Puede ser que una vez construidas las nuevas vías terminen también saturadas al poco tiempo como el Bulevar Kukulcán, del mismo modo que se han saturado todas las vialidades de Cancún por las desmesuras de la inmigración y del crecimiento poblacional, urbano y vehicular. Puede ser que la declinación de la Zona Hotelera tenga el mismo destino que la zona centro de Cancún y que la ciudad toda, si la gestión pública no logra armonizar –como no parece que vaya a ocurrir- la demografía de la pobreza (que no aporta ingresos fiscales, demanda cada vez más servicios y produce un déficit progresivo), el desarrollo urbano, el aprovechamiento económico y la sustentabilidad ambiental; es decir, los ingresos de la ciudad turística más rentable del país con sus necesidades de servicios turísticos (de clase mundial), urbanos, ambientales y sociales.