Pasan situaciones que, sin poder exigirse algo, se dan con la posibilidad de decir todo lo que pasa por nuestro cerebro, meditando, pensando que pasará que hacer y qué sucederá, porque si bien es cierto nuestra vida se complica más con el paso de los años, teniendo muchas visiones y diferentes misiones. No obstante no quita la moraleja de siempre que la vida es dura, pero estamos allí en un proceso de cambios para mejorar lo que podemos solucionar a su debido tiempo. Así es como nuestra amistad se hace más intensa y fiel, que sólo cambiamos de vestimenta pero su interior sigue siendo el mismo. Con todo su relleno y piel multicolor está siempre con nosotros como alguien que tiene cabello y no se puede despegar del cráneo, justamente porque no quiere estar a la intemperie, y desprotegido no nos seguimos dando cuenta de ello por muchos años y temporadas de nuestra historia, pasa por desapercibida, pero es la radiografía de nuestro cerebro cromático siendo lo más importante los rayos x de nuestros pensamientos, ideas y todo lo que embargue ser razonable. Es nuestra almohada de todos los días que nos acostamos con ella y hasta la abrazamos porque se convierte en piel de nuestro sentido y queremos que siempre amanezca con nosotros sin algún interés. Eso se llama "almohada."