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TALENTO LOCAL

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RESTAURANTE

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¡AY, CHUUUCH!

Como alguien que nació y creció en la península de Yucatán, las palabras mayas han formado parte de mi vocabulario desde que tengo memoria. Hay muchas que sigo usando hasta la fecha. “Chuch” es una de ellas, un término que los del sureste usamos para describir algo extremadamente tierno, es como nuestra forma de decir “qué ternura”. Qué sorpresa cuando en Instagram me topé con este estudio de diseño que lleva este nombre.

POR VALERIA BAQUEIRO

Estudios de diseño hay una infinidad. Como revista de decoración todo el tiempo estamos viendo y conociendo nuevas propuestas, pero pocas tienen la frescura de este estudio en Mérida, Yucatán. Después de un tiempo encerrados (más del que hubiéramos querido), muchos buscamos un escape creativo como distracción. Para Lorena, Aranza y Natalia, ese escape se materializó en una sociedad interdisciplinaria que está generando un diálogo entre la artesanía y el diseño contemporáneo: CHUCH Estudio.

Estas tres jovensísimas mujeres han recorrido el sureste mexicano y entablado una alianza con artesanos expertos en distintas técnicas tradicionales, quienes han sido sus guías para desarrollar piezas divertidas e innovadoras que conservan el saber hacer de nuestro país. “Es retador, es una relación basada en mucho trabajo, comunicación y respeto por ambas partes”, dicen las socias sobre su colaboración con los artesanos. Respetar sus métodos y tiempos es fundamental en el proceso de diseño; por esto el resultado final es único e irrepetible.

En CHUCH, los movimientos modernos como la Bauhaus, el art déco y Memphis se fusionan con técnicas artesanales de distintos estados de México, como el telar de pedal de Oaxaca; la talla de madera, la carpintería, la cerámica, el tejido de petatillo, la alfarería y el tallado en piedra de Yucatán, además del tejido con mimbre de Tabasco. Es como ver el pasado y el presente convivir en una misma pieza que bien podría estar exhibida en un museo de arte contemporáneo.

El estudio, que a su vez es tienda, está ubicado en una casa restaurada en el centro de la ciudad. Ahí, la cotidianidad de las cosas toma un papel muy importante como fuente de inspiración. El contexto cultural, las historias y los alrededores que se recorren día a día, ya sean lugares físicos, históricos o aquellos que encuentras en internet, todo se convierte en diseño. “El aspecto escultural de nuestras piezas refleja nuestra necesidad de narrar historias por medio de ellas”, dicen las fundadoras; por esta razón su producción se centra en la creación de piezas diferenciadas y de diseño coleccionable.

Dentro de su amplio repertorio de productos puedes encontrar mesitas de centro y banquitos esculturales, tallados en madera de parota o en piedra volcánica y cantera, como su “Banquito Pompis” o “Mesita de Blocks”. Sus textiles tejidos en telar de pedal están teñidos con pigmentos naturales y conforman coloridos tapetes, cojines y hasta colchitas. Y por supuesto, las sillas. Estas últimas están tejidas a mano con bejuco o hilos de colores y se han vuelto las piezas insignia del estudio. También utilizan otros materiales endémicos, como raíces naturales, barro, cerámica, lana y algodón.

Proyectos como CHUCH logran mantener vivos los procesos y las técnicas artesanales que se han ido transmitiendo de generación en generación, y los traen al 2021, con un twist fresco, cool y moderno que atrae a todas las generaciones.

MENOS ES MÁS La mayoría de las piezas son limitadas, producen a escalas pequeñas y todo es bajo pedido mediante su cuenta de Instagram @chuch_estudio.

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