últimos 40 años. Como ejemplo, basta con mirar las fuentes de energía eléctrica usadas en Puerto Rico para diciembre de 2016, apenas un 2% son fuentes de energía renovable. Puerto Rico se aleja de la ruta de sostenibilidad como consecuencia de haber legislado para atender los efectos de los problemas energéticos, y no para atender las causas de raíz de los problemas. Complica la situación la falta de espacios para llegar a acuerdos sociales mínimos en el tema energético. Se debe dar mayor participación a los usuarios, proveer espacios más efectivos que las vistas públicas para lograr democratizar el sector eléctrico. Una participación amplia en la creación de reglamentos, análisis de implicaciones y oportunidades ayudará a maximizar los beneficios y minimizar las consecuencias no-intencionadas de estrategias energéticas tales como las descritas anteriormente: reglamentos restrictivos (Ley 114-2007), oportunidades comerciales perjudicadas (Ley 82-2010), y discusiones superficiales (Ley 57-2014). No existen foros para la deliberación de comunidades ni para la deliberación social que lleven a estos acuerdos. Esos espacios de convergencia energética mínima pueden hacerse viables a través de la deliberación creativa y responsable de múltiples alternativas. Si hubiese voluntad, podríamos deliberar juntos y así lograr esos acuerdos mínimos. Pero además de voluntad, para que los acuerdos sean efectivos en lograr cambios, faltan recursos humanos y físicos que transformen los acuerdos en realidad56. Clarificación de los hechos: situación actual en el sector eléctrico Es un hecho que muchas decisiones fundamentales en Puerto Rico durante las pasadas cuatro décadas no se tomaron en el momento necesario. Al no cumplir cabalmente con sus responsabilidades históricas nuestros antecesores nos han legado una carga mucho más pesada de la que recibieron ellos. Por ejemplo, la AEE pasa por el peor momento en su historia. Hubo señales y se pudo haber reducido la magnitud de la crisis actual en el sector eléctrico, comenzando por darle a tiempo una nueva misión a la AEE en los años 70, 80 o 90; eliminando la intervención político-partidista, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles o limitando los subsidios. Pero los líderes de aquellas décadas no actuaron a tiempo en el tema de energía eléctrica, o tomaron decisiones con poca visión de futuro, y ahora las circunstancias nos limitan57.
E. O’Neill, "Transformaciones del Sector Eléctrico y el Rol Regulatorio," DIMENSION, trade magazine of the Puerto Rico State Society of Professional Engineers (CIAPR), year 30, vol. 3, Dec. 2016, pp. 7-12. 57 Ibid. 56
27