Un débil crecimiento económico derivado del impacto de la reforma fiscal, un gasto público ineficiente y episodios de violencia en varios estados del país que proyectan una imagen negativa para el Estado mexicano continúan representando un freno al desarrollo nacional. Para el próximo año las condiciones se complican ante un panorama en el que el precio del petróleo se mantiene por debajo de los 50 dólares, lo que impactará a las finanzas de Estados y Municipios. Los hechos ocurridos por la desaparición de normalistas golpearon la imagen de partidos políticos y la del propio presidente Enrique Peña Nieto, en la víspera de un año de elecciones intermedias. La baja de los ingresos fiscales incluso colocaría en riesgo los objetivos del Plan Nacional de Infraestructura. Los analistas no son optimistas con las llegada del 2015, un año que resultaba clave para sacar adelante y mostrar los beneficios de las reformas estructurales.