Discurso de Clausura en ocasión del Acto de Graduación Ordinaria del PIF

REPÚBLICA DOMINICANA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA

Discurso de Clausura del Procurador General de la República, Dr. Radhamés Jiménez Peña, en ocasión del Acto de Graduación Ordinaria del Programa Inicial de Formación 2010-11 9 de marzo de 2011

Saludos protocolares.

Para el Ministerio Público es una enorme satisfacción el llevar a cabo, por segunda vez, una Graduación Ordinaria del Programa Inicial de Formación (PIF), paso previo esencial para determinar el ingreso formal a la Carrera del Ministerio Público.

Y es motivo de gran satisfacción porque constituye una muestra fehaciente del grado de institucionalidad alcanzado en los últimos seis años, luego de iniciado el proceso de instalación de la Carrera del Ministerio Público.

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Recuerdo que en mis palabras de presentación de los resultados de lo que había sido el Concurso Público de Oposición 2009, en el que participaron los que hoy se reciben como Fiscalizadores, señalaba entusiasmado que de más

de

1,200

interesados,

unos

217

participantes fueron pre-seleccionados, de los cuales fueron escogidos unos 74. Pues bien, de aquellos 74, hoy han logrado culminar con éxito su

proceso

de

formación

inicial

los

69

graduandos aquí presentes.

He de decir que ha sido una ardua trayectoria, tanto para ustedes, como para el equipo docente y de gestión de la Escuela Nacional del Ministerio Público, así como a nivel institucional, para la Procuraduría General de la República. Romper con

las

viejas

prácticas

clientelistas

que

anteponían los favores personales al deber institucional, créanme que no ha sido tarea fácil.

Sin

embargo,

nosotros

apostamos

a

la

institucionalidad y a la transparencia, y he aquí los resultados.

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En

términos

académicos,

creo

que

esta

promoción ha sido la más exigente. No solo se reformuló la malla curricular del programa, incluyendo módulos y materias con un enfoque más práctico, bajo la metodología de estudio de casos, sino que se contemplaron las prácticas supervisadas, evaluables, con el apoyo de un tutor fiscal en cada una de las fiscalías que sirvieron como centros de formación.

En este aspecto, el Ministerio Público no podía relegar su inserción en las nuevas técnicas pedagógicas y tecnologías de la información y la comunicación, orientadas a la formación para la función, y todo ello fue puesto en práctica en el Programa Inicial de Formación de Aspirantes a Fiscalizador 2010.

Esto es sumamente importante, porque un fiscal bien formado, cuenta con las herramientas para hacer un trabajo de calidad y eficiente. Y eso es precisamente lo que hemos querido garantizar.

No es de extrañar que precisamente uno de los motivos que siempre se ha señalado como causa 3

de la ineficiencia del sistema de justicia penal lo sea el de la débil formación y vocación para el buen desempeño de estas delicadas funciones, cuestión que hemos tenido muy presente en la capacitación con miras a avanzar hacia nuevos paradigmas.

Permítanme resaltar el esfuerzo y la dedicación de la Escuela Nacional del Ministerio Público, en la persona de su Director, de su equipo de gestión y del cuerpo docente, por la encomiable labor que ha venido realizando, al punto de que hoy día cuenta con un prestigio y reconocimiento internacional merecido, ostentando la Secretaría Pro-Témpore de la Red de Capacitación del Ministerio Público Iberoamericano (RECAMPI).

Todo esto ha sido posible gracias al interés en mantener el más alto estándar de calidad en el tipo de formación especializada que ofrece.

Antes de concluir deseo compartir algunos datos acerca

de

los

nuevos

fiscalizadores

que

presentamos hoy a la sociedad dominicana.

En

primer

lugar,

quiero

destacar

que

la

universidad de procedencia lo es en un 46% la 4

Universidad

Autónoma

de

Santo

Domingo,

seguida por la Universidad Central del Este, con un 14%, y la O&M, con un 11%. El resto de las universidades de procedencia son: Universidad Tecnológica de Santiago, Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Universidad Católica de

Santo

Domingo,

Universidad

Central

Nordestana, Universidad del Caribe, Universidad Federico Henríquez y Carvajal, Universidad Católica

Tecnológica

del

Cibao,

así

como

Instituto Tecnológico del Cibao Oriental.

De las seis calificaciones más altas de la promoción, tres corresponden a egresados de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (primero, tercero y cuarto lugar), dos a la Universidad O&M (segundo y sexto lugar) y uno a la Universidad Tecnológica de Santiago (quinto lugar).

La persona más joven de estos 69 fiscalizadores tiene al día de hoy 23 años cumplidos y el de más edad, 47 años. El rango de edad promedio oscila entre los 23 y los 29 años de edad.

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Otro dato importantísimo que no quiero dejar pasar por alto, a propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, es el hecho de que en esta promoción tenemos más mujeres que hombres. En efecto, de los 69 nuevos fiscalizadores, 40 son mujeres, esto es, un 58 %, y sólo 29 son hombres, para un 42%. Sin lugar a dudas, que las mujeres ocupan un lugar cada vez más estelar en las posiciones importantes de la administración pública y del sistema de justicia en particular. A ustedes, en especial, mi profunda admiración.

Finalmente, quiero expresarles a todos los graduandos

mis

sinceras

felicitaciones

y

exhortarles a seguir esforzándose y cumpliendo con responsabilidad sus deberes, ahora más que nunca, siempre en el marco del respeto de los principios y valores de nuestra institución.

El que ustedes hayan sido capaces de llegar a este

punto,

de

superar

y

culminar

satisfactoriamente tanto la oposición, como el Programa Inicial de Formación, nos muestra su 6

gran capacidad, su nivel de responsabilidad y compromiso.

Ahora les ha llegado el momento a ustedes de poner en práctica dicho aprendizaje, no sólo para bien de la institución, sino para bien de la sociedad a la que servirán.

Ustedes son el presente y el futuro del Ministerio Público. La búsqueda del interés común por encima

del

individual

debe

ser

su

norte,

asumiendo que tienen sobre sus hombros una de las más delicadas responsabilidades a las que funcionario público alguno deba responder. Esto no sólo implica tener un comportamiento ético incorruptible,

sino

además

mostrar

un

desempeño que dé respuestas oportunas a las víctimas de los delitos, en el marco de un sistema de justicia que funcione de acuerdo a los límites y garantías establecidos en la Constitución y las leyes.

Estoy convencido de que así será bajo la gestión de cada uno de ustedes. Éxitos a todas y todos. ¡Bienvenidos al Ministerio Público!

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Muchas gracias.

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