El Gobierno de Quintana Roo seguirá el año que viene con el ajuste a sus gastos de operación. En los últimos meses ha realizado una poda administrativa extrema que implicó la desaparición de dos secretarías y ocho organismos descentralizados, así como el despido de miles de trabajadores, y ha solicitado un nuevo empréstito, éste por 4 mil 984 millones de pesos. En la preparación de los programas operativos anuales de las dependencias de la administración estatal, ha trascendido que en 2014 aplicará la eliminación de las “compensaciones salariales” (el 60 por ciento de los ingresos compactados que no incluye aportaciones ni gravámenes) y la reducción de lo que se llama “el salario” (que es el 40 por ciento complementario de los ingresos y sobre el que se reportan gravámenes y aportaciones) en un 25 por ciento del nivel 600 para abajo (700, 800, 900, 1000 y demás).