, Dios de amor y de perdón, Dios de comprensión y de ayuda, Dios de paz y de silencio, Dios de esperanza sin límites, Dios de la verdad y de la vida, Dios del esfuerzo y de la aceptación serena, Dios de la bendición y de la mirada limpia, Dios de la noche y del día, yo estoy ahí, al lado de cada hombre o mujer que cree en mí, al lado de los más necesitados, acompañando a mis hijos en todas partes. Sobre las olas del mar, como dulce gaviota, ahí estoy yo. Como brillante águila volando sobre las montañas, ahí estoy yo, cuidando a mis pequeños que se debaten en su paso por la vida. En el pobre y el abatido que pelea con la adversidad para sobrevivir, ahí estoy yo. En el anciano cuyo cuerpo sufre las grietas de la vida y los límites dolientes del desgaste del camino, ahí estoy yo. En la débil esperanza de tantos niños y jóvenes, ahogados por la pesada marcha de la vida, ahí estoy yo. Mi voz resuena en todos los rincones del universo y mi imagen está grabada como huella doliente en todos los corazones que vibran por algún amor saludable. En la estrecha senda del hombre de bien, ahí estoy yo, dejando las señales por donde hay que andar. Yo soy la alegría del mundo, la paz del espíritu, el descanso del alma. Quien escucha mi voz y la sigue, comienza en la tierra la felicidad del cielo. Yo soy el caminante de todos los días, cruzando sonrisas con todos los rostros cansados, y devolviendo la paz a los que andan fuera de camino. Esta tierra es mi herencia y los caminos dolientes son mis caminos, cargando las cruces silenciosas hasta la resurrección final. Yo soy la respuesta a todos los misterios, pero los misterios serán descifrados sólo al final del camino. Mis bendiciones caen sobre buenos y malos: los buenos para acercarlos a mí con entusiasmo y generosidad; los malos para que tomen decisiones de cambio de vida, si así lo desean. En la vida eterna todos reconocerán que yo estuve ahí, cada vez que me necesitaron, y que muchos sufrieron sólo cuando no pudieron ver mi rostro. Como todos los hombres y mujeres de buena voluntad esperan el cielo para descansar, Yo también espero ese final para reunirme con todos mis hijos en el sueño de una vida feliz, ganada paso a paso por cada uno de ellos en la victoria del bien. Hasta esa hora dichosa, yo sigo caminando con todos ustedes, amando con un corazón más grande que el mundo, y ayudándoles a comprender que Yo estoy con ustedes, siempre.
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Santuario de María Auxiliadora, San Juan, Puerto Rico.
Los templos y santuarios dedicados a María Auxiliadora son monumentos de agradecimiento por las bendiciones que la Santísima Virgen ha derramado sobre la Congregación Salesiana desde los primeros pasos de san Juan Bosco.
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La santidad es la herencia más hermosa del pueblo de Dios.
La Primacía de Dios “No oprimirás al extranjero, no explotarás a las viudas ni a los huérfanos, porque su grito llega hasta Dios”. Ex. 22,20
Al descubrir al Dios Amor, el pueblo de Israel vio, desde un principio, que la vida del hombre está llena de competencia para dominar, y que no teme aplastar al débil con tal de prevalecer. Jesús trae otra competencia: La del servicio. “El que quiera ser el primero y el más grande que se haga el servidor de todos”. (Mateo 20, 26-28) “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu mente, y con todo tu ser, y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. ( Mateo 22, 34-40) Para vivir la primacía de Dios, es preciso una intensa vida espiritual. Tres amores dominan la vida humana: El amor a Dios, el amor al prójimo y el amor a nosotros mismos. En esta vida de competencia humana, el amor a uno mismo es un verdugo que se come a los otros dos amores y debilita la vida del espíritu. Todos los santos nos enseñan que hay que dominar el amor propio para poder mantener la vida del espíritu y hacer crecer en nosotros LA PRIMACIA DE DIOS. Proclamar que Dios es primero, es algo que hay que reafirmarlo cada día y cada hora. 37
Capilla del Aspirantado Salesiano. Jarabacoa, R. D.
El aspirantado salesiano es un seminario menor, fundado en 1947, por donde han pasado miles de jóvenes para discernir su camino en la vida, desde la perspectiva de la fe. Son muchos los sacerdotes que han vivido aquí los primeros años de su formación, y muchos miles de jóvenes han cultivado y potenciado sus valores personales, y han sido muy positivos para la Iglesia y para el mundo.
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Sí, Acepto. Amén La llamada
La llamada de Jesús a los apóstoles fue una propuesta para un cambio radical de sus vidas. De una vida marcada por la expresión exterior de la Ley, debían pasar a una vida de lucha interior, destruyendo la simple apariencia para dar lugar a una ofrenda absoluta al Dios del amor.
Los lamentos
En este combate del Espíritu nos movemos entre pecado y gracia, entre aceptaciones y lamentos, y vivimos gritando como la leña verde que no quiere dejarse quemar.
El Sí
Después de un largo camino de 20, 40 y hasta 60 años tratando de vivir en unión con Dios, es preciso rendirse por el poder de la fe, y dejar que se instale en nosotros la Primacía de Dios. Ya es tiempo de aceptar plenamente la llamada, de borrar todas las quejas, y gritar con todos los personajes de la Biblia :
SÍ, ACEPTO. AMÉN 39
Frutos del aspirantado salesiano. Jarabacoa, R. D. -1982-
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.. . s o eañ
l p m Cu
13-Enero-1937
Esto no es un árbol seco. Es el otoño de la vida que pasa por el invierno y aguarda la primavera de la resurrección. 13-Enero-2014
P. Gumersindo Díaz sdb Entre 1937 y el 2014 hay una larga escalera de 77 peldaños, suficientes para pasar de la tierra al cielo, donde me aguarda el Señor. Vida larga o corta, poco importa. Lo importante es el uso que se haya hecho de la vida. Lo que se iba a hacer, ya se hizo. Sólo queda un poco de tiempo para soltar las amarras y organizar el VIAJE.
Los días pasan ... Los años se van … Y con ellos, todo se desvanece, todo se muere.
La despedida es alegre, pues la ofrenda ya está completa Pero el Señor Jesús nunca se va. Él está siempre ahí, junto a nosotros, fiel compañero de camino, hasta el gran encuentro en el amor del Padre.
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Salto del rĂo Baiguate, Jarabacoa, R. D.
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Bebiendo del torrente
DE LA GRANDEZA
DE DIOS
Cataratas del río Iguazú, Brasil.
SOÑANDO CON EL CIELO, DONDE SE VIVE DE AMOR. El amor del mundo aumenta, las ilusiones y las aventuras del hombre crecen, la alegría se multiplica, el sol brilla con más intensidad y la búsqueda de Dios es más hermosa. Llamamos a muchas puertas y encontramos brazos abiertos y rostros llenos de luz, corazones sencillos que están llenos de santidad. Pero en medio de tantos logros, el mundo va dejando también, heridas muy profundas en muchas almas, y muchos corazones nunca llegan a encontrar el descanso. Es preciso sumergirse en el torrente de la gracia de Dios para liberarse de muchos malos ratos, que son como minas y explosivos que le aguardan a nuestros pasos cuando Dios no nos cubre con su fuerza. En esta vida, con frecuencia, la fiesta dura poco, y la luna de miel, ni es luna ni es miel, porque en un momento se destruye todo lo que se construyó en un largo camino, simplemente, porque Dios no está o porque todo lo temporal tiene una existencia efímera. El infierno se define como la ausencia de Dios, y cuando nos falta Dios, el infierno empieza en esta vida.
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Cataratas del rĂo NiĂĄgara, en el lado de los Estados Unidos.
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NADA TE TURBE
Nada te turbe, nada te espante. Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. SOLO DIOS BASTA. Eleva el pensamiento, al cielo sube, por nada te encoge, nada te turbe. A Jesucristo sigue con pecho grande, y venga lo que venga, nada te espante. Ves la gloria del mundo, es gloria vana, nada tiene de estable, todo se pasa. Aspira a lo celeste que siempre dura. fiel y rico en promesas, Dios no se muda.
テ[ala cual merece, bondad inmensa, pero no hay amor fino sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera, todo lo alcanza. Del infierno acosado, aunque se viere, burlarテ。 sus furores, quien a Dios tiene. Vテゥnganle desamparos, cruces, desgracias, siendo Dios su tesoro, nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo, id, dichas vanas. Aunque todo lo pierda, SOLO DIOS BASTA. Santa Teresa de Avila
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Capilla de los Salesianos, Aibonito, Puerto Rico
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La Mariposa y la Flor Cierta vez, un hombre le pidió a Dios una flor y una mariposa. Pero Dios le dio un cactus y una oruga. El hombre se quedó muy triste, pues no podía entender por qué su pedido llegó errado. Luego pensó... !Dios tiene mucha gente que atender! ...Y resolvió no cuestionar.
Pasado algún tiempo, el hombre fue a verificar el pedido que había dejado olvidado. Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido una flor tan bella como jámás la había visto, y la horrible oruga se había transformado en una bellísima mariposa. DIOS SIEMPRE HACE LO CORRECTO. Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca que todo está equivocado. Si pediste a Dios una cosa, y recibiste otra bien diferente, no importa, confía siempre en El. TEN POR CIERTO QUE ÉL SIEMPRE TE DARÁ LO QUE NECESITES EN EL MOMENTO ADECUADO. No siempre lo que deseamos es lo que necesitamos. Como Él nunca falla en la entrega de sus pedidos, sigue adelante sin dudar y sin quejarte.
La espina de hoy será la flor de mañana. --del Internet.
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Benedicto XVI y la clausura del A単o Sacerdotal. Roma, Junio / 2010.
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Aceptación y renuncia del papa Benedicto XVI El primer saludo que el Santo Padre Benedicto XVI dirigió a la muchedumbre, al ser elegido papa en Abril del año 2005, fue un mensaje humilde y sencillo, donde se reconocía pequeño a los pies de Jesús, y estaba lleno de admiración por la misión tan grande que se le había confiado.
“Queridos hermanos y hermanas: después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar, incluso con instrumentos insuficientes, y sobre todo me encomiendo a vuestras oraciones. En la alegría del Señor resucitado, confiando en su ayuda continua, sigamos adelante. El Señor nos ayudará, y María, su santísima Madre, estará a nuestro lado. ¡Gracias!”. Casi 8 años después, el 11 de Febrero del año 2013, se dirigió a la Curia del Vaticano y al mundo entero con estas memorables palabras, llenas de humildad y pureza de corazón:
“He llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también, y en no menor grado, sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor, tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que se me ha encomendado. (.....) Queridísimos hermanos, les doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que han llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos”. 49
“Benedicto XVI ha decidido dejar paso a otro obispo de Roma que, con más fuerzas y dinamismo, pueda llevar adelante el ministerio petrino. Pero no se va. No se baja de la cruz, sino que la abraza “en lo escondido”, sacando así a luz una de sus identidades más desconocidas: su honda vena mística. Ahora, el discípulo de san Agustín y san Buenaventura, el experto en Santo Tomás y perito navegador por los Padres de la Iglesia, desembarca en otra orilla, de la mano de la mejor mística. Ahora es san Juan de la Cruz quien le dice: bienvenido a la “interior bodega”, donde se goza de la noche sosegada, de la música callada, de la soledad sonora, de la cena que recrea y enamora, en diálogo íntimo y secreto con el Amado. El papa ha renunciado al pontificado para seguir sirviendo a la Iglesia como lo ha hecho toda su vida, ahora desde la oración y el silencio”. Alfonso Crespo Hidalgo Despidiéndose de los sacerdotes y seminaristas de su diócesis, el papa Benedicto dijo: “Aunque me retiro ahora, en la oración estoy siempre cercano a todos ustedes, y estoy seguro de que también ustedes estarán cercanos a mí, aunque permaneceré escondido para el mundo”. El papa ha entrado en la ofrenda completa de sí mismo.
Centro salesiano de Encuentros y Retiros. Pinar Quemado, Jarabacoa. R. D. 50
La Mochila Gritos del alma, voces del silencio, al final del camino. Tomé mi mochila y eché a andar. Pisaba con fuerza, con decisión, oyendo una voz, un llamado, que venía de dentro y de fuera, de todas partes. El camino era largo, muy largo, y dura la senda. Abrí mi mochila, busqué y rebusqué y no había nada. Ahí dentro sólo estaba la cruz, pero estaba hecha de papel, de palabra y de sonido. Era una cruz virtual, hecha de ideas, pensamientos, emociones. No era la Cruz de Jesucristo. Era preciso rectificar el camino, buscar a Jesús en la oscuridad de los caminos confusos, en las imágenes desfiguradas de un Dios que no es Jesús de Nazaret, a través de una cruz que sea verdadera cruz que salva. Seguirlo por un Evangelio menos predicado y más vivido, sumergirse en un testimonio que tenga más sabor de muerte, pero que tenga más vida. Muchos de los que hablan de Él no se parecen a Él y no trasmiten su amor. Sólo nos llevan por caminos baldíos, caminos que no pasan por el Calvario. Seguí andando por la gran llanura, tomé el arado y preparé la tierra para sembrar, y la siembra no llegó. La tierra que me enseñaron a andar era tierra mala y daba muy pocos frutos. Era un camino con más fantasía que realidad; una gran verdad, pero salpicada por muchas mentiras. Un fuerte remolino de polvo y de viento arrasó la tierra y tuve que seguir andando. Mi tierra se quedó preparada para sembrar y mi siembra fue un sueño. Todo mi esfuerzo se evaporó en un suspiro y una oración. Seguí mi camino. Las voces seguían, el llamado era firme, y la obediencia adquiría matiz de infinito. Era como caminar en un inmenso desierto de polvo y arena, sudor y paso lento. Yo tenía sed de Dios, quería amarlo, servirlo y ser de Él para siempre, pero la ofrenda del camino era débil. Quería anunciar la plenitud de su amor, pero el camino estaba regado de intereses mezquinos. Mucho de hombres, poco de Dios. Mucho de criterios personales, poco de Evangelio. Le pregunté a mi Dios: Dios mío, ¿para qué me traes a este desierto, a esta experiencia tan dura? Y El me dijo: “Abre la mochila”. La mochila pesaba mucho. Yo no había puesto nada en ella, pero pesaba más y más. Algo había pasado. La abrí y algo había cambiado. Dentro estaba sólo la cruz. Pero ya no era una cruz de papel, de palabra o de sonido. Ahora, lo que había dentro de mi mochila era madera, clavos y mucha sangre. Ahora sí era la cruz redentora. Los antisignos sufridos en el camino, se volvieron signos de santificación. Cada paso, débil o fuerte, se volvió signo de amor, cruz de redención. Seguí andando y llegué al valle de la muerte, en un ambiente cargado de luces y tinieblas. Había una sensación muy especial. En el valle de la muerte no había muerte, sólo había vida, vida nueva y mucha felicidad. Era un mundo hecho de canciones, gritos del alma, silencio y oración. La vida nueva vivida en el Señor, tiene sabor de muerte, pero en la muerte, se experimenta la vida, y la vida es amor que no muere. El camino se volvió
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vida, vida en plenitud. Los clavos de la cruz no podían oxidarse, ni la sangre podía secarse, porque eran clavos y sangre de redención, desde donde manaba vida para siempre. Madera, clavos y sangre eran reales, llenos de vida. Era el valle de la muerte, donde había manantiales de vida, pues la muerte fue hecha para eso, para dar vida. Era el final del camino. ABRI MI MOCHILA Y LA CRUZ YA NO ESTABA. LA CRUZ HABÍA PASADO POR LA MUERTE Y SE HABIA HECHO VIDA. Entones entendí lo que había pasado en todo el camino. Se acabaron mis penas y mis lamentos, y el invierno de mi alma dio paso a la primavera de la fe. Un remolino de amor invadió todo mi ser, las voces se apagaron, y me sentí sumergido en un océano de paz. Dios estaba conmigo y yo estaba con Él. La felicidad llenó mi ser y bendije a Dios por haberlo encontrado. El llamado no se volvió a oír. Todo se volvió alegría pascual, entre voces del silencio y gritos del alma. Era el final del camino, el triunfo de la cruz, la victoria del Dios del amor. Estaba amaneciendo, el final de la última noche, porque era una luz sin final, el sí de la eternidad, en un éxtasis de amor eterno, un cántico celestial. Amén...Amén.
Imagen tomada del Internet 52
El “arco iris” Hubo una vez, los colores hicieron su presentación haciendo ver cuál era el mejor de todos. 1-Apareció el verde: “Yo soy el mejor, el más importante, soy el signo de la vida y de la esperanza. La grama, los árboles, las hojas tiernas, tienen mi color. Sin mí, los animales morirían. 2- Apareció el azul y dijo: Tú piensas sólo en la tierra. Pero piensa en el azul del cielo y el azul del mar. El agua es la base de la vida. Viene desde el cielo hasta las profundidades del mar. El cielo ofrece espacio, paz y serenidad. Sin esa paz, el mundo no valdría nada. 3- Habló luego el amarillo: No creo que ustedes hablen en serio. El amarillo es el más importante. El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que miramos una flor del sol, el mundo empieza a sonreir. 4- Después habló el color naranja: Yo soy el color de la salud y la fortaleza. No soy abundante, pero soy apreciado, porque sirvo a las necesidades de la vida humana. Piensen en la zanahoria, los melones, las naranjas. Cuando mi color inunda el sol al amanecer o al atardecer, es una belleza inigualable. 53
5- Entonces, gritó el rojo: Yo soy la regla de todos ustedes. Yo soy la sangre, yo soy la vida. Soy el color de lo peligroso y de lo arriesgado. Yo pongo fuego en la sangre. Sin mí, la tierra sería vacía como la luna. Los corazones hacen la diferencia. Yo soy el color de la pasión, del amor y de las rosas. 6- Habló el color morado: Yo soy el color púrpura, el color de la realeza y del poder. Reyes, jefes y obispos me han elegido a mí, porque yo soy el signo de la autoridad y de la sabiduría. La gente no me cuestiona: todos me escuchan y me obedecen. 7- Finalmente, habló el añil: Yo soy el color del silencio. Apenas notan mi presencia, pero sin mí, todo resulta superficial. Yo represento el pensar y la reflexión. Le doy contraste y balance a la vida. Yo soy el color de la oración y de la paz interior. De repente, llegó una lluvia y se oyó una voz: “colores tontos, peleándose entre ustedes y tratando de prevalecer el uno sobre el otro. No se dan cuenta de que cada uno fue hecho con una finalidad, con un fin único y específico. Unan sus manos unos con otros y vénganse conmigo formando un arco iris. Desde entonces, cada vez que llueve, los colores se abren a través del cielo, formando un arco iris, y recordando que todos juntos forman una bella armonía y pueden vivir todos en paz, sin envidia ni competencia. 54
-- Del Internet
Beato Felipe Rinaldi Beato Augusto Czartoryski
Hombres de roca
que sirven de roca firme a sus hermanos. Jesús habló de la casa construída sobre roca, y la casa construída sobre arena. Cuando pensamos en la vida de nuestros santos, sabemos que son hombres o mujeres, construidos sobre roca. Sus pies pisan roca firme, no suelen pisar arena. Nada los hace tambalearse, su espíritu es fuerte. Su amor es llevado hasta el sacrificio, y los sufrimientos que les vienen, se convierten en signos de amor y de ofrenda. Nuestro mundo sólo recuerda a aquellos que han dejado huellas profundas, huellas que llevan el sello de Dios. Los que desean vivir con rectitud y hacer las cosas bien, se consumen rápido. Los demás van adelante riendo y disfrutando de la vida. El mundo necesita pilares fuertes, hombres y mujeres llenos de grandes valores, aquellos donde se vislumbra algo grande para recordar. Ellos son los pilares de la historia del mundo, y con ellos, la vida adquiere pleno sentido. Los demás, los que pasan la vida disfrutando y riendo a gusto, cuando se van, simplemente “se van”. No dejan nada para guardar, ni para recordar. 55
No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido. Ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, oh Dios, muéveme el verte, clavado en una cruz y escarnecido. Muéveme el ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.
Con María y con Juan, orando al pie de la cruz. 56
Sr. Santiago Frías
Sr. Juan Francisco Díaz
Hombres de paciencia y de mucha fe. Hombres de mucha oración. Amaron a Dios con locura. Cargaron su pesada cruz con alma serena. Descansen en paz allá, donde siempre soñaron volar.
Si aprendemos a morir en vida,
la muerte será una fiesta.
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Imagen de la Virgen de la Alta Gracia en la Cumbre, autopista Duarte, República Dominicana. Son muchas las imágenes de la Santísima Virgen que se veneran en nuestros caminos, y que representan una permanente evangelización para el alma de un pueblo con una gran fe popular y un gran amor a la Santísima Virgen María, madre de Dios. 58
La virtud del
SILENCIO El silencio es la canción del alma. En silencio crecen los árboles. En silencio suena la canción del río. En silencio vuelan las aves. En silencio se escucha la voz de Dios. En silencio nacen los grandes proyectos. En silencio el sufrimiento se vuelve oración. Son muchas las circunstancias de la vida en que las palabras sobran y sólo el silencio resuelve.
Si no te preguntan, no respondas. Si te preguntan, responde poco. En un mundo de mucho ruido y muchas palabras, el silencio es un tesoro...
¡ CUÍDALO ! 59
Jardines Butchard, isla Victoria. Vancouver, Cรกnada
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La senda del éxito
El camino del éxito no es un camino recto Tiene muchas curvas, llamadas “ fallos ”. Tiene ondulaciones, llamadas “ confusión ”. Tiene puntos de apoyo, llamados “ amigos ”. Tiene luces rojas, llamadas “ enemigos ”. Tiene luces de atención, llamadas “ familia ”. Tiene gomas ponchadas, llamadas “ trabajo duro ”. Tiene pasos inciertos, llamados “ cansancio y desilusión ”. Tiene días grises y nubarrones, llamados “ falta de esperanza ”. Hay que llevar una fuerza interior de repuesto, llamada “decisión”
Hay que llevar un motor fuerte, llamado “ perseverancia ”. Hay que llevar una buena póliza de seguro, llamada “ fe ”. Hay que llevar un buen conductor, llamado “ JESÚS ”.
Con todo esto, usted irá por el camino que conduce al éxito. -- del Internet
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Arte de la sra. Vilma Gonzรกlez. San Juan, Puerto Rico
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Tienes todo el derecho... ...pero no te conviene. El camino del hombre no es un camino legal: “Lo que me pertenece o lo que me obliga”. La vida posee una espontaneidad natural, y hay que dejarla que funcione libremente. Si vas manejando un vehículo y llegas a una intersección preferencial, tienes derecho a avanzar, pues el otro es el que tiene que detenerse. Si hay un accidente y van a la justicia, tú tienes toda la razón, y saldrás ganando. Pero ese accidente, conlleva una cadena de molestias y de problemas, los cuales serán un peso para ti. Esos problemas son la envoltura de tus derechos. Es por ello que la vida nos pide renunciar a muchos de nuestros derechos, pues simplemente, no nos convienenen. * Tienes derecho a enfadarte, pero no debes pisotear la dignidad del otro. * Tienes derecho a caer, pero no debes quedarte tirado. * Tienes derecho a fracasar, pero no debes sentirte derrotado. * Tienes derecho a equivocarte, pero no debes sentir lástima de ti mismo. * Tienes derecho a regañar a tus hijos, pero no debes romper sus ilusiones. * Tienes derecho a tener un mal día, pero no te conviene que se convierta en costumbre. * Tienes derecho a tomar una mala decisión, pero no debes quedarte estacionado en ese momento. * Tienes derecho a ser feliz, pero no debes olvidarte de ser agradecido. * Tienes derecho a pensar en el futuro, pero no debes olvidarte del presente. * Tienes derecho a buscar la superación, pero no debes olvidar tus valores. * Tienes derecho a triunfar, pero eso no debe ser a costa de otros. * Tienes derecho a inventar, pero no debes olvidar a Dios. * Tienes derecho a vivir en paz, pero no debes confundir ese derecho con ser mediocre o conformista. * Tienes derecho a disfrutar lo que tú produces, pero no debes olividar el compartir. * Tienes derecho a desanimarte, pero no debes perder la esperanza. * Tienes derecho a la justicia, pero no debes confundirla con “venganza”. * Tienes derecho a violentarte, pero no debes dejar de ser cortés. * Tienes derecho a ser positivo, pero no debes ser arrogante. * Tienes derecho a soñar, y enseñar a otros a soñar....ahí está tu futuro. -- del Internet
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Costa Isla Saona, República Dominicana
Concédeme, Señor un corazón sereno como tu paz, inmenso como tu amor.
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Con alma de niño verán el Reino de Dios
Para ir al cielo se necesitan dos cosas:
1-Tener alma de niño. 2-Estar locamente enamorado de Dios. La vida de los adultos es muy agitada y llena de preocupaciones. Los niños son los que realmente viven. Los adultos no podemos renunciar a nuestras preocupaciones, pero podemos quitarle un poco de aceleración a la vida y dejar que los niños vivan un poco más. 65
Dalia - Aspirantado Salesiano. Jarabacoa, R. D.
La belleza de una flor, la sonrisa de los ni単os, el canto del manantial y la sencillez de una paloma son el combustible ordinario para que el amor no muera nunca.
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e m a ev
ú n e R
SEÑOR
“Haz que abandone la alforja que hasta ahora he llevado. Haz que rechace el vestido que traje hasta aquí. Haz que libere mi alma ante tu presencia. Haz que abandone mi vieja razón de vivir. Dame valor en la lucha que llevo conmigo. Y haz que comprenda que sólo un rival tengo yo. Ese rival es mi mal que llevo en mi adentro. Cuando me venza a mí mismo seré ya de Dios”. Versos anónimos
Donde hay arrepentimiento, hay perdón, y el perdón es la barrera que detiene el poder del mal. La misericordia divina es un límite impuesto al mal, pues conduce al hombre a la experiencia saludable del bien y del amor de Dios. 67
Seminaristas salesianos, Jarabacoa (1981)
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PAZ La paz es un concepto amenazado, pues la vida está llena de momentos explosivos y de mucha agitación. Para tener paz se necesita una fe grande y una verdadera filosofía de la vida.
Deja el agua correr no la detengas, porque después no sabrás dónde ponerla. En todo caso, salte del río y contempla la corriente y escucha su cántico. Las personas adultas agonizamos demasiado.
No es rico el que tiene muchas cosas, sino el que necesita pocas cosas. 69
“La Gloriosa” Jarabacoa, R. D.
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Huella y Palabra “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. Génesis. Es hermoso haber podido recorrer el camino de la fe y encontrarse con Dios. Es ésta una aventura impresionante. Es fantástico abrir los ojos y ver la huella de Dios en cada expresión de la naturaleza: En la montaña, en un río, en un rayo de sol, en una flor o en la sonrisa de un niño. Descubrir la figura del Creador, sentir sus pasos, oír su voz, contemplar su belleza y su energía en la creación, eso es todo un precioso mundo del que disfrutan las almas grandes.
Al pasar por la creación, creando y contemplando su Ser, Dios ha dejado grabada su Huella y también su Palabra. Vemos su sombra iluminada y escuchamos su voz oculta en cada ser y en cada rincón del universo. Alabarlo y bendecirlo es la gran oración del hombre que cree en El y que ha sido creado a su imagen y semejanza, pues el hombre no hace más que expresar lo que Dios puso en él: La huella y la palabra del creador. Por donde Dios pasa, deja su huella y su voz, y por donde el hombre pasa, deja tambien su huella y su palabra. Donde han vivido hombres y mujeres grandes, han dejado esos lugares adornados con sus huellas, y sobre esas huellas han dejado su palabra que cabalga con la fuerza de una esperanza. Esos hombres y mujeres de aventura, van dejando tras de sí una fuerza espiritual que invita siempre a un camino mejor. El paso de Jesús por su pueblo, no fue sólo el paso de la Ley perfecta o la rectificación de la imagen de Dios Padre. Fue el paso del hombre perfecto, de la pureza del mundo en la verdad y en el amor, un amor limpio que desveló la imagen del paraíso terrenal. Fue el reencuentro de la caridad perfecta, donde la mayor ambición consiste en ver al otro feliz, porque es la era de la salvación. Siguiendo la huella de Jesús y escuchando su palabra, millones de hombres y mujeres hemos sido atraídos por El, por su fuerza del bien, por su energía que gravita sobre el mundo, por la fuerza de su amor y de su ofrenda, por la belleza de su verdad y de su mensaje. Compartir su ser y dejar su huella clara y atrayente sobre el mundo fue la primera meta de Dios al crear. Quedarse latiendo en cada gota de aire y en cada piedra polvorienta de su pueblo fue el más hermoso regalo de Jesús al despedirse de sus hijos. Sus caminos quedaron llenos de El y su voz se sigue oyendo en la experiencia espiritual de cada ser que ha creído en El. Huella y Palabra es el puente espiritual entre el Dios infinito y el misterio del hombre que camina en la espesa niebla de una búsqueda sin fin, recibiendo la energía de voces ocultas en el mundo y en su historia, y disipando el camino con su fe y su esperanza para las nuevas generaciones.
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Templo al Sagrado Coraz贸n de Jes煤s Padres Salesianos Moca, R.D.
La fe del hombre mira hacia arriba, buscando a Dios. 72
Al pie de la cruz 1. Al pie de la cruz me encontré contigo. Al pie de la cruz te ofrecí mi amor. Y se abrió un camino que llega hasta el cielo, para ir contigo donde habita Dios.
4. Al pie de la cruz hablamos de amigos, llenando de dicha nuestro caminar. Y en las noches largas, y en los días lentos, Tú me diste paz, me enseñaste a amar.
2. Al pie de la cruz me cubrió tu sombra y una paz profunda invadió mi ser. Tu presencia santa me llevó al silencio y a tu lado pude volver a nacer.
5. La luz de tus ojos se grabó en mi alma. La paz de tu alma me llenó de amor. Yo seguí tus huellas, sediento de vida, me volví a tu lado mendigo de Dios.
3. Al pie de la cruz escribí mi nombre con sangre y con fuego como hiciste tú. Y al abrir mis brazos para orar contigo, por amor a ti me clavé en la cruz.
6. La cruz de mi vida la llevo con gozo dejando mi ofrenda por todo el sendero. Qué dicha más grande andar con Jesús, morir en sus brazos, volar hasta el cielo. 73
Esta gran cruz está plantada en San Agustín, Florida, USA, conmemorando los 500 años de la Evangelización. ( 1992 )
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En san Agustín, Florida, se celebró la primera Misa en los Estados Unidos de América.
La Cruz 1. La cruz es para ser ofrecida, no para ser llorada. 2. Los sufrimientos son para ser convertidos en ofrendas, no en lamentos. 3. La cruz bien aceptada, tiene sentido de presencia de Dios. 4. Las grandes cruces producen lágrimas en los ojos, y mucha paz en el corazón. 5. A Dios nunca se le pregunta ¿Por qué? La realidad se acepta y se ofrece como viene y como es. 6. No somos una Iglesia para cumplir normas, sino para construir santos. 7. La vida de fe no puede ser un proyecto de parches, sino un cambio radical interior. 8. De peldaño en peldaño, el sacrificio puede llegar hasta el éxtasis del dolor, y ese dolor ofrecido, llega al éxtasis del amor. Esto sólo es posible cuando la ofrenda llega a su plenitud. Dijo Jesús:“Todo está cumplido”. Dijo Teresita del Niño Jesús:“No puedo más, Dios mío, pero yo te amo”, y expiró. 75
Jorge Mario Bergoglio
Papa Francisco
Elegido el 13 de Marzo del 2013 llegó hasta nosotros con la sencillez y la humildad de un pastor de almas. Ungido con la santidad de Cristo, inició su pontificado reclamando para la Iglesia las esperanzas más hermosas: Una Iglesia pobre para los pobres y un camino de fraternidad y amor para obispo y pueblo. Con el nombre de Francisco quiere entrar en esa pobreza evangélica que transparenta ¡Que el Espíritu Santo lo guíe! plenamente a Jesús. 76
Buenos Deseos Que tengas... ** Suficiente felicidad para mantenerte alegre. ** Suficientes experiencias para mantenerte fuerte. ** Suficientes pesares para mantenerte humano. ** Suficiente esperanza para mantenerte feliz. ** Suficiente entusiasmo para mirar siempre adelante. ** Suficientes fracasos para mantenerte humilde. ** Suficientes éxitos para que sigas luchando. ** Suficientes amigos para que te conforten. ** Suficiente riqueza para cubrir tus necesidades. ** Suficiente fanatismo para que luches por conseguir tus metas. ** Suficiente determinación para hacer de cada día el mejor día de tu vida. ** Suficiente fe para que sepas que Dios siempre te acompaña. ** Suficiente desprendimiento para que aprendas a dar a los demás como Dios te da a ti. ** Suficiente vida espiritual para que puedas llevar tu vida con serenidad y alegría. -- del Internet
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Vigilia Pascual, Villa Juana, Santo Domingo, R.D.-1980.
La Vigilia Pascual es la liturgia m谩s hermosa que celebra la Iglesia. La celebraci贸n del Misterio Pascual es como un retorno a la transfiguraci贸n del Tabor, y un adelanto de nuestro encuentro con Cristo en el cielo. Encendido el Cirio, se pasa la llama a los ministros y al pueblo, s铆mbolo de la luz de Cristo que, partiendo del Cirio, va encendiendo todos los corazones que le aman. Celebramos la victoria de la fe.
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s o i iD
M
o n r ete
Dios es amor. Y la Palabra de Dios fue amor. Y ese amor fue tan grande que se hizo carne. Y la Palabra de la carne fue “ofrenda”. Y esa ofrenda fue tan perfecta que se hizo Pan. Y el Pan alimentó el amor, y le dio vida eterna. 79
¿Podrán ustedes beber el cáliz que Yo voy a beber?
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Mi cáliz lo beberán para gloria de mi Padre que está en el cielo.
La Esperanza
En una sociedad que se va llenando de confusión y que, a veces, abre alguna ventana al caos, el único camino siempre claro es LA ESPERANZA. Soñé que en este mundo había mucha PAZ. Me desperté y vi que había mucha guerra, que el hombre seguía siendo víctima del hombre. Pero encontré a muchas personas sencillas que eran mensajeras de paz. Yo me uní a ellas, porque yo creo que la paz es posible. Soñé que en este mundo había mucho AMOR. Me desperté y encontré odio y separación. Pero vi a muchas personas cuyo amor era más fuerte que el odio. Yo me uní a ellas, porque yo creo que el amor es posible. Soñé que en este mundo se había logrado la UNIDAD. Me desperté y encontré división, cansancio y desaliento. Pero vi a muchas personas que eran capaces de rimar sus pasos con los demás. Yo me uní a ellas, porque yo creo que la unidad es posible.
Mientras haya gente con esperanza, el árbol de la humanidad tendrá siempre una nueva hoja preparada para nacer mañana. 81
Salto de Jimenoa Hoyo de Nigua Jarabacoa, R. D.
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Fábula
a g u r o a n u e d
Un pequeño gusanito caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un chapulín: Hacia dónde te diriges? - le preguntó. Sin dejar de caminar, la oruga contestó: tuve un sueño anoche. Soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño, y he decidido realizarlo. Sorprendido el chapulín, dijo, mientras su amigo se alejaba: ¡Debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta ese lugar, tú que eres una simple oruga? Una simple piedra será para ti una montaña, un pequeño charco como un mar, y cualquier tronco una barrera infranqueable. Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaban de moverse. La oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros. Del mismo modo, la araña, el topo, la rana y la flor aconsejaron a nuestro amigo a desistir de su sueño. ¡No lo lograrás jamás! –le dijeron-, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir. Después de unos cien metros estaba agotado, sin fuerzas, y a punto de morir. Decidió parar a descansar, y construyó con su último esfuerzo, un lugar donde pernoctar. “Así estaré mejor”, fue lo último que dijo, y murió. Todos los animales del valle por días y días fueron a mirar sus restos. Ahí estaba el animalito más loco del pueblo. Había construido con su tumba un monumento a la insensatez. Ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió “por querer realizar un sueño irrealizable”. Una mañana en la que el sol brilla de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos: aquella concha dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y una antena que no podía ser de la oruga que creían muerta. Poco a poco, como para darles tiempo para reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas arco iris de aquel impresionante ser que tenían frente a ellos: UNA MARIPOSA. No hubo nada qué decir: todos sabían lo que haría. Se iría volando hasta la gran montaña, y realizaría su sueño, el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir. “Todos se habían equivocado”. Dios no nos hubiera dado la posibilidad de soñar, si no nos hubiera dado la posibilidad de hacer realidad nuestros sueños. Si tienes un sueño, vive por él, intenta alcanzarlo, pon la vida entera en ello, y si te das cuenta que no puedes, quizás necesites hacer un alto en el camino, y experimentar un cambio radical en tu vida, y entonces con otro aspecto, con otras posibilidades y circunstancias distintas... ¡LO LOGRARÁS ! El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Lucha con todas tus fuerzas por lo que deseas, y alcanzarás tus sueños. No importa las veces que lo intentes : Sigue hasta el final. La fe, el esfuerzo y la constancia te darán la victoria. -- del Internet
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Fiesta de la Virgen de La Altagracia, 1996. Expresión de fe popular.
Ermita de la Virgen de La Altagracia, “El Puerto”, Jarabacoa, R. D.
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La Oración del hombre Perro Hace algunos días fui a la parroquia que hay cerca de mi casa, y para sorpresa mía, vi un perro que parecía rezar devotamente. Me acerqué despacito, y oí lo siguiente: “Señor, no sé si te habrás dado cuenta de mi existencia; estás tan ocupado con los hombres que pienso que te olvidas de nosotros, los animales. Soy un perro. Donde vivo tengo fama de ser uno de los guardianes más celosos de la casa, y muchos me temen. Aunque yo sé que tú sabes mi historia mejor que yo, sin embargo, te la voy a contar: Nací hombre, pero a medida que fui creciendo, perdí, poco a poco, los rasgos humanos. Primero me dejé arrastrar de los instintos que surgían en mi interior. ¡Fueron días malos, aquellos! Todo me molestaba. De tanto enojarme, me empezó a salir el hocico. Creía que todos murmuraban de mí, y agudicé los oídos para escuchar a los otros, hasta el punto que las orejas se me alargaron. La inseguridad y la duda que tenía de mí mismo, me forzaron a encorvarme tanto que acabé caminando en cuatro patas. Yo veía el mundo al revés. Me sentía continuamente atacado y desarrollé garras y colmillos, y aprendí a ladrar, pues tenía que defenderme. ¡Dios mío, a cuántos habré herido desde que se operó en mí este cambio! Tú lo sabes, Señor. Y sin embargo, a pesar del rencor y odio que sentí hacia mí y hacia los demás, he encontrado hombres que me han querido de veras, pero a esos los he rechazado. Ahora que vislumbro el paraíso del amor, busco amar y ser amado, pero no acierto, Señor, y fracaso continuamente. Por eso acudo a ti, Señor. Ayúdame a amarme como soy, para así poder amar a los demás. El desprecio y el odio a mí mismo me transformaron en perro; la auto-aceptación me hará volver a ser hombre. Dame fe en mi mismo, fe en la obra de ti en mí, hazme creer que puedo amar y ser amado. No quiero ya seguir siendo perro. Quiero ser hombre, empezar a serlo, Señor”. Terminó su oración y se quedó fijamente mirando hacia el sagrario. Yo me alejé rápidamente, no quería que supiera que yo estaba escuchando, y menos que viera mis ojos, pues me había arrancado un par de lágrimas. Al ir hacia mi casa, yo iba pensando que hay personas que son buenas por dentro, pero por fuera son duras, porque nunca se han aceptado a sí mismas. Y también pensaba que si no nos cuidamos, la vida nos va cargando de exigencias y de problemas, y terminamos perdiendo el gran tesoro de nuestra delicadeza humana. En una palabra, nos volvemos perros. --del Internet
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Trenes que salen del aeropuerto de Anchorage, Alaska.
La técnica se constituye en “energía” y “poder”, pero el hombre, de ordinario, está del otro lado: en la fragilidad y el amor. Dios ama a todos y es dueño de todo, pero se siente mejor con los humildes. Eso también es parte del misterio de Dios. 86
Soledad Los caminos del mundo conducen a la soledad. Los caminos de Dios nos llevan a la verdadera vida. Para hablar con el Dios del silencio hay que ir hacia el silencio. Para encontrar al Dios que se anonadó haciéndose hombre, hay que anonadarse a sí mismo. Aquí estoy, Señor, con los brazos abiertos y absoluta disponibilidad. Trae el martillo y los clavos. Prefiero que me crucifiques tú, y no que me crucifiquen los hermanos. Tus golpes me dolerán menos, porque soy tuyo y te amo. En este mundo de hoy, cada uno busca su propio provecho y el amor fraterno se desvanece. No es culpa de nadie, es así como vivimos y ya estamos acostumbrados. En tu cruz está mi único refugio, mi consuelo y mi descanso. Fuera de tu cruz, sólo hay señales de una tormenta de emociones humanas. El ser humano no sabe hacia dónde correr, y se refugia en su propia tormenta. Al contemplar tus brazos abiertos, signo infinito de tu misericordia, lloro mis pecados y mis limitaciones, pues debí haberme comportado mejor contigo, pero me siento seguro, pues en ti sólo hay bondad. Extiendo mis manos hacia la oscuridad y toco el vacío de la vida, pero no siento miedo, pues aunque no te vea, sé que estás conmigo, y aunque no me ayudes, siempre te estaré amando. Mis ojos se clavaron en tu cruz y desde entonces mi vista quedó purificada. En cada hora doliente te veo a ti, porque todo es ofrecido y rezado en tu presencia. Todas mis sendas conducen hacia ti, y todas mueren al pie de la cruz. La soledad que experimentaste en la cruz, cuando dijiste: “Padre, ¿porqué me has abandonado?”, sigue siendo una escuela para todos los que te seguimos y te amamos. En este mundo quedan pocos rostros a quienes mirar, y menos todavía, corazones con quienes compartir. Por eso muchas cruces se hacen muy pesadas pues, o te amamos locamente a ti, o nos vemos condenados a andar solos y débiles en una sociedad acorralada por muchos caminos cerrados. 87
Cataratas del Niรกgara, Cรกnada
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Hacia el año 1982, una escritora residente en Puerto Rico, escribió un libro titulado “el desierto en la ciudad”, y tenía mucha razón. Camino en medio de la multitud y no me encuentro con nadie. Sólo ruido e imágenes que se entrecruzan sin saber a dónde van, ni para qué se mueven. El aire está saturado de voces, de voces que no dicen nada, pues cada uno habla para sí mismo, y a nadie le interesa entender a nadie. Es la era de la autosuficiencia. Hasta el electrizante “te quiero” lleva el virus de “lo temporal”, y ha sido bastante devaluado. Nuestras ciudades son desiertos pues, entre los humanos, sólo se percibe el ruido. El hombre es humano por su relación con los demás, y si esa relación de amor se pierde, no somos más que escombros del universo, y cada uno está condenado a la desolación y a la soledad, pues en una multitud sin amor, nadie reconoce a nadie. Tú y yo, Señor, nos movemos juntos en el desierto, y en ti encuentro buena compañía. No le temo a la soledad ni le temo al silencio, pues los valores de este mundo han sido devaluados para mí. Tengo tu apoyo y eso me basta. En todo lo demás, lo que se gana es estorbo, y lo que se pierde se gana. Le temo más bien al ruido vacío, a los sofismas que intentan decir algo y que, en el fondo, no tienen contenido. Le temo a lo que es falso, a lo que significa todo y nada al mismo tiempo. Le temo a la mentira, a lo que sabe a mundo, a lo que deja el alma vacía, matando hasta la esperanza de alguna luz. Temo a que se apaguen mis ojos, porque se ha ido la luz de Dios. Me paseo en medio del mundo y sólo veo campos en ruina, escombros de una vida que se fue. El puñado de dinero con que nos quieren entretener, sólo estorba la marcha y dificulta el logro de las verdaderas metas. Las monedas son monedas falsas, como las de Judas que traicionó a Dios por treinta monedas, pues esas monedas procedían de falsos fariseos, como falsas son muchas de nuestras limosnas, pues proceden de hombres y mujeres que pisotean a otros y los usan para sus apetitos desordenados. Señor, no me dejes vagando en un vacío cargado de muerte, oyendo voces que suenan por todas partes, cargadas de interrogantes sin respuestas, y peleando con la oscuridad porque escondió toda la luz. Puedo repetir las palabras de santa Teresa “muero porque no muero” pues, ¿qué interés tendría yo en vivir en una tierra vacía? Como sea, si tú sigues en el mundo, también yo seguiré pisando la tierra dura, escuchando tu dulce voz y sintiendo el palpitar de tu corazón de amigo. En este mundo nos cansamos de buscar, pues damos muchos pasos inciertos. Pero yo camino contigo y estoy contento de haberte encontrado. El mundo tiene muy poco qué ofrecer, pues sus valores cayeron al vacío. 89
Colocarse detrĂĄs de una flor, con la sencillez de una paloma y la sonrisa de un niĂąo, es un estilo hermoso para vivir.
Plaza san Marcos, Venecia, Italia - 1980 90
A veces nos cansamos y fatigamos buscando respuestas en ti, pero buscamos mal, pues queremos que apruebe y le dé contenido a las cosas que no valen, y peor todavía, queremos que apruebe nuestra agonía, más vacía que la de Marta, hermana de María y Lázaro. Hazme comprender, Señor, que vivir la soledad contigo es una dicha, y que todo lo demás es sólo juego y entretenimiento del camino. En épocas anteriores, los ermitaños abandonaron las ciudades para buscar la compañía del Señor en zonas desoladas, y al mismo tiempo, huir de la pobreza espiritual de una sociedad que no tenía nada que ofrecer. Comida, bebida y fiesta son ofrendas vacías para aquellos que han saboreado los bienes de arriba. Podemos sentir la soledad cuando abandonamos el mundo, refugiándonos en los caminos del Señor y colocando a Dios en primer plano, o cuando el mundo nos deja a un lado, porque no somos sus siervos, pues nuestra mirada se ha clavado en lo alto. Lo cierto es que, venga de mí o venga de los demás, yo estoy solo al pie de la cruz hasta mi encuentro cara a cara con mi Dios. Cuando ya el mundo no tiene nada válido para ofrecer y la vida religiosa se ha enfermado buscando pedazos de mundo, se hace necesario emigrar a las ermitas de la soledad a vivir la compañía intensa de nuestro Dios, esperando que el remolino existencial le devuelva los grandes valores a la experiencia humana. La soledad no es una etapa final, no es meta de la vida, es sólo un refugio para pasar el temporal, cobijados por la dulce compañía de Jesucristo. La soledad es oración, es descanso del alma, es trampolín para volar a las alturas y encontrar a Dios. Si en la soledad nos encontramos solamente con nosotros mismos, sería un paso hacia la muerte, la caída en un hueco negro de una existencia vacía. Pero si la soledad es encuentro con Dios, debemos decir “oh feliz culpa” que nos arrancó del mundo y nos lanzó a la verdadera vida. Los millones de hombres y mujeres que hemos sido maltratados por el mundo y que nos vimos forzados a huir hacia el encuentro del Señor, formamos una red, una unidad virtual, mística y dichosa. Nos sentimos apoyados unos por otros, y nadie podrá perturbar nuestra paz, pues la soledad en compañía de Jesús, es mejor que todo el ruido y el juego existencial de un mundo que se desvanece en el vacío, y donde un poquito de amor humano es lo único que da consistencia a la debilidad de una humanidad agotada por el gozo de sus emociones y sus largas horas de oscuridad. Tomados de la mano y uniendo todas las cruces del universo formamos la tierra nueva y los cielos nuevos, llenos de justicia y santidad. 91
Fuente artificial, en lago natural. Jardines Butchart. Vancouver, Cรกnada.
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Cobijados por las bendiciones de Dios, caminamos seguros, pues la presencia de Dios disipa todas las dudas, todas las tinieblas y genera una alegría infinita. Gracias, Señor, por salirme al paso en mi largo y doliente camino, por disipar mi oscuridad con tu luz, por llenar con tu gracia el vacío existencial de este duro y cansado mundo, que ha dejado en mis pies, grietas dolientes de un largo y penoso caminar. Gracias por curar las heridas de mi camino colocándome al pie de tu cruz. Bendito seas por siempre, mi Dios. Señor, mi barca está rota, mis redes no sirven y mis manos están muy débiles, pero en tu nombre, echaré las redes. Sube conmigo a la barca y diles a las olas y al viento que arreglen las tablas rotas golpeando las paredes y dándole a mi navío un toque de ilusión. Quita mis manos débiles y conecta tus manos a mi cuerpo, para que no se detenga la pesca. Yo usaré tus manos, así tendré más éxito, y la pesca será más abundante. Amén.
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Detalle de las Cataratas del río Iguazú, Argentina
La melodía de las aguas, el brillo del sol, la belleza de las flores y la sencillez de los niños son parte de la santidad del universo.
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“ TIERRA DE HOMBRE “ Vivimos en este planeta tierra que es tierra de hombres y mujeres débiles, seres que se deshacen en lágrimas ante las grandes contrariedades que experimentan en sus mentes y en sus corazones. Somos manojitos de carne débil, en una lucha permanente que nos afecta y nos debilita más y más. Ésta es tierra de hombre, tierra de unidad y de separación; tierra de grandes amores y de odios a muerte; tierra donde se conquistan los amores y donde las ofensas fabrican enemigos; tierra donde uno consigue amigos “de gratis”, pues uno no ha hecho nada por ellos, y también se consiguen “enemigos de gratis”, pues no se ha hecho nada en contra de ellos, o talvez exageran las pequeñas ofensas que reciben, pues son personas demasiado sensibles. Es tierra de hombre, tierra de una gran caravana que marcha rimando los pasos y los latidos del corazón, realizando cada día algún aspecto de la gran esperanza de la vida. Tierra de sombras y de luces; tierra de calma y de nervios agitados; tierra de buena salud, y tierra de infartos y derrames del cerebro; tierra de amor loco y sueños de matrimonio, pero también tierra de separaciones, peleas y divorcios; tierra de niños aventurados, porque caminan apoyados por sus padres, y tierra de canillitas que se cansan bajo el sol, y duermen despiertos bajo la luz de la luna, o arrimados a alguna columna de un puente; tierra de aventuras, sueños y decepciones; tierra de vida y de muerte. Por ley natural, el hombre lleva dentro de sí la aspiración a buscar lo mejor, a envolverse en ideales grandes, a caminar por la ruta de lo positivo, de lo que ayuda a construir un camino claro y feliz. Pero a pesar de todos esos sueños y esperanzas, aunque el hombre programe su mente para pensar en forma positiva, todavía vive en una tierra de hombre, todavía no es un ángel, todavía está marcado por el pecado y está fuertemente inclinado al mal como parte de su mismo ser. La persona de Jesucristo, con su Palabra, su Muerte y su Resurrección, ha dado respuesta a todos los interrogantes del hombre, pero esa respuesta es todavía una meta por conquistar, un camino por andar, un Dios al que vemos como a través de un velo, pues El está entre nosotros con un “ya”, pero “todavía no”, según afirma san Pablo en sus cartas. La gracia de Dios va conquistando al hombre, pero todavía el pecado sigue en el mundo como ardiente lluvia de grandes diluvios. Siguiendo los principios de Jesucristo, todos luchamos por seguir la fuerza del amor, la línea de la unidad, el camino del perdón. Estos son aspectos del hombre que Cristo los ha usado para llamar a una vida mejor. “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado” (Juan 13, 34-35). “Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y rueguen por los que les persiguen para que sean hijos del Padre celestial que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos”. (Mateo 5, 43-45) Esta es una doctrina bien definida de Jesús. Junto a estos pensamientos aparecen también estos otros: “Si tu hermano llega a pecar, repréndelo a solas….. Si no te escucha, toma contigo uno o dos para que todo el asunto quede zanjado por dos o tres testigos. Si no les hace caso a ellos, díselo a la comunidad. Y si no le hace caso a la comunidad, considéralo como gentil o publicano”.(Mateo 18, 15-17)
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Azucena doble, Jarabacoa. R.D.
Jesucristo es la vida
Quien cree en ĂŠl, vivirĂĄ para siempre
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La solicitud por la salvación del mundo es una aspiración de todo apóstol, pero el error no puede ser compañero de camino. La postura de la Iglesia es siempre de bendición, pero es una postura definida y separada. La verdad llama a la mentira a la conversión, pero la verdad no acepta mezclarse con la mentira. Una flor nace en un basurero, vive rodeada de basura, pero esa flor no acepta ser basura. Este tipo de corrección fraterna implica separación, dejar al otro a un lado y seguir tu camino. San Pablo encontró muchas situaciones extremas, donde tuvo que definir su postura frente al Evangelio: “Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo, les predicara un Evangelio distinto al que hemos anunciado, sea anatema”.(Gálatas 1, 8) Todos nosotros trataremos de seguir a Jesucristo para defender el amor y la unidad como condición necesaria para ser hijos de Dios. Pero la Biblia no es un libro escrito para ángeles, sino para una “tierra de hombres”, donde el bien para poder ser “auténtico bien” tiene que separarse del mal; donde el manso Jesús, que pasó por la vida haciendo el bien, tuvo que llamar a los fariseos “raza de víboras” y “sepulcros blanqueados”. “Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos atan cargas pesadas y se las ponen a la gente, pero ellos, ni con el dedo quieren moverlas”.Mt.23, 1-4 “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que son semejantes a sepulcros blanqueados…limpios por fuera y podridos por dentro!” Mt. 23, 27. “Serpientes, raza de víboras, cómo van a escapar a la condición del fuego?” Mateo 23, 33. Jesús mandó a predicar el Evangelio, a vencer el mal con el bien. Pero Jesús fue muy claro y definido: “Si llegan a un pueblo y no les reciben, sacudan hasta el polvo de sus pies, para probar su culpa, y váyanse a otro”. Mateo 10, 11-14. Una flor nace en el basurero, se alimenta de basura, no critica la basura, pero la flor no acepta ser basura. La flor, aunque use la basura como alimento, pues no es flor celestial, ella pertenece a esta tierra, tiene que separarse de la basura para poder ser lo que es. Muchas veces, el bien no puede tener unidad con el mal para poder crecer como bien. El amor tiene que aislarse de la mentira, para ser amor que redime. Es tierra de hombre, tierra de unidad y de separación, tierra de amor y de soledad, tierra de evangelizar y tierra de sacudir el polvo de los pies y marcharse. Abraham y Lot eran hermanos. Se vio que era mejor separarse, y su separación fue aprobada por la Biblia. Génesis 13, 2. 5-12. Abraham y Lot, en sí mismos no estaban peleados, pero la situación ambiental indicaba que no podían estar juntos, que era mejor separarse. Abraham simplemente dijo: Si tú vas a la izquierda, yo voy a la derecha. Y si tú vas a la derecha, yo voy a la izquierda. Fue separación pacífica, pero fue separación. Una cosa es la confusión, y otra cosa es el error, la mentira, el estar equivocado sin posibilidad de reconocerlo. Al que está confundido se le acompaña. Al que está en pecado se le asiste, se reza por él. Pero al que está equivocado, como en el caso de los fariseos, no hay más remedio que abandonarlo. La unidad y el amor son caminos del reino de Dios, pero la mentira es mala y destruye el amor y la unidad. Jesús fue llevado a Herodes. Herodes quería verlo y hablarle. Pero Jesús ni siquiera saludó a Herodes, ni le dirigió una sola palabra. Lucas 23, 8-12. Se trataba de una corriente de aguas limpias, frente a una cloaca de aguas sucias. Era la verdad frente a la mentira, y la verdad no tuvo más remedio que callar y mantenerse aislada. Cuando el pecador reconoce su pecado, puede entrar en la unidad y en
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el amor, pues “pecado reconocido” es “pecado perdonado”. Pero cuando el pecado no es reconocido, entonces la mentira produce daño, y el bien no le puede acompañar. El mal tiene su propia fuerza, y su propio camino, y tiene que andarlo solo. San Pablo estaba confundido al perseguir a los cristianos, pero no equivocado. El estaba en buena fe. La confusión es parte de esta tierra de hombre, donde no hay toda la iluminación necesaria para ver la verdad. La equivocación implica haberse apartado de la verdad. Jesús iluminó a Pablo, disipó la confusión, y al ver claro, entró en la verdad plena. A veces la separación de las personas es por motivo de gustos, o de malentendidos, o hay confusión, no se ve claro. En ese caso, hay que aclarar, ser humilde, aceptar incluso la derrota por el bien de la paz. Pero si uno ve claro que alguien está equivocado, y que no sale de ahí, como sucedía en el caso de los fariseos que se oponían a Jesús, con todo el derecho moral, uno puede dejarlo a un lado, desconocerle, y seguir su propio camino. Cuando el mal se define como mal, cuando el mal planea dañar el bien, el bien debe cuidarse, huir, protegerse. Ésta es una tierra de hombre, tierra de unidad y también de separación, hasta el combate final, cuando toda batalla termine y el bien sea instaurado para siempre. Jesús no quería guerra con los fariseos. Simplemente criticó el legalismo, exigiendo que fuera superado con la “religión del corazón” tan apreciada por los profetas. Jesús no atacó a los fariseos, pues había fariseos buenos, como Simón (Lc.7, 36), Nicodemo (Jn. 3, 1-3), Gamaliel (Hechos 5, 34-39). Simplemente separó su misión de aquel legalismo judío, defendido por hombres de mentes estrechas y corazones enfermos. Ellos representaban la mentira y el error a donde la verdad y el amor no podían entrar. Es a eso a lo que Jesús llamaba “pecado contra el Espíritu Santo”. Pablo y Bernabé se separaron por la paz del Evangelio (Hechos 15, 36-40). No quedaron enemigos, pero cada uno tomó su rumbo. Madre Teresa sentía que su fuerza apostólica se asfixiaba dentro de su convento, y se salió, buscando algo mejor y lo encontró. Madre Teresa hizo un gran bien al separarse de algo que ya era bueno, pero no le permitía crecer. Los caminos de Dios no son nuestros caminos. La primera preocupación de la Iglesia no es la unidad de los cristianos. La Iglesia está preocupada, en primer lugar, por custodiar la pureza del Evangelio, la sana Doctrina, la Verdad de Jesucristo. Si puede lograr la unidad de los cristianos sin dañar la Verdad del Evangelio, entonces entonaría un gran aleluya, pero lo primero, y en lo que no se transige, es la pureza del Evangelio. Jesús amó a todo el mundo, pero su Palabra fue un fuego devorador que atravesó el templo, el altar, los sacrificios judíos, la interpretación de la Ley de Moisés, y cuanto pudiera oponerse a la Verdad del Amor de Dios. Pablo era un maestro de espíritu, un hombre lleno del amor de Dios, pero Pablo fue un vendaval contra la fuerza de los “judaizantes”, pues estaban confundiendo la pureza del mensaje de Jesús. El Evangelio no es sólo cuestión de que: “hay que amarse”, “hay que ponerse de acuerdo”, “hay que perdonar”, “hay que dialogar para buscar la verdad”. El Evangelio es un camino bien definido, una verdad limpia y transparente, un poder que llega al alma y lanza la persona en una dirección concreta. Al igual que Jesús, la Iglesia es bandera discutida, y todo creyente es bandera discutida. ¿Quiénes se opusieron a Don Bosco? -Los mismos curas compañeros de camino. El profeta y el verdadero apóstol deben comprender que ésta es tierra de hombre, que las reacciones negativas
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son cosas normales y corrientes, que los fracasos humanos son parte del rodaje de la vida, que no se entra a la espiral del Evangelio buscando masajes o caramelitos. Arar la tierra es partirla por medio, y sembrar la tierra es forzarla a que dé frutos, en vez de mala hierba. Es lucha, es batalla, es camino duro, pero es sobre todo, senda de esperanza, y victoria para los que combaten hasta el final, sin cansarse, con todo el amor de Aquél que murió en una cruz perdonando, amando, venciendo al pecado y a la muerte, venciendo a todo enemigo que trate de arrebatarle al hombre lo más hermoso que se ha encontrado en la tierra: El amor de Dios Padre en Jesucristo. Con Jesús nos hacemos “pan” para ser partido y para ser comido. Pan que no teme andar entre los dientes, que se deja morder, y que jamás pierde la capacidad de ser alimento que fortalece. El bien es infinito, el mal es limitado. Jesús es Dios, por eso venció al pecado, venció a la muerte, y atravesó la línea del dolor y de la muerte, y sigue siendo Camino, Verdad, y Vida. Andar con Jesús es aceptar su verdad y su cruz para sembrar el bien con el poder de Dios y con su amor a la humanidad. Me ha llevado a caminar por muchos mares En la noche de mi vida, ya cansado, donde nunca yo pensaba navegar. sin saber por qué razón “tanto luchar”, yo le pido a mi Creador una respuesta Pero al fin, después de muchos naufragios, he encontrado aguas tranquilas, y el silencio me responde donde puedo descansar. que tan sólo hay que esperar.
Cinco sacerdotes de los 15 que nos ordenamos el 29 de Marzo de 1970. Nos encontramos en Valencia, España, en Abril del 1995, al cumplir los 25 años de sacerdocio.
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Pan de Vida. Quien come de este Pan tiene vida eterna.
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Lo fácil y lo difícil FACIL es ocupar un lugar en la agenda telefónica … DIFICIL es ocupar un puesto en el corazón de alguien. FACIL es herir a quien nos ama… DIFICIL es curar esa herida. FACIL es dictar reglas … DIFICIL es cumplirlas. FACIL es exhibir la victoria … DIFICIL es asumir la derrota con dignidad. FACIL es tropezar con una piedra … DIFICIL es levantarse rápido. FACIL es disfrutar la vida todos los días … DIFICIL es darle cada día su verdadero valor. FACIL es orar todas las noches … DIFICIL es encontrar a Dios en las cosas pequeñas. FACIL es prometerle algo a alguien … DIFICIL es cumplir esa promesa. FACIL es decir que amamos … DIFICIL es demostrarlo todos los días. FACIL es criticar a los demás … DIFICIL es mejorar la propia conducta. FACIL es cometer errores … DIFICIL es aprender de los errores. FACIL es llorar por un amor perdido … DIFICIL es cuidarlo para no perderlo. FACIL es pensar en mejorar … DIFICIL es no sólo pensar, sino lograrlo.
- del Internet.
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Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, Higüey, R.D.
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Consejos de un padre a un hijo Un hijo se despidió para ir a estudiar a la universidad y el padre le dio estos consejos .....
1. Cásate con la persona correcta. De esta decisión depende el 90% de tu felicidad o de tu miseria. 2. Estrecha la mano con firmeza y mira a la gente de frente a los ojos. 3. Desconfía de los fanfarrones, nadie alardea de lo que le sobra. 4. Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa. 5. Evita las personas negativas. Siempre tienen un problema para cada solución. 6. Nunca existe una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión. 7. Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte, y lo verás hacer fuerza). 8. Muestra respeto extra para las personas que hacen el trabajo más pesado. 9. Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen. 10. Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias, no desde las tuyas. 11. Ubica tus pretenciones en el marco de tus posibilidades. 12. No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios. 13. Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil al prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir. 14. Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el repeto por el tiempo ajeno. 15. Confía en la gente, pero cierra la puerta de tu carro. El amor y el desafío, in cluye siempre mucho riesgo. 16. Nunca confundas riqueza con éxito, ni confort con felicidad. 17. Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes. 18. No olvides que el silencio es, a veces, la mejor respuesta. 19. Nunca compres un colchón barato. Nos pasamos la tercera parte de nuestra vida encima de él. 20. Escucha el doble de lo que hablas(por eso tenemos dos oídos y una sola boca). 21. Nunca envidies. La envidia es el homenaje que la mediocridad rinde al talento. 22. La felicidad no es una meta, sino un camino. Disfruta mientras lo recorres. Y recuerda: no es feliz el que tiene muchas cosas, sino el que necesita pocas cosas. 23. Pon a Dios delante de lo que hagas, por pequeño e insignicante que sea. -- del Internet
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Franboy谩n, Miami.
Campamento Avensa, Venezuela. Tiene ese color por la cantidad de sales en suspensi贸n.
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¡Gracias, amigos!
Muchas son las puertas que se han abierto cuando yo he tocado pidiendo un favor. Muchas son las manos que se han levantado para bendecirme en nombre de Dios. Que el Señor los cuide, pido en mi oración! Muchas son las horas, felices y hermosas en que yo he vivido tan lleno de paz. Ellas son el fruto de esos corazones que se han abierto, para enseñarme la lección sublime de saber amar. Que Dios los bendiga cada día más.
A mí me eligieron, ¡Designio de Dios!, para hacer el bien en su caminar. Mil gracias les doy a todos ustedes, pues Dios los envió para estar conmigo, para ser mi apoyo y hacerme soñar. ¡Qué bello es vivir para los demás!
Le doy a mi Dios, mil veces las gracias, porque ustedes son “parte de mi ser”. Juntos celebramos la Eucaristía, partimos el Pan, partimos amor, y así nuestras vidas crecen en la fe. Que mi Dios les pague por hacer el bien.
Yo he pasado por la vida recogiendo lo que no he sembrado, simplemente porque Dios es bueno. Y he ido por la vida sembrando lo que nunca recogeré, también porque Dios es bueno. He encontrado en mi camino mucho apoyo, multitud de favores, y un caudal de amor limpio que ha hecho de mi vida una verdadera canción con sabor divino y humano. Por eso, ante Dios y ante mis hermanos, yo vivo para agradecer.
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Salto de Arroyo Cercado, en Jarabacoa. R.D. (detrรกs del monasterio de los monjes cistercienses)
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Viviendo en Cristo
-- En sintonía con san Pablo -“Los que fuimos sumergidos por el bautismo en Cristo Jesús, fuimos sumergidos con él para participar de su muerte. Pues, por el bautismo fuimos sepultados junto con Cristo, para compartir su muerte, y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, también nosotros hemos de caminar en una vida nueva” ( Romanos 6, 3-4 ) “Estoy crucificado con Cristo; vivo yo, pero no soy yo, sino que es Cristo quien vive en mí. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios que me amó hasta entregarse por mí”. (Gálatas 2, 19-20) “Cristo es mi vida, y la muerte es una ganancia. Pero, si la vida en este cuerpo me permite aún un trabajo provechoso, ya no sé qué escoger. Estoy apretado por todos lados. Por una parte siento gran deseo de partir, y estar con Cristo, lo que sería sin duda, mucho mejor. Pero a ustedes les es más provechoso que yo permanezca en esta vida” (Filipenses 1, 21-24) “Muy a agusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones y las dificultades sufridas por Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. ( 2 Cor. 12, 9-10 ) “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Las pruebas o la angustia, la persecusión o el hambre, la falta de ropa, los peligros o la espada? En todo esto triunfaremos gracias al que nos amó. Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles ni los poderes espirituales, ni el presente, ni el futuro, ni las fuerzas del universo, sean de los cielos, sean de los abismos, ni criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios, que encontramos en Cristo Jesús, nuestro Señor”( Romanos. 8, 35-39 ) “Al conocer a Cristo, todo lo que yo podía considerar una ventaja, me pareció sin provecho. Más aún, al presente, todo lo considero pérdida, en comparación con la gran ventaja de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por su amor acepté perderlo todo, y lo considero como basura. Ya no me importa más que ganar a Cristo y encontrarme en él, desprovisto de todo mérito o santidad que fuera mío, no por haber cumplido la Ley, sino por aquel mérito o santidad que es el premio de la fe y que Dios da por medio de la fe en Cristo Jesús. Quiero conocer a Jesucristo, sentir el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos, hasta ser semejante a él en su muerte, y alcanzar, Dios lo quiera, la resurrección de los muertos”. ( Filipenses 3, 7-13 ) 107
Ordenación y entierro del P. Víctor Martínez sdb. Ordenado el 28-7-2012 en Jarabacoa, y muerto en trágico accidente al día siguiente.
P. Víctor Martínez Una espiga que maduró rápido y fue cortada al amanecer.
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Mi Dios en silencio Aunque esté en silencio, su presencia llena el mundo, y su Palabra se escucha en toda la tierra.
1. Él está en silencio, su dolor es grande. Él está en silencio, sólo sabe amar. Él está en silencio, contemplando el mundo de un hombre perdido que Él quiere salvar. 2. Él anda en silencio siguiendo unas huellas de un pueblo que busca su felicidad. No escuchan su voz, ni oyen su llamada, buscando en la niebla lo que no hallarán. 3. Su mirada dulce se irradia en el tiempo, cansado y errante, ofreciendo paz. Muy pocos comprenden que Él vino a este mundo a ofrecer su amor, su felicidad. 4. ¡Cuánta gente errante, en busca de un sueño que tal vez jamás podrán encontrar! Él es el camino, la meta más bella, la única senda que encuentra la paz. 5. Los sueños del mundo nos dejan vacíos, son como sirenas de un profundo mar. Son sirenas bellas, son sirenas dulces, pero siembran muerte, muerte sin piedad. 6. Jesús sigue andando, buscando a sus hijos, con un amor grande clavado en la cruz. Díganle que yo lo busco y lo amo. Su vida es mi vida, su amor es mi luz. 7. Sé que Él sufre mucho desde el Viernes Santo en los nuevos Cristo que en el mundo están. Yo quiero ser parte de ese pueblo santo que dejó esta tierra y hacia el cielo va.
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Basílica de San Pablo Extramuros
Plaza de San Pedro Clausura año sacerdotal. Junio/2010
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Creciendo en Cristo La oración, la Palabra de Dios y el Pan de Vida
son el alimento de las almas grandes, de los que se llenan de Dios y lo irradian en cada latido del corazon, de los que dan un paso adelante y se atreven a comer a Dios como manjar. Los que se alimentan del Pan de Vida son propiedad de Dios, y sus vidas se van gastando en una ofrenda diaria. En nuestra vida encontramos algunas señales de muerte. Vamos haciendo la ofrenda de nosotros cada día, lo que significa que vamos muriendo un poquito cada día, y vamos creciendo en el Señor. Pero la muerte es amarga y no nos gusta morir. Nos vamos ofeciendo al Dios del silencio, a ese Dios que no vemos, ni oímos y casi ni lo sentimos: es la experiencia del vacío de la cruz. En el silencio de la muerte, el Señor va cortando la espiga, y va recibiendo la ofrenda. Morimos en Dios y somos propiedad de Dios. Ya nosotros no vivimos, vivimos en El y para El. 111
Lila, hotel el Portillo, Las Terrenas, Samanรก. R.D.
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La caja de Dios La caja gris y la caja dorada
Tengo en mis manos dos cajas que Dios me ha dado para sostenerlas. El me dijo: Pon todas tus penas en la gris, y todas tus alegrías en la dorada. Yo escuché sus palabras y guardé mis alegrías y mis penas donde Él me dijo que las pusiera. Pero la dorada se fue haciendo más pesada, y la gris se mantenía liviana como antes. Por curiosidad abrí la caja gris para ver porqué seguía tan liviana y encontré, en el fondo de la caja, un hueco por el cual habían caído todas mis tristezas. Mostré a Dios el hueco, y reflexioné en voz alta: Me pregunto: ¿Dónde habrán ido mis penas? Él me sonrió y me dijo: “Hijo mío, todas tus penas están conmigo”. Yo le pregunté: Señor, porqué me diste la caja gris con un hueco? “Hijo mío, la dorada es para que cuentes tus bendiciones, y la gris es para que olvides tus penas”. Esta es una gran reflexión: Las alegrías subliman el corazón, suavizan el estado de la mente y hacen crecer nuestras ilusiones. Las penas hacen pesada la marcha, como una carreta de ruedas rotas por un camino empedrado. Aprender a recordar las alegrías y a olvidar las penas es una filosofía de la vida que debe alimentarse diariamente con el poder de la fe. Sólo Dios puede conceder ese don. -- del Internet
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Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva, y después de un pequeño silencio, me preguntó: Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y le respondí: “ Estoy escuchando el ruido de una carreta ”. Eso es, dijo mi padre, es una carreta vacía. Entonces le pregunté: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos? Mi padre me respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido.
Cuanto más vacía está la carreta mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto, y hasta hoy, cuando veo una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna y violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y considerando inferiores a los demás, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: “ Cuanto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace ”. La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirles a los demás descubrirlas.
Existen personas tan pobres, que lo único que tienen es dinero. Nadie está más vacío que aquél que está lleno de sí mismo.
ENVEJECER ES OBLIGATORIO, MADURAR ES OPCIONAL. -- del Internet 114
Frustrada decisión de los CANGREJOS En el fondo del mar se llevó a cabo una importante reunión de cangrejos. La había convocado un anciano cangrejo que tenía aire de patriarca. Acudieron cangrejos de todos los mares, desde los más pequeños y aguas tranquilas, hasta los que procedían de los océanos más agitados. Aún aquellos que vivían en los ríos contaminados mandaron a su delegado. La reunión se abrió puntualmente. El viejo cangrejo dijo: “Amigos míos, hemos venido haciendo algo que se ha constituido en un mal ejemplo para el resto del mundo. Debemos cambiar esa mala costumbre”. Todos se sintieron muy preocupados. Un cangrejo de río preguntó: Y, ¿cuál es esa mala costumbre? El anciano cangrejo suspiró profundamente y dijo: “Tenemos que dejar de caminar hacia atrás. Todos nos ponen de ejemplo negativo y nos consideran como retrógradas”. Un cangrejo de lejanos mares, viendo que se trataba de un serio problema, preguntó: ¿Qué propones para remediar este mal ejemplo, pues “la gente negativa camina para atrás como el cangrejo”?. “Seré realista”, murmuró el anciano cangrejo. Para nosotros ya es muy difícil cambiar. Pero, para los cangrejos niños, será más fácil. Yo propongo que sus madres les enseñen a caminar hacia delante”. Los cangrejos se emocionaron por la sinceridad con que se les había hablado y secundaron con entusiasmo la moción. En ese momento quedó constituido que todos los cangrejos que nacieran de ese momento en adelante, serían instruidos por sus madres para caminar hacia delante. Cada uno volvió a su hogar. Y las madres empezaron 115
Altar de la iglesia Corazón de Jesús, Villa Juana, Santo Domingo. R.D.
¡ Lo mejor para el Señor !
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a enseñar a sus pequeños. Guiaron con amor sus patitas, primero una hacia delante, luego la otra. Los pequeños intentaron seguir las instrucciones, aunque les costaba trabajo. Pero se esforzaban y lo hacían. Pero estaba sucediendo algo curioso: Sus mamás les decían cómo debían caminar, pero ellas mismas y todos los demás cangrejos a su alrededor seguían caminando hacia atrás como siempre. “¿Cómo es que ellas hacen una cosa y nos enseñan otra?”, preguntó un cangrejito. Se produjo un intenso diálogo. Unos decían que debía ser más fácil caminar hacia atrás, puesto que así lo hacían los demás. Se convocó a una nueva reunión. Ante la situación, todos debieron admitir la triste verdad: “La ley que hemos propuesto no funciona”. El anciano cangrejo añadió: “No funciona, porque no hemos predicado con el ejemplo. Hemos querido enseñar una cosa, mientras nosotros hacemos otra”. La historia dice que esa es la razón por la cual los cangrejos siguen caminando hacia atrás. Los demás prestan siempre más atención a lo que hacemos que a lo que decimos. Una de las razones por las cuales muchos niños no llegan a tenerle amor a los libros, es porque nunca ven al papá o a la mamá con un libro en las manos para cultivarse un poco. --Tomado del Internet
Jesús dijo: “ Lían fardos pesados y se los cargan a la gente, pero ellos no ayudan ni con un dedo”. “Hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen”. En este aspecto, el Evangelio tiene páginas muy duras en la relación de Jesús con los fariseos y los sacerdotes del templo. El Evangelio de Jesús entra en el interior del hombre para rectificar su conducta. La hipocrecía o la doble cara no tiene comprensión de parte del mensaje de Jesús. Decía William James: “Lo que haces habla tan fuerte que no deja oír lo que dices”. 117
Que Él nos coma a nosotros, y que nosotros lo comamos a Él, haciendo de los dos, una sola comida.
“Quien come mi Cuerpo y bebe mi Sangre, vive en Mí y Yo en él” dice Jesús
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Ascética de Adviento y Cuaresma Un paso hacia la luz
Adviento y Cuaresma son dos tiempos litúrgicos para trabajar sobre nosotros mismos. La primera pelea de la vida es contra nosotros mismos para aprender a caminar. A nosotros nos gustan las cosas rápidas, no sabemos esperar. Queremos ser ricos con la lotería, no con un largo camino de esfuerzo. Queremos sanar sin medicinas, con un milagro cada día. Y la vida no es así. El proceso de la vida es lento, trabajoso. Una matita de naranja se siembra y no hay naranja al día siguiente. Sólo se puede cosechar en varios años y cuidándola mucho. Queremos cambiar un defecto de hoy para mañana, y las decisiones se mueren, porque no es posible. Querer es poder, pero ese “poder” es un proceso largo y lento.
La vida es una escuela. No aprendemos en un instante, sino en un largo proceso de esfuerzo. Ir dejando jirones de la vida en las noches largas sin sueño, en las horas de trabajo agotador, en las tardes solitarias atendiendo las obligaciones, eso no será llamativo, pero es más meritorio. No derramar la sangre en tres minutos, sino dejando gota tras gota en cada acción que cumplimos, en cada victoria sobre nosotros mismos, en cada vencimiento de nuestro carácter o de nuestro temperamento, en la palabra que callamos, o en la sonrisa que ofrecemos, eso es morir día a día, eso es ser héroe, desconocido, pero héroe. La vida hay que vivirla como una escuela donde vamos aprendiendo a vivir mejor. Con los problemas más grandes hacemos nuestro colchón, y con los más pequeños hacemos la almohada, y dormimos sobre nuestros problemas. Para lograr ponerse por encima de los propios problemas, hay que lograr antes una pequeña victoria: Debemos poner nuestra felicidad no en la compañía de los otros, ni en el servicio que recibimos de los demás. Mi felicidad debe brotar desde dentro, de mi compañía con Dios, de mi soledad aceptada, de mi camino labrado paso a paso por mí mismo. Así se fortalece la vida y podemos dormir sobre el colchón de los problemas sin sufrir mucho. Los caminos del mundo son caminos para valientes, o de lo contrario, acabamos en una cuneta. Este es un tiempo para pensar y trabajar. Dios ofrece su ayuda y pide mucho, porque podemos dar mucho. 119
La vida es como una vela, para dar luz tiene que quemarse. 120
Despedida
El retiro del ministro de Dios La vida del sacerdote es muy hermosa. Pero tiene un problema: La popularidad. Viviendo una vida siempre al frente de una comunidad, tomando muchas decisiones sin consultar con nadie, predicando y aconsejando a miles de personas, se llega a crear la necesidad del primer puesto, que no es lugar evangélico. La vida que llevamos es una misión que se nos encomendó, pero esa misión un día se termina. Un día oiremos las palabras de Jesús: Siervo bueno y fiel, has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu Señor. La misión es hermosa, pero no siempre estamos preparados para abandonar la tarea cuando ya nuestro tiempo se acabó. Y en vez de sentirnos felices, porque hemos hecho lo que teníamos que hacer, nos sentimos inútiles, porque ya nadie cuenta con nosotros. El final de la vida nos arranca el primer puesto en medio de lamentos, cuando deberíamos llegar al final con las manos cargadas de ofrendas, con el gozo interior de haber sido útiles en algo para la causa del Reino. El sacerdote enfermo o anciano que ya tiene que sentarse en el segundo puesto donde está el pueblo, debe convertir su enfermedad o su vejez en una Misa, la última, la del largo ofertorio, porque ahí se ofrece todo lo que le queda. Al final de la vida, cada sacerdote celebra su propia Misa, la Misa de su despedida. Ha pasado toda su vida apartándose de muchas cosas, con la mirada fija en el infinito y los pies tropezando en la oscuridad. Los achaques, los vacíos del mundo, las dolencias profundas de alma y cuerpo, los caminos cortados, todo se le vuelve sombra, y también ofertorio. Ha pasado toda su vida despidiéndose, soñando, ahora despierta y comprende que una cosa es hablar del sacrificio, y otra muy distinta es estar clavado a la cruz, en una situación que los demás no pueden hacer nada. La sonrisa doliente de la cruz ha caminado con él, y lo ha sostenido toda la vida. No sabe cuándo terminará su Misa de despedida, sólo sabe que ya la está celebrando. Cada momento es parte del ofertorio de su Misa, y el ofertorio se hace muy largo, porque ya su vida es toda ofrenda. 121
Ahora sufre de verdad, porque va rompiendo las amarras de la orilla, y se va a alta mar, donde no hay tierra, ni obtáculos en el agua, donde se navega casi sin darse cuenta. Cada instante que duele es parte de una muerte que se va realizando poco a poco. Si esa muerte es aceptada, se convierte en vida eterna, y duele menos. Si no es aceptada, duele mucho, pero aún así, Dios va recibiendo la cansada ofrenda de un alma ya agotada por el cansancio del largo camino. Llega así la última batalla, y la victoria pasa a través de la muerte que es la última ofrenda. Con esta última ofrenda se llega a lo indescifrable, a lo que no se comprende, al corazón del misterio. Es la puerta del infinito, donde sólo el amor lo envuelve todo y lo comprende todo. Es el amén definitivo, un amén hecho aleluya, porque el triunfo de la gracia es la presencia de Dios. Sacerdote de Cristo que ha pasado por la vida buscando a Dios, y Dios está ahí. No podía verlo, porque Dios envolvió su figura en un pedazo de pan. Ahora, al final de la vida, Cristo deshace su sombra y se funde con el sacerdote. Los dos mueren juntos, para resucitar juntos. Su aurora llega sin que la noche se dé cuenta que ya su sombra ha pasado. Es el misterio que ha florecido y se ha hecho canción eterna. Es Dios que ha triunfado sobre la muerte y sobre el pecado. Es la paz eterna. !Gracias, Dios mío ! Qué hermoso sería que la Iglesia desbaratara el poderoso “primer puesto” de sus hijos: de los purpurados cardenales, de los obispos y arzobispos, y la trasmisión de poderes en la Iglesia se hiciera sin tanto escenario de mundo, sin tantos gastos inútiles, sin tantos obstáculos para que el Evangelio del “servir” y no “ser servido” se pueda cumplir. Que se mantengan los poderes, pero con otro estilo, no con el estilo del mundo, algo que transparente a Jesús. Muchos purpurados y arzobispos de Latinoamérica arrastran un estilo de poder como en la Edad Media. Gracias a Dios que en la Iglesia apareció la ley del retiro a los 75 años para los obispos. La vida de muchos sacerdotes está cargada de triunfalismos y competencias que hieren al anuncio del Evangelio y no lo dejan producir sus frutos. El Evangelio recomienda el último puesto, no el primero. 122
María Auxiliadora vigila y cuida la Casa General de los Salesianos en Roma. Formando honrados ciudadanos y buenos cristianos, y conduciéndolos hacia Jesucristo.
“Salesianos del tercer milenio, sean apasionados maestros y guías, santos y formadores de santos como lo fue san Juan Bosco”. Juan Pablo II al Capítulo General 25, 2003
El Espíritu Santo nos dice cada día: “ No importa lo que suceda, consérvense hombres y mujeres de Iglesia. Guarden el Espíritu de la Iglesia. Sufran con sus dolores, y alégrense con sus gozos. Escuchen a la Iglesia, pero, sobre todo, ámenla. La Iglesia necesita ser amada, y enseñen a otros a amarla”. 123
Celebrando la novena de la Inmaculada en la iglesia de San Juan Bosco, Santurce, P. R. Diciembre / 2003.
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La Virgen de F谩tima ha llenado todos los rincones del mundo, por ser una vivencia de fe, basada en la sencillez de unos pastorcitos. El Evangelio es el camino de los humildes y sencillos, de los que alaban a Dios con un coraz贸n limpio.
El Señor es mi refugio Concédeme, Señor, tu silencio para coser mi lengua, para ordenar mi fantasía. Concédeme, Señor, un poco de tu fuego para incendiar mi esperanza, para calentar mi fe. Abreme, Señor, una pequeña puerta para salir del mundo, para esconderme en tu amor. Bríndame, Señor, una de tus sombras, para poder descansar, para sentarme a olvidar. Llévame, Señor, a uno de tus manantiales
para limpiar toda mi historia, para apagar mi sed. Dame, Señor, un rayo de tu luz para iluminar mis ojos..... para no tropezar tanto. Llévame, Señor, a las altas montañas para contemplar tu gloria, para sentirme muy dentro de ti. Dame, Señor, un poquito de tu soledad para escuchar tu voz..... para construir mi paz. Quítame, Señor, todo vestigio de poder para que sienta mi debilidad, para que me apoye sólo en ti. Concédeme, Señor, un poco de tu sabiduría, para aceptar mis fracasos....para rechazar toda vanidad. CUIDAME, SEÑOR, TU ERES MI DUEÑO! Amén. 125
Imagen de la Virgen MarĂa en el jardĂn de una casa privada al norte de Nueva York.
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La alegría de ser débil “Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. 2 Cor. 12, 9-10. Para el año 1989, el gobierno de la República Dominicana estaba construyendo una gran avenida, llamada V Centenario, que atravesaba por el medio a la ciudad capital, Santo Domingo. Esto producía un desalojo masivo, con un enorme sacrificio para los moradores de la zona. Más de 10 mil personas debían buscar alojamiento, vendiendo sus casas al gobierno por un precio muy reducido. Muchas familias numerosas no sabían dónde ir. Los ingenieros, apoyados por el gobierno, forzaron el desalojo, empleando técnicas de auténtica barbarie. La pobre gente no encontró apoyo ni siquiera en la Iglesia católica. Varios sacerdotes tuvimos que enfrentar proféticamente el desorden del gobierno de turno, mientras recogíamos en nuestras manos muchas lágrimas de los feligreses, lágrimas que tenían sabor a sufrimiento grande, pues se trataba de gente débil e indefensa. Ante mi conducta totalmente evangélica, un grupo de ingenieros del proyecto y algunos sacerdotes amigos de ellos o invitados, se reunieron en secreto para enjuiciar mi conducta rebelde. El juicio que se dio sobre mi persona no sé cual fue, pero la simple convocatoria del grupo era una declaración de culpabilidad. Esta situación me llevó a dejar la Congregación salesiana por un año y medio de ausencia, prácticamente hostigado y burlado por muchos compañeros de mi Congregación. Cuando traté de regresar a mi Congregación, encontré muchas expresiones de rechazo, pero legalmente yo podía entrar de nuevo. Mi delito era simplemente haberme atrevido a gritar que los pobres tienen derecho a ser respetados, como se respeta a los ricos y a los poderosos. Cuando Jesús fue presentado al templo, el anciano Simeón le dijo a María que su hijo sería una bandera discutida. El Evangelio sigue siendo una bandera discutida. Y quienes se pongan de parte del Evangelio tendrán que pasar trabajo, no hay alternativa. Es una bella experiencia ser débil y ser juzgado culpable, desde que el gran inocente, Jesús, fue juzgado culpable, porque no pudo adaptarse a la hipocrecía de los fariseos y su doctrina se volvió molesta. 127
Empujar a un ser débil hasta hundirlo es un delito, el delito del poder. Todos sabemos que la Iglesia evangeliza creyendo en Jesús y haciendo un poco de bien en nombre de Cristo. Pero también sabemos cuánto daño le hace a la evangelización el poder que la Iglesia posee a nivel mundial. Toda la Biblia es un canto al débil. “Acechemos al justo, que nos resulta incómodo”, dice Jeremías. Cuando los poderosos juzgan a los poderosos, la justicia se vende, porque no puede juzgar, ya que se trata de PODER contra PODER. Cuando la justicia juzga a los débiles, juzga rápido, porque el débil es indefenso y es fácil de dominarlo y hacerlo callar. Jesús escogió el camino de los débiles, porque no vino a condenar, sino a salvar. Prefirió dejarse juzgar, antes que juzgar al mundo. Un día muchos débiles tendremos otro juicio: pero allí será distinto. Alguien que nos conoce nos defenderá: “Abogado tenemos ante el Padre”, dice san Juan. Salmo 15: El Señor es mi herencia. Me ha tocado un lote hermoso. Me encanta mi heredad. Salmo 23: El Señor es mi pastor, nada me falta. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo. Su vara y su cayado me sosiegan. Salmo 91: El que mora al amparo del altísimo, no temerá ningún mal.... con sus plumas te cubrirás y debajo de sus alas estarás seguro. Escudo es su verdad.... La fuerza de los débiles es solamente Dios, pero no es una fuerza para vencer ahora. Debemos esperar hasta el final. En este mundo, al débil le toca sufrir y ser pisoteado, simplemente porque es mundo malo. El único respiro que tiene es saber esperar. Aguardamos el día de la victoria. Es día seguro, pero no es ahora. Mientras tanto, yo quiero ser de los vencidos, de los débiles. No quiero ser de los fuertes, de los que tienen poder en este mundo. Quiero que la fuerza de Dios siga mostrándose en mi debilidad, como lo expresó muy bien san Pablo. Los débiles son los únicos que plenamente viven, porque son plenamente humanos. El gran pecado de Adán y Eva consistió en que ellos querían SER COMO DIOS. El gran pecado del mundo consiste en que todos queremos ser fuertes, queremos tener poder, queremos mandar, queremos dominar a alguien, y eso fácilmente puede destruir la posibilidad de ser sencillos y humildes. Los fuertes forman un mundo amenazado. Un mundo asechado por otros poderosos y por débiles enfermos que quieren ser fuertes. Esta es la razón de la amarga competencia en los negocios, en la política y en el amor. Esa es la razón de la competencia dentro de la misma Iglesia. El obispo Timoteo o Ignacio de Antioquía no es lo mismo que algunos obispos de la Edad Media. El poder de la Iglesia actual tiene sabor a mundo. 128
La consagración y toma de posesión de un obispo lleva consigo un tremendo escenario que sólo se compara a la toma de posesión de un presidente de una nación. El pontificado de Juan XXIII fue un respiro para toda la Iglesia, pues ese hombre de Dios trató de ser un mensajero del Evangelio. Juan Pablo II cambió el rostro de la Iglesia, porque fue un hombre entrenado en las limitaciones y los sufrimientos del bloque soviético. Todos vamos detrás del dinero, no sólo porque da satisfacción, sino porque da poder y seguridad. Buscando poder, la humanidad se desintegra, y muchos se deboran unos a otros. Nuestro mundo podría ser un paraíso, dominado por el amor y el servicio, sin embargo tenemos que llorar más de la cuenta, porque no sabemos vivir. Dijo Jesús a sus discípulos: “Sepan que los jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Pero entre ustedes no será así. El que quiera ser grande entre ustedes que sea el servidor, y el que quiera ser el primero que sea el esclavo. Igual que el hijo del hombre no ha venido para que le sirvan , sino para servir y dar su vida en rescate por muchos”. Mt. 20, 26-28. Dios sabe que no tiene que castigarnos, porque en la competencia humana nos hacemos sufrir unos a otros. Los chizmes, las persecuciones fratricidas, los tribunales permanentes, establecidos en las esquinas de las calles, en las tertulias de los ricos, y en los pasillos de los conventos, todo eso forma nuestro diario purgatorio. Los débiles deben seguir siendo débiles. Huir del poder como de la peste. Todos sabemos que los pecados del mundo tienen su morada entre los ricos y poderosos, en las leyes del poder que son generadoras de maldad, fuente de pecado. Que nadie nos quiera hacer fuertes, porque nos dañan. Muchos padres quieren ver a sus hijos como personas fuertes, dominantes, ricos, y a eso le llaman “triunfar en la vida”. Muchas personas que podrían ser muy buenas se destruyen buscando lo que vale poco. La verdadera grandeza reside en Dios. Pero la fuerza que Dios da, no es como la da el mundo. La fuerza de Dios reside en el amor, un amor débil, sufrido, redentor. Un amor de brazos abiertos, brazos llenos de silencio, para bendecir, para ayudar, para santificar. BIENAVENTURADOS LOS DEBILES, PORQUE SERÁN MUY HUMANOS EN ESTA VIDA Y MUY DIVINOS EN LA OTRA.
“Quítame, Señor, todo vestigio de poder, para que sienta mi debilidad, para que me apoye sólo en Ti”. “Amo nesciri et pro nihilo reputari”. “Deseo no saber nada y que me tengan por nadie”.
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Reloj ALOHA, Honolulu, HAWAI.
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TĂš PUEDES. Siempre que necesitamos apoyo, aparece alguien que nos tiende una mano, o un hocico. Lo importante es poder levantarse. Ten siempre una mano dispuesta para apoyar a quienes te necesiten. Esa es una bella ley de la vida, pues sentirse Ăştil es siempre una experiencia gozosa. 131
Detalles de las monta単as de Alaska, USA.
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Si pudiera... Si pudiera...no decir ni una palabra Si pudiera...no cantar ni una canción Si pudiera...ver la vida como un sueño le daría mucha paz a mi pobre corazón. Si pudiera...vivir la vida en silencio Si pudiera...esconderme en la oración Si pudiera...darle a Dios todas mis luchas lo que espero y lo que tengo, viviría por amor. Si pudiera...andar con mis pies descalzos Si pudiera...caminar sin hacer ruido Si pudiera...vivir como vive un niño Sin afanes, sin proyectos, y vivir en el olvido. Si pudiera...quitarle al mundo las noches Si pudiera...caminar siempre en la luz Si pudiera...volar hacia el firmamento y gritarle a las estrellas que quiero ver a Jesús. Si pudiera...dejar este cuerpo frágil Si pudiera...llenarme de paz y amor Si pudiera...volar como vuela el viento irme más allá del tiempo, al encuentro de mi Dios. Si pudiera...dormir y no despertar Si pudiera...descansar en mi Señor Si pudiera...soñar con la eternidad y quedarme allá jugando con los ángeles de Dios. 133
Fe, Esperanza y Caridad son como tres antorchas interiores
Fe 134
que nos guĂan hacia la cruz, alimentados por el Pan de Vida.
Caridad
Esperanza
DIOS ES AMOR DIOS ES PAZ Vivir cobijados bajo la sombra del amor es saber que en esta tierra la vida es hermosa, y que amar es saborear un poquito del cielo. La vida nace de la donaci贸n de Dios a la naturaleza. Para que el amor llegue a producir vida, la donaci贸n debe ser total, como la simiente que muere en la tierra, y nace la nueva planta. Esa es la lecci贸n que Dios le da al hombre desde la creaci贸n y desde el misterio de la cruz. 135
Lila, hotel el Portillo, Las Terrenas, Samanรก, R. D.
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La Mentira * Flagelo universal * “He aquí un verdadero israelita donde no hay engaño”...Jn.1, 47
La mentira es el suicidio del hombre y la muerte prematura de todos los esfuerzos. La mentira lo daña todo, y no deja que el mundo adquiera su verdadera belleza. En la mentira agonizan multitud de seres que ya no saben: ni amar, ni servir. El sistema más grande que invade la tierra es la mentira: Mentira en la mafia, mentira en los servicios civiles y militares, mentira en la política, mentira en los negocios, mentira hasta en los círculos religiosos. La mentira aparece en todos los estratos sociales, y es usada para aparecer lo que no se es, o para dominar lo que no se puede dominar. Por eso Jesús denunció tanto a los fariseos, pues sus vidas no respondían a lo que decían ser. Cuando uno dice que es una cosa y en realidad no lo es, eso es mentira. Eligen a un presidente diciendo que es la voluntad popular, y no es verdad, pues se trata de un proceso manejado. Eligen a un superior de una congregación con más cabildeo que oración para recibir luz de lo alto. La mentira se cuela, pues la consulta no siempre se tiene en cuenta. Buscan al sacerdote apropiado para nombrarlo obispo. Consultan al clero y rezan para que Dios inspire, pero siempre eligen al que le caiga bien a quien ostenta la magistratura de la Iglesia en cada nación. Eso es también “mentira”, pues dicen que lo eligió el Espíritu Santo y hay una carga de cabildeo demasiado grande. Todo aquél que se distancia del camino del “amor” o del “servicio”, y entra a formar parte de algún plano superior al hombre normal, tiene obligatoriamente tres posturas posibles en la vida: o usa la mentira, o la administra, manteniendo los secretos oficiales para manejar a los demás, o deja pasar la mentira por su puerta para que siga adelante, pues no la puede controlar, dejando que invada todos los rincones de cualquier tipo de administración. Un palacio presidencial, un supermercado, una casa religiosa o un obispado, no se libran de un barniz de mentiras para poder “funcionar bien”, y no quemarse muy pronto. 137
El Cristo de Cochabamba, Bolivia.
Esta imagen expresa la fe grande de un pueblo que ama a Dios, y que en la oraci贸n y la uni贸n con Dios encuentra la senda gloriosa de su destino y la fuerza para un camino de fraternidad.
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El amor El amor es la cosa más hermosa que existe. El amor es inmolación gozosa. “Si un día tienes que elegir entre el amor y el mundo, recuerda: Si eliges el mundo, te quedarás sin amor. Si eliges el amor, con él, conquistarás el mundo”. Albert Einstein El amor posee una loca fuerza de donación y llena de felicidad todo lo que toca. Una mirada de amor es un canto a la vida, una ráfaga de luz que todo lo transforma, como el alma enamorada que rompe todos los hechizos del mal en “la Bella y la Bestia”. La inteligencia sin amor, te hace perverso. La justicia sin amor, te hace implacable. La diplomacia sin amor, te hace hipócrita. El éxito sin amor, te hace arrogante. La riqueza sin amor, te hace avaro. La docilidad sin amor, te hace servil. El trabajo sin amor, te hace esclavo.
“El amor disculpa todo, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta”. I Corintios 13, 7.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso. La belleza sin amor, te hace ridículo. La autoridad sin amor, te hace tirano. La ley sin amor, te esclaviza. La simplicidad sin amor, te quita valor. La oración sin amor, te enferma el alma. La política sin amor, te hace egoísta. La fe sin amor, te hace fanático. La cruz sin amor, se vuelve tortura.
“El que no ama no es de Dios, y no conoce a Dios, porque Dios es amor”. I Juan, 4, 7-8.
R, O AM O. SIN NTID DA SE I V NE A IE L T NO 139
ilete b u C de o t s i r El C ico. j 茅 M , Le贸n
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La ofrenda Vivimos para ofrecer. Vivir de verdad es darse a sí mismo. El memorial del amor de Jesucristo dice: “Tomen y coman todos de él, porque esto es mi cuerpo que va a ser entregado por ustedes”. Jesús nació para ser entregado. Vino para ser ofrenda. El universo es una Misa, y la vida del hombre no deja de ser un ofertorio de amor. En Jesucristo, la humanidad aparece ya madura para ser ofrecida, pan preparado para ser comido. Jesús es el que nos guía en la ofrenda al Padre. Todo amor, toda obra de bien, se envuelve en el amor de Jesús y se ofrece al Padre....aunque no sea más que un vaso de agua dado por amor. “Toda gota de dolor, todo sufrimiento es envuelto en el amor de Cristo, y en Cristo, se ofrece a Dios. Todo el amor del mundo, en Cristo, y todo el sacrificio del mundo, en Cristo, se juntan en una sola ofrenda, la ofrenda agradable al Padre. La Misa recoge toda experiencia de amor y de sacrificio de la humanidad, haciendo de la convivencia humana un proyecto agradable. La presencia de Dios le da sabor y felicidad a todo lo que el hombre hace que sea noble y justo”(Manantial, pag.127)
Igual que Dios estuvo... ...Junto a Isaac atado a la leña para ser quemado... ...Junto a José vendido como esclavo en Egipto... ...Junto a san Pablo que era derribado del caballo... ...Junto a Juan Pablo II que cayó con un balazo... ...Junto a Madre Tereza tratando de ser signo legible del Evangelio.....El nos acompaña en la ofrenda de cada día, haciendo de nosotros una ofrenda gozosa. 141
JESÚS SE HIZO PAN Él alimenta nuestra fe y nuestro amor. El nos come a nosotros y nosotros lo comemos a El, haciendo de los dos, una sola comida. “Quien come mi Cuerpo y bebe mi Sangre, mora en Mí y Yo en él”. Juan 6.
El cristiano encuentra su fortaleza en la Eucaristía. Aprende a ofrecerse como Cristo, y a tener sus pies en la tierra, pero su corazón en el cielo. La Iglesia, en la Eucaristía, cumple un mandato de Jesús: “Hagan esto en memoria mía”. La Eucaristía se vuelve un proyecto para el cristiano, llegando a hacerse uno con Cristo: Participa de la Eucaristía, ama a la Eucaristía y se hace Eucaristía. Jesús se hizo pan para ser partido y para ser comido. Y nosotros, imitando a Jesús, nos hacemos pan para ser partido y para ser comido. Pero no es tan fácil dejarse partir y dejarse comer. Para entrar en un proyecto así, es preciso tener bien clara la ofrenda personal por causa del Reino, y también se necesita el abandono en las manos de Dios y la ruptura con el mundo, y con todo aquello que ha invadido nuestro espíritu y que tiene sabor a mundo. 142
! Gusten y vean qué bueno es el Señor ! Dios conoce nuestras necesidades y problemas, y puede ayudarnos sin que le pidamos nada. Pero debemos comprender que hay problemas que sólo se resuelven de rodillas, con las manos muy juntas y la mirada puesta en el amor infinito de Dios. Hay momentos en la vida donde no se puede jugar con el misterio, y es preciso creer de verdad, y abandonarse en los brazos de la providencia amorosa de Dios. Después de una gran experiencia acompañando a Jesús en la construcción de su reino, muchas personas podemos proclamar estas palabras con todo el amor del corazón...... Señor, Tú has tomado mi causa, Tú has limpiado mi camino, Tú has allanado mi senda y me has regalado tu amor. Gracias, ¡mi Dios! Tú has llenado mi corazón de calma y le has dado paz a mi vida. Has derramado una lluvia de bendiciones sobre mis pasos, que me hacen cantar cada día: Eterna es tu misericordia. Yo nunca imaginé que tú podrías ser tan bueno conmigo. Yo, pobre gusanillo sin fuerzas, manojito de carne débil, con un saco de errores a mis espaldas, y mis pies sangrando de tanto tropezar. Tú te has vuelto un baluarte para mí y has llenado mi corazón de calma. Yo, pobre oveja, caminante de acantilados y desfiladeros, veo tu dulce mano que me señala el camino para que las rocas no me hagan daño. Tú me conduces, como a tu pueblo, a la sombra de tu amor, y soy muy feliz contigo, pues he llegado a comprender “que las espinas no hieren a las pequeñas ovejas que aprendieron a vivir de amor. 143
Jueves Santo en Esperanza, Mao, R. D.
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-A単o 2005-
El memorial del Señor La herencia espiritual de Jesucristo.
El amor mutuo El Pan de vida El último puesto I. Les dejo un nuevo mandamiento: Que se amen unos a otros como yo los he amado. Si se aman unos a otros y permanecen unidos en mi nombre, el mundo sabrá que son discípulos míos. II. El Pan de Vida. Jesús, el día antes de morir, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Reunió a sus discípulos en una cena de despedida, y para dejarles un recuerdo perpetuo y vivo de su muerte salvadora en la cruz... Tomó el pan en sus manos, lo partió y se lo dio diciéndoles: Tomen y coman, esto es mi cuerpo que va a morir por ustedes. En una copa de vino les dejó el memorial de su sangre derramada. Les dio la copa diciendo: Tomen y beban, esta es la sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por ustedes y por todos los hombres para la remisión de los pecados. “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre. El que cree en mí, nunca tendrá sed”. Juan 6, 34-35. III. Quien desee ser el primero que se haga el último. Y quien quiera ser el más grande, que se haga el servidor de todos. Como el Hijo del Hombre que no vino para que le sirvan, sino a servir y dar su vida en rescate por todos. No se afanen demasiado por las cosas que valen poco. Busquen el reino de Dios y su justicia, y lo demás vendrá por añadidura. 145
Pensamientos de Mahatma Gandhi El hombre que logró conquistar la libertad de su pueblo por la vía de la paz.
1-“Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa”. 2-“Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”. 3-“La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores.No hay demonios en el mundo más que los que corren en nuestros corazones. Es ahí donde hay que luchar contra el ángel malo”. 4-“Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él”. 5-“No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor”. 6-“El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia”. 7-“Ojo por ojo... y todo el mundo acabará ciego”. 8-“Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”. 9-“Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”. 10-“Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo”. 11-“Nunca desvirtúen el pensamiento de un pueblo”. 12-“No importa qué ideología o posición política tengas...todos coincidimos en algo: Queremos la paz”. 146
El hombre bueno y pacífico
Libro II, capítulo 3: “La Imitación de Cristo” de Tomás de Kempis.
“Ponte primero a ti en paz, y después podrás participar a los otros. El hombre pacífico aprovecha más que el muy letrado. El hombre apasionado convierte el bien en mal. El hombre bueno y pacífico, todas las cosas las mira del lado bueno. El que está en buena paz, de ninguno sospecha. El descontento y alterado, con diversas sospechas se atormenta. Ni él se sosiega, ni deja descansar a los demás. Dice muchas veces lo que no debiera, y deja de hacer lo que más le conviene. Piensa lo que otros deben hacer y olvida sus obligaciones. Tú sabes excusar y disimular tus faltas, y no quieres oír las disculpas ajenas. Más justo sería que te acusaras a ti y excusaras a tu hermano. Sufre a los demás, si quieres que te sufran. No es mucho tratar con los buenos y mansos, pues esto siempre gusta, y cada uno de gana tiene paz, y ama a los que concuerdan con él. Pero poder vivir en paz con los hombres duros, perversos y de mala condición, y con quien nos contradice, gran gracia es, y acción varonil y loable. Hay algunos que tienen paz consigo mismos, y la tienen también con los demás. Otros hay que ni tienen paz consigo, ni la dejan tener a los otros. Toda nuestra paz en esta miserable vida se ha de fundar en el sufrimiento humilde, que en no sentir contrariedades. El que mejor sabe padecer, tendrá mejor paz. Ese tal es vencedor de sí mismo y señor del mundo, amigo de Cristo y heredero del cielo”. 147
Cactus Mirador del Sur Santo Domingo. R. D.
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La victoria sobre el mundo exige sacrificio “El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío”. Lucas 14, 33 La doctrina de Jesús parece pedir mucho, pero el Señor pide mucho, porque podemos dar mucho. El Señor no desea que nosotros nos quedemos acorralados en las dos o tres migajas de pan que el mundo nos ofrece. Jesús invita a todo hombre o mujer a dar hasta que duela para poder crecer y vivir por causa del reino.
“Me alegro de sufrir por vosotos, así completo en mi carne los dolores de la cruz de Cristo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro”.. (san Pablo). Con la aparición de la cruz de Cristo en Constantinopla, la Iglesia
dedicó una basílica en Jerusalén para presentar al mundo el sagrado madero. Para la Iglesia, la cruz no es sólo un signo de sufrimiento, sino más bien una expresión de alegría y esperanza. Los cristianos entramos en el misterio de la cruz con ojos llenos de fe, y vemos en la cruz un precioso documento de misericordia y de bondad. Dice san Pablo: para el griego, la cruz es necedad, pues sólo un tonto gusta de sufrir por seguir a un Dios muerto. Para el judío, la cruz es un escándalo, pues es imposible que Dios pueda morir. Pero, para el cristiano, la cruz es señal de grandeza y de victoria. Camino de redención.
“La injusticia sigue siendo parte del caminar del hombre, pero la semilla de la libertad está sembrada en la tierra, y la tierra es fecunda...hay esperanza”. El mal sigue trabajando en el mundo, pero la gracia también trabaja. El hombre honrado y creyente tiene fe en el futuro, y encamina su acción a arrancar el mal de la humanidad. La lucha es nuestra, la victoria será de los que vengan después. “En la historia de la humanidad, el camino de la verdad y del amor siempre han triunfado. Ha habido tiranos poderosos y asesinos que durante algún tiempo pueden parecer invencibles, pero al final siempre caen. El poder es temporal. Sólo la verdad y el amor siempre triunfan, porque son eternos”... M. Gandhi.
“Hermanos, todavía ustedes no han llegado a la sangre en su lucha contra el pecado” ...(Hebreos 12, 4) Jesús no amó el dolor, sino que amó a los que sufren. No amó la pobreza, sino que amó a los pobres. Jesús no amó la muerte, sino la vida, por eso venció a la muerte. Nuestro Dios no es un dios que mortifica a los hombres, sino un Dios que resucita a los muertos. “No hay demonios en el mundo, más que los que corren en nuestros corazones. Es ahí donde hay que luchar contra el demonio”...Gandhi. 149
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La corriente de mi río La vida, desde la perspectiva humana,
se parece a la corriente del río: Todo se va, todo se desvanece, todo se muere.
La vida, desde la perspectiva de la fe,
se parece al mar: Todo es ofrenda, todo se recibe en Dios y se hace vida eterna.
Al nacer entramos en un fuerte río que todo se lleva y todo se va. La corriente del río... que todo lo envuelve, que todo lo acaba, brisas que se agitan de aquí para allá. La corriente del río se llevó mis cosas, se llevó mi canto, se llevó mi esfuerzo. La corriente del río se llevó mis sueños, se llevó mi vida, me dejó vagando, como polvo errante por el universo. La corriente de mi río se llevó mis luces, se llevó mis sombras... pasos de mi andar. Gaviota sin nido en busca de un puerto que no puede hallar. No hay puerto en el mar. Tan sólo caminos, que yo debo andar. Débiles recuerdos, espumas del mar. Hoy mi polvo errante por el universo, ni siquiera sabe dónde descansar. La corriente del río se llevó mis ojos, se llevó mis lágrimas, y lo que era yo, todo se acabó. 151
Los días gloriosos, los sueños del alma, mi sonrisa grande, ya todo murió. Hoy mirando al cielo, cruzando las nubes, mi oración aguarda una bendición. y brota del alma, mi suspiro eterno, que hace que yo sea “mendigo de Dios”. Corre, corre el río, todo se lo lleva y todo se va. La vida no es vida, es entierro diario, suspiros inciertos que apagan la paz. Este bello tiempo que tanto anhelamos, esta dulce vida que tanto gozamos, es simple corriente, pues todo se va. Vida sin descanso, boleto de ida, nubes en el cielo, espuma en el mar. Los sueños del alma, sueños nada más, no encuentran el tiempo para despertar, porque en la corriente, todo se nos va. La misma corriente, corriente del río, se nos va muriendo, cruzando horizontes, que se pierden todos en la inmensidad. Así es esta vida, pasando, no más. Y hasta los recuerdos, .....un día se van.
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La paradoja de nuestros tiempos
por George Carlin (humorista de Estados Unidos) 1. Tenemos edificios más altos y más bajos temperamentos. Avenidas más anchas y más estrechos puntos de vista. 2. Tenemos menos y gastamos más. Compramos más y disfrutamos menos. 3. Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas. Tenemos más facilidades y menos tiempo para usarlas. Tenemos más conocimientos y menos juicio práctico. Tenemos más expertos y más problemas, más medicina y menos salud. 4. Bebemos demasiado, fumamos demasiado, gastamos con demasiada facilidad. Reímos muy poco, conducimos muy rápido, nos acostamos muy tarde, nos levantamos cansados, leemos con poca frecuencia, vemos demasiada televisión, rezamos muy raramente. 5. Hablamos mucho, amamos muy raramente, odiamos con mucha frecuencia. Le hemos añadido años a la vida, no le hemos dado vida a los años. 6. Hemos viajado hasta la luna, pero encontramos dificultad en cruzar la calle para ir a saludar a algún nuevo vecino. Hemos conquistado el espacio exterior sin conquistar nuestro propio espacio. Hemos hecho cosas más grandes, pero no cosas mejores. 7. Hemos limpiado el aire, pero hemos contaminado el alma. Hemos bombardeado el átomo, pero no hemos roto nuestros prejuicios. Planificamos más y realizamos menos. Hemos aprendido a tener prisa, pero no a saber esperar. Hemos construido más computadoras para dar más información, pero hay menos comunicación entre nosotros. 8. Son tiempos de doble salario, pero más divorcios. Casas más lujosas, y hogares más rotos. 9. Son días de viajes rápidos, pañales desechables, moral por el suelo, noches sin dormir, cuerpos gruesos, pastillas que sirven para matar, y que descontrolan las emociones de una persona. 10. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y poco en el almacén. Mucha presentación y poca interioridad. 153
En el año 1981, sesenta salesianos que participábamos en un curso sobre salesianidad en Roma, fuimos a la capilla sixtina a rezar el rosario con el Santo Padre, Juan Pablo II. Al final, todos pasamos a saludarlo personalmente. Testimonio: El sacerdote que está detrás de mí en la fila, P. Francisco, español, conserva un grato recuerdo de su madre. Cuando él era seminarista se enfermó y lo iban a sacar del seminario. Su madre le dijo: “No te preocupes, yo voy a ofrecer mi vida por ti y tú vas a seguir adelante”. En un par de meses, el curó y la mamá enfermó y murió. El sabe que su sacerdocio lo debe a la vida de su madre ofrecida por él.
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El Éxito La revista PODER, de noviembre del 2002, publicó la respuesta que dio Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, acerca del significado del éxito. En un mundo de tanta competencia y de tanta fantasía social, es importante revisar esta respuesta para buscar un camino mejor a la victoria de la vida.
“Yo creo que el éxito no está en lo económico. Una persona no es de éxito porque le va bien en los negocios, o le va bien profesionalmente, o saca 10 en la escuela. Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, el concepto familia, los amigos, apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no sólo material, no físico necesariamente. Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que me regaló mi madre: -El éxito no tiene nada qué ver con lo que mucha gente se imagina. No se debe a los títulos nobles o académicos que tienes, ni a la sangre heredada, ni a la escuela en que estudiaste. No se debe a las dimensiones de tu casa, ni a cuántos carros caben en tu garaje. No se trata si eres jefe o subordinado, o si eres miembro prominente de clubes sociales. No tiene nada qué ver con el poder que ejerces, o si eres buen administrador, o si hablas bonito, o si las luces te siguen cuando lo haces. No es la tecnología que empleas, ni se debe a la ropa que usas, ni a los grabados que mandas bordar en tu ropa, o si después de tu nombre pones siglas deslumbrantes que definen tu status social. Se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños, de que tus logros no hieran a tus semejantes. Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás. Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños y te preocupaste de los ancianos. Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar, y tu valor sobre la conducta. No es acerca de cuantos te siguen, sino de cuántos realmente te aman. No es acerca de transmitir, sino de cuántos te creen si eres feliz o finges estarlo. Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta, y tu deseo de ser más, no de tener más. 155
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Iglesia “ La Sagrada Familia” Barcelona, España. (en construcción)
INMOLACIÓN GOZOSA
Beata Eusebia Palomino 1899 - 1935
Beata Alejandrina M. da Costa 1904 - 1955 Beato Augusto
Czartoryski 1858-1893
Mártires del amor de Dios
Se volvieron ofrendas, y gustaron lo bueno que es el Señor.
Vivieron una inmolación gozosa y se convirtieron en el rostro de Dios para el mundo. Si miramos la vida y sus acontecimientos desde la fe y desde la cruz, ningún dolor es grande, pues todo se vuelve ofrenda y todo lleva al amor. 157
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Fuente artificial en lago natural. Jardines Butchart, Vancouver. Cรกnada.
Jesús es el camino “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino es por Mí”. Juan 14, 6.
En tus manos, Señor, pongo mi vida, con todas sus angustias y dolores, que en Ti florezcan frescos mis amores, y que halle apoyo en Ti mi fe caída. Quiero ser como cera derretida, que modelen tus dedos creadores, y morar para siempre sin temores de tu costado en la sangrienta herida. Vivir tu muerte y tus dolores grandes, disfrutar de delicias verdaderas y seguir el camino por donde andes. Dame, Señor, huir de mis quimeras, dame, Señor, que quiera lo que mandes, para poder querer lo que Tú quieras. Soneto anónimo
Yo quiero ser, Señor amado, como el barro en manos del alfarero. Rompe mi vida, hazla de nuevo, yo quiero ser un vaso nuevo.
Dios cambia los latigazos que nos da la vida en aplausos, pero hace falta tener mucha fe para poder oír esos aplausos. 159
OrquĂdea, noviciado salesiano, Jarabacoa. R. D.
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Gracias, Señor
Gracias, Señor, por la vida. Gracias, Señor, por la paz. Gracias, Señor, porque nos diste un corazón grande para amar, y un alma sencilla para llenar de estrellas la pequeña noche de la vida. Gracias, Señor, porque cada avecilla que canta, cada flor que se abre, y cada niño que ríe, es un signo vivo de tu presencia entre nosotros. Gracias, Señor, por tu cruz que nos purifica para santificarnos más. Gracias por la Madre buena que nos diste, y por la ternura que ella derrama en nuestro caminar hacia la casa del Padre. Gracias, Señor, por el pan eucarístico que nos alimenta hasta la vida eterna. “Yo soy el Pan de vida. El que viene a Mí nunca tendrá hambre, y el que cree en Mí nunca tendrá sed”. Juan 6, 35.
“Las zorras tienen cuevas y las aves nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. Mateo 8, 20. Las aves poderosas tienen nidos, viejos nidos construidos a su gusto, y donde pueden descansar. Nosotros, las avecillas del bosque, volamos de rama en rama, y no nos duele volar, porque no amamos los nidos, sino el poder de las alas. 161
Aprender del lápiz ... En un lápiz hay cinco cualidades que, si logramos adquirirlas, harán de nosotros, personas en paz con el mundo. Primera cualidad: La voluntad de Dios. El lápiz escribe, pero lo guía una mano. Puedes hacer grandes cosas, pero no te olvides que hay una mano que guía tus pasos. Esa mano la llamamos Dios. El te conducirá siempre en dirección a su santa voluntad. Segunda cualidad: Aceptar la purificación. De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final estará más afilado. Por tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores y algún sufrimiento con paciencia, pues te ayudarán a ser mejor persona. Tercera cualidad: Reconocer los errores. El lápiz siempre es capaz de borrar aquello que está mal. Corregir algo que hemos hecho, no es necesariamente algo malo. También puede ser que sea necesario borrar algo para perfeccionarlo y mantenernos en el camino de la justicia y de la superación. Cuarta cualidad: Cuidar la grandeza interior. Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por tanto, cuida siempre lo que hay en tu interior. Quinta cualidad: Cuidar tus huellas. El lápiz siempre deja una marca al escribir. De la misma manera has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos. Por tanto, intenta ser consciente de cada acción. ...Del Internet
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Padre Nuestro...
Hijo mío... Cuando Dios mira al mundo y escucha el Padre Nuestro, responde a su vez, diciendo... ...Hijo mío, que estás en la tierra sufriendo temeroso por tu vida, confundido, desorientado, triste y angustiado por todo lo que te aguarda en este mundo. Yo conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio bendiciéndolo, porque te amo. Juntos construiremos mi reino, del que tú vas a ser mi heredero, y en eso no estarás solo, porque yo habito en ti. Deseo que siempre hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que tú seas feliz. Tendrás tu pan para hoy, no te preocupes. Sólo te pido que siempre lo compartas con tu prójimo, con tus hermanos. Siempre perdono tus ofensas, especialmente contra la paz. De igual manera, perdona tú a los que te ofenden. Deseo que nunca caigas en la tentación. Toma fuerte mi mano, aférrate siempre a mí, y yo te libraré de todo mal. Nunca olvides que te amo desde el comienzo de tus días, y te amaré hasta el fin de ellos, porque soy tu Padre. Amén. ...Del Internet
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Servir... Sirve el viento, la nube... la semilla y el surco. El agua siempre inquieta en su claro reír. Y es que la naturaleza tiene sólo un anhelo con que enjoya los mundos:
Centro salesiano de formación. Pinar Quemado. Jarabacoa, R. D.
servir, servir, servir. ¿Que hay alguien que critica? ¿Y ese otro que destruye? ¿O alguno que maldice? Se tú el que construye, se tú el que aparta la piedra del camino. El que alivia el rencor que los ojos enturbiaron. El que siempre realizas los esfuerzos que, por duros, los otros esquivaron. Sé de aquellos que dan, que siempre dan --ya un consuelo oportuno, ya una frase cordial. El que ofrece el pan de tu alegría, o el pan moreno y grato del trigal. Qué tristeza tan honda la del mundo si en él ya no hubiera nada por hacer... Ni un rosal perfumado qué plantar, ni un niño que alegrar, ni empresa que emprender.
El servir es faena de seres superiores, y tú en cada momento te debes repetir: ¿A quién servir ahora? ¿Qué puedo hacer por otro, para darle más ánimo, para verlo contento y evitarle sufrir? Y así serás de aquellos que oyen la voz de Dios. Esa voz de silencio que en la luz de cada día, perfuma el orbe entero viniéndote a decir: Aquí estoy, hijo mío, apóyate en mis fuerzas y...ayúdame a servir. --Gabriela Mistral
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Uno crece... Imposible atravesar la vida sin que un trabajo salga mal, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio.
Ese es el costo de vivir.
Sin embargo, lo importante no es lo que suceda, sino como se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido, incapaz de volver a volar. Uno crece... Cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe. Uno crece... Cuando acepta sus limitaciones y su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiar su vida. Uno crece... Asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que tiene por delante, y proyectando lo que puede ser el porvenir. Uno crece... Cuando se valora a sí mismo y sabe dar frutos; cuando abre caminos dejando huellas; cuando asimila experiencias y siembra raíces. Uno crece ... Cuando se impone metas, sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios; cuando da ejemplo sin importarle burlas, ni desdenes. 165
Uno crece...Cuando cumple con su labor y muestra su grandeza interior. Uno crece... Cuando enfrenta el invierno aunque se pierdan las hojas, cuando recoge flores aunque tengan espinas, y cuando marca camino aunque se levante el polvo. Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones, capaz de perfumarse con residuos de flores y capaz de encenderse con residuos de amor.
Uno crece... Ayudando a sus semejantes, conociéndose a sí mismo, y dándole a la vida más de lo que se recibe. Uno crece... Cuando se planta para no retroceder... Cuando se defiende como águila para no dejar de volar... Cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella. Entonces... UNO CRECE. -- Susana Carizza (Internet) En esta ermita se hace Adoración Perpetua. Las 24 horas, los 7 días de la semana.
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Ermita de La Caridad en Miami, USA. Testimonio de fe del pueblo cubano.
El agua y la montaña El camino del agua es un recorrido difícil. El agua es blanda, suave y flexible, y todo lo que toca es duro y áspero. Para ir desde el primer manantial hasta el mar, tiene que chocar con piedras y troncos, hoyos y acantilados. Cuando hay más piedras y más acantilados, forma pequeñas y grandes cascadas, y su canción es más vibrante y hermosa. Si le retiramos las piedras de su camino perdería su canción. Son los obstáculos que hacen que las aguas prosigan, dándonos la grata lección del valor de la lucha gozosa. Así es nuestra vida: los obstáculos existen para hacernos caminar cada vez más firmes, más determinados, y totalmente entregados a la meta elegida. El agua se ve obligada a cambiar continuamente de forma y dirección y parte de ella se evapora en su largo camino bajo el sol. Pero el agua sueña siempre con llegar al mar, y ser parte de la inmensidad del mar. Y al llegar se siente tan feliz que no se acuerda de las piedras y troncos con los que tropezó en su paso por la montaña. Al entrar en el mar del amor de Cristo, nosotros tenemos que borrar y olvidar toda contrariedad y todo mal recuerdo de la lucha del camino. Nuestra vida de fe es tan hermosa, que no podemos darnos el lujo de recordar los pequeños peldaños de algún pasado amargo. Dios es amanecer, es luz, y cuando la luz llega, las tinieblas se disuelven, no se recuerdan, porque ya no existen. Cuando el sufrimiento toque a tu puerta, no te lamentes ni te inquietes, sé un testigo de tu dolor. Siéntete un privilegiado, porque después de las batallas, resurge el alma. Venimos a este planeta sólo para aprender a amar” y el amor lo vence todo. 167
Tiempo de primavera. Al norte de New York.
¿Quién puso tantas flores escondidas en ese tronco? Decidme dónde está esa mano, porque tengo que adorarla. 168
Siembra de amor La vida es un jardín, lo que siembres en ella, eso te devolverá. Elige semillas buenas, riégalas, y con seguridad, tendrás las flores más bellas. Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, es una simiente que cae en el surco de la vida. Cada una tiene en sí el poder vital y germinativo. A menudo sembrarás llorando, pero puede ser que tu simiente necesite del riego de tus lágrimas para que germine. Piensa que los vientos fuertes harán que tus raíces se hagan más profundas para que tu rosal resista mejor lo que habrá de venir. “Lo que tiene el árbol de florido, lo toma de sus raíces”. Y cuando las hojas caigan, no te lamentes; esas hojas caídas serán tu propio abono, y tú reverdecerás y tendrás flores nuevas. Cuando rompa el alba y nazca el día... Salúdalo y siembra. Llegan las horas de un sol ardiente...Abre tu mano, y arroja la semilla. Llega la noche y el sol se oculta...Eleva tu plegaria y siembra. Y cuando llegue el atardecer de tu vida, enfrentarás la muerte con los brazos cargados y una sonrisa de satisfacción. Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada... es una simiente.
Procura siempre...Una Siembra de Amor ... Del Internet
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Bendición del hogar Dios, omnipotente y eterno, envía tu ángel desde el cielo para que visite, conforte, defienda, ilumine y proteja esta casa y a todos los que moran en ella. Dales salud, paz y prosperidad y mantén a todos en tu amor. Bendice esta casa para que sea el hogar del amor y de la paz. Bendice la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la bienvenida. Bendice las ventanas que dejan entrar el sol a raudales cada mañana, y por donde se asoman las estrellas, que son en la noche como luces de esperanza. Bendice los muros que nos defienden del viento y del frío, y que son nuestros amigos en las horas que pasan. Bendice la mesa del pan, el sitio del trabajo, y el lugar del reposo. Bendice el techo que cobija los afanes de hoy, los sueños del mañana, y guarda para siempre la memoria de los que ya se han ido. Bendice la luz de la casa, la madre, la fuerza y el aliento. Bendice al padre, que sean benditos los hijos, la vida y sus esperanzas. Bendice los sentimientos, las ternuras, los anhelos que florecerán en nuestra vida. Bendice nuestros pensamientos para que sean puros, las palabras para que sean rectas, que tengan equilibrio para apoyarnos unos a otros. Bendice nuestras horas de paz y de silencio para que se fortalezca nuestro espíritu. Bendice las penas y las alegrías, y que cada momento sea vivido con serenidad por amor a ti. Quédate con nosotros bajo nuestro techo y en nuestra vida. Amén. Señor, ayúdanos a recordar que no existe otro poder, sino el tuyo. Que nosotros podamos reconocerte en cada acontecimiento de la vida, aun en medio de las furias del viento y de los signos oscuros de la adversidad. Ayúdanos a recordar que Tú puedes convertir el mal en bien, la derrota en victoria, y el fracaso en triunfo, para gloria de tu nombre. Sea cual fuere el camino que nos toque andar en esta vida, sabemos que contigo llegaremos a buen término. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén 170
Mi árbol de amigos - Un cántico a la amistad -
Existen personas en nuestras vidas por el simple hecho de haberse cruzado en nuestro camino. Algunos recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar. A otros los vemos a penas entre un paso y otro. A todos los llamamos amigos...pero hay muchos tipos de ellos. Cada hoja de un árbol simboliza un amigo. Las primeras hojas brotaron de nuestros padres, que nos van mostrando lo que es la vida. Después los amigos hermanos, los hijos, con los que dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer toda la familia de hojas a quienes respetamos y queremos bien. El destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. Muchos de nuestros amigos son hojas predilectas de nuestro árbol de la amistad, y a esos los llamamos “amigos del alma”, o “amigos del corazón”, porque son sinceros y verdaderos. 171
Ellos saben cuándo estamos bien y saben lo que nos hace felices. A veces uno de esos amigos del alma se instala en nuestro corazón, y entonces lo llamamos “amigo enamorado”. Da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, agilidad a nuestros pies... También están aquellos que son amigos por un tiempo, talvez por unas vacaciones, unos días, unas horas... Ellos también logran poner muchas sonrisas en nuestras caras durante el tiempo en que estamos juntos. No podemos olvidar a los amigos distantes, aquellos que están en las puntas de las ramas del árbol, que cuando el viento sopla, siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va y el otoño se aproxima, entonces perdemos algunas de nuestras hojas. Algunas nacen en otro verano, otras permanecen por muchas estaciones. Mas lo que nos hace más felices son aquellas hojas, que aun caídas, permanecen a nuestro lado, alimentando nuestra raíz con mucha alegría.....
Son recuerdos de momentos maravillosos. Horas dichosas que se cruzaron en nuestro camino. 172
Los amigos son como ángeles que nos permiten volar cuando nuestras alas están rotas. Y cuando, por esas cosas raras que tiene la vida, a alguien se le rompe su rama en el árbol familiar, los amigos forman un arbolito, cuya sombra le cobija, mientras pasa la tormenta.
Por eso, les deseo a todos los que se sienten ser hojas de mi árbol de amigos: PAZ...AMOR...SALUD... SUERTE Y PROSPERIDAD.
! Hoy y siempre ! Y por encima de todo
una permanente bendición de Dios, con un amor loco, a lo divino.
Tomado de un PPS - Internet -
Cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí, y se lleva un poco de nosotros. Esta es una prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad. La vida tiene sus proyectos y son muy hermosos. Es una gran verdad. 173
La Anunciaci贸n
El Se帽or se ha fijado en la humildad de su sierva.
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.............. Es fe.
La fe y la confianza en Dios implican una experiencia espiritual muy profunda, pues es como caer a un gran vacío y sentir seguridad.
“Creer no es otra cosa que, en la oscuridad del mundo, tocar la mano de Dios, y así en el silencio, escuchar la Palabra, ver el amor”. Benedicto XVI 175
El Helecho y el Bambú Las pequeñas dificultades de la vida sirven para hacernos más fuertes y mejores, no para debilitarnos. Cierto día, un hombre tenía tantos problemas y estaba tan hastiado de la vida que no aguantaba más, y decidió romper con todo: Renunció a su trabajo, a sus amistades, a su espiritualidad, y hasta estaba dispuesto a acabar con su vida. Pero antes de tomar esa decisión, dio un paseo al campo para respirar y hablar con Dios. Se sentó bajo un árbol y le dijo a Dios: “ Dios mío, dame, por favor, alguna razón para que yo no renuncie a todo”. Dios le dijo: “Mira a tu alrededor. Puedes ver el helecho y el bambú? Y él respondió: Sí. Cuando yo planté las semillas del helecho y el bambú, yo me ocupé mucho de ellos. Les dí luz y agua abundante para crecer. El helecho rapidamente brotó de la tierra. Sus hojas verdes cubrieron todo el terreno. Pero la semilla del bambú no nacía. Pero yo no renuncié al bambú. En el segundo año, el helecho creció más hermoso y exuberante. Y todavía la semilla del bambú no nacía. A los tres años, todavía no se veía ninguna matita del bambú. Pero yo esperaba, y no renunciaba al bambú. A los cuatro años, tampoco nació el bambú, pero yo tampoco renuncié al bambú. Finalmente, a los cinco años brotó una debil matita de bambú, pero comparada con la grandeza del helecho, era algo insignificante. Luego, seis meses después, el bambú superó los 100 pies de alto. El bambú había gastado cinco años fortaleciendo sus raíces dentro de la tierra. Esas raíces hicieron al bambú fuerte, y le dieron todo lo necesario para sobrevivir. Yo no le he dado a ninguna de mis criaturas un propósito que no pueda llevar a cabo. Luego Dios dijo al hombre: Mi querido hijo, todo este tiempo que tú has estado complicándote la vida y pasando trabajo, tú has estado haciendo crecer tus raíces para poder sobrevivir. Yo no renuncié al bambú, yo esperé. Yo no he renunciado a ti, yo sigo esperando que tú adquieras tu calma por las fuertes raíces que yo te he dado para que no te tambalee. No te compares nunca 176
con otras personas. El bambú es bien distinto del helecho, cada uno tiene su finalidad. Pero entre ambos se logra la belleza de la foresta. Y Dios siguió diciendo: No te apresures, tu tiempo vendrá. Tú crecerás alto, tan alto como grandes sean tus raíces; tan grande, como grande haya sido la paciente espera para lograrlo. El bambú creció todo lo que pudo y dio gloria a Dios con ello. Tú debes dar gloria a Dios creciendo todo lo que puedas. El hombre dejó el bosque, y regresó a su casa. Su mente había cambiado. Y también la mente del lector puede haber cambiado con esta historia. Dios nunca nos abandona, El nunca renuncia a vernos crecer. No renuncies a ningún día de tu vida. Los días buenos te dan felicidad. Los días tristes te dan experiencias. Ambos son importantes para tu vida. Sigue adelante... La felicidad hace de ti un ser dulce... las pruebas hacen de ti un ser fuerte. Las penas te vuelven humano, los fallos te hacen humilde, el éxito te mantiene en una vida victoriosa... Pero sólo Dios te lleva siempre adelante, sea cual fuere la situación de tus días en este mundo.
Jesús es victoria, no para los que mueren sentados, sino para los que mueren peleando la batalla de cada día por ser mejores. San Juan Bosco y su madre Margarita.
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La bella vejez...
- cuando se archivan memorias saludables en la mente.
Una señora bien equilibrada, de 90 años de edad, se levantaba cada mañana a las 8 en punto, su cabello bien peinado, al estilo de peluquería, y un maquillaje perfectamente aplicado, aun sabiendo que ella era casi ciega. Se mudó a un hogar de ancianos. Después de muchas horas de esperar pacientemente en la recepción, ella sonrió dulcemente cuando le avisaron que su habitación estaba lista. Mientras ella maniobraba su andador al ascensor, alguien le daba una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las sábanas y cortinas colgadas en su ventana. “Me encanta” dijo ella, con el entusiasmo de un chiquillo de 8 años al que le acaban de mostrar un nuevo juguete. Señora, le dijo el guía, usted aún no ha visto el cuarto...espere a verlo. “Eso no tiene nada qué ver” dijo ella. La felicidad es algo que uno decide con anticipación. El hecho de que me guste mi cuarto o no me guste, no depende de cómo esté arreglado el lugar, depende de cómo yo haya arreglado mi mente. Yo había decidido de antemano que me encantaría. Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme... Estas son mis posibilidades: puedo pasarme el día en cama enumerando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que ya no funcionan, o puedo comenzar el día agradeciendo a Dios por las que sí funcionan. Cada día es un regalo, y por el tiempo que mis ojos se abran, me enfocaré en el nuevo día y en las memorias felices que he guardado en mi mente... La vejez es como una cuenta bancaria: uno extrae de lo que había depositado en ella. Entonces, mi consejo para ti sería que deposites gran cantidad de felicidad en la cuenta bancaria de tus recuerdos. Debemos agradecer a todas las personas que nos ayudan a llenar nuestro banco de memorias felices. Cada día hay que depositar algo bonito en la caja de los recuerdos, para que un día tengamos de qué echar mano, y tengamos una bella vejez. 179
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El Águila El águila es el ave de mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años. Para llegar a esa edad, a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión. A los 40 años: sus uñas curvas y flexibles no consiguen agarrar las presas de las que se alimenta. Su pico, alargado y puntiagudo, también se curva. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas por las gruesas plumas. Volar es ahora muy difícil. Entonces el águila tiene dos alternativas: Morir, o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña, y refugiarse en un nido próximo a una pared, donde no necesite volar. Entonces, a penas encuentra ese lugar, el águila empieza a golpear con su pico la pared hasta conseguir arrancárselo. Después de arrancarlo, debe esperar a que le nazca un pico nuevo, con el cual va después a arrancar sus viejas uñas. Cuando las nuevas uñas empiezan a nacer, prosigue arrancando su viejas plumas... y después de meses, sale victoriosa para su famoso vuelo de renovación y de revivir, y entonces dispone de 30 años más de vida. A veces nos preguntamos: Porqué renovarnos? En nuestra vida tenemos que resguardarnos por algún tiempo, y comenzar un proceso de renovación. Para reanudar un vuelo victorioso, nos debemos desprender de ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el valioso resultado de una renovación. ... del Internet (pps)
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La lección de la Mariposa “U día, en una pequeña abertura apareció una oruga; un hombre se sentó a observar a la mariposa durante varias horas, viendo cómo se esforzaba para hacer que su cuerpo saliera a través de aquel pequeño agujero. Llegó un momento en que pareció que la oruga, a pesar de su esfuerzo, no avanzaba nada. Parecía que había llegado a un punto en que ya no podía avanzar más. Entonces el hombre decidió ayudar a la oruga y agrandó el agujero. La mariposa salió sin dificultad. Pero su cuerpo estaba débil, las alas no estaban desarrolladas y las patitas no la sostenían. El hombre continuó observándola esperando que en cualquier momento se lanzara a caminar y emprendiera el vuelo a través de las flores. Pero nada sucedió. La verdad es que la mariposa pasó toda la vida arrastrándose por el suelo. Fue incapaz de elevar el vuelo. 182
Lo que el hombre, que con toda su buena voluntad quiso ayudar a la mariposa, no entendía es que, al hacer un gran esfuerzo para atravesar el pequeño agujero, los jugos vitales se iban distribuyendo y extendiendo por las partes del cuerpo que requerían fortaleza para volar. Al pasar el agujero sin ese esfuerzo, las alas no recibieron la sustancia necesaria. Algunas veces necesitamos el esfuerzo y la dificultad en nuestra vida. Si Dios nos permitiera pasar por nuestras vidas sin obstáculos, quedaríamos débiles. No llegaríamos a ser lo suficientemente fuertes. Nunca podríamos llegar a volar. Yo pedí fuerza.. Y Dios me dió las dificultades para hacerme fuerte. Yo pedí sabiduría y Dios me dio problemas por resolver. Yo pedí prosperidad y Dios me dió inteligencia y músculos para trabajar. Yo pedí coraje... Y Dios me dio obstáculos para superar. Yo pedí amor... Y Dios me dió personas con problemas a quienes ayudar. Yo pedí favores... Y Dios me dio oportunidades. Yo no recibí nada de lo que pedí... Pero he recibido todo lo que necesitaba.
... Tema y fotos: del Internet ( PPS )
Vive tu vida sin miedo, enfrenta todos los obstáculos y demuestra que puedes superarlos. 183
Canal de Panamรก
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Las etapas de la vida. Por Paulo Coelho
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. -Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos- como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó esa relación? ¿Ya no vive más en esa casa? ¿Debe irse de viaje? ¿La amistad se acabó? Podría pasar mucho tiempo de su presente “revolcándose” en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender porqué sucedió tal o cual hecho. El desgaste sería infinito, porque en la vida, Ud., yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas, estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas o con momentos de la vida, y seguir adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado, ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculo con quien no quiere estar vinculado a nosotros. Los hechos pasan, hay que dejarlos ir. Por eso, a veces, es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir con lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender su televisor personal, para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La vida va hacia adelante, nunca hacia atrás, pues si usted anda por la vida dejando puertas abiertas, nunca podrá desprenderse y vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. Si puede enfrentarlo ya, y ahora, hágalo. Si no, déjelo ir, cierre capítulos, Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. 185
Pero no por orgullo, ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Ud. ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. El agua del río nunca corre hacia arriba, nunca vuelve hacia atrás. El agua no puede volver, pero usted sí puede volver, pero no le conviene que lo haga. Siga su corriente, que su río es hermoso cuando corre como el río de la montaña. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por usted mismo, desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir, porque, cuando usted vino a este mundo, “llegó” sin ese adhesivo, por lo tanto, es “costumbre” vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr, porque, le repito, nada ni nadie es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero...cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental, y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
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La fuerza espiritual que Dios nos da es suficiente para andar por la vida con serenidad, paz y alegría. Lo demás es circunstancial.
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La enseñanza de los gansos Los gansos, cuando vuelan hacia el sur en el otoño, vuelan formando una V. Es interesante saber lo que la ciencia ha descubierto del porqué vuelan de esa forma. Se ha comprobado que, cuando el ave bate sus alas, produce un movimiento en aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en uve, la bandada completa, aumenta por lo menos un 71 por ciento su poder de vuelo. Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a donde desean más fácil y rápidamente, porque van apoyándose entre ellos.
...tomado de Google (internet)
Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo, y rápidamene regresa a su formación para beneficiarse del poder del compañero que va delante. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso, nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en la misma dirección. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás, y otro ganso toma su lugar. Obtendremos mejores resultados si tomamos turnos, haciendo los trabajos difíciles. Los gansos que van detrás graznan para alentar a los que van delante, y así mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios. Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo, se quedan acompañándolo hasta que muere, y sólo entonces vuelven a su bandada o se unen a otro grupo. Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso, nos mantendríamos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos.
Volemos en “V” y alcanzaremos el éxito y la calidad. 187
Iglesia dedicada al beato Ceferino Namuncurá. Chimpay, Río Negro, Argentina. Está hecha en forma de las tiendas de los indios.
Ceferino Namuncurá encontró a Jesucristo, lo amó con locura, y le ofreció toda su vida, esa rica vida de joven apasionado por las cosas grandes, para que Jesús bendijera su raza, su pueblo, su tierra y toda su nación. El le mostró al mundo, que las grandes victorias de esta vida no están en la flecha india bien dirigida, ni en las cuentas bancarias bien manejadas, ni en los muchos placeres bien disfrutados, sino en el encuentro de la fe y del amor de Jesucristo, aun siendo vividos en el lecho del dolor.
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VIDA SERENA Sabiduría 7, 7. Hebreos 4, 13. Marcos 10, 17-27.
“Pedí, y se me concedió la prudencia. Supliqué y me vino el espíritu de sabiduría”. El libro de la Sabiduría nos abre a una gran panorámica del sentido de la vida espiritual, al objetivo que buscamos en nuestra visita a la iglesia. Venimos aquí a dar culto a Dios, en quien creemos, y a asistir a una escuela de perfección en el encuentro con Dios. Buscamos el camino de la paz, la senda de la sabiduría, para llenar nuestra alma de paciencia y de humildad, y así aprender a encontrarle gusto a la oración, a la generosidad, a buscar fortaleza para nuestro espíritu, y poder sobrevivir en un mundo agitado como el nuestro. El autor sagrado entra en la oración a buscar los bienes de arriba: “Pedí y se me concedió la prudencia, supliqué y me vino el espíritu de sabiduría”. Es como entrar en la sabiduría de Dios para verlo todo desde el ángulo de la fe. Es entrar en la escuela del Señor para aprender lo que es sano, lo que es hermoso, lo que es noble y grande. Guiados por la verdadera sabiduría aprendemos a saborear en profunddad las cosas sencillas y ordinarias del mundo. Es aprender a extasiarse ante una cascada de agua, o al canto de las aguas de un río. Es subir a una montaña y contemplar el valle, y saber rezar con toda la creación. Es jugar con los niños, mirar a las aves que vuelan y oír su canto, y saber que ahí está Dios. Es llegar a la orilla del mar y contemplar la inmensidad de las aguas y ver la huella de Dios que cabalga en la mágica expresión de tanta belleza. Para lograr toda esta experiencia de VIDA SERENA, el mundo no nos ayuda. Hay que forjar ese espíritu de verdadero sabio en la presencia de Dios, adquiriendo poco a poco, una fe sencilla en El y en su Palabra. Dice el autor de la carta a los hebreos: “Toda criatura es transparente ante la Palabra de Dios. Todo queda desnudo y descubierto ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuentas”. Ante Dios, todo es transparente como el surtidor de aguas limpias donde no hay mentira ni doblez. Al sentarnos a los pies de Jesús, queremos recuperar el gusto por lo sencillo, por lo que es transparente ante Dios y ante el mundo. Es vivir la confianza y la visión de un niño, como quería Jesús que fueran todos aquellos que desean entrar a gozar del cielo. Dios creó al hombre, le dio los ojos para contemplar la creación, y lo puso como caminante del universo, con un alma serena y un corazón lleno de confianza en su Creador. Mientras corre la historia, el hombre le ofrece al hombre, un mundo sofisticado, donde se pierde el gusto por lo sencillo y lo natural. El apasionante amor a las riquezas, a la fama, al brillo de la vida, está generando 189
un camino distorcionado, donde el hombre termina asfixiándose. Hogares donde había mucho amor, y más tarde, tres cositas materiales y un puñado de dinero, terminan matando el amor y matando el poquito de vida espiritual que hacía tanto bien a las personas. Las casas se quedan vacías, no por maldad del hombre, sino por cansancio espiritual. Todo nos cansa. El trabajo nos cansa. La inseguridad y miedos ocultos que tiene la vida nos cansa. Hasta las diversiones nos cansan, pues están tan cargadas de experiencias fuertes, que terminan aumentando el estrés, en vez de quitarlo. Nuestras fiestas no poseen serenidad. Agonizan quienes las preparan, y agonizan los que participan, pues todo es sometido a un ritual bellísimo, pero que no da descanso al espíritu, pues todo el mundo quiere exhibir una apariencia de fantasía. Cuando nuestros jóvenes llegan de una discoteca a las 3 ó a las 4 de la madrugada, no llegan descansados: llegan asfixiados, llegan locos. Las experiencias que han visto o han vivido son muy fuertes, y lo que viven son horas de tensión, en un esquema que parece agradable, pero que en el fondo destruye el equilibrio interior. Incluso, hasta se llega a tenerle gusto al pecado, ensanchando la brecha entre el hombre y su Dios. Con el gusto al pecado se dañó el mundo y se produjo el diluvio. Con el gusto al pecado se multiplicó el mal, y fueron quemadas las ciudades de Sodoma y de Gomorra. Los grandes y lujosos apartamentos, las casas y pequeños palacios están llenos de inseguridades: Alarmas, guardianes, rejas, candados, perros... Y al fin lo que se hace es aumentar el miedo y la tensión de la vida, que se complica con demasiadas exigencias. La vida se vuelve muy compleja, y cuando el hombre saluda, ya no da la mano, sino una palanca mecánica, y eso no fue lo que Dios creó. Los grandes genios no están creando máquinas para ayudar al hombre, sino creando una vida donde el hombre depende de las máquinas, y no puede vivir sin ellas. Los creadores de centros de diversión están creando estilos de vida que no ayudan a la salud mental, pues están manejando personas vacías por dentro, personas que buscan experiencias fuertes, mucho ruido para saber que viven, porque dentro del alma ya no sienten la vida. Buscando experiencias fuertes, van cayendo en el sexo prohibido, en la droga o en el alcohol, y nos quedamos sin el ser humano. El descontrol emocional llega a tal nivel, que hoy vemos una pareja que se aman locamente, y mañana ya ni se pueden ver. El cuerpo humano con sus preciosos sentidos es convertido en un sudario de emociones sin freno, y nos volvemos víctimas de nosotros mismos. La ciudad de Orlando, USA, con su encantado mundo de “World Disney” ha crecido en forma increíble. Pero ya aquel mundo del “Magic Kingdom” y de las atracciones sencillas se está acabando. Es un mundo de superactividad que lleva al usuario 190
a consumir, no a descansar. Las grandes atracciones modernas son una tortura para el espíritu. Uno entra en la fila para participar del “Back to the future”, se pasa una hora o más en la fila, para una atracción de 8 minutos. Pero en esos 8 minutos, convinando un carro con una película, y aprovechando la fantasía de la mente, te lanzan al espacio, donde vas teniendo las experiencias de dragones, fuego, catástrofes, precipicios casi infinitos con caída vertical, paredes o montañas donde chocas para desbaratarte, y al final terminas con el alma en la mano, dando gracias a Dios, porque saliste vivo. Con la misma ciencia con que han hecho esas cosas, podían haber hecho paisajes bellísimos, cascadas de agua, multitud de ríos y fuentes cristalinas, jardines en praderas encantadas, paisajes celestiales, donde las personas gocen de la creación y usen la verdadera fantasía, no una fantasía para enloquecer, sino para recuperar el equilibrio interior. La atracción “Splash Mountain”, tiene un paisaje precioso, con un paseo agradable por canales de agua, pero al final, tu canoa es lanzada a una caída vertical de 52 pies de alto, terminando en pánico y griterío, lo que fue un bello paseo. El carro “Rock-and-Roll” de MGM es para congelar las venas y detener el corazón. Te sientan en un carruaje, te lanzan a toda milla por unos rieles a oscuras, doblando en ángulo recto casi a 70 millas y diciendo siemplemente: “ya me maté”. Todo esto nos hace pensar que no somos una sociedad pensante, sino una sociedad vibrante, algo lleno de emociones. La sociedad de consumo busca precisamente eso: alimentar las emociones hasta que el hombre se destruya a sí mismo. Son un suicidio gozoso. Las dos profesiones que más se usan son los abogados y los médicos. Nuestra vida es ante todo: Pelea y enfermedad, y Dios no nos ha creado para eso. En el evangelio, un joven, con deseos de santidad llega hasta Jesús, y le dice: ¿Qué tengo que hacer para entrar en la vida eterna? Está a los pies de Jesús, ha llamado a la única puerta que le puede responder. Se entabla el diálogo entre el maestro y el discípulo. Jesús le ofrece una oportunidad bellísima: Ven y sígueme. Pero no puede seguir a Jesús con esa carga de amor a las riquezas que hay en su corazón. Por eso Jesús le dice: Vende todo, dalo a los pobres, luego, ven y sígueme. Y el joven sucumbió...no pudo limpiar su corazón. Por un puñado de dinero perdió la grandeza de seguir a Jesús como uno de sus discípulos. “Pedí y se me concedió la prudencia, supliqué y me vino el espíritu de sabiduría”, dice el libro de la Sabiduría. “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la salvación”, dice el profeta Isaías. Busquemos la vida serena a los pies del Señor, y tendremos una felicidad que el mundo no nos puede ofrecer. 191
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Sangre derramada...Evangelio hecho sacrificio...Semilla de redenci贸n.
El bien que hacemos es una espiga en el camino que alimenta la fe.
JesĂşs se hizo pan para fortalecer el amor de sus hijos.
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“El que quiera venirse conmigo, que tome su cruz y me siga”...dice Jesús. ,
ada s e p y
mu s e ruz eda, c u t ru Si a n u . e ponl o la tires n o r e p
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SAN JUAN PABLO II Su testimonio de fe Nuestro santo Juan Pablo II dijo: “La fe se fortalece dándola”. Juan XXIII, padre Pío, madre Teresa y Juan Pablo II son verdaderos santos del siglo XX. Ellos pertenecen a una corona de estrellas que brillan por su fe. Ellos le ofrecen al mundo la seguridad espiritual de la presencia de Dios. Y en ellos se cumplen las palabras de este santo Padre: “La fe se fortalece dándola”. Juan Pablo II nos invita a sentir el poder del Espíritu, y a custodiar la herencia de la santidad que nos dejó Jesús. Su palabra fue ardiente, el testimonio de su amor fue grande, capaz de derretir las congeladas relaciones de un mundo frío para Dios. Juan Pablo II nos mostró su gran humanidad, su grandeza de alma y un amor a Jesucristo a toda prueba. Él no fue un hombre forjado en la comodidad de una Europa moderna, ni en el lujo de una familia rica, ni en la libertad del 195
continente americano. Él se forjó en el camino duro del antiguo bloque soviético, donde la fe de un católico como él, tenía que cargar con una cruz con clavos reales y sudor con sabor a sangre. En el viaje a Toronto, el papa se declaró “viejo” y “cansado”, pero aún así, se identificaba totalmente con los jóvenes. Con seis operaciones, en una de las cuales le cortaron 2.5 metros de intestino, y una artrosis que dificultaba su movilidad, no se le oía ni una queja. En su último viaje a Bulgaria le preguntaron acerca de su posible renuncia por la edad, y él respondió: “Si Cristo se hubiera bajado de la cruz, yo tendría derecho a renunciar”. Su Evangelio brotaba de su corazón orante. Al pie del altar encontraba la energía de su vida noble. La voz del papa Wojtyla se alimentaba en el manantial de gracia de Dios que fluye de un corazón que ama mucho. Creyó en Dios, creyó en los jóvenes, y creyó en todo hombre o mujer que lucha por un mundo mejor. Él vivió la horfandad y la necesidad profunda de apoyo. Y ese apoyo lo encontró en Dios y en su calidad humana para afrontar la vida. En Toronto, el santo Padre abrió su corazón a Dios y le dijo a los jóvenes: “Devuélvanle la vida al mundo, devuélvanle la esperanza en Dios. No permitan que su esperanza muera. No somos la suma de nuestras debilidades y fallos, somos la suma del amor del Padre por nosotros, para darnos la capacidad de convertirnos en la imagen de su Hijo. Dios quiere que los jóvenes sigan siendo la sal de la tierra y la luz del mundo. Este es un mundo que necesita ser tocado y reconciliado por la belleza del amor de Dios”.
Su mirada era limpia, su palabra ardiente y su amor tan grande, que era capaz de trasmitir fe y confianza en Dios. A su muerte la tierra recibió muchas lágrimas. Repartió mucho amor de Dios, y se fue con la maleta llena del amor del mundo. 196
Juan Pablo II y Madre Teresa. Testimonio de fe, vรกlido para todos los tiempos. El mundo sigue agradecido por la luz irradiada por estas almas que encontraron a Dios y lo amaron con verdadera locura.
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San Juan Pablo II, gran amigo de los ni単os. 198
Dondequiera que estés ... 1. Dondequiera que estés, yo estaré contigo. Dondequiera que vayas, te seguiré, Señor. Dondequiera que sufras, sufriré contigo, ofreciéndome todo como incienso de amor. 2. Déjame caminar por donde tú andes, déjame caminar en tus huellas, Señor. Que se cierren mis ojos a las glorias del mundo y que sólo yo vea tu mirada de amor. 3. He pisado sin ti mucha tierra vacía, he andado senderos con la muerte a mi lado. Y hoy un grito en el alma me devuelve a la vida, y bendigo al cielo por haberte encontrado. 4.Todo el oro del mundo no podrá separarme de tu cruz, de tu vida, de lo que tú me ofreces. Los pedazos de mundo que me han regalado, los devuelvo a sus dueños, una y mil veces. 5. Déjame que te abrace con toda mi alma y que todo tu amor me llegue al corazón.
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Quiero andar tus caminos y latir en tus manos y ofrecerte mi vida como en una oración. 6. Los latidos de mi alma son un canto a la vida, a esa vida que quiero devolverte, mi Dios. En los días felices, en las noches serenas, sólo aspiro a encontrarte y ser tuyo, Señor. 7. Tu mirada de Padre m consuela y me guía, y me envuelven tus sueños, me ilumina tu luz. Yo iré por los mares navegando en tu barca, porque sólo contigo se hace fácil mi cruz. 8. He probado en mis labios el néctar del mundo que endulza la vida y maltrata el amor. Mientras tú llevas cruces que otros dejaron, porque fueron cobardes al llamado de Dios. 9. Que se escuche tu voz por toda la tierra, que se riegue tu nombre como alfombra de amor. Que este mundo comprenda que eres la esperanza, la razón de vivir, el camino mejor. 10. Bautizado en tu sangre, redimido por ti, dame un puesto en tu barca y un lugar en tu cruz. Ya no quiero otra senda, ni el sabor de otra vida, que yo muera en tus brazos, mi divino Jesús. 11. Que se apaguen las luces del espacio infinito, que se enciendan las luces de tu Espíritu Santo. Que la luz de tu gracia le devuelva a este mundo la locura de amor que han tenido los santos. 12.¡Oh ventura increada, o sabor celestial! Tu presencia nos lleva por galaxias de amor. ¡Qué feliz fue la culpa de un Adán deslumbrado, qué felices tus hijos por tu amor redentor! 200
Monumento a una mano de los restos de la beata Laura Vicuña. Parroquia salesiana, Junín de los Andes, Argentina.
Aquí hay una mano. Los demás restos están en Bahía Blanca, Argentina. (FMA)
Cultrum, monumento donde residen los restos del beato Ceferino Namuncurá. En san Ignacio, al suroeste de Argentina.
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Parroquia María Auxiliadora, Jarabacoa, R. D.
¡Como ciervos sedientos que van hacia la fuente, vamos hacia tu encuentro, sabiendo que vendrás!
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Como ciervos sedientos Beatificación de Ceferino Namuncurá Argentina. 11 de Noviembre del 2007.
Decía el monje Fray Luis de Granada: “Si los hombres y mujeres del mundo conocieran la alegría y la paz que se vive en los conventos, saltarían los muros y vendrían a morar en estos recintos de oración”. De la misma manera podemos decir que, si los hombres y mujeres de poca fe que agonizan en medio del mundo buscando un pedazo de pan y un poco de diversión, supieran lo felices que somos los cristianos siguiendo a Jesucristo, amándole y acompañándole en la salvación del mundo, vendrían a saborear una alegría sana y un rico descanso del alma a los pies del Señor. Pero a sus ojos les falta purificación y viendo no ven, y oyendo no oyen la voz de Dios que los quiere rescatar y traerlos a la verdadera vida. Cuando la gente entra a las iglesias como comunidades de fe, buscando apagar su sed espiritual en el altar de la ofrenda pura, se parecen a aquellos que entraron con Noé en el arca, mientras muchos miraban con desdén y se reían de Noé y sus seguidores. Recordando la victoria de Jesús que se levantó glorioso de la tumba en la madrugada del Domingo, millones de hombres y mujeres dejan sus hogares y su merecido descanso, para acercarse a las iglesias como ciervos sedientos que van hacia las fuentes, allí ofrecen sus vidas al pie del altar, y dan gracias a Dios, mientras navegan en las inmensas aguas de un amor infinito. Son muchos, muchísimos, los sacrificios que se escenifican
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cada Domingo en honor a Cristo resucitado. Son muchas las expresiones de amor de un pueblo que viene hacia el altar a presentar su ofrenda gozosa. Aunque el sufrimiento sigue todavía lastimando al mundo y en especial a los seguidores de Jesús, la Iglesia vive el escenario de una gran alegría, de unos ciervos sedientos que han apagado su sed y se han alimentado con el Pan de vida. Jesús les decía a sus discípulos: “dichosos ustedes que ven lo que ustedes ven”, pues hay muchos que desean ver y no pueden”. La fe del pueblo de Dios es búsqueda, pero es también un privilegio, un don, un regalo de Dios. Sin mérito nuestro, Dios se ha dignado venir a nuestro encuentro, despertando en nuestros corazones una gran esperanza y una gran alegría al regalarnos la fuerza de su amor que nos hace cantar aleluya, porque su amor no tiene fin. La Iglesia de Jesucristo formada por hombres y mujeres muy limitados tiene su santidad y sus fallos humanos, es pecadora y es santa, tropieza y se cae con frecuencia, pero siempre tiene viva la sed de Dios, tratando siempre de superarse y crecer en el amor y en el compromiso de su misión. Ha habido momentos en la historia de la Iglesia donde algún papa, algunos obispos, sacerdotes y religiosos no han colmado la medida de la santidad que el Maestro desea, pero esos momentos han sido purificados, han sido superados, y el bien siempre ha triunfado sobre el mal. Nosotros, los que militamos en estos últimos 50 años de la Iglesia, debemos sentirnos felices, llenos de un orgullo santo, pues nos han tocado unos papas que han recorrido la verdadera ruta trazada por Jesús. La presencia en la Iglesia de Juan XXIII, el papa bueno, fue y sigue siendo un gran testimonio para el mundo. Lo mismo podemos decir de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Son hombres santos que han llenado las expectativas del Pueblo de Dios, que nos han ayudado a rezar de verdad, y que han llevado una conducta tan buena, que las inmensas masas de hombres y mujeres de poca fe o de ninguna fe, han tenido que inclinar sus cabezas y felicitarlos por su gestión en la dirección de la Iglesia. La conducta de Juan XXIII en la curia del Vaticano, los viajes y escritos de Pablo VI y de Juan Pablo II, los escritos de Benedicto XVI, han constituido un gran banquete espiritual del reino de Dios, y esto nos ayuda a sentirnos felices de seguir a Jesucristo. El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres, y ya que la Iglesia ha saboreado por tanto tiempo el buen gusto del camino sano, lo seguiremos andando.
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Clausura Año Sacerdotal. Roma. Junio / 2010
Competencia Social La Iglesia de Jesucristo invita de muchas formas a la comunidad cristiana a acercarse a la Palabra de Dios y al Pan de vida, para fortalecer la vida espiritual, protegiéndonos de una serie de fuerzas negativas e intereses humanos que invaden nuestro espíritu. La vida de fe se alimenta y crece acercándonos a la herencia de Jesús. Esta herencia es un camino humilde, sencillo, que mantiene el oído atento a la voz de la gracia. Esa voz nos introduce en la alegría de la presencia de Dios. Con el amor mutuo, la búsqueda del último puesto, y el Pan de vida, que constituyen la herencia básica de Jesús, podemos nosotros defendernos de todo aquello que no nos deja crecer en la vida espiritual. El acercamiento a Dios, la vida de fe, la vida nueva en Cristo, son virtudes del alma que no se logran pacíficamente. Pertenecemos a un mundo que no saborea el amor de Dios, y que día a día, nos da a beber del torrente de la vida humana, que debilita la vida espiritual y borra en nosotros el gusto por la santidad. Dios ha derrochado su gratuidad con nosotros y ha sido altamente generoso, colmándonos de dones especiales. Nos ha regalado el don de la vida, nos ha llenado de su amor, y a puesto a nuestra disposición un mundo rico, maravilloso, para que todos seamos felices, nos ayudemos, y construyamos un camino feliz para todos. La riqueza de este mundo, la fuerza del amor que Dios ha puesto en nosotros, el gusto por hacer el bien que es todo un regalo de Dios, es más que suficiente para que todos vivamos felices, para hacer de esta tierra un verdadero paraíso terrenal. Dios nos ha puesto unos al lado de los otros para que nos cuidemos y nos apoyemos en la construcción de una vida cada vez más hermosa. Pero hemos equivocado el camino y la manera de vivir. En vez de disfrutar amorosamente de la abundancia de bienes de que disponemos, nos hemos dedicado a acaparar agresivamente todo lo que podamos. En vez del amor fraterno, hemos fabricado una competencia social enferma. Vivimos una terrible lucha por tener más que otros, tener más poder, más fama, y hacer ver que somos pequeños dioses que pisan la tierra. Hemos creado códigos de apreciación, donde unos aparecen mejor que otros. La competencia invade toda nuestra vida. Desde que el niño nace, ya quiere la mejor cuna, las mejores cosas para ir a la escuela, debe traer a su casa la mejor nota y el mejor aprecio de sus compañeros, alimentando así una vida comparativa que no le hace bien a nadie. Se trata de un remolino existencial, del que no nos libramos. Por eso Jesús empezó diciendo: … quien quiera venirse conmigo que venda lo que tiene, y quien quiera 205
ser el primero que se haga el último, y se acabó la competencia. Detrás del último no hay nadie que observe para criticar. La competencia nos lleva casi a adueñarnos del puesto de Dios, pues nos volvemos el centro del universo. Debido a la competencia, nos empujamos los unos a los otros y nos hacemos daño, pues la ley suprema es vencer, superar al otro a como dé lugar. Hasta el deporte que es algo tan hermoso, está atrapado en la ley de la competencia, donde vencer al otro equipo y el triunfo personal, son metas que superan toda diversión y entretenimiento. Nosotros sabemos que no necesitamos competir para ser felices, pero es una invitación social día y noche, para que superemos a otros y seamos mejor que otros. Vivimos unos al lado de otros, ni delante ni detrás. En una piscina, en una playa, todos se bañan, todos disfrutan y no necesitan competir para sentirse bien. Desde el principio del cristianismo, la Iglesia sabe que el puesto más importante es para el que se sacrifica más, para el más humilde, para el que logra desprenderse de más cosas. El primer puesto según los criterios del mundo no es lugar evangélico. Pero sacerdotes y religiosas que nos ocupamos de dirigir al pueblo de Dios vivimos muy cómodos en los primeros puestos, y terminamos enfermándonos y no entendiendo casi nada de la palabra de Dios. Hemos hecho del Evangelio un tema de predicación, no siempre un código de vida.
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A la Iglesia no se le ha hecho fácil cultivar el valor del primer puesto en servir, y el último puesto en aparecer, pues cuando la Iglesia construye un obispo, es un señor obispo, y cuando construye un cardenal, es un señor purpurado. Recordemos las palabras de san Pablo: “Líbreme Dios de gloriarme si no es de la cruz de nuestro Señor Jesucristo”… y Pedro escribe su primera carta diciendo: “Yo, presbítero como ustedes, testigo de los sufrimientos de Cristo, les pido que sean pastores del rebaño, no lo gobiernen con fuerza, no por sórdida ganancia, no como déspotas sobre la heredad, sino convirtiéndose en modelos de vida de Dios” (I Pe 5, 1-4). Las credenciales de Pedro y Pablo son “ser testigos de los sufrimientos de Cristo”. Lamentablemente, la mayor parte de los que ostentan puestos en la Iglesia, consideran que han sido condecorados. Muchos se dedican realmente a servir, pero la figura que ostentan pertenece más a la ciudad temporal que a la nueva Jerusalén. Los hombres y mujeres que han decidido romper con el estilo social de la competencia, viven en batalla consigo mismos y con el mundo. El mismo Jesús tuvo que luchar y esperar mucho para arrancar a sus apóstoles de la competencia, y comprometerlos con el servicio, la humildad y el amor al Evangelio. Cuando la sociedad ha saboreado demasiado los bienes y satisfacciones temporales, y la fe se ha debilitado, muchos hombres y mujeres se han constituido en protestas contra el mundo, en guardianes de los valores divinos. Muchos, poseídos de una fuerza profética, han dejado las ciudades y se han ido a las montañas o a los desiertos, formando así el grupo de los ermitaños que, en las meditaciones divinas han sido más felices que los que se han quedado en el mundo a cantar, a bailar y a satisfacer sus insaciables deseos. Personas como san Benito, santa Escolástica, san Francisco de Asís, santa Clara, han creado reacciones espirituales que favorecen toda una época, y es tan bonito lo que han vivido que siglos y siglos se han beneficiado de los dones que Dios les ha regalado. Santa Isabel de Hungría, santa Isabel de Portugal, el beato Augusto Czartoryski de Polonia, y muchos otros como ellos, han puesto a un lado su gran herencia económica y se han refugiado en la vida espiritual. Sólo un Dios que redime desde la sencillez puede darles a los hombres tal virtud. Una fila inmensa de sacerdotes y religiosas han abandonado el estilo del mundo y han llenado su esperanza y su felicidad a los pies del Buen Pastor. Los beatos Juan XXIII, madre Teresa, Juan Pablo II, y hasta nuestro actual papa Benedicto XVI con su renuncia al pontificado, han sabido darle a Dios lo que es de Dios, y al mundo lo que es del mundo. Todos estos santos y santas de Dios se han convertido en testimonio de fe para el mundo entero. Ellos y ellas se han salido del campo de la competencia y se han dedicado a lo que de verdad vale. 207
Pero, a pesar del gran apoyo espiritual que hemos tenido en estos hombres y mujeres de fe, la competencia del mundo continúa lanzando la sed y el hambre de Dios a las desoladas tierras del vacío espiritual. La influencia de los ricos y poderosos, constituidos en modelos de la sociedad, los anuncios de la Radio y la Televisión, los Oscar de las películas y los premios Grammy de la música, los certámenes de belleza, miss Universo y miss Mundo, acaparan los ideales de la gran sociedad, que no saborea más que un pedazo de pan, y un vaso de bebida que hasta puede dañar su estómago. Muchos de los que han encontrado el verdadero camino de la felicidad se tambalean ante la euforia terrenal de los que han logrado que este mundo tenga cada vez más sabor humano, y que se aleja cada vez más de las palabras del Maestro que dijo con tanta seguridad: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos”. De ese Maestro que dijo “¿porqué se afanan tanto por las cosas materiales? Miren las aves del cielo y los lirios del campo… Busquen primero el Reino de Dios… lo demás se les dará por añadidura”. Todos sabemos que el dinero, la fama y el poder, producen un poco de brillo momentáneo, pero que al final, todo se desvanece, todo se acaba, todo se muere. Y aún así, la hipnosis colectiva sigue su marcha gozosa hacia el precipicio, donde quedan sepultadas esas esperanzas que han sido tan pobremente compensadas, rociando con gruesas gotas de lágrimas la tumba virtual de una añorada vida interior. Los bienes materiales son una necesidad, son fuentes de subsistencia, pero han atrapado los apetitos del hombre como una hiedra venenosa, y nos mantienen presos en la dulce cárcel de las satisfacciones corporales. La libertad de espíritu se está muriendo, y nuestro Dios, que sigue llamando desde su generosa gratuidad, y desde el sacrificio de la cruz, se cansa de llamar y se cansa de esperar. Aunque oiga la voz de Dios, el hombre sigue dormido y casi anestesiado con la locura de la satisfacción temporal, y teme acercarse a las fronteras de Dios, para que no le quiten las pequeñas cosas por las que tanto ha luchado y en las que tanto ha esperado. Dios es siempre un buen compañero de camino, lleno de comprensión y de perdón, pero no hay que olvidar, que en la vida de Jesucristo, Él nos dio a entender cuál era su santa voluntad. Sólo esa voluntad en Cristo, salva. Ese es el auténtico código de salvación. 208
Remolino materialista La Iglesia de Jesucristo, animada por la gracia de Dios y la acción del Espíritu Santo, ha logrado mantenerse en pie frente al materialismo dialéctico, frente a los grandes imperios, frente a las influencias del Socialismo y el Comunismo, fuerzas todas que, como un vendaval, dañan las mentes y los corazones de la raza humana. La Iglesia ha sobrellevado con serenidad las críticas y presiones de amigos y enemigos que han tratado de romper la reciedumbre de su espíritu de fe en Dios y en la otra vida. La Iglesia ha sabido superar los días de monotonía y rutina, y también el cansancio ritualista de corazones vacíos. La Iglesia sabe que, mientras actúe con un corazón lleno de fe, tendrá la asistencia del Señor, y no temerá ningún mal. El siglo XX y el siglo XXI se han constituido como tiempo de dura misión para la Iglesia y también como un reto difícil para vivir la vida espiritual. Un remolino materialista invade los corazones y las mentes de este pobre mundo, y el apetito principal de muchos hijos de Dios ya no es el cielo. El remolino materialista, la sed de dinero y de tener cosas, nos invade a todos, pues la seguridad económica no viene sólo como una necesidad o un poder, sino como una enfermedad, el ataque de un virus que se dirige al alma en forma mortal. Ya no es cuestión del imperio que ejercen las grandes empresas multinacionales o la fuerza de los bancos que son verdaderos explotadores de las personas. Ya no es asunto de la medicina que mueve más dinero que salud, o los políticos que conducen las masas populares a un suicidio voluntario por un poco de comida. La sed materialista es una enfermedad que invade a todos: al gobierno, a la empresa privada, a la Iglesia, a los trabajadores, a los vagos, a los enfermos, a los sanos, a los ricos, a los pobres, con la simple idea de que un puñado de dinero es la mejor fuerza para abrir la puerta que conduce a la felicidad. Muchos logran esa felicidad, porque se conforman con un plato de comida o un par de días en un crucero o en un resort. Pero eso no siempre es verdad, pues son muchos los que tienen dinero y saben que nunca serán felices, porque equivocaron el camino. En los obispados, casas curiales, conventos y colegios de sacerdotes y de monjas, incluyendo los conventos de clausura, se vive una fiebre de grandes 209
apostolados, proyectos y planes pastorales, que se vuelven un hambre de construcciones, y en una búsqueda infeliz de capitales para llevar a cabo todas esas actividades. Por más dinero que se consiga, y por más varilla y cemento que se fabrique, ni se consigue la paz, ni se cansan de buscar, pues la fiebre económica es parte del imperio del activismo. La Edad Media que vivió un activismo parecido al que vivimos ahora, logró acuñar un noble principio pastoral: “Non in commotione Dominus”(el Señor no está en la agitación, en el activismo). Nos parecemos a la agonía del mundo, y nosotros no somos eso. Trabajamos dando todo de nosotros mismos, pero con el equilibrio de la fe, y sólo por amor a Jesucristo. Tenemos que darle a Dios lo que es Dios, y al mundo lo que es del mundo. La caridad al servicio de los demás se ha empobrecido, el sacrificio por amor a Jesucristo se ha vuelto débil. Todos, desde el más pequeño al más grande, por un poco de dinero, hacemos el sacrificio que sea y nos inmolamos en cualquier altar. El ansia materialista se ha convertido en una fuerza epidémica, en una avalancha de fuego y azufre que todo lo corroe, y parece convertirse en una mística religiosa. La mente humana sumergida en la fiebre social ha transformado el dinero en código fatal que, con la fuerza de un verdadero dios, domina todos los intereses humanos y recibe todos los sacrificios y holocaustos que el hombre puede ofrecer. Por dinero se atropella a la propia familia, se le miente a todo el mundo, se traicionan los ideales políticos, se corrompe la vida moral, se le quita calidad a la producción, y se engaña a quien sea y como sea, con tal de conseguir más y más dinero. El terrorismo busca dinero, las guerras entre países buscan dinero, todo crimen organizado busca dinero. Miles de parejas de hombres y mujeres que se unieron con un amor grande, la separación económica las devoró y las lanzó a la ruina. Siempre se ha dicho que el amor es más fuerte que la muerte, pero el amor no ha podido ser más fuerte que el dinero. No nos extraña que la gente del mundo se devore por un pedazo de pan, pues su dios es su comida. Pero los hijos de Dios, seguidores de Jesucristo, tenemos que ser algo más. Volverán los ermitaños del desierto a sacudir las comunidades cristianas o el Espíritu Santo encontrará otra senda para guiar al pueblo de Dios, para que no perezcamos en los desiertos de la vida, añorando las ollas de carne y las cebollas de Egipto, y los corazones se vuelvan tan débiles que ya no puedan amar a Dios ni saborear la vida del cielo. 210
Entre la vida y la muerte Radiografía de nuestro mundo. Es la oración de un hombre de fe que camina por un valle de lágrimas.
Si encerramos a un ruiseñor en un ambiente cargado de ruidos, tal vez muera desesperado, pues lo suyo es cantar, saboreando el paisaje y el silencio de los campos. Si le ponemos a un colibrí (zumbador) un trozo de puerco asado, con grasa caliente y olor que electriza al paladar, tal vez termine sacudiendo su pico y cerrando sus ojos, pues él sólo saborea la magia del néctar de las flores. Si ponemos a una mariposa en el cautiverio de una pequeña caja, se morirá de nostalgia, pues ella tiene más alas que cuerpo, y su vivir es volar y volar, saboreando el encanto del espacio. Si cortamos las alas de un águila y la sometemos a un forzoso cautiverio, aunque le pongamos mucha comida en su jaula, se pasará horas y horas llorando, pues añora su vuelo en las alturas, y sufre la falta de su mágico trampolín para cazar sus presas. El ruiseñor, el colibrí, la mariposa y el águila siempre serán así. Ése es su estilo de vida, el sello de su propio ser. Nosotros, los seres humanos, tenemos un poco de águila para soñar un vuelo en las alturas; tenemos un poco de ruiseñor, y gustamos del canto y del silencio; tenemos un poco de mariposa, aunque nuestras alas viven rotas, porque volamos donde no debemos, y la curiosidad nos hace entrar en espacios que nos dañan; tenemos un poco de colibrí, para oler el néctar de la vida y captar el amor de las personas, y vivimos suspirando en medio de un sueño celestial. Lamentablemente, probamos tantos sabores enfermos que van destruyendo nuestra capacidad de infinito, y quedamos averiados en alguna cuneta de la vida. En vez de oler las flores, gustamos de las cosas que nos asfixian, y en vez de un vuelo en las alturas, nos arrastramos como débiles gusanos, saboreando lo que sabe a tierra. 211
Dios puso en cada ser vivo algún detalle de su riqueza infinita. En el hombre, su obra excepcional, hecha a su imagen y semejanza, puso el resumen de todo lo que el derrochó con su gratuidad en la creación. El colibrí, el ruiseñor, la mariposa y el águila, y tantas otras riquezas de este mágico mundo, se han ido muriendo dentro de nosotros, y nos quedamos vacíos y agrietados por dentro y por fuera, sin capacidad para oler una flor o para volar sobre las montañas. El paladar para gustar las cosas de Dios, para gustar del silencio o de la oración, el sabor divino para soñar con aventuras celestiales se va desvaneciendo y sufrimos una dura metamorfosis cada día, desapareciendo entre la niebla de nuestra pesada confusión. Navegamos día y noche entre la vida y la muerte, y ya no sabemos si estamos vivos o muertos, pues la vida que llevamos no siempre sabe a verdadera vida. Nuestra débil alma cabalga sobre los escombros de nuestras cosas que se van quedando atrás, y entre suspiro y suspiro se ahogan nuestras ilusiones, y casi no nos queda sabor a nada. La fe se va revistiendo de restos de las esperanzas pasadas que quedaron ahogadas por el tiempo, y todo aquello que le da significado a nuestra vida, pierde nobleza y encanto. El águila que murió, el colibrí que dejó de oler las flores, el ruiseñor que dejó de cantar, y las tórtolas y las mariposas que ya no adornan las praderas, son señales evidentes de que ya no somos los mismos, que no gustamos lo mismo, pues hemos perdido valor vendiéndonos en los más baratos mercados, descendiendo hasta convertirnos en frutos menores de una tierra cansada. Las esperanzas pequeñas y los gustos pasajeros constituyen las pocas islas de nuestro diminuto archipiélago, y la muerte se mezcla con la vida, en una interminable espiral de sueños que se han debilitado, convirtiéndose en dolorosas pesadillas que se clavan en el alma como castigos dolientes que esta vida no merece. El fuego de las horas difíciles devora las nobles virtudes que fueron sembradas y germinaron con tantos sacrificios. Los rostros cansados reflejan una nostalgia profunda y la amargura que brota de los signos de muerte maltrata nuestro espíritu con un silencio que sabe a cementerio. Sin canciones, sin horizontes, sin grandes esperanzas, nuestras almas se sienten desterradas de su tierra prometida que tanta felicidad produjo en los años de una preciosa niñez. Me encantan las sonrisas de los niños, sus ocurrencias y su sencillez. En ellos palpita la vida con el calor de la creación y la grandeza de su origen divino. Los niños son los que realmente viven. Los mayores nos vemos envueltos en tantas preocupaciones e intereses superfluos que nos hacen vivir agonizando, y marchamos 212
jadeantes por la vida con más lamentos que aleluyas. Es una vida que se nutre de fatigas inútiles bajo el sol. ¿Cómo disolver las pesadillas y arrancar el gusto por las cosas pequeñas? ¿Cómo regresar a las ilusiones de ayer, al secreto de una vida grande? ¿Cómo despertar las esperanzas dormidas, la muerte del águila o del ruiseñor que cantaba en nuestro espíritu y hacía de nosotros un ángel en la tierra? La respuesta -decía el cantautor Bob Dylan- “la respuesta está en el viento” (The answer is blowing in the wind). Somos incapaces de oír la respuesta o escuchar la voz de Dios que golpea nuestra puerta tratando de lanzarnos a un segundo vuelo, incapaces de contemplar las gotas de rocío que se evaporan, dejando la tierra seca y baldía, ni podemos llorar con las hojas de las plantas que gritan desesperadas porque la sabia no las alimenta, el verde ya no está, y el sabor de la muerte sustituye al rocío mañanero. Los secretos del universo, grabados en el corazón del hombre, se van deshilvanando como microscópicos hilos de dolor, y la vida y la muerte navegan como compañeras de una misma barca. Aunque las cosas bellas no han muerto, ya no quedan ojos para contemplarlas y proclamar sus grandezas. La transformación que la vida sufre al pasar por la muerte, y que sufre la muerte al regresar a la vida, es la única puerta que queda abierta para regresar a la verdad y a la belleza que Dios puso en esos seres creados a su imagen y semejanza. No sabemos si somos mitad vida y mitad muerte, ni cuál de las dos pesa más. Lo que sabemos es que esa vida preciosa que Dios nos regaló, se ha ido debilitando con el roce del camino, y parece que caminamos hacia los huecos negros de una débil existencia. No sabemos dónde pasar la noche, ni dónde alimentar los sueños bajo la luz, pues la niebla es densa y ha puesto murallas al sol. La luna ya no alumbra, pues parece haberse salido de su ruta. Miramos a los cuatro puntos cardinales y ya no hay horizontes, pues el horizonte es propio de la vida que camina y crece, y nuestra vida se va durmiendo en la muerte, y ha perdido interés para despertar. La muerte se saborea como cosa natural, y la locura se sienta al lado de la sabiduría, pues ya ha ganado territorio en nosotros, y se ha vuelto parte de lo que buscamos y anhelamos. Ante este deterioro de la grandeza original, el hombre grita desde lo más profundo de su ser: ¿De dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. Las calles y los caminos se llenan de hombres y mujeres que ya no saben qué cosa son, y parece que los invade una incertidumbre existencial, y no saben distinguir entre la izquierda y la derecha. Se oyen voces por todas partes, pero no las podemos interpretar, porque todo es codificado, no para proteger el mensaje, 213
sino porque ya no se ama la claridad y nos vamos volviendo esclavos de las sombras. Multitud de muertos que parecen vivos, y vivos que no son más que esqueletos. Sombras tan densas que la luz no las puede disipar. Aun así, somos felices, pues no sabemos qué otra cosa podríamos ser. ¡Oh desventura de una raza que agoniza! Quiera Dios que se abran las compuertas del inmenso mundo, de las galaxias y constelaciones, para que contemplen y lloren nuestra enloquecida desventura. Que los astros y cuerpos errantes del universo nos tengan compasión y nos ayuden a apagar el fuego que nos devora, y amenaza con transformarnos en burbujas de fuego y sangre, dispersas por todo el espacio sideral. “Que se abran los cielos para llover al justo” gritaban los profetas de ayer, y los profetas de hoy enmudecen, pues el lenguaje no contiene fuerza suficiente para la oración profética que necesitamos hoy. Los montes y collados vienen empujados por los volcanes que anidan en el interior de las personas, y amenazan con sepultar nuestras ilusiones y esperanzas, proyectos y caminos de esta cansada humanidad. Nos hemos vuelto tan pequeños y nuestros deseos tan infelices, que nuestros ojos se nublan cuando tratamos de ver más allá de un plato de comida o un puñado de dinero. La vida se define con la muerte y la muerte con la vida, y los ciegos ven más que los videntes, pues los ciegos conservan todavía alguna ilusión de la luz. Como los restos de un naufragio navegan sobre las cansadas olas de alta mar, nosotros, los hermosos tesoros de una misteriosa creación divina, flotamos entre la vida y la muerte, entre la luz y la sombra, entre el bien y el mal, transformándonos en un débil claroscuro, descalificados para sentarnos al borde del camino como una piedra más que se constituye en alabanza a su Creador. Tal vez Dios se compadezca de nuestras cenizas, y nos deje seguir siendo cenizas, pero cenizas enamoradas. Cenizas donde la vida y la muerte se debaten en una lucha existencial, y donde la esperanza es el objetivo sagrado que alimenta cada paso, cada suspiro, cada imaginación, dándole valor a esta caravana de la ruina que llamamos vida, y haciendo que esta vida, aún cargada de muerte, valga la pena vivirla. Mientras quede una gota de fe, un hilo de esperanza, y un suspiro de amor, el mundo seguirá siendo una experiencia hermosa, y su travesía será una aventura fascinante. Aún así, seguiremos siendo cenizas, pero cenizas enamoradas.
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JESĂšS SeĂąor de la Historia. Centro del Universo. Principio y fin del cielo y de la tierra.
El mismo Ayer, Hoy y Siempre 215
“Aunque no florezca la higuera y las viñas no tengan frutos, aunque el olivo olvide su aceituna y los campos no den cosechas, aunque se acaben las ovejas del redil y no queden vacas en el establo, yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios, mi Salvador”. Habacuq 3, 17-18
Con mi canto del cisne al atardecer de mi vida vengo ante ti, mi Señor, a rezar y a ofrecer. Cuando ya lo que quede no sirva para ofrecer, tíralo, dispérsalo, como ceniza sobre el mar, porque ya la ofrenda está completa. 216
Este libro se terminó de imprimir en el mes de ________________________ en los talleres gráficos de EDITORA CORRIPIO, S. A. S. Calle A esq. Central Zona industrial de Herrera Santo Domingo, República Dominicana www.editoracorripio.com
Secuencia del Espíritu Santo Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido. Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huesped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas, y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro. Mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo. Lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo. Doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito. Salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén
No hay puerto en el ancho mar hay que vivir navegando. La vida te va enseĂąando que el puerto es el mismo mar. Lo importante no es llegar a algĂşn puerto deseado. Lo mejor del mundo andado es el saber navegar.
Puerto Cozumel, Golfo de MĂŠjico.