Al iniciar la nueva gestión presidencial en el país, los cárteles se reacomodan, los sicarios cambian de bando, y se matan todos contra todos. O la guerra en su contra se está relajando o el cambio de estrategia los está presionando hasta hacerlos reventar. Pero algo está pasando con la política nacional anticrimen, porque la violencia se recupera en territorios donde se estaba extinguiendo, como en el norte de Tamaulipas y como en Cancún.