La presidenta municipal panista de Cozumel, Perla Tun, logró llegar al Ayuntamiento isleño entre otras cosas abanderando la promesa de campaña de llevar a la cárcel al entonces alcalde saliente, el priista Fredy Marrufo, uno de los miembros más destacados del grupo de jóvenes rapaces que llegó al poder estatal de la mano de Félix González Canto, el gobernador impuesto por su antecesor, Joaquín Hendricks, y que dio en llamarse ‘la nueva generación’, en la línea del actual presidente de la República, el priista exgobernador mexiquense Enrique Peña Nieto; un grupo cuyas urgencias codiciosas disparó la deuda y el déficit fiscal del Estado, el turísticamente más rentable, a los niveles más altos del país, y del que emergió también y por la decisión absoluta, a su vez, de Félix González Canto, el ahora exgobernador preso en Panamá, Roberto Borge Angulo, que convirtió a Quintana Roo en su botín particular.