“OCÉANO” “Los océanos, fuente de vida…” Los océanos ocupan la mayor parte líquida de la tierra. Hasta hace poco se pensaba que se habían formado hace unos 4.000 millones de años, tras un periodo de intensa actividad volcánica, cuando la temperatura de la superficie del planeta se enfrió hasta permitir que el agua se encontrase en estado líquido. Sin embargo, un estudio del científico Francis Albarède, del Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS), dicen que su origen se halla en la choque de asteroides gigantes cubiertos de hielo que chocaron contra la Tierra entre 80 y 130 millones de años después de la formación del planeta. Los océanos se clasifican en tres grandes océanos: Atlántico, Índico y Pacífico; y dos menores Ártico y Antártico, delimitados parcialmente por la forma de los continentes y archipiélagos. Se distingue a los océanos Pacífico y Atlántico según estén en el norte y en el sur: Atlántico Norte y Atlántico Sur, y Pacífico Norte y Pacífico Sur.
EL AGUA DEL MAR: Los océanos cubren el 71% de la superficie de la Tierra, siendo el Pacífico el mayor de todos.
La profundidad de los océanos es variable dependiendo de las zonas del relieve oceánico, pero resulta escasa en comparación con su superficie. Se estima que la profundidad media es de aproximadamente 3900 metros. La parte más profunda se encuentra en la fosa de las Marianas alcanzando los 11033 m de profundidad. En los océanos hay una capa superficial de agua templada (12 °C a 30 °C), que llega hasta una profundidad variable según las zonas, de entre unas decenas de metros hasta los 50 ó 100 m. Por debajo de esta capa el agua tiene temperaturas de entre 5 °C y -1 °C. Se llama termoclina al límite entre las dos capas. El agua está más cálida en las zonas templadas, ecuatoriales, y es más fría cerca de los polos. También, más cálida en verano y más fría en invierno. Dependiendo del lugar que nos encontremos en el mundo. Los océanos contienen sustancias sólidas en disolución, siendo las más abundantes el sodio y el cloro que, en su forma sólida, se combinan para formar el cloruro de sodio o sal común y, junto con el magnesio, el calcio y el potasio, constituyen cerca del 90% de los elementos disueltos en el agua de mar. Además hay otros elementos pero en cantidades mínimas. Salinidad del agua La salinidad depende de la cantidad de sales que contiene. Aproximadamente una media del 3,5% del volumen del agua, corresponde a sustancias en disolución. Si hay mucha evaporación, desaparece una mayor cantidad de agua, quedando las sustancias disueltas, por lo que aumenta la salinidad. Ésta es escasa en las regiones polares, en especial en el verano cuando el hielo se diluye en el agua. En mares como el Báltico, también hay poca salinidad. Cabe destacar que en su gran extensión, el océano presenta todos y cada uno de los elementos químicos naturales existentes, bien sea por escorrentía de estos en los continentes o reservas existentes en él.
La mayor parte del agua en la Tierra, el 94%, se encuentra en los océanos, de la que se evapora una mayor cantidad de agua pura que aquella que retorna en forma de precipitaciones. El volumen de agua de los océanos permanece inalterable ya que estos reciben agua a través de los ríos. También el agua de los océanos es salada por la erupción de volcanes submarinos. La roca volcánica aporta sales. Composición En el agua, disueltos, existen prácticamente todos los elementos, en una cantidad ínfima, pero que al tener un volumen tan colosal los océanos, constituyen unas reservas de materias primas inagotables, aunque, a excepción del cloruro sódico (la sal común), ofrece poca rentabilidad su extracción. Esos elementos, en orden decreciente, son los siguientes (entre paréntesis el contenido en gramos por litro): 1º Cloro (19); 2º Sodio (10,5); 3º Magnesio (1,35); 4º Azufre (0,885); 5º Calcio (0,400); 6º Potasio (0,380); 7º Bromo (0,065); ... 39º Plata (0,000 000 3); ... 57º Oro (0,000 000 004). Color del agua, una forma de pensar común es que el agua de los océanos es azul debido principalmente a la reflexión del color azul del cielo. En realidad el agua posee por sí misma un ligero color azul cuando se almacena en grandes cantidades. La reflexión del cielo contribuye a que el agua se vea azul pero no es la principal razón. El origen se debe a la absorción por las moléculas de agua de los fotones «rojos» provenientes de la luz incidente, siendo uno de los pocos casos en la naturaleza producidos por la vibración y la dinámica electrónica. Las Olas Las olas en el mar son comunes, raramente se encuentra quieto, se mueve en olas, mareas o corrientes. Las olas del océano de deben al viento que existe sobre la superficie, y el tamaño de las mismas depende a la fuerza del viento, la velocidad del viento, del lapso en que ha soplado y de la distancia que ha recorrido la ola. La ola más alta registrada fue de 64 metros, pero generalmente son mucho más bajas. Desempeñan un papel fundamental en la formación de las costas. Los Tsunamis
Fenómenos naturales como olas gigantescas cuyo origen son terremotos, maremotos o la erupción de volcanes submarinos. Desplazan grandes cantidades de agua con gran rapidez modificando la superficie del mar y creando olas que se alejan de la zona del terremoto o del volcán. Llegan a viajar a 750 km/h. En mar abierto provocan pocos daños, ya que tienen poca altura (menos de 1 metro). En aguas poco profundas disminuye su velocidad pero aumentando su altura hasta los 10 metros o más y suelen causar daños catastróficos al llegar a la costa. En los últimos años se han registrado grandes daños provocados por tsunamis, como el que azotó a Japón en diciembre del 2012, provocando daños graves aunque sin víctimas de heridos, aunque a lo largo de la historia si se han registrado muertes por tsunamis refiriéndonos a Japón, sin embargo alrededor del mundo han existido catástrofes por tsunamis que han marcado la historia. Mareas Las mareas son provocadas por la atracción gravitatoria que ejercen la Luna y el Sol. La atracción es mayor en la cara de la Tierra que está frente a la Luna, provocando un pleamar o marea alta. El Sol, por estar a una mayor distancia, produce un menor efecto que la Luna. Estas pueden llegar a ser causas de inundaciones en poblaciones costeras. Mareas vivas Se denominan mareas vivas a los momentos en los cuales se produce la máxima atracción, y se forman cuando la Luna, el Sol y la Tierra se encuentran sobre la misma línea, es decir, durante las fases de Luna Llena o de Luna Nueva por lo que se producen cada 14 días, es decir, dos veces cada mes. Mareas muertas
Son mareas menos intensas que se producen cuando la Luna y el Sol forman un ángulo recto con la Tierra, porque las atracciones de ambos, al ser en direcciones opuestas, se restan entre sí en vez de sumarse. Desde luego, a pesar de su menor tamaño, la atracción de la Luna es superior por encontrarse más cerca. Estas mareas se producen en las fases de Cuarto Creciente y Cuarto Menguante. Amplitud de la marea Es la diferencia entre los niveles de pleamar y bajamar, varían según el lugar, desde menos de 1 metro en el mar Mediterráneo y el golfo de México, a 14,5 metros en la bahía de Fundy, en la costa oriental de Canadá. “Lo que esconde el Océano”
El agua, elemento vital para el hombre desde la prehistoria, fue para el desarrollo de sus formas de vida. Así, los primeros grupos humanos tuvieron que asentarse en las márgenes de ríos y lagos a fin de asegurar su sobrevivencia.
determinante
El mar reúne maravillas que ha sido posible conocer mediante el estudio de los fenómenos geológicos que han sucedido a través del tiempo y que explican el origen y la distribución de los océanos en lo que es nuestra casa, que es la Tierra. Se hablará de uno de esos maravillosos fenómenos.
En la vida animal del mar hay una gran diversidad de formas: están las diferentes especies de peces con su inmensa diversidad de colores y formas, tiburones, pulpos, crustáceos, esponjas marinas, estrellas marinas, diminutos organismos que habitan el mar como son los plancton, medusas, reptiles marinos e incluso mamíferos como las ballenas, focas, delfines, entre muchos más. Es
muy
difícil precisar la magnitud de la vida en el océano. Por ejemplo, los peces se mueven de un lado a otro en bancos inmensos en busca de mejores condiciones de vida, y son perseguidos por otros organismos cuya voracidad produce significativas disminuciones de especies, como las orcas, los tiburones, los delfines y, desde el aire, las aves marinas. El que más aprovecha esta abundancia es el hombre, que llena sus redes con tal cantidad que a veces corren el riesgo de rasgarse. Sin embargo, resulta sorprendente ver con qué rapidez los peces capturados son sustituidos por otros durante la etapa de reproducción, así como el hecho de que encuentren su sustento en de millones de vegetales y animales microscópicos, formando las de alimentación y la reserva del océano.
miles cadenas
Estos organismos diminutos, que se hallan en toda gota de agua que se saque del mar, pueden ser vistos por medio del microscopio. Así, se encuentran formas extrañas que presentan características muy diferentes a las de los seres que estamos acostumbrados a observar, y las cuales han hecho titubear a los propios hombres de ciencia, quienes no han podido definir si muchas de ellas son vegetales o animales, o si constituyen un grupo aparte. Junto con esas excéntricas criaturas se encuentran los curiosos estados juveniles o larvarios de pólipos, caracoles, cangrejos, camarones, erizos,
estrellas de mar y peces, estados que son muy diferentes a las formas adultas de estas especies. Seres de los abismos
Los fenómenos que se desarrollan en el océano, tanto los de origen físicoquímico como biológico, siempre han estimulado la imaginación de los hombres, y en todas las latitudes y épocas han sido motivo de las interpretaciones más fantásticas. De allí la multiplicidad, y a menudo la contradicción de las leyendas y creencias marinas. Desde tiempos remotos, el mar ha sido un lugar misterioso, insondable y desconocido para la humanidad. La historia antigua afirmaba que la extensión del mar era tan inmensa que llegaba hasta el lejano país de los muertos, y que estaba habitada por criaturas terroríficas y monstruosas. No es mucho lo que conoce la ciencia contemporánea acerca de los habitantes del océano. La gran diversidad en forma y tamaño de los seres marinos ha permitido crear toda clase de historias y leyendas sobre monstruos, las cuales han dado origen a un sinnúmero de fantasías. La vida en el mar nos depara, aún hoy, sorpresas y narraciones fantásticas que sólo comienzan a descifrarse mediante la investigación sistemática del océano. El hombre siempre ha considerado que la inmensidad del mar está poblada por una fauna de fantasía. Los "monstruos legendarios" nacen entonces al calor del temor o de una imaginación desbordada ante tantas maravillas que los ojos humanos pueden contemplar en el océano.
Como señalan algunos científicos, "los griegos llenaron al Mare nostrum de las más variadas criaturas. Monstruos y deidades formaban la más animada población de las aguas del mar. Nereidas, oceánidas y gorgonas, en formación con sirenas y tritones, constituyen el brillante desfile, que da su mayor esplendor a la corte de Poseidón y Anfitrite". Uno de los mitos griegos más bellos es el de las sirenas, en el que se mezcla a una la mujer y el mar, es decir un pez, dos elementos que desde tiempos inmemoriales son motivo de alabanzas y leyendas para el hombre. Según la mitología griega, las sirenas eran las hijas de Calíope y de Aqueleo, compañeras de Proserpina y víctimas del furor de Ceres, quien las transformó precisamente en monstruos marinos en virtud de que no opusieron resistencia al rapto de aquella. Estas mujeres oceánicas poseían los más dulces y terribles atributos femeninos: la belleza y la crueldad, o el amor y la perdición. Estas mujeres-pez son una constante mitológica de todos los pueblos marítimos, y su forma ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Para Ovidio, esas desdichadas criaturas que fueron a esconder sus monstruosos cuerpos en unas rocas situadas entre Capri e Italia eran aves de plumaje rojizo con cara de virgen. Apolonio de Rodas aseguraba que tenían busto de mujer y cuerpo de ave marina. La historia de las sirenas griegas, sin saber cómo, se transformó en la de pez-mujer u ondina con cola de pescado y esbelto cuerpo femenino. Tirso de Molina las describe así: "la mitad mujeres y peces la mitad." En el gran poema épico La Odisea, del poeta griego Homero (siglo IX a. C.), obra monumental de la antigüedad clásica, se narran las aventuras de Ulises y sus hombres ante las terribles y maléficas sirenas, cuyo canto fascinaba a cuantos lo oían. "Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y oye su voz, ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos, al ser hechizados por las sirenas con el sonoro canto, sentadas en una pradera y teniendo a su alrededor enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo." Este hechizo fue burlado por Ulises, quien, por consejo de Circe, tapó con cera los oídos de los remeros, mientras él se hacía atar de pies y manos del mástil para resistir el efecto fascinador del canto de las sirenas, quienes, para tentarlo, le ofrecieron el conocimiento de todas las cosas. Después de
haber sido burladas por Ulises, las sirenas se precipitaron en el mar para convertirse en peñascos. Aún hoy se les conoce con el nombre de siremusas. La leyenda de las sirenas se popularizó rápidamente; se extendió por toda Europa y llegó incluso a territorios muy alejados, como la India, Rusia y Japón, pasando después a América. Algunas de las historias las representaban crueles, como la de Ulises, y otras las describían dulces y amorosas, como en el caso de Ondina, que según el relato apareció en la costa de Francia.
Las maravillas del océano… Y así alrededor del mundo se puede encontrar lugares turísticos donde podamos observar y admirar las maravillas que en el océano se escoden. Pero se puede decir que mientras más alejado y profundo sea, asombrosas y extrañas criaturas habitan. No se puede saber con exactitud qué es lo que habita dentro del mar y mucho menos cuantas especies hay, pero si saber que es un mundo diferente donde podemos encontrar una inmensa variedad de colores, formas, tamaños y especies que habitan en ella.