El estrés como factor que contribuye a la obesidad “¡Qué estrés!”, “no tuve tiempo de comer en casa y compré unas gorditas”, “no tuve ni tiempo de desayunar”. Frases como estas se escuchan en todos lados con los amigos, la familia, los vecinos, lo más alarmante es que cada vez se vuelve más frecuente. Debido al ritmo de vida tan acelerado que la mayoría de las personas llevan es muy común sentir nervios, ansiedad, tensiones, pero sobretodo estrés. Vivimos tan deprisa siempre corriendo por la calle, en la escuela, en el trabajo, ni siquiera tenemos tiempo para desayunar, o bien, desayunamos frente a la computadora, con el celular en la mano, y la mayoría de las veces ni siquiera tenemos tiempo para sentarnos y comer tranquilamente. Actualmente
México es el país con mayor porcentaje de estrés
vinculado al trabajo, 75% de los empleados padecen este problema, mientras que China ocupa el segundo lugar con un 73%. Lo más preocupante es que nos hemos acostumbrado a la vida que llevamos y no nos damos cuenta de las graves consecuencias que provoca el estrés en nuestra salud y en nuestra vida en general, hasta que nos enfermamos. La frecuente exposición al estrés genera daños físicos en el cuerpo, que merman la calidad de vida de las personas como úlceras, depresión, pérdida del
cabello,
acné,
enfermedades
cardiacas,
obesidad
y
sobrepeso.
Precisamente a este punto quería llegar, el sobrepeso y la obesidad son otra epidemia que se ha hecho especialmente evidente en los últimos años. Según la OMS la obesidad es el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad.
Pero ¿Qué causa el sobrepeso y la obesidad? La OMS afirma que la causa fundamental del sobrepeso y la obesidad en el mundo, se ha producido debido a: un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes, y un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo. Por otro lado, la obesidad se origina por no tener un horario fijo para comer, por no llevar las tres comidas o por problemas emocionales que nos llevan a comer más. Por todo lo expuesto anteriormente llegué a la conclusión de que el factor principal que favorece la obesidad tiene que ver con el estilo de vida que llevemos. Y, ¿qué tiene que ver el estrés con la obesidad? Numerosos estudios indican que la obesidad genera estrés en un gran número de personas y también que el estrés puede generar obesidad. "La epidemia de obesidad que sufrimos puede ser una respuesta del organismo al estrés", señala Albert Figueras, médico y escritor español. Estar estresado puede engordar, aunque para ello se requieran determinados condicionantes. Cuando nos estresamos somos fábricas de producción de cortisol, una sustancia a la que se la conoce precisamente como la hormona del estrés. Cuando el cortisol permanece elevado acaba acumulando grasa en el abdomen, generando una obesidad que los nutricionistas conocen como 'tipo manzana'. Expertos apuntan a que el cortisol no sólo abre el apetito, sino que provoca un metabolismo más lento, un doble riesgo a la hora de controlar nuestro peso y, en definitiva, nuestro estado de bienestar y salud. Podemos llegar a la conclusión de que el estrés participa en el aumento de esta enfermedad, ya que la obesidad se debe en gran medida al aumento en el consumo de comidas procesadas, generalmente ricas en calorías, pobres en valor nutricional y esto es consecuencia de un estilo de vida dominado por el estrés pues entre más ocupada esté la gente, menos tiempo dedica a preparar comidas caseras saludables, ya que prefiere la comida rápida por ser más barata y no ocupar tiempo para su preparación.
Otro factor es la tendencia a comer automáticamente mientras se trabaja en la computadora o se atiende el celular, de manera que no se cuentan las calorías consumidas. Es la falta de conciencia al comer, la que puede contribuir a la obesidad. Vivimos estresados, a cien por hora que cuando comemos a las carreras, no tenemos noción de la cantidad de comida con la que llenamos nuestro cuerpo, pues la sensación de saciedad después de una comida viene por lo regular 20 minutos después de haber empezado a comer. Todos estos hábitos generados por un estilo de vida estresante contribuyen al aumento de obesidad y sobrepeso.
Además de poner en peligro nuestra salud y nuestro sistema nervioso, estar estresados puede hacernos atacar el refrigerador. Por ello, hay que convertir la comida en una aliada. Y a pesar de que cada vez más personas recurren a medicamentos o al cigarro para reducir el estrés, es posible lograr resultados muy buenos con tan sólo modificar algunos pequeños hábitos. Uno de ellos es nuestra alimentación. Existen alimentos que ayudan a disminuir el estrés y, por el contrario, otros que pueden elevar nuestros niveles de estrés. Una gran aliada contra el estrés es la vitamina C; no sólo es antioxidante sino que además contribuye a disminuir la fatiga y a eliminar la tensión. Podemos obtenerla comiendo rebanadas de piña, un kiwi, jugos de naranja y toronja. El agua natural es la bebida ideal no sólo para mantener el cuerpo en óptimas condiciones, sino también para relajar el cuerpo y evitar ingerir refrescos y café en exceso. Otra idea muy buena es incluir en la dieta ácidos grasos omega 3. Estos nutrientes esenciales ayudan a moderar las hormonas del estrés y protegen de la depresión. El aguacate es uno de los alimentos que más potasio aporta, y el potasio es esencial para bajar la presión arterial.
BibliografĂa: http://www.ecoosfera.com/2013/02/top-7-alimentos-para-combatir-el-estres/#id0.5347939368803054 http://www.salud180.com/salud-dia-dia/10-efectos-fisicos-del-estres http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood_why/es/ http://nuevaera.about.com/od/Vida/a/El-Estres-Engorda-Obesidad-Y-Estilo-De-Vida.htm
Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”
Desarrollo físico y salud
“El estrés como factor que contribuye a la obesidad”
Docente: Virginia Eugenia López Escobedo
Alumna: Estefanía Moreno del Rio
Lic. En educación Preescolar
Noviembre 2013