A finales del pasado agosto, un video grabado en Playa del Carmen le dio la vuelta al mundo. En él se observa a un grupo de taxistas amenazandoal conductor de un mototaxi. De pronto, otro grupo de presuntoschoferes –con más pinta de matones que de tales- llegaen un vehículo particulary arrojauna bomba molotov a la unidad de tres ruedas. El vehículo se incendia sin que la autoridad policial tome cartas en el asunto. “No fuimos nosotros, pero queremos dejar en claro que no los vamos a tolerar”, amenazaron, más tarde, los líderes sindicales de los taxistas,aludiendoal hecho criminal, y añadiendo que cada vez más mototaxis operan en las barriadas y vecindarios más alejados y empobrecidos de las principales ciudades de la entidad, lo que merma sus ganancias hasta en un 30 por ciento.