El camino de las alianzas ha probado ser el de la salvación de los opositores al PRI y el de los tropiezos del PRI. Ni en el perredismo ni en el panismo del Estado le hacen ascos a esa traición de la izquierda que acusan los seguidores de López Obrador. Y si lo hacen no se oye. Lo que importa es ganar, dicen en el PRD. En el PAN la guerra es sorda entre sus cuadros y el liderazgo carece de liderazgo, pero todos parecen estar de luna de miel con el PRD.