Se destinaron más de 39 mil hectáreas para desarrollar un atractivo turístico de bajo impacto en el sur de Quintana Roo durante la administración de Mario Villanueva Madrid. Pero el proyecto no despega a pesar de tener uno de los principales muelles de cruceros del país. Empresas con marcas internacionales intentaron establecerse en el lugar y fracasaron, entre otras cosas, por la falta de capacidades profesionales de la mano de obra, dice el presidente municipal Eduardo Espinosa Abuxapqui. Además hay incertidumbre jurídica en la tenencia de la tierra y en el área hay demasiados dueños de predios que no atrae a inversionistas serios, indica el edil.