FairyLand Ball Jointed Dolls
¿Qué es una Ball Jointed Doll? BJD son las siglas de Ball Jointed Doll (muñecas articuladas
de bolas). En la actualidad estas siglas hacen referencia a las muñecas articuladas modernas creadas en Asia. Por ello también se conocen como ABJD Las características principales de las BJD son sus articulaciones y su material. Están hechas de resina, lo que las hace resistentes y fácilmente customizables. Es decir, son muñecas pensadas para la personalización según el gusto del cliente. Sus pelucas, ojos y maquillaje son intercambiables, incluso permiten modificaciones más serias gracias a la utilización de lijas en la resina Alrededor de estas muñecas existe un mundo de aficionados que ha ido creciendo por todo el mundo durante los últimos 10 años. Una de las facetas más destacables del mundo BJD es su vertiente artística que abarca desde la pintura (maquillajes para las caras, sombreados de los cuerpos. Incluso existen artistas de renombre y con fama), las modificaciones (o la creación propia de muñecas), la fotografía o la costura.
Historia El primer prototipo de BJD
asiática nació de la mano del escultor jefe de la empresa japonesa Volks, llamado Akihiro Enku. Enku hizo una muñeca que rescataba el sistema de muñecas articuladas del S.XIX, que se caracterizaba por las articulaciones de bola unidas por cuerdas. Él, en lugar de utilizar porcelana como en la antigüedad, decidió utilizar resina, un material que las hacía mucho más resistentes y versátiles, además de tener un toque personal y más moderno. Esta muñeca la fabricó Enku como regalo para su esposa, pero a Volks le gustó tanto que decidieron hacer una producción comercial, creando así una nueva línea de muñecas de resina de 60 cm a las que llamó Super Dollfie. Su primer lanzamiento fueron las cuatro hermanas
en 1999, asentando las bases de un nuevo mercado de muñecas articuladas de resina modernas.
Las BJD actuales están enfo-
cadas a un público coleccionista adulto y muchas veces a un sentido artístico que busca explotar todas las posibilidades de estas muñecas personalizables: su customi-
zación con maquillajes, modificaciones, fotografía, costura... El precio de estas muñecas oscila entre los 100$ a los 1700$, imitan al ser humano en su mayoría aunque tam-
bién cuentan con modelos animales (tanto mascota de cuatro patas como muñecas con cabeza de animal) y con un sin fin de estilos según cada marca, existiendo así desde muñecas más puramente animadas o “pura-
mente muñecas” a modelos de gran realismo.
La característica general de
los cuerpos de BJD es que están hechas de piezas con articulaciones estudiadas que se unen mediante gomas. El sistema es muy sencillo, una goma mantiene la tensión del cuerpo de la muñeca, desde la cabeza, pasando por el torso y hasta llegar a los tobillos y la otra se encarga de mantener unidos los brazos, de una muñeca a otra pasando por el torso. En la actualidad los cuerpos de BJD están sometido a una continua evolución y mejora
por parte de las marcas. Los primeros modelos tenían articulaciones muy parecidas a las de bolas de las muñecas de porcelana del s. XIX, pero actualmente la tendencia general es disimular y ocultar estas articulaciones en favor de un aspecto más natural y humano de la muñeca. Además se han implantado torsos de dos o varias piezas para conseguir más posabilidad, o la utilización de articulaciones dobles para un rango mayor de poses naturales.
Personalización También llamadas customización. Las BJD están pensadas
para que sea el cliente quien personalice su muñeca a su gusto, empezando por cosas tan básicas como la peluca y los ojos, que son los factores principales de la amplia personalización de este tipo de muñecas. Las cabezas de las BJD son huecas y con espacio para colocar los ojos nosotros mismos. Además son calvas, es decir, no llevan el pelo incrustrado en la cabeza, si no que lleva una tapa redondeada y lisa en su parte superior que permite la libre colocación de cualquier tipo de peluca. El maquillaje también es personalizado por el dueña de esta, puesto que la muñeca no lleva ni un gramo de este, haciendo que sea el dueño el que decida como será el maquillaje que llevara.