“Por lo menos en la administración que ahora dirijo hay cuentas claras. Lo que no hay es la cultura de la exigencia de cuentas por parte de nuestros miembros. Precisamente por eso cuando llegamos al cargo, en marzo pasado, realizamos una auditoría interna y encontramos un desfalco por 7 millones de pesos perpetrado por los anteriores dirigentes. Tú puedes pensar: “bueno, ¿y cómo se llevó a cabo este atraco?”.