ENTE!
ARGENTINA Y CALI
SUMARIO
40. Maradona Minga! a las fronteras... Diego en Dubai
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“La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos”, Alejandra Pizarnik
16. Vicentico ARGENTINA Y CALIENTE
24. Alan Pauls
24. Dalma M.
24. Paloma del Cerro
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08. Editorial 10. Minga! Música 12. Minga! Libros 14. Ojos que nos ven 20. Campanella 28. Columna igualitaria 32. Nostalgias 36. Matrimonios y algo más 52. Cafres! 54. Cordera 60. Benito Laren 62. Producción Nacional 64. Repatriados 66. Ecología 68. Cinco breves
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Hay equipo
#04 Directores Generales: Agustina kämpfer Darío Gabriel Rosemblat Colaboradores: Franco Spinetta, Mariela L. López, César Capasso, Luján Agusti, Diego Gez Diseño: www.estudiolate.org Contacto comercial: 154-041-5575 Contacto de prensa: minga@fueradehora.com.ar Distribución: Buenos Aires + Córdoba + Rosario + Comodoro Rivadavia @RevistaMinga facebook.com/MingaRevista Minga! es propiedad de Ediciones del Copete SRL. Número de registro de propiedad intelectual en trámite. Dirección N. Oroño 1590 5º12, Ciudad Autónoma de Bs As. Las notas de la revista corren bajo exclusiva responsabilidad de sus autores y las publicidades bajo exclusiva responsabilidad de los respectivos anunciantes.
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EDITORIAL
EL QUINTO
ELEMENTO S
e hacen fuertes los abrazos, firmes los pasos. Se extienden los brazos, los lazos… se redobla el esfuerzo. Solos, poco; juntos, las posibilidades. De este lado del mundo, las viejas ideas individualistas se desvanecen, incómodas en el camino de fragilidad que el destino aguardó para ellas. Así Venezuela, tercera economía sudamericana, es la tierra bienvenida a la familia –ya no más familia tipo- del Mercosur. Porque bloque no es bloqueo, sino todo lo contrario, el conjunto de los cinco países-miembro precalienta para competir. El grupo que entrena no es sólo una de las mayores reservas de gas, petróleo y agua del planeta, sino también un mensaje concreto a las grandes potencias mundiales, que históricamente han dominado patrias como a niños asustados, criaturas indefensas, presas. Hoy, la política vuelve a dejar en claro la importancia de un proyecto común, inclusivo, que no nos congela frente a una globalización aterradora, sino que nos afirma como una unión poderosa, un empacho de libertades ante el temblequeo de los que han querido pasarnos las recetas siempre, tras mil veces derribar los sueños de pueblos enteros. Nos convertimos en un racimo de novedades que saben amargas para quienes encuentran más conveniente y fácil chupar la sangre de los solitarios, de los pequeños. Hemos girado el picaporte de la puerta de un pasillo que va hacia adentro. Al margen de las banderas de cada país del Mercosur, la determinación nos marca un sendero de unidad, de sana competencia, de alquimia entre integrantes de pueblos con un idioma en común, un pasado en común, un sentimiento de pertenencia en común... Somos testigos de un cambio, del principio de algo nuevo, de las más bellas consecuencias de los años de lucha de argentinos que nos precedieron. Transitamos un momento histórico, de desafíos y oportunidades. Todo esto es nuestro, y disfrutarlo es lo menos que podemos hacer.
A.K.
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OJOS QUE NOS VEN Paul Krugman y un nuevo elogio a la Argentina
¿Aislados del mundo?
Muerte digna, una ley que repercute
El escenario económico mundial está complicado, sobre todo por el colapso de varios países europeos. Entre ellos, el caso de Grecia es el más grave. Paul Krugman es uno de los economistas elegidos por los medios a la hora de dar una versión diferente sobre el panorama que construyen los grandes gurúes de la derecha económica mundial. Él es norteamericano, especializado en el keynesianismo (recibió el premio Nobel en 2008) y pareciera que no se cansa de elogiar a la Argentina. En una entrevista concedida a la BBC de Londres, cuando le preguntaron qué debería hacer Grecia para salir del atolladero, Krugman contestó: “Creo que la Argentina es un modelo para este caso”. Y luego explicó por qué: “Argentina tenía un compromiso irreversible de paridad '1 peso - 1 dólar' que se desmoronó en 2001. Tenían grandes deudas en dólares y acabaron pagando aproximadamente 30 céntimos por cada dólar adeudado. El peso sufrió una gran devaluación. A consecuencia de todo eso tuvieron un año muy malo, pero luego experimentaron una fuerte recuperación económica”. Por último, pronosticó para Grecia “un camino similar”.
En el marco de la ampliación de mercados y nuevos horizontes diplomáticos, Argentina ha establecido una fuerte relación económica con Rusia, uno de los países de la famosa sigla BRIC, que incluye además a Brasil, India y China. El bloque es señalado como uno de los motores más importantes de la economía mundial y Argentina tiene, dentro de él, a sus socios comerciales más significativos. Durante la última cumbre del G-20, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo una fructífera reunión con su par ruso, Vladimir Putin, reflejada por medios tales como Rusia Hoy, que tituló: “Argentina y Rusia definen cooperación en temas clave”. El artículo manifiesta: “La decisión de ambos presidentes tiene como base las intensas negociaciones que se vienen desarrollando en ambas capitales, con la participación de las principales empresas de cada sector”. Luego, da cuenta de la intención de Rusia de “cooperar con la nueva conducción de YPF”: “La empresa rusa (Gazprom) mostró su interés por participar en la extracción de gas de esquito descubierto en el enorme yacimiento neuquino de Vaca Muerta. Además, existe la intención de trabajar en conjunto en la exploración y explotación de yacimientos off-shore en el mar continental argentino, y yacimientos en tierra en territorio ruso”.
El avance en materia de derechos sociales se fue plasmando en una serie de leyes que el Congreso Nacional aprobó en los últimos años. Una de las iniciativas que más reclamaba la ciudadanía era incorporar el derecho a la “muerte digna”, es decir, la posibilidad de que las personas que sufren una “enfermedad irreversible, incurable” o “en estado terminal” puedan “manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital”. Esta determinación tuvo grandes repercusiones en los medios internacionales. Uno de ellos, El Nacional de Caracas (Venezuela), remarca que “ningún profesional interviniente que haya obrado de acuerdo con las disposiciones” de esta ley “está sujeto a responsabilidad civil, penal o administrativa” por las consecuencias de la aplicación de esta normativa. Y además, añade que “en caso de que el paciente no esté en condiciones de manifestar su voluntad por razones físicas, podrán hacerlo sus familiares directos”.
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“Argentina Su reciente DVD, registrado en la costanera
está más correntina, fue la corona de “Solo un
Argentina momento”. Ahora, tras grabar
que nunca” una participación en el próximo álbum
de Tony Bennett, prepara nuevo material
con la producción de Cachorro López. A toda
máquina, la madurez le juega una bella pasada.
Por Gabriel Anchorena Uriburu
VICENTICO Fotos: Sony Music Argentina
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ntre un estudio de grabación en Parque Saavedra, su hogar a pocas cuadras de Retiro, y un viaje relámpago a los Estados Unidos para grabar con una estrella mundial, Gabriel Vicentico Fernández Capello mantiene una vida a diez mil por hora. Entusiasmado por la respuesta que logró su último disco, el ex líder de Los Fabulosos Cadillacs está satisfecho, contento, enfocado en la preparación de un trabajo muy esperado. M: ¿Sentís que tus últimas canciones tuvieron más aceptación que tus trabajos previos como solista? V: La verdad, no lo sé. Sí puedo confirmar algo muy claro: a mí me gusta mucho trabajar, hacer discos y salir a tocar, con todo lo que eso involucra. Con el tiempo la gente fue entendiendo que quiero seguir cantando y haciendo canciones. En lo estrictamente vinculado a la pregunta, no sé si “Solo un momento” fue más fuerte que los anteriores. A lo mejor mi andar solo, fuera de los Cadillacs, es un camino de recorrido lento, pero con muy buenos cimientos. Si venís trabajando desde hace tiempo y concretás lo que hacés tocando y con lanzamientos, vas a tener una respuesta concreta en algún momento. M: ¿A qué o a quién te referís cuando señalás que “el rey del rock and roll ha muerto”? V: A nadie en especial; la letra puede aludir a cualquier persona que recorre un camino hasta que un día se le termina. Puede ser un artista de rock, un futbolista, alguien que en algún momento brilla y luego se apaga. Porque se tiene que apagar, es así. Me llamó la atención y quise escribí una canción sobre eso, me parece poético. En el teatro puede haber funciones con un brillo es esplendoroso, pero en un momento todo se apaga y la gente se va; el teatro queda vacío. También me refiero a ese momento del artista. M: La fenomenología de tu DVD se correspondió con actuaciones en lugares reducidos, alejados de la mítica escena de estadios… V: Todos estos shows en La Trastienda Club fueron básicamente porque tuve ganas, y a mis com-
Fotos: Sony Music Argentina
“Los medios están tan exacerbados que a veces un fosforito enciende una cosa gigante. A mí Cristina me cae muy bien, es inteligente y tiene unos ovarios tremendos, va al frente”. pañeros de la banda les pasó lo mismo. Hicimos un par de conciertos en el exterior, y en México actuamos en lugares pequeños, porque ahí ésa era la dinámica. Fueron shows muy lindos, la pasamos muy bien, y surgieron ganas de armar algo más chico en Buenos Aires. Lo definiría como el deseo de hacer algo cercano a una intimidad particular y ver a la gente más cerca. Todo juega con una clara y natural ilación con el show del DVD en la provincia de Corrientes, que quedó divino: el lugar y el clima del atardecer fueron excelentes para tocar.
M: Estás preparando un nuevo álbum con Cachorro López, ¿cómo va eso? V: Bastante bien, pero no tan rápido como suponíamos al principio, cuando todo se puso en marcha. Trabajar con él es placentero, con el correr de todos estos años nos hicimos grandes amigos. Además de admiración por su trabajo, siento una gran comodidad cuando estamos solos en el estudio. Pasamos muy buenos ratos juntos, con calma y paz. Él es medio vago, como yo. Si uno de los dos no tiene ganas de trabajar, el otro auto-
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“A lo mejor mi andar solo, fuera de los Cadillacs, es un camino de recorrido lento, pero con muy buenos cimientos”. Fotos: Sony Music Argentina
máticamente lo entiende, y por el contrario, si uno tiene intención de concretar algo, inmediatamente contagia al otro. Estamos en una atmósfera muy agradable. M: ¿Cómo viviste tu reciente encuentro con Tony Bennett? V: ¡Quedé híper flasheadísimo, muy reloco!, ¡me baño en lágrimas cuando me acuerdo de lo que que viví grabando allá en Fort Lauderdale!. Me invitaron a hacer una versión bilingüe de “Cold Cold Heart”, que saldrá publicada en un nuevo disco de duetos que editará Tony, cuyo título tentativo es “T.B. The Latin Duets”. Bennet es el espíritu más icónico de la música estadounidense. Cuando él estaba dentro de la cabina grabando, yo lloraba, fue algo muy fuerte, se me desacomodó todo. Después me escribió en un
papelito: “Sos un gran cantante, realmente de los mejores que escuché últimamente, ojalá puedas venir a cantar conmigo alguna noche en Nueva York”. Ese papel es un tesoro para mí, me dejó knock out. ¡El quía es una gloria! M: Saliéndonos de la música un poco, ¿qué te parece la Argentina de hoy? V: Al país lo veo más Argentina que nunca (risas), está como “Argentina”, como que no paramos de extremar nuestro modo de ser, para bien y para mal. Por momentos es algo genial, por momentos es medio desesperante, y por momentos ¡parece la montaña rusa del Parque de la Costa!. La verdad, los medios están tan exacerbados que a veces un fosforito enciende una cosa gigante. A mí Cristina me cae muy bien, es inteligente y tiene unos ovarios tremendos, va
al frente. Por momentos siento que el gobierno es un poco pasado de rosca, y que todo se puede hacer con un poco más de calma, pero bueno, es así. Por un lado me encanta y lo apoyo porque estoy de acuerdo, pero por otro lado cuestiono mecanismos, métodos. De todos modos, no soy quién para opinar sobre ésto de manera muy certera… solo digo que Argentina es un país en el que me gusta vivir, que estoy cómodo viviendo de esta manera. Sé que hay gente que está como el orto y otra que está bárbaro, es muy difícil decir: “las cosas son así”. Hoy veo a algunos muy mal y a otros muy bien, independientemente de cómo vayan las cosas en la política. Por ende, es como un poco cerrada la idea de decir: “a mí me va bien, entonces los medios blah, blah”. Es una charla que vengo pensando hace 25 años: el poder de los medios no es una novedad para mí. M!
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Literatura, cine, premios, diarios, guiones, críticas, llanto, pelo, dinero, pasado, existencia, cultura… Pauls. Por Agustina Kämpfer / Fotos: Tábatha Lombardo
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l riesgo de mantener una conversación profunda con un intelectual total es el paseo asegurado por la sensación de no estar a la altura de las circunstancias. Pauls es dueño del idioma, o de varios idiomas, porque sus novelas, ensayos y cuentos han sido traducidos por doquier. La claridad de su hablar hace sospechar que tiene un Teleprompter -esa pantalla transparente que refleja el speech de quienes salen en tv- escondido en algún lado, entre los cientos de libros que son el único objeto de decoración de su casa. Allí, la luz natural lo aleja de la imagen clásica de escritor oscuro, con un cigarrillo prendido y un vaso de whisky a cada costado de la Olivetti. Sin embargo, tal vez por momentos se sienta así, o quiera estar así. M: ¿Existe un escritor diferente en este momento de tu vida, a los 53, edad en la que a muchos hombres los sacude un cambio? A.P.: No, me parece que ese tipo de transformaciones, cuando uno escribe, suceden desde otra lógica, que no es la misma lógica biológica que gobierna los cambios a nivel existencial. Para mí, cada libro es una especie de problema nuevo, que implica la exigencia de pensar desde cero. Con la literatura me pasa algo genial, que puede sonar desalentador: no voy acumulando experiencia, destreza… Cada vez que tengo que escribir un libro nuevo me encuentro con la misma sensación de incertidumbre y de perplejidad que tenia a los 20 años, ¡o aun más!, porque en ese entonces yo escribía con mucha confianza: nada podía interponerse en mi camino, yo era más fuerte que
todo. Con el tiempo eso se fue resquebrajando, y la experiencia de escribir es siempre nueva. Ahora, por ejemplo, estoy terminando la tercera novela de una trilogía compuesta por La historia del llanto, La historia del pelo, y La historia del dinero. Es un ciclo que me llevó seis años. Estuve mucho tiempo escribiendo en una misma órbita, y ahora que eso terminó, no tengo idea de qué voy a hacer, ¡ni idea!. Mis libros se van inventando a si mismos a medida que los escribo. M: Y para disfrutar, ¿tenés géneros asignados a determinados momentos? A.P.: No. Los libros me pegan de una manera muy rara. Para divertirme soy capaz de leer novelas complicadas, y puedo leer de manera reflexiva y sesuda novelas que a priori no tienen demasiado espesor. Es una de las cosas geniales de la literatura: uno interviene mucho más fuertemente en lo que lee que cuando está en el cine. El cine se impone, se te viene encima, te hechiza, te rapta. Con la literatura la relación es mas portátil. M: ¿Y cómo se manifiesta esa tendencia “sesuda” que mencionás? A.P.: Tomando notas, desmenuzando… Los libros no mueren, entran en cualquier parte, pueden salir para cualquier cosa, podés subrayarlos, romperlos… Hace un tiempo escribí un artículo sobre Jorge Barón Biza, un escritor argentino que se suicidó hace unos años. Sus parientes me contaron que él arrancaba las partes de los libros que quería que ciertas personas leyeran, y se las regalaba. Les regalaba el trozo de libro, des-
pedazado, le gustaba esa idea de bestia, de energúmeno. Su bestialidad consistía en que adoraba tanto a los libros que era capaz de descuartizarlos para darle un brazo a uno, una pierna a otro… M: Muchos critican el brote de edición de libros acerca de funcionarios o movimientos políticos. Pareciera que existe una fuerte necesidad de escribir sobre eso, ¿cómo lo ves? A.P.: La política volvió a ser sexy. Ésa es, quizás, una de las cosas más importantes que hicieron los Kirchner: le devolvieron la sexualidad a la política. Es atractiva, excitante, tensa, muscular. No se puede zafar de ella. Eso me gusta por un lado, y me irrita por otro. Durante muchos años, en Argentina la política desapareció. Menem fue extraordinariamente eficaz en ese sentido: la borró del mapa. Y el retorno de 2003 en adelante fue genial, no solo porque permite que todo el mundo empiece a discutir las cosas que hay que discutir, sino también porque sin política la Argentina iba a la catástrofe total, a la selva, al exterminio de los débiles por los fuertes, etc. Y me irrita porque siento que en un punto todo se pone maníaco, como si no supiéramos qué hacer con eso. A mí me gusta que haya conflicto, la conflictividad me parece un buen valor. Pero a veces me pregunto, ¿con cuánto conflicto podemos sobrevivir todos los días?, ¿cuál es la dosis de conflicto mínima y cuál es la dosis máxima?. No hay nada mas fácil que adoptar una posición política, pero pensar políticamente no es tan fácil. Para ello tenés que
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“El cine se impone, se te viene encima, te hechiza, te rapta. Con la literatura la relación es mas portátil”.
“La política volvió a ser sexy. Ésa es, quizás, una de las cosas más importantes que hicieron los Kirchner: le devolvieron la sexualidad a la política. Es atractiva, excitante, tensa, muscular”. atravesar varias posiciones, que pueden no ser compatibles. Es una cuestión complicada. M: Y si una editorial te contratara para la biografía de un político/a, ¿sobre quién te gustaría escribir? A.P.: Me interesa más el plano de los movimientos que el de las figuras. La política siempre tiene caras, cuerpos, nombres propios. Me gustaría una política impersonal, en la que lo que se peleara y lo que circulara fueran ideas, proyectos, delirios, propuestas… me harta la personalización de la política, aun cuando la sociedad argentina parece no poder prescindir de eso. M ¿Te permitís abandonar un libro cuando no te atrapa? A.P.: Sí, dejo muchos libros por la mitad. Algunos sabiendo que nunca los voy a volver a leer, y otros pensando que en algún momento los voy a retomar. Ahora estoy leyendo Ada o el ardor, de Vladimir Nabókov, por tercera vez. La primera vez que lo leí lo dejé a las 40 páginas, en un estado de irritación y mal humor fenomenales. A los dos o tres años volví y me pareció genial. Me
resulta más difícil irme del cine. Allí puedo ver absolutamente cualquier cosa, y del teatro me voy inmediatamente. Si a los cinco minutos la cosa no funcionó... no puedo tolerar algo que no me gusta en vivo, me da una especie de vergüenza ajena, es tremendo, no lo puedo evitar. M: Y como crítico de cine, ¿te gusta la pantalla nacional? A.P.: Los últimos 15 años tuvieron un desarrollo especial. Son los años del nacimiento del Nuevo Cine Argentino, que incluye a Lucrecia Martel, Martín Rejtman, Rodrigo Moreno, y otros. Las instituciones oficiales nunca tuvieron la necesidad de decidir cómo tenia que ser ese arte, y por eso lo nuevo es de una pluralidad increíble. No sólo en cuanto a sus temas, contenidos o abordajes ideológicos, sino también en el modo de filmar. Yo fui crítico de cine en los años ´80, y era una depresión. En ese momento todo el dilema era ¡la plata, la plata, la plata! La tesis que dominaba esos años era que en Argentina tenían que filmar cinco personas: Aristarain, Solanas, Puenzo… con mucha plata y actores famosos. Otros cineastas querían filmar y no podían, porque no conseguían dinero. Eso se acabó,
hoy las películas se pueden hacer con 20.000 dólares, pero lo que hace falta es público: así como antes había más poetas que lectores, ahora hay más cineastas que público, y el gran desafío es crearlo. Es una tarea extraordinaria, compleja, titánica, difícil, y para ello tiene que haber un lugar en el que puedan verse las obras, aunque sea por una semana. No hay que exterminar a una película que quiere tener 1.500 espectadores para darle todo el lugar a Campanella, que va a llevar 2.000.000; pueden vivir las dos, si hay una política de estado que lo decide. M: ¿Qué te gusta de estar vivo hoy, del contexto que te toca vivir? A.P.: El entusiasmo; es una emoción muy fundamental que ha vuelto a la Argentina después de mucho tiempo. Incluso en los momentos más irritados que tengo, lo que me gusta de eso es el entusiasmo. Hay cierta potencia, energía, que me parece que Argentina necesitaba, aunque más no sea para armar quilombo. Hoy veo gente entusiasmada: hay tanto entusiasmo en La Cámpora como en la gente que está furiosa con La Cámpora. Hay una cosa de diente apretado que puede ser molesta, pero me parece que está bien. Argentina recuperó tonicidad. ¿Viste cuando un músculo está totalmente fofo, blando, como aburguesado, achanchado, desnutrido, y de repente empieza a recuperar tonicidad? La pierna comienza a moverse, a correr, saltar, patear… La política no es y nunca ha sido simple; solo es simple para los que no quieren política. M!
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Hasta el año pasado, los homosexuales, travestis y transexuales sometidos durante la última dictadura constituían un capítulo ausente en la historia argentina. Pero a partir del trabajo del Archivo de la memoria de la diversidad sexual, que recopila y clasifica testimonios sobre víctimas LGBT durante el proceso, el costado menos explorado de la represión está saliendo a la luz. Por Federico Sierra
Era algo que faltaba. No estaba en el Nunca Más elaborado durante el gobierno de Raúl Alfonsín, ni en el prólogo añadido durante el gobierno de Néstor Kirchner. El tema evadió todas las páginas y todos los testimonios de víctimas y querellantes en las causas de violaciones de derechos humanos. Las primeras cifras hablan de 400 gays, lesbianas, travestis y trans detenidos en centros clandestinos, pero fue como si nadie los hubiera visto u oído. Ellos fueron invisibilizados, como incapaces de dejar un registro de su paso por los calabozos. Inaugurado hace menos de un año, el Archivo para la Memoria de la Diversidad Sexual trabaja para reconstruir la historia de los homosexuales durante la dictadura. Es la historia que no pudo salir a la luz ni siquiera durante la democracia que “llegó muchos años más tarde para gays, lesbianas y travestis”, tal explica José Luis Schan-
zenbach, integrante la institución. “Nosotros ya contamos con 35 testimonios concretos y se están sumando más. Dentro de ese número hay personas que fueron detenidas, torturadas, y otras que debieron exiliarse. También recopilamos datos sobre detenciones y persecuciones posteriores, porque perduraron incluso después de 1983. Sin embargo, buscamos enfocarnos en el período más terrible, que es el de los años del gobierno militar”, agrega. ***** El archivo fue lanzado oficialmente el 12 de diciembre del año pasado, con el apoyo del IEN, Instituto Espacio para la Memoria. Antes, sus promotores recorrieron la Marcha del Orgullo, presentándose en sociedad y haciendo correr la voz: se abría un nuevo espacio para la memoria más difícil, aquella formada por olvidos y recuerdos a la vez. “El contexto actual es muy favorable: la Ley de matrimonio igualitario y la Ley de identidad de género nos ayudan a hablar
de estos temas. Ya aparecieron muchas personas que quieren colaborar con su testimonio, y van a seguir apareciendo a medida que se rompan los prejuicios. Por eso creemos que son más de 400. Hasta ahora hubo una especie de asepsia para tocar el tema, pero se están dando pasos agigantados. Lleva tiempo, tanto en la sociedad en general como el movimiento de derechos”, amplía José Luis.
El pozo de Valeria En la punta del iceberg está Valeria Ramírez, impulsora fundamental del Archivo. Travesti maciza, de pelo largo y platinado, recorre las calles de Constitución como voluntaria de la Fundación Buenos Aires Sida. Capacita, da talleres, repar-
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Las primeras cifras hablan de 400 gays, lesbianas, travestis y trans detenidos en centros clandestinos, pero fue como si nadie los hubiera visto u oído.
“El contexto actual es muy favorable: la Ley de matrimonio igualitario y la Ley de identidad de género nos ayudan a hablar de estos temas. Ya aparecieron muchas personas que quieren colaborar con su testimonio”, José Luis Schanzenbach (AMDS).
te preservativos y ayuda “a todas las chicas que trabajan en la zona”. Ella estuvo dos veces en el Pozo de Banfield a principios de 1977. La primera vez entró con otras travestis, luego de una razzia cerca de la Rotonda de Lavallol. “Nos violaban sistemáticamente. Nos obligaban a tener sexo por un plato de comida, cuando pedíamos agua o para que se nos permitiera ir al baño. Si no accedíamos, no nos daban de comer o nos pegaban”. La segunda vez estuvo más de dos semanas, y de esa ocasión se desprende uno de sus relatos más crueles: “Un día me dejaron pasar a los baños para higienizarme. El milico me dijo: cuando terminás, esperas acá, no quiero que asomes la cabeza al pasillo. Yo me quedé esperando, y de repente escuché: apurate, apurate que ya viene, ya sale para afuera. Pasaron unos minutos, oí el llanto de un bebé, y luego a una mujer que gritó: andá, hay baldes debajo de la pileta, lavá toda esta porquería que es tuya. A los pocos segundos entró al baño una chica pálida, con un vestidito de verano cubierto de sangre. Se agarraba del piletón. Le dije quedate ahí que yo te lleno los baldes y te ayudo a llevarlos. Enseguida empezaron los gritos de los guardias: ¡¿pero vos sos boludo?!, ¡¿cómo tenés a este puto acá?!. Me agarraron de los pelos y me sacaron a los empujones. Al salir, vi a uno de ellos con un bebe en brazos, envuelto en un trapo”. Como las demás travestis que fueron detenidas, Valeria no fue vendada ni encapuchada, algo muy llamativo que ella busca explicarse: “quizás no nos vendaban porque no éramos detenidos políticos. ¿Pero en qué agrupación política íba-
mos a participar? ¿Qué partido nos iba a aceptar? Ahora, transcurrido el tiempo, me doy cuenta de que en cierto sentido éramos militantes, saliendo a la calle con nuestros pechos. No nos llevaban por prostituirnos, sino por salir como travestis a la vía publica y querer ser quienes éramos. Porque yo ya era Valeria, y peleaba por ser Valeria. He visto a muchas personas por esa época, y es raro que en los juicios nadie diga: yo vi una travesti. ¡Nos vieron, estábamos ahí, y nosotros los vimos! ¿Cómo puede ser que nadie lo haya dicho?”, piensa en voz alta.
Vencer el miedo Schanzenbach aclara que “todos los testimonios sirven, aunque no provengan de testigos o querellantes en una causa judicial concreta. Son valiosos porque llevan a otros testimonios, y ayudan a comprender el cuadro de la época. En el archivo hay un gran abanico de casos”. El temor es grande, y lograr que las víctimas estén en condiciones de hablar frente a un tribunal es un trabajo muy delicado. Pero de a poco aparecen todas las voces y los recuerdos. El Archivo para la Memoria de la Diversidad Sexual no los dejará atrás. M!
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"Tengo libertad para decir
lo que pienso" Ejemplo: Dícese de persona o cosa que sirve de modelo o muestra de lo que debe imitarse o evitarse // Dar ejemplo: Hacer algo digno de ser imitado. Sin buscarlo, Maradona -o Diego-, vivió a la sombra de esta definición. Para muchos es sólo un jugador de fútbol, ningún modelo a imitar, sin mayores virtudes que el talento innato. Permítanme refutar esa idea… Por Darío Rosemblat / Fotos: César Capasso
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recimos viendo su épica tanto dentro como fuera de las canchas de fútbol. Lo vimos esforzarse y crecer en un contexto de pocas oportunidades. Progresar sin olvidarse de los suyos. Enamorarse y formar una familia junto a su primera novia, vecina de Fiorito. Lo vimos desarrollar un pensamiento crítico y comprometerse con causas sociales. Crecer culturalmente, hablar nuevos idiomas. Convertirse en el mejor del mundo, y aun en esa instancia, superarse a sí mismo. Lo vimos sobreponerse a la adversidad, casi como un deporte. Expresar a las puteadas el sentimiento de los argentinos. Llorar frente a millones, y enseñarnos así que llorar es de machos. Derrumbarse hasta el confín de los sumideros del mundo, visitar las puertas del mismísimo averno, y levantarse una y otra vez. Cumplir sueños propios y motivar ajenos. Ejercer una autocrítica feroz. Lo vimos llegar a la cima, y desde allá a lo lejos, desde ese espacio donde el poder lo seduce y lo envuelve todo, lo vimos enfrentarse con los poderosos en lugar de aliarse a ellos. Lo escuchamos hablar de política, informado, con conocimientos, con análisis, con compromiso. Pero más que nada, vimos a Diego enseñarnos que aun surgiendo desde el lugar más humilde y con menos oportunidades, se puede crear un mundo nuevo. Él es un fiel representante de que un futuro distinto es posible, de que no debemos conformarnos con nuestra realidad. Nada está escrito y esa lamparita que ilumina tu escritorio en la oficina del lugar del mundo donde estés, puede no ser tu techo. En un país donde durante un tiempo nos educaron para zafar con el menor esfuerzo posible o por el camino más corto, Diego es el mejor ejemplo de que con talento y
trabajo, se puede ser cada día mejor y llegar donde alguna vez soñamos. ***** Llegamos a Dubai sin cita previa, unas semanas antes del estreno de “La hija de Dios”, el unipersonal de Dalma. Sólo llevábamos un ejemplar de Minga!, el grabador y una caja de Bananitas Dolca en la mochila, la golosina favorita de su infancia. Diego aun dirigía la primera división del Al Wasl; nada hacía pensar en un cambio de dirigencia y en el repentino despido que a todos nos sorprendió un tiempo después. Recorrer Dubai es como infiltrarse en el Delorean (el auto de Volver al Futuro) y jugar con el tiempo. En media hora pasás del caminar las arenas del desierto más árido y virgen, a una mega ciudad futurista de edificios interminables, que no respetan ninguna forma, vigilados por mezquitas de arquitectura centenaria, y todo eso entrelazado por autopistas que la cruzan como brazos por un lado y por otro. Lo primero fue averiguar la dirección del entrenamiento del Al Wasl, más a modo de juego que otra cosa, casi como quien prueba suerte en un casino con la última ficha que encuentra en el fondo del bolsillo. La coordenada exacta la recibimos de un fana del equipo árabe, vestido de túnica blanca y fumando narguila, nos habló de Diego con la pasión de cualquier vecino argentino. Llegamos una hora antes. En la espera supimos que importantes medios nacionales y españoles buscaron entrevistarlo recientemente, sin éxito.
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Pocas veces antes había sentido miedo (cagazo) antes de entrevistar a alguien. Encontrarse con el superhéroe de la infancia y que se convierta en un humano más puede resultar aterrador; o un escenario peor aún, que ese afecto acumulado con los años no resulte recíproco. Llegó bromeando junto al Negro Enrique. Acercarse a él produce taquicardia. Le entregamos el regalo, la revista, y le preguntamos si podíamos entrevistarlo. Respondió que nos iba a dar unos minutos, que lo aguardáramos. ¡Y esperamos 5 horas y 30 minutos! Finalmente salió del vestuario, luego del entrenamiento. Llevaba la cajita de Bananitas Dolca en la mano. Eran casi las once de la noche en Dubai y “La Vero”, su actual pareja, le imploraba que se subiera al auto. Gentil, cálido, grande, se prestó a charlar casi una hora con este ignoto periodista, de un medio independiente de distribución gratuita, vaya uno a saber por qué…
Sangre Maradona M: ¿Qué pensaste cuando supiste que Dalma iba a hacer una obra sobre tu vida y la de la familia? D.M.: Dije: ¡estamos todos locos!. Que mi hija hablé de mí, que pueda hablar del padre arriba de un escenario, me parece lo más genial del mundo, una situación muy loca que me genera una felicidad enorme. Me gusta que repase mi vida con amor y de una manera inteligente. Cada vez que vaya voy a llevar una revista, algo para taparme, porque lo que voy a llorar va a ser terrible. M: Nos contó que le pediste que no te adelantara nada, porque la apoyabas fuese lo que fuese. Es algo que dista un poco del imaginario colectivo del Maradona padre… D.M.: Cada padre se da cuenta de la posición, la inteligencia y la capacidad que tienen sus hijos, y Dalma tiene mucho de todo éso. Si ella eligió lo que eligió es porque es un desafío lindo y está preparada. M: Vi en Dalma rasgos tuyos, cada uno en su plano, vos en el deporte, ella en el arte. Pero vi esa pasión por el desafío, por ir por más… D.M.: Sí, totalmente. Dalma es una luchadora, ¿sabés? No tiene la caradurez de decir “yo soy Maradona” para que le abran una puerta. Estudió en el Iuna, en una universidad pública. La remó, se preparó, nadie le regaló nada, está haciendo todo totalmente a pulmón. Claudia y yo estamos orgullosos de que decida no decir “mi papá es amigo
de Tinelli, o de Suar, asique me acomodo en uno de sus programas”. El espacio se lo busca y se lo genera ella misma.
Industria Nacional M: ¿Cómo se ve el país viviendo en el exterior? D.M.: Lo veo bien. La nacionalización de YPF me parece una medida genial. Ya tenemos experiencias con españoles y empresas argentinas. Cuando el grupo Marsans compró Aerolíneas se llevaron hasta los simuladores. Siempre están los olvidadizos, pero yo no soy olvidadizo, digo las cosas como son, y si los españoles quieren reclamar algo, que le reclamen a otros. Porque YPF es patrimonio argentino. M: Bueno, Repsol ni siquiera es propiedad del Estado español, ni tampoco todo el capital de la compañía corresponde a capitales españoles… D.M.: ¡Absolutamente! Lo que pasa es que España está atravesando una de las peores crisis de su historia. Recientemente, su gobierno decidió recortar 10 mil millones de euros a la salud y a la educación. Quieren agarrar plata de cualquier lado y creen que nosotros podemos ser su solución, pero cuando nosotros estábamos fundidos nadie nos tiró una soga. M: Incluso nos ponían trabas para ingresar a España en la época del 2001… D.M.: ¡Aaahh! ¡Viste que vos también sos memorioso! Que no lloren más, porque cuando nosotros tuvimos que llorarla la lloramos, y con el tiempo salimos bien parados, con los Kirchner, con la Presidenta, que para mí está haciendo las cosas muy bien. Lo único que le diría Cristina es que debemos recuperar las tierras. No puede ser que empresas extranjeras tengan miles de hectáreas en el sur, o en Salta. De igual modo en que se actuó con YPF deberíamos actuar con la protección de los recursos naturales. M: ¿Qué medidas fueron las que te llevaron a apoyar tan firmemente esta gestión de gobierno? D.M.: La seriedad que le puso Néstor y la que le pone Cristina ahora. Estuve hablando con ella antes de venirme a Dubai: le dije que yo no soy político ni nada, pero que cuente conmigo para lo que sea. M: A diferencia de otras épocas, hay un resurgir de la militancia joven, ¿cómo ves eso?
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“Si los españoles quieren reclamar algo, que le reclamen a otros. Porque YPF es patrimonio argentino”.
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“Estuve hablando con ella (CFK) antes de venirme a Dubai: le dije que yo no soy político ni nada, pero que cuente conmigo para lo que sea”. D.M.: ¡A eso quería llegar! En los discursos de Cristina hay muchos pibes, que se interesan en los problemas que tenemos y en los que podríamos tener algún día. La juventud militante le da un futuro al país.La presidenta tiene el poder de hacerle llegar un mensaje al pibe, a la piba, sin necesidad de leer de un papel. ¿Por qué? Porque tiene todo asumido, no necesita leer nada. Y cuando en los actos hacen un paneo general de la gente, ves que de cada diez personas, siete son jóvenes. Eso me hace creer que la política puede llegar a cambiar las cosas para bien. Me da mucha confianza. M: Hoy la oposición pareciera estar liderada por la figura de Mauricio Macri. ¿Como te imaginás una Argentina presidida por él? D.M.: No me la imagino, no me la imagino… A Macri yo le agradezco todo lo que hizo en Boca, pero la verdad es que todo lo bueno que hizo para los hinchas del club, después lo cagó con lo político, realmente (ríe). En la política, ser el niño de papá te lleva hacer cosas que la gente no está acostumbrada a ver ni a escuchar. M: Bueno, llegó a decir que los cartoneros tendrían que ir presos porque roban basura… D.M.: (Risas) Sí, y podemos seguir con los peajes y un montón de cosas más. Por ejemplo, podemos hablar de cuando Macri estaba en Sevel, en la época de Menem, y el padre tenía un problema de 20.000.000 de dólares con la DGI. Todo el mundo se olvidó de eso, pero yo no olvidé que esa deuda pasó a valores. Macri es un poderoso, pero cuando enfrentó a Cristina ganó el pueblo, porque Macri no es pueblo, es de una selección “fi fi” que a nosotros no nos va. Y a la larga, fijate con quién se junta, está más con Estados Unidos que con Argentina. Así que no, no creo en Macri.
El analista M: ¿Cómo se forma tu sensibilidad social y tu poder de análisis? D.M.: Hay una anécdota con Fidel Castro, dónde me dice
yo hablaba bien de política. Yo le digo “no me cargue maestro, yo tengo mi pensamiento político pero a mí me gusta escucharlo a usted”. Un tiempo después, lo llamé mientras veía en las noticias que Putin (Ex premier Ruso) arregló con “Doble V” Bush sacarle los radares que tenía Rusía para mirar a los americanos y que lógicamente estaban en Cuba. A la isla, eso le representaba 250 millones de dólares. Entonces lo llamo a Fidel y le digo que quiero hablar con él, a lo que él me responde: “Sí, claro Diego, está noche comemos algo, tomamos algo”. Nos juntamos y le expreso mi fastidio, básicamente le digo: “Pero qué botón este Putin, como le va a sacar los radares…”. A lo que él me responde: “Dieeego, no te hagas problema, esto ya lo veía venir, y lo solucioné por otro lado. Ya le puse trabas por otros caminos a Putin”. Fidel si tiene un análisis político profundo, hemos hablado mucho, y lo genio que es que te adelanta lo que va a pasar en el mundo, ese es el legado que yo tengo de Fidel, de escucharlo y saber que lo que él dice va a pasar en el mundo. Recuerdo cuando le contaba sobre la situación en Argentina y me decía: “Metanle una huelga, pero no le digan nada a Alfonsín, o no le digan nada este otro”, ufff, tantas anécdotas y recuerdos de esas charlas. M: Sigo preguntándome cómo se desarrolló en vos ese poder de análisis, más propio de un comunicador que de un futbolista… D.M.: (Risas) ¿Sabés qué pasa? Tengo libertad para hablar. La tuve siempre, viví muchas cosas en carne propia que hoy me hacen hablar a calzón quitado, sin tenerle miedo a nadie. Tengo 51 años y desde los 15 que estoy en el ruido, sé quiénes hicieron negocios, quién se metió con quién… M: Pasando a un plano más personal, ¿tenés cuentas pendientes en tu vida? D.M.: Sólo quiero seguir al lado de mis hijas, levantándome todos los días. Ver crecer a mi nieto Benjamín, que el otro día me dijo que quería dormir conmigo y me llenó el corazón. Que una cosita así, de tres años, me diga “abu, cuánto te extrañé”, me volvió loco. Dije “éste se estudió el libreto para que yo me muera”. ¡Me meé encima, todo junto! Quiero vivir esas cosas.
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Foto: Luján Agusti
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"No creo en la terapia. Creo que los psicólogos vinieron al mundo para arreglarlo y cada vez estamos peor”. M: ¿Cuál es la mejor película sobre Maradona? M: ¿La puerta para volver a dirigir a la Selección sigue abierta? D.M.: No, es una puerta que ya cerré. Quiero trabajar en Dubai, cumplir el contrato, y después ver la posibilidad de volver a Argentina. Pero como te decía antes, por sobre todas las cosas quiero ver crecer a Benjamín, éso es lo que más me importa. M: ¿Hiciste terapia alguna vez? D.M.: No, no creo en la terapia. Creo que los psicólogos vinieron al mundo para arreglarlo y cada vez estamos peor. Creo en el análisis con Dalma y Gianina: ellas me hacen ver cómo está el mundo, me hacen sentir los pies sobre la tierra. M: ¿Cómo te llevás con el paso del tiempo? D.M.: Y… el tiempo es inexorable, pasa para todos. Cada vez me veo más grande, más lejos de Benjamín, pero físicamente estoy bien.
D.M.: La de Emir Kusturica, porque está hecha por un artista groso. M: ¿Qué Maradona encontramos ahí, que en otras películas no vayamos a ver? D.M.: Con el Maradona libre, como lo es Kusturica. Él toca con su orquesta y se libera. En la película nos soltamos los dos, e hicimos el mejor film sobre mi vida, por lejos. M: ¿Qué esperás de la obra de Dalma? D.M: Que se sienta cómoda y feliz. Que sepa antes de empezar el partido, ella ya ganó. M: ¿Cuál es el mayor legado que le dejás a tus hijas? D.M.: Les enseñé a ser buena gente, a no ser garcas. En los últimos años en Argentina se legalizó el chamuyo, el mandar al frente. ¡No lo soporto! Vía twitter, vía esto, vía lo otro. Antes, si contabas algo en un café te daban un bife, y ahora te regalan 5.000 dólares por ser buchón. M!
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Dalma, en primera persona! Tan verborrágica y carismática, que se hace difícil creer que de pequeña no le conocían la voz. Desde que se sentó en la mesa y dijo “hola”, no paró de emitir palabra. Hoy, más que enterrada aquella timidez, protagoniza el unipersonal “La hija de Dios”, y está orgullosa de su formación en la universidad pública. Por Darío Rosemblat y Maya Kerschen / Fotos: Barbie Simons
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elajada, coqueta y expresiva, construyó su carrera a base de estudio y dedicación, tanto en el cine, el teatro, y la televisión. Lejos de cualquier prejuicio colectivo (de los millones de ellos), su historia en el arte académico arrancó a los ocho años, continuó con en el Conservatorio Nacional, y hoy la encuentra madura, reflexiva, como desprendida de posibles conflictos en torno a su herencia. M: ¿Cómo surge tu interés por la actuación? D.M.: De chiquita. Yo empecé el jardín de infantes en Italia, lo terminé acá en Argentina, y luego a mi papá lo vendieron al Sevilla,España, y arranqué el primario allá. La pasaba re mal, todo me resultaba raro, y no era de hablar mucho. Cuando vine acá, seguía en la misma onda, muy callada… Entonces, le recomendaron a mí mamá que en vez de llevarme al psicólogo, probara con clases de teatro. Arranqué por eso. En España no me conocían la voz. Sólo hablaba cuando la profesora me preguntaba algo puntual. M: ¿Cómo pasaste de la introspección a la fuerte exposición que conlleva estar en la tele? ¿qué pensás que se quebró? D.M.: Fue un proceso natural. No tengo la noción exacta, tendría que meditarlo mucho. Al principio, yo estaba muy enojada con mis papás porque ellos no querían que trabajara. No entendía por qué me decían que no era necesario, que esperara un poco. Después comprendí: yo tampoco querría que mi hijo trabajara en la tele a los ocho años. Ahora lo puedo decir, pero en su momento no. A mi mamá le he dicho cada cosa, pobre.
M: Evidentemente tenías una noción de lo que querías hacer, porque se sostuvo hasta el día de hoy. D.M.: Como mi vida tuvo una gran exposición y desde que estaba en la panza de mi mamá ya era un quilombo, siempre pensé que bueno, si mi vida va a ser una exposición prefiero, de última, que hablen de un laburo que hago y no de que me fui a comprar ropa a Palermo. Me fui dando cuenta de a poco, pero hubo un momento en que paré la pelota y empecé a proyectarme. A elegir con quien quiero estudiar y donde. Ahí surgió lo de estudiar en el IUNA, de meterme en una Universidad Pública. M: ¿Dónde nace tu sensibilidad artística? D.M.: A mí me cambió mucho la cabeza cuando entré al IUNA a los 17. El ver cosas que me gustaron mucho que ni siquiera sabía que existían. Ver mucho teatro off, cosas increíbles. Directores que me gustaron desde siempre Woody Allen. Soy de investigar bastante… M: La respuesta es: autodidacta D.M.: Sí, un poco sí. Siempre fue así. Es un poco freak lo que voy a decir, pero he ido a salas de cine sola, y un montón de veces. Me gusta mucho el cine francés aunque mucha gente que no se lo banca. Además, en la facultad, los profesores te acercan material con el que tenés que trabajar, tenés que leer de todo, y aunque al principio puteás, después te das cuenta que es muy positivo; te abren la cabeza y está buenísimo que eso suceda, ya sea como artista o como estudiante. M: ¿Cuánto te jode que te llamen a entrevistas y terminen preguntándote por tu viejo?
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“Defiendo al IUNA porque para mí es genial; te rompen la cabeza, te la rompen entera, y está bueno eso. A veces me preguntan “¿y el título cuál es?”. Es Licenciatura en Actuación, y yo sé que eso no te hace quedar en un casting, pero la formación que te da es inigualable”.
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D.M.: Cuando era chica me pesaba, pero ya me acostumbré. Yo sé que me preparé, y puede gustarte o no mi trabajo, pero no le estoy robando el laburo a alguien, ¿entendés? Estoy muy tranquila con lo que hago, y me pasaron cosas que valoro mucho. Se me acercó gente que admiro un montón y me dijo, “che, qué buen laburo tal cosa”.Y cuando me preguntan sobre mi viejo, lo que te quiero contestar te lo voy a contestar y lo que no, no. Es algo que fui aprendiendo. M: ¿Te han idealizado en el cortejo, por ser actriz, famosa, la hija de…? D.M.: Me tienen más miedo que nada. Un poco por la fama de mi papá, que se acercan a sus hijas… Pero la verdad que si me han idealizado no me enteré. M: ¿Cómo fue elegir estudiar en el Iuna o hacer teatro under? D.M.: Estudiar en el Iuna fue lo mejor que me podía pasar. A veces me preguntan: “y el título cuál es”, y… El título es Licenciatura en Actuación y yo sé que eso no hace que vos vayas a un casting y por tener el diploma quedar, pero me parece que la formación que te da es inigualable. Si por ejemplo me siento a hablar con un director, lo hago mucho más tranquila que saliendo del secundario. M: En cine siempre te tocaron papeles muy jugados, como en “La mosca en la ceniza”, ¿es fuerte eso para vos? D.M.: Sí, en cine hice cosas muy despegadas de mi persona, y muy interesantes. En ésa película representé a una prostituta. Y en teatro, en “Fuego entre mujeres” de Muscari, me sacaba una calza y hacía como que me depilaba la entrepierna.En el estreno,escuché que alguien murmuraba algo. Yo sabía que era mi papá, y por dentro pensaba“¡la puta madre, no lo puedo creer!”. Él pensaba que me iba a quedar en bolas. En fin, hay cosas que ya no le aviso. M: ¿Cómo surgió el guión de la obra “La hija de Dios”? D.M.: La idea primaria es de Erika Halvorsen, directora y amiga mía. En las reuniones de amigos, yo siempre contaba cosas que me pasaban con mi papá, anécdotas de mi familia en general, que a todos les parecían increíbles. Un día Erika me dijo “algo tenemos que hacer con ésto, es muy gracioso y la gente ni se imagina”. Le dije que cuando me recibiera lo íbamos a hacer, pero casi como estirándolo. A los cuatro días de recibirme, vino con el libreto.
M: ¿Cuál es tu desafío como actriz y co-autora de esta obra? D.M.: Escribir me encanta, pero nunca muestro lo que escribo porque me da vergüenza. Y como actriz, ya es un desafío actuar y a la vez hacerme cargo de quién soy. Ésta obra me da la chance de mostrar que soy una actriz, que puedo hacerlo, que me la puedo bancarsola, una hora o más, arriba de un escenario. M: ¿Por qué estadíos pasa la obra? D.M.: En realidad yo elijo contar todo desde el humor porque es como yo me manejo en mi vida. y si bien la vida de mi papá no es un carnaval carioca, hay momentos que todo el mundo ya conoce entonces lo menciono pero no recaigo en quedarme una hora con eso y ponerme a llorar delante de la gente lo que para mí generó que a mi papá… y digo NO, la gente ya sabe. M: Es el lado B de la historia que conocemos todos… D.M.: Sí, tal cual. Es desde mis ojos. desde lo que me pasa a mí, desde lo que me pasó, cómo cambié mi manera de pensar tanto hacia mi papá como hacia un montón de cosas que tienen que ver con el crecimiento de uno. M: ¿Y por qué ahora? D.M.: Siento que está bueno, que es el momento para hacerles este regalo a mi mamá y a mi papá. Al principio estaba muerta de miedo. En mi carrera siempre hice cosas que me generaron ése sentimiento de no saber qué va a pasar, pero confié en la gente con la que trabajo.En la obra hablo desde el humor, porque así me manejo en la vida. Desde ahí comparto el lado B dela historia que todos conocen. M: ¿Te puso nerviosa contar éso delante de tus padres? D.M.: ¡Sí! En el guión hay cosas de la vida real de las que mi viejo se enteró el día del estreno… M: ¿Ayudó la terapia en la obra? D.M.: Ahora tengo muy abandonada a mi terapeuta. Me dijo que íbamos a empezar a trabajar mi autoestima y dejé de ir. Nota mental: revisar ahí qué pasó (risas). M: ¿Te interesan las cuestiones sociales, políticas… tenés una postura determinada? D.M.: Hay cosas que están pasando en Argentina que me parecen buenísimas, y otras que no me gustan tanto.
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“Me parece que es re importante que alguien se haga cargo de que
las personas que deberían estar presas hace mil años por delitos de lesa humanidad, lo estén. No entiendo cómo nadie lo hizo antes. También me parece muy importante que se sigan buscando a los nietos y se cree consciencia con todo esto”.
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“En teatro, en “Fuego entre mujeres” de Muscari, me sacaba una calza y hacía como que me depilaba la entrepierna. En el estreno, escuché que alguien murmuraba algo. Yo sabía que era mi papá, y por dentro pensaba `¡la puta madre, no lo puedo creer!´. Él pensaba que me iba a quedar en bolas”.
D.M.: Fidel Castro, que me flashea bastante. Lo habré visto como tres veces, pero la vez que yo registro, que ya sabía bien quién era, el tipo me hablaba y me decía: “y yo te tuve a upa”, tenía fotos conmigo, de cuando yo era una bebébola, ¡en el escritorio de Fidel!
Foto: Gentileza Duche&Zarate
Cuando me quejo porque me roban no me quejo de alguien en particular, lo digo en general. Muchas veces piensan que es un reclamo para la persona que está ahora, ¡y no! Hay que solucionarlo pero es muy difícil, ¡muy! No es un tema que haya arrancado estos últimos años, viene de arrastre. Por otro lado, me parece re importante que alguien se haya cargo de que las personas que deberían estar presas desde hace mil años por delitos de lesa humanidad, finalmente lo estén. No entiendo cómo nadie lo hizo antes. También destaco que se sigan buscando a los nietos de los desaparecidos, y se mantengan la consciencia y la memoria. Participé en Teatro por la Identidad; todo lo que está pasando tiene que ver con quiénes somos como argentinos. M: ¿Cómo fue esa participación? D.M.: Cuando me convocaron, dije que sí inmediatamente. Amo a las Abuelas, las valoro muchísimo, admiro su fuerza. Si algún día puedo ir a leer un texto a un acto, iré sin dudarlo. M: Me animo a hacerte una sola pregunta acerca de tu viejo: ¿Qué personalidad conociste a través de tu papá que te haya deslumbrado?
M: ¿Y dónde fue ese encuentro? D.M.: Creo que era en su oficina. Yo tenía 12, 13 años. En realidad hablaban él y mi papá, y uno se quedaba escuchando. Después también conocí a Bono que me encanta y él se moría por conocer a mí papá. Yo le dije, a vos te den ganas o no de conocerlo, pero vamos a ir igual, y nada, buena onda, divertido. También lo conocí a Colin Farrell que me enamoré. Él lo quería conocer a mi papá por su papá, por el tema del gol a los ingleses, y yo le dije a mi papá: “Por más que vos no sepas quién es, lo vas a conocer” (risas). Estábamos todos en el bar con Colin Farrell y yo estaba tipo sacada, no lo podía creer. En un momento pintó charla de actuación y yo estaba fascinada. Luego mi viejo se quiso ir, intenté retenerlo, pero ya no pude. M: ¿Qué imagen pensás que tiene el público de vos? D.M.: Siento que la gente no sabe cómo soy en realidad. Muchos tienen una imagen muy seria de mí, pero yo soy un payaso. También supongo que no deben tener mucha idea de por qué camino llegué a la actuación; hay mucho prejuicio con eso. Una vez, estaba por rendir un final y publiqué: “Bueno, mañana rindo un final, estoy re nerviosa…” y un pibe me contesta: “Los nervios son para la gente que va a una universidad pública, no privada”. Yo le contesté que iba a una universidad pública, y nunca más me respondió. M: Si un buen día tenés una hija con algún problemita de comunicación, ¿la vas a mandar a teatro? D.M.: No (risas)… M!
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Foto: Gentileza Indigo Pres
Con una docena de discos en su haber, la banda sigue firme en el podio del reggae nacional. Muchos años han pasado desde su conformación como grupo y, más maduros, vuelcan su crecimiento en cada álbum y en cada show. Por Gabriel Imparato
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afre: Bárbaro y cruel. Zafio y rústico. Ésas son las definiciones que el más ajustado diccionario de nuestra lengua da a la palabra-nombre de ésta agrupación, que viene labrando camino desde 1987. De los tiempos de compra de casetes usados en el Parque Rivadavia a las giras internacionales del día de hoy, mucha agua ha corrido bajo el puente. Siempre pura, siempre veloz. Y ya sin esas rastas que lo caracterizaron tanto, Guillermo Boneto, líder fundacional del grupo, es la clase de frontman que sabe bien qué es hacerse de abajo, y más: está orgulloso de ello. M: Cualquier banda a la que le va bien es reticente a sacar discos muy seguido, sin embargo Los Cafres… G.B.: Sinceramente, sentimos que eso es lo que hay que hacer. Tenemos muchos temas maravillosos que no están en ningún disco, pero por
“En un grupo como Los Cafres surgen un montón de temas a la hora de componer. Queda mal que lo diga, pero muchas de nuestras canciones son muy buenas”. otro lado, toda esa enormidad de cosas que queda afuera también le da fuerza a las obras que sí están terminadas. Nos da tranquilidad como para decir: “mirá las cosas lindas que hemos hecho y nadie las conoce”. Es un lindo changüí. Preferimos seguir creando hasta que salgan varias perlitas dentro de una situación; todo a nuestro humilde entender, claro. M: ¿Percibís cierto desconocimiento de la carrera del grupo después de tantos años al servicio del reggae? G.B.: Por momentos siento que muchos no tienen idea de qué son Los Cafres. Y en ésto apunto a los medios fundamentalmente, porque al cariño de la gente lo percibo, lo siento, lo vivo. Como no todo lo que pasa en el grupo es obra mía, puedo separarme de lo que ocurre y ver la situación con claridad. Tenemos un lugar privilegiado, pero a veces pareciera que no nos han visto realmente la cara, como que algo no sucedió. La gente que es transparente y sensible nos ve, y luego hay otros que no, que le buscan la quinta pata al gato, desconocen la esencia, la originalidad, el valor, o la necesidad de levantar banderas, que es algo súper valioso en Los Cafres.
M: ¿Sentís que hay cierta soberbia por parte de la crítica profesional? G.B.: Ese tipo de personas es el que más me gusta provocar. Si escuchás bien el El paso gigante, nuestro último trabajo, tenés a disposición un montón de recetas. Nuestro desafío es hacer la música que nos gusta, tenemos una gran afinidad para componer. Para nosotros siempre es un problema preguntarnos ¿ahora qué inventamos?. Lo puntual es qué sentimos antes de hacer éste y todos los discos, como un deseo o proyección, buscando aportar claridad a toda esta confusión. M: ¿La confusión del tema que abre el disco, Kaos? G.B.: Allí hay una invitación a la reflexión. Es la oportunidad que tenemos todos los días de ver dónde estamos parados, a dónde queremos ir, y valorar lo alcanzado. M: ¿El tema es un homenaje al villano del Súper Agente 86? G.B.: De ahí viene esa palabra y el título, por eso es con K (risas). Tal vez yo sea el Maxwell Smart del reggae (más risas), pero en realidad el título o crédito démoselo a Claudio (Illiobre), que es el autor de la canción. M: ¿En algún momento los sellos les sugirieron “lo que tenían que hacer”? G.B.: No, en las compañías no. En su época en DBN (Distribuidora Belgrano Norte) nos rompieron las bolas un poco, algo muy entendible. “Háganse un uoioioioi, por favor” (imitando los fraseos del Bahiano) sugería Ramiro Amorena
“Por momentos siento que muchos no tienen idea de qué son los cafres. Y en ésto apunto a los medios fundamentalmente, porque al cariño de la gente lo percibo, lo siento, lo vivo”.
(risas). ¡Lo que sufrían con nosotros! Cuando dimos el brazo a torcer hicimos dos covers. Nos pedían algo comercial e hicimos eso. Todo parece fácil desde afuera; la conformidad viene con la búsqueda desde dentro, ése es el quilombo. En un grupo como Los Cafres surgen un montón de temas a la hora de componer. Queda mal que
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lo diga, pero muchas de nuestras canciones son muy buenas. M: Los Cafres se dieron el lujo de homenajear a Maradona, en El Capitán Pelusa, pero utilizaron un recurso bastante naif en la forma de mencionarlo… G.B.: La gente en otros países que me dice “el perrito se llama Pelusa”, es impresionante. Es una cosa hermosa, lo evocamos pero sin colgarnos de los testículos de Maradona… ni a palos, todo lo contrario.
“Me parece grandioso que nos saquen el dedito de la colita los del FMI. El enorme movimiento de Derechos Humanos también es muy importante". M: ¿Cómo analizás el tiempo socio-político argentino de hoy? G.B.: No soy un gran observador o analista, pero mi apreciación, a grandes rasgos, es que éste es uno de los períodos más lindos en cuanto a lo que un gobierno significa. No me gusta endiosar a la gente, pero valoro las cosas grandiosas que hace la gente común, y me parece grandioso que nos saquen el dedito de la colita los del FMI. El enorme movimiento de Derechos Humanos también es muy importante. M: ¿Qué te resulta políticamente interesante? G.B.: Me despierta admiración cómo CFK va llevando estos tiempos, siento total admiración por el gobierno. Trato de interpretar abiertamente ciertas cuestiones muy delicadas, como la minería a cielo abierto: entiendo que eso genera recursos, inversiones. Hace poco estuve en Catamarca, y unos empresarios me contaban que por la minería que hay allá habían zafado, y hoy a la provincia le estaban cerrado los números. M: ¿Existe una nueva juventud argentina, a través de los cambios políticos? G.B.: Creo que sí. No es una cuestión partidista, sino que hay mucha efervescencia. Noto a la juventud con una postura mucho más plural. Está bueno que también se critique al gobierno, eso me parece fantástico, pero que sea con objetividad, y no desde la liviandad y el anonimato. Que la crítica sea constructiva, que ayude a ver lo que está mal y lo que está bien. En Argentina, por lo general, el sector que más se queja es el más beneficiado. Soy testigo de eso continuamente. M!
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Por Gabriel Imparato
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ras la desnudez –física- de la que nadie pudo evitar hablar durante un tiempo, “el pelado” Cordera se afirma cómodo al quitarse las ropas del alma. Con disco nuevo y banda a cuestas, el top five de los controvertidos de nuestro rock lo tiene ahí, enraizado, firme. Eso es bueno, muy bueno: nadie quiere que se mueva de ese podio encantador. M: ¿Porqué volviste a elegir trabajar acompañado? G.C.: Fui solista sólo a los ojos del mundo, para quitarle presión a quienes me acompañan. Quise cargar todo sobre mis hombros, sin repartir el peso, pero en realidad nunca fui solista. Suelto, mi primer disco tras La Bersuit, simplemente no tenía espíritu de grupo, no había una formación establecida. Hoy soy un artista nuevo, no porque rehúse o condene mi pasado, sino porque soy libre, todo respira de otra forma. Tengo una historia compartida con otra gente y merece todo mi respeto. M: ¿Los proyectos grupales suavizan las presiones al publicar un disco? G.C.: Sí, y también enriquecen el intercambio de la obra artística, la hacen más grande. Me gusta pasar por esa experiencia en este momento de la vida. El proyecto Caravana pegó un batacazo, rompí con la presión sobre los integrantes por la comparación con la otra banda; dejé que la gente casi nos olvide, y así empezamos todo. M: ¿Cómo te resultó encarar todo de nuevo, desde un lugar diferente? G.C.: Sabía que tenía que trabajar con este grupo e ir ascendiendo la energía de a poco, dejar que mis compañeros fueran tomando confianza… ¡muchos de ellos venían a Buenos Aires por primera vez!. En su momento fue difícil visualizar y comprender lo que se venía. Hicimos La Caravana en soledad y se lo presentamos al sello. Los directivos se agarraron la cabeza: estaban acostumbrados a trabajar con canciones de amor y de repente empezó la cumbia. Otro gran problema fue que no teníamos dónde tocar, pero de repente La bomba loca se transformó en
Foto: Gentileza Sony Music Arg
“En las relaciones humanas, cuando uno se entrega no le teme a la muerte material (…). Me resulta inadmisible perpetuar todo y no querer perder nada”. fenómeno y pudimos revertir todo eso con trabajo. Algo está claro: no tocamos para seguidores, no hacemos música para ellos, somos rebeldes, queremos despertar la rebeldía, la confrontación y el disenso. No nos gustan los seguidores o fans, no queremos ser complacientes ni convenientes con nadie. M: ¿El éxito de La Bersuit no te persigue? G.C.: No tengo necesidad de negarme al pasado, soy el pasado y el presente, honro y celebro mi
pretérito. Estoy orgulloso de haber formado parte de esa banda, de haber sido el fundador y haber compuesto tantas canciones. Entregué 21 años de mi vida y creo haber hecho unos mil quinientos conciertos con el grupo. En las relaciones humanas, cuando uno se entrega no le teme a la muerte material, y es eso lo que siento. Di todo lo que tenía que dar, como ahora. Me resulta inadmisible perpetuar todo y no querer perder nada. La naturaleza nos dice que todo tiene un ciclo y que todo termina, es necesario
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M: ¿Qué óptica de vida te propone todo el tiempo que pasás en Uruguay? G.C.: Lo vivo como una contribución, no abandono al ser urbano. El tema es que mi casa, que es mi cuerpo, vive otras experiencias, y al situarme en otros hábitats tengo la posibilidad de explorar otros costados que hay en mí. Cualquier persona de la ciudad que tiene la posibilidad de experimentar en la naturaleza, encuentra el resquicio de la tranquilidad. Se puede ser ambicioso, pero hay que aprender a practicar la aceptación, y saber que esa tendencia interviene en un mundo que resulta afectado. M: En los ‘90 fuiste un ícono contestatario, un elemento de resistencia a lo socio-político. ¿Cómo sobrevive ese perfil? G.C.: Soy resistente y rebelde. No es necesario que la gente me idolatre, me alcanza con que las personas practiquen la rebeldía en sus formas de vida… eso sería muy interesante.
Foto: Gentileza Spectrum Gallery
“Venimos al mundo con un propósito y nuestro trabajo es reconocer para qué nacemos y para qué vivimos, por qué estamos acá. Yo estoy descubriendo eso”. para que haya un nuevo amanecer, un nuevo momento. Estoy naciendo por segunda vez, artísticamente hablando, y eso se debe a que pude dejar que todo muera. M: ¿Cómo es tu relación con los medios de comunicación? G.C.: Al principio fueron mis grandes maestros, porque cada vez que un periodista hacía una crítica, me encontraba con mi ego. Aparecía la resistencia a que otro me analice. Después ter-
miné aceptándolo y conciliándolo. Entendí, por decirlo de alguna manera, el lugar que cumple el periodismo de espectáculos. Empecé a tener admiración y respeto, fundamentalmente por los que llevan años en todo esto, conviviendo con los egos de los artistas, que son inmensos. Me entregué a eso, a la crítica, porque siempre es constructiva y no existe la destructiva. Aquél que está queriendo destruir también está construyendo algo, tal vez de una manera incidental.
M: ¿Qué imagen tenés de vos mismo? G.C.: La de un verdadero pelotudo asumido. No creo que sea necesario, en este momento de mi vida, tener una referencia exagerada de lo que soy, aunque tampoco voy a subestimarme. Venimos al mundo con un propósito y nuestro trabajo es reconocer para qué nacemos y para qué vivimos, por qué estamos acá. Yo estoy descubriendo eso. Soy un poco más consciente de mis pasiones y por tanto intento perdonar mis celos, mis mentiras, y todas mis envidias. También reconozco en mí un canal de comunicación con… algunos dirían Dios, otros dirán fuerzas sobrenaturales, otros dirán que es el cosmos; cada uno tendrá su palabra, pero yo siento que estoy asistido por energías muy importantes. No sé si las merezco o no, es algo que acontece. M: ¿Cómo manejás los límites entre la entrega y el desgaste? G.C.: Hay cierta fragilidad de la que uno se hace cargo. No sé cuál es mi límite, siempre voy un poco más allá en cuanto a la entrega. Lo que estoy descubriendo en este momento es que cuanto más se da, más espacio queda para recibir. Tiene que ver con la circulación: incrementar la energía es darla. Antes creía en el viejo pensamiento italiano, en el ahorro como forma de vida. Ahora creo en un proceso más natural. Somos asistidos para dar: más damos, más tenemos. Es muy loco, creélo. M!
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PÓNTELAS, PÓNSELAS Los componentes altamente contaminantes de las pilas se abren paso incluso entre los alimentos. La información sobre el mal que hacen es realmente escasa, y casi nadie sabe qué hacer cuando las baterías dejan de funcionar. La mayoría es desechable, sus componentes son peligrosos, y no se las trata adecuadamente una vez que termina su vida útil. ¿Qué podemos aportar para disminuir el daño? Por Mariana Díaz
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xisten dos tipos de pilas: las primarias y las secundarias. Las primarias son las descartables, y las otras, recargables, como las de los celulares. Más allá de esta diferenciación, todas contienen elementos químicos tóxicos. De hecho, el 30% de su composición son sustancias que hacen daño a la salud y al medio ambiente: materiales pesados, mercurio, cadmio y pasta ácida. Según investigaciones de Greenpeace y del laboratorio de Obras Sanitarias de Mar del Plata, una pila común contamina 3.000 litros de agua; una alcalina, 175.000 litros, y una tipo botón, 600.000 litros. En Argentina, cuando una pila ya no sirve se la tira a la basura domiciliaria, y termina en rellenos sanitarios o basurales a cielo abierto. La lluvia cae sobre ellas, lava sus
Una pila común contamina 3.000 litros de agua; una alcalina, 175.000 litros, y una tipo botón, 600.000 litros. restos, y arrastra el mercurio por tierra hasta las napas subterráneas. A través del agua, los componentes tóxicos llegan al mar. El agua contaminada se fija en la carne de los peces e intoxica al hombre cuando la come. Los daños que dichas sustancias pueden causar no son menores: el envenenamiento con mer-
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curio produce problemas neurológicos, el cadmio es cancerígeno, y el plomo puede traer trastornos severos, como malformaciones. A pesar de todo ésto, cada vez usamos más pilas. El crecimiento exponencial poblacional y el aumento en el consumo de aparatos como juguetes, celulares o computadoras portátiles, nos llevan por tal camino.
El agua contaminada se fija en la carne de los peces e intoxica al hombre cuando la come. En Ciudad de Buenos Aires, el descarte de pilas usadas creció un 50% en 2009 -en relación al año anterior- y continúa aumentando. Hoy día, CABA envía 700 kilos de pilas por día al CEAMSE, lo que equivale a más de 264 toneladas que se entierran al año. Por otro lado, en Argentina no existe una ley que obligue a las empresas a tratar las pilas, aunque hay un proyecto en discusión en el Congreso de la Nación. Es el proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos para la Gestión y Tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, que establece un marco legal a nivel nacional para regular la situación, y determina la responsabilidad del productor por los desechos de sus productos, propiciando reciclado y recuperación. M!
El reciclado de pilas y baterías sigue siendo incipiente en nuestro país. La situación es delicada, pero todos podemos reducir consecuencias modificando nuestros hábitos. Estas son algunas cosas simples que podés hacer:
No juntes en tu casa. En muchos casos, quienes saben que las pilas contaminan las guardan hasta saber qué hacer. Esto no es conveniente: potencia su poder, volviéndolas más peligrosas.
Usá recargables. Ésta opción no se ha generalizado aún, y disminuye enormemente el daño. Si bien las pilas son más caras, a largo plazo se ahorra.
No tires las pilas al tacho. Así terminan en los basurales, contaminando napas, ríos, y océanos. Lo mejor es llevarlas a un centro de acopio. En varias provincias hay puntos de recolección; los encontrás en Internet, googleando “centros de recolección pilas”
Evitá comprar aparatos que requieran pilas para funcionar. El consumo es el corazón de la crisis ambiental, y el caso de las pilas no es la excepción. Es necesario entender la importancia del consumo responsable. Hoy día, millones de pilas son usadas en artefactos prescindibles, como juguetes. Antes de comprar, preguntate si de verdad te hace falta.
No compres si el origen es dudoso. Las pilas truchas contaminan más que las comunes, porque duran poco. Se desechan más rápido.
ARGENTINA Y CALIENTE