Revista Experiencia Veterinaria #6

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ESPECIAL DE PARÁSITOS

PROYECTO LOBO MEXICANO SEGUNDA PARTE

CONOCE AL GRAN DANÉS Número 6




Editorial E

l mundo sigue dando vueltas. La guerra entre Rusia y Ucrania continúa y con ello, la Paz del mundo se encuentra amenazada, junto con la productividad debido al incremento del costo de todas las actividades, derivado de la cadena de embargos económicos impuestos por la guerra, además de la crisis generada por la pandemia de COVID-19, que, a decir de los expertos, todavía tardará en resolverse. Sumado a esto, los efectos del cambio climático siguen generando olas de intenso calor, tormentas y huracanes cada vez más violentos. El clima en el mundo se vuelve más extremoso. En México, sufrimos las consecuencias de esta interdependencia con todas las naciones del mundo, principalmente en lo comercial. Pero además de escuchar todos los días la descalificación que hacemos unos a los otros, comenzando desde palacio nacional, en donde nuestro presidente no ha entendido que tiene que gobernar para todos los mexicanos. No debe existir mexicanos de primera, de segunda o de tercera, ni “chairos”, ni “fifís”, ni conservadores, ni neoliberales, ni aspiracioncitas. Todos somos mexicanos, con diferentes formas de pensar, de ver y afrontar las cosas. Debe dedicarse a gobernar y a dirigir el rumbo de la nación, conciliando a cada uno de los segmentos del país. Pero aparte del Tren Maya, que solamente genera ruido político, existe otro tren del que no se habla y ofrece oportunidades de contribuir a mejorar tanto las importaciones como las exportaciones. Se trata de la fusión entre la Canadian Pacific y la Kansas City Southern y que ahora será el tren que unirá a México con Estados Unidos y Canadá. CPKC contemplará más de 30 mil kilómetros de vías férreas entre los tres países con miras de atender a distintas industrias, entre las que destacan, la automotriz, la energética y LOS GRANOS AGRÍCOLAS, importantísimos para nuestra industria pecuaria, de la que depende la mayor cantidad de la producción de proteína de origen animal en México, como es la carne, la leche y el huevo. Y si eso ayuda a la producción de alimento en nuestro país, bienvenido sea. Por nuestra parte, seguiremos atentos a apoyar a nuestros productores, con medicamentos de vanguardia, calidad y a precios accesibles. México, creo en ti. Saludos Cordiales MVZ David Sigfrido Jiménez Villaseñor Gerente Comercial Experiencia Veterinaria, S.A. de C.V.


LCC Estefanía Garduño, MVZ Marco Antonio Hernández, LDI Ricardo Lizárraga, Dr. Edgar Meraz Romero, Mtro. Jorge Alfredo Cuéllar Ordaz, MVZ DC. Nestor Ledesma Martínez, MVZ Jeimmy Hernández Vargas, Dra. Yazmín Alcalá Canto, Dr. Fernando Gual, BM Editores (Jesús G. Rodríguez Diego, Yousmel Alemán, Javier L. Olivares, Yolanda Sánchez Castilleja, Javier Arece).

EXPERIENCIA VETERINARIA, revista trimestral Julio 2022. Editor responsable: Estefanía Garduño Huitrón. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2021-080213221000-102. Número de certificado de Licitud de Contenido: 17452. Número de certificado de Licitud de Título: 04-2021-080213221000-102. Esta es una publicación de Experiencia Veterinaria. Domicilio de la publicación: San José 399, Col. Felipe Carrillo Puerto, C.P. 76138, Querétaro, Qro. Imprenta: Mónica Martínez, Acceso II 5, Benito Juárez, C.P. 76089, Querétaro, Qro. Distribuidor: Experiencia Veterinaria, S.A. de C.V., San José 399, Col. Felipe Carillo Puerto, C.P. 76138, Querétaro, Qro. QUEDA PROHIBA LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL SIN AUTORIZACIÓN ESCRITA POR PARTE DEL EDITOR. EL CONTENIDO DE LOS ARTÍCULOS ES ÚNICAMENTE RESPOSABILIDAD DEL AUTOR.


CONTENIDO

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01

Control de enfermedades parasitarias por medio de las buenas prácticas de manejo en forrajes Por Dr. Edgar Meraz Romero

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Coccidiosis ovina, una enfermedad parasitaria frecuente que afecta la producción y causa mortandad en corderos Por Mtro. Jorge Alfredo Cuéllar Ordaz

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23

19

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Principales limitantes del uso de semen congelado en burras

Por MVZ Jeimmy Hernández Vargas

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Parasitosis en aves de combate parte I

¿Qué tipo de veterinario eres?

Por MVZ DC. Nestor Ledesma Martínez

Por Experiencia Veterinaria

23

El Gran Danés, acompañante de reyes Por MVZ Marco A. Hernández Romero


CONTENIDO

37

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29

Helmintos zoonoticos que infectan a perros

Por Dra. Yazmín Alcalá Canto

40

49 Enfermedades parasitarias en cachorros

49

37

Padres asombrosos del reino animal Por Experiencia Veterinaria

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Por MVZ Marco A. Hernández Romero

Conservación del lobo mexicano

Por Experiencia Veterinaria en colaboración con el Dr. Fernando Gual

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52

Cambios climáticos y su efecto en algunos grupos de parásitos Por BM Editores

Piojo de mar en salmónidos, mecanismos de control Por MVZ Marco A. Hernández Romero

Juguemos

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Por Experiencia Veterinaria


CONTROL DE

ENFERMEDADES

Parasitarias POR MEDIO DE LAS BUENAS PRÁCTICAS DE

MANEJO EN FORRAJES Por Dr. Edgar Meraz Romero CEIEPAA FMVZ-UNAM


U

no de los problemas más desafiantes que enfrentan los productores de ganado alimentados bajo condiciones de pastoreo, es el de los parásitos internos y externos, los cuales pueden infectar y dañar órganos internos, así como la piel y pelaje de estos.

El animal del cual se alimenta el parásito se denomina hospedador. Por lo anterior, en este breve escrito se describirán algunas prácticas de manejo de praderas que pueden prevenir la infestación por parásitos para que no se vea afectado el comportamiento productivo de rumiantes, los cuales son alimentados en estas condiciones con especies de gramíneas, leguminosas o la mezcla de ambas, que poseen potencial para producir una excelente cantidad y calidad de materia seca.

Cuando se desarrollaron medicamentos antihelmínticos como el Fenbendazol e Ivermectina, se llegó a pensar que serían problemas del pasado, como lo fue al ser publicado por el Consorcio Americano para el Control de los Parásitos en Pequeños Rumiantes. Sin embargo, este efecto duró poco, ya que los parásitos pronto desarrollaron resistencia a estas nuevas herramientas. Desde mi punto de vista, un sistema de producción animal cuya alimentación se basa en forrajes para pastoreo, está integrado por tres subsistemas:

Suelo

Planta

Animal

Se sabe que cualquier desbalance en alguno de ellos, tiene una repercusión en los demás, así como un buen manejo y aprovechamiento de ellos, puede influir directamente en el incremento o disminución de parásitos en el ganado. 02


El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre biológicamente activa, funciona como sustrato para la vida vegetal, proporcionando nutrientes, oxígeno y agua. Es esencial para la producción de otros recursos y desempeña un papel fundamental en los ciclos naturales y en las cadenas tróficas. En su composición participan cuatro elementos esenciales: Elementos Inorgánicos (minerales)

Materia Orgánica Agua Aire Con base en lo anterior, el suelo, es el subsistema de mayor importancia y a veces al que menos se toma en consideración. Por lo que se debe colectar muestras representativas de cada una de las áreas de pastoreo (potreros) con una periodicidad de tres años, las cuales, deben ser enviadas a un laboratorio para su respectivo análisis, los resultados de estos análisis nos proporcionarán un estatus del mismo, es decir, conoceremos los valores que posee en cuanto al porcentaje de materia orgánica, concentración de macro y micronutrientes, densidad aparente, pH, capacidad de intercambio catiónico, conductividad eléctrica, entre otros.

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Con estos resultados, se pueden tomar decisiones más acertadas sobre la preparación del suelo para establecer las praderas, cantidad exacta de fertilizantes químicos u orgánicos que deben suministrar al suelo dependiendo de los requerimientos de los forrajes establecidos; aplicar láminas de riego adecuadas y en caso de que sea necesario, agregar fuentes de materia orgánica. Cuando se mantienen los valores o porcentajes adecuados de las propiedades físicas y químicas del suelo, se dice que es un suelo con alta fertilidad y un suelo con estas características está en condiciones de producir forrajes en cantidad y calidad óptima. En resumen, un suelo en excelentes condiciones producirá forrajes con una buena resistencia al ataque de plagas y enfermedades, además de que será altamente apetecible para el ganado y con un buen sistema de pastoreo puede ser consumido a alturas adecuadas que evitará que huevos y larvas de parásitos lleguen a su maduración. El llevar a cabo una preparación del suelo implica removerlo, un barbecho involucra voltear la superficie del suelo hacía abajo, por lo que la parte que estaba debajo quedará a la intemperie, lo cual hace vulnerable a una deshidratación solar de algunos parásitos en etapas de desarrollo (huevos y/o larvas).


Dentro de las familias de plantas empleadas para la alimentación animal en pastoreo se encuentran las gramíneas y leguminosas que están adaptadas a diferentes condiciones climáticas y tipos de suelo. Con el paso del tiempo en algunas regiones se han ido sustituyendo forrajes nativos por introducidos o también llamados “pastos mejorados”, los cuales han sido manipulados genéticamente para obtener mejores características de producción y calidad nutritiva, sin embargo, al no ser originarios de esas regiones, requieren de un adecuado manejo: aplicación de una mayor cantidad de nutrientes (fertilización), riego, control de plagas y malezas; estas últimas no siempre son consumidas por el ganado y pueden convertirse en hospederos de plagas y parásitos. Por ello, el buen manejo de los recursos forrajeros con los que se cuente en la unidad de producción puede repercutir directamente en la disminución de cargas parasitarias en los animales. La humedad y el calor son los factores que más favorecen la supervivencia de los huevos y larvas; la temporada de lluvia si bien favorece el crecimiento de los forrajes, también es la época más favorable para el desarrollo de parasitosis. Finalmente, el manejo del pastoreo y colocación de saladeros y bebederos, también tiene un efecto significativo en la predisposición, presencia y desarrollo de parásitos. Saladeros y bebederos demasiados bajos promueven la contaminación por heces, así como el suministro de complementación alimenticia en el suelo. La formación de charcas alrededor de los bebederos, favorecen el exceso de humedad, por otro lado, los potreros con pastoreos rasantes (con carga animal alta) propician áreas foliares remanentes en los forrajes bajos, favoreciendo el desarrollo de parásitos. La lotificación de ganado también puede ser una estrategia para contrarrestar la infestación. Cuando pastorean juntos animales adultos con terneros, los adultos pueden ser un vector para la infestación de los más pequeños. Un pastoreo rotacional con periodos de ocupación cortos puede tener un efecto significativo en la disminución de parasitosis, debido a un cambio frecuente del ganado de un potrero a otro.

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Un método simple para reducir las probabilidades de que el animal huésped ingiera larvas parasitarias es simplemente evitar el pastoreo excesivo. El ganado de forma natural evita pastar demasiado cerca de sus propias excretas, dado que el área que rodea al estiércol tiene el nivel más alto de infestación de parásitos. Pero cuando la cantidad de forraje disponible es menor a causa de cargas animales altas en el potrero, los animales se ven obligados a pastar cada vez más cerca de su propio estiércol, lo que resulta en una infestación mayor. Por esta razón, buscar cual es la carga animal óptima de cada potrero es lo indicado, es decir, que la relación de productividad de la pradera y la producción de carne o leche estén en perfecto equilibrio. Si se logra hacer un manejo integrado de los tres subsistemas (suelo-planta-animal), tomando en cuenta los aspectos mencionados, el productor puede disminuir la incidencia de parásitos en sus animales y evitar gastos excesivos en tratamientos farmacéuticos que incrementarán los costos de producción.

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Detrás de cada garrapata, Imidozol ataca

Antihematozoario efectivo para el tratamiento y control de Babesia y Anaplasma

Número de registro: Q-0449-294


coccidiosis ovina una enfermedad parasitaria frecuente que afecta la producción y causa mortandad de corderos

Por Mtro. Jorge Alfredo Cuéllar Ordaz Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM


L

a coccidiosis es una enfermedad infecciosa parasitaria producida por protozoarios (los animales más sencillos), denominados científicamente como Eimeria, también conocidos como coccidias. Esos parásitos afectan la mucosa intestinal de los ovinos y otros animales. A la enfermedad, comúnmente se le conoce como chorro y con menos frecuencia diarrea hemorrágica, disentería parasitaria, chorro con sangre o eimeriosis. En los ovinos existen varios tipos de coccidias. La enfermedad se adquiere cuando los ovinos ingieren el quiste del parásito llamado ooquiste. Las coccidias causan daño al reproducirse en los tejidos del intestino del animal. Para la presentación de la coccidiosis se requieren tres factores de forma obligada:

A

Alrededor de un 75% de humedad relativa microambiental, por ejemplo, el interior de un corral, que favorezca la maduración y supervivencia del protozoario en el ambiente.

B

La presencia de fases infectantes del protozoario (ooquistes maduros). El parásito es eliminado al exterior por medio del excremento de los animales, por lo tanto, cuando hay una excesiva acumulación de materia fecal, se favorece la contaminación de alimentos y agua de bebida, con la consecuente presentación de la enfermedad.

C

Ocurre en los corderos desde la lactación hasta después del destete. La razón de que solo en los animales jóvenes se presente la coccidiosis, obedece a la respuesta inmune sobre la presencia del parásito, la cual es bastante sólida en animales mayores.

Otras circunstancias asociadas a los tres factores citados son, por ejemplo, el encierro nocturno, manejo muy generalizado en México que consiste en un pastoreo diurno y el alojamiento de los animales por la tarde y noche, en corrales muy estrechos y carentes de ventilación. El resultado de esto es el amontonamiento de los animales, incremento de la humedad y una mayor cantidad de materia fecal acumulada. Por otro lado, hay mezcla de animales de diversas edades, favoreciendo que los adultos contaminen el ambiente de los más jóvenes. La ausencia de comederos o pesebres y los bebederos sucios y con fugas de agua tienen como consecuencia la aparición de este problema parasitario. La coccidiosis es más frecuente en la época de lluvias por la alta humedad prevaleciente. Es importante considerar que el problema se presenta cuando los animales son mantenidos en estabulación (engordas en corral) o son sometidos a estrés (transporte, manejo por desparasitaciones o vacunaciones, etcétera).

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La mayoría de los animales, particularmente los adultos y corderos con buen estado de salud, poseen el parásito, pero no manifiestan signos clínicos, en otras palabras, es una coccidiosis subclínica (portadores sanos). Esta presentación es importante pues los animales adultos son una fuente continua de eliminación de ooquistes para los animales jóvenes. Para que la coccidiosis tenga manifestaciones clínicas se requiere que ocurra lo siguiente:

A B D

Que sea un cordero con una edad de uno a cuatro meses. En los animales de mayor edad es muy rara la coccidiosis clínica. La ingestión de una gran cantidad de ooquistes maduros.

C

Presencia de tipos de coccidias muy virulentas.

Un mal estado nutricional o inmune del cordero, el cual está relacionado con la cantidad y calidad de alimento ingerido durante la lactación. También contribuyen la presencia de otras enfermedades y situaciones que induzcan estrés (destete, vacunaciones, transporte, entre otras) o inmunosupresión. La aparición clínica de la coccidiosis se ha asociado a una deficiencia de selenio.

El primer signo de la coccidiosis clínica es el reblandecimiento de las heces, éstas se vuelven pastosas sin perder su coloración. Posteriormente el excremento es acuoso, acompañado de estrías de moco y algunas veces con sangre. El cordero muestra defecación dolorosa, se deprime, tiene los ojos hundidos por la deshidratación, el vientre puede estar abultado, deja de comer y si no recibe tratamiento, en pocos días puede morir. Las causas de la muerte son, por un lado, la deshidratación por pérdida de líquidos y electrolitos, y por otro, la anemia debida a la hemorragia intestinal y la anorexia. Los animales que no mueren, pero estuvieron enfermos, en ocasiones quedan subdesarrollados y difícilmente alcanzarán el peso de mercado o la talla adulta, por lo tanto, no podrán ser utilizados para la reproducción. Para el diagnóstico se recomienda tomar en cuenta las características y condiciones de manejo de la unidad de producción, y hacer la diferenciación clínica del padecimiento, tomando en cuenta el tipo de animal afectado y los signos que manifiesta. El diagnóstico confirmativo se hace por medio del laboratorio, para lo cual se deben remitir muestras de materia fecal para su procesamiento a través de técnicas coproparasitoscópicas (flotación o Mc Master). Es muy importante tomar en cuenta que cuando un animal adulto (oveja o carnero) elimina ooquistes, no indica que esté enfermo, sólo es un portador sano y no debe recibir tratamiento.

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Corderos con una coccidiosis severa.


Los medicamentos que actúan contra Eimeria o coccidias se pueden clasificar en:

Diarrea característica de una coccidiosis severa.

Imagen microscópica de ooquistes de Eimeria o coccidias detectadas a través de la técnica de flotación.

A) Coccidiostatos, tienen acción sobre las primeras fases evolutivas de las coccidias, detienen el desarrollo y reproducción del protozoario. El hecho de permitir el establecimiento de los parásitos en las células intestinales es con la finalidad estimular una respuesta inmune del animal para crear protección. Este tipo de productos se emplean con fines preventivos y se administran en el alimento, sales minerales o agua de bebida durante largos periodos. Entre los principales coccidiostatos que se emplean están la aureomicina, monensina, lasalocida y decoquinato. También están la salinomicina y el toltrazuril, con pocas evaluaciones en ovinos. B) Coccidicidas, son productos que tienen la característica de atacar cualquier fase evolutiva de las coccidias que estén parasitando. El objetivo para el empleo de este tipo de medicamentos es para contrarrestar un brote agudo de coccidiosis clínica, entre ellos están: Sulfas solas (sulfametazina, sulfadimidina, sulfaguanidina y sulfaquinoxalina sódica); sulfas combinadas (trisulfas: sulfametazina +sulfadiacina+sulfameracina); sulfas con trimetoprím; y el toltrazuril.

Para el control de la coccidiosis es importante detectar aquellas condiciones (de instalaciones, manejo, etcétera) que estén favoreciendo y aplicar las medidas correctivas. Asimismo, es conveniente aplicar el tratamiento individual con coccidicidas a aquellos animales que manifiesten signos de enfermedad. En el caso de los animales en engorda intensiva, es de utilidad la administración continua de coccidiostatos en el alimento. Se ha experimentado la utilización de bolos intrarruminales con sulfametazina de lenta liberación, que administrados en animales muy jóvenes les ayuda a controlar y hasta prevenir la coccidiosis. Resulta de utilidad el empleo de selenito de sodio por vía parenteral para mejorar el estatus inmunológico de los corderos y fortalecer la respuesta inmune del animal contra la coccidiosis.

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LOS EXPERTOS EN


DESPARASITANTES


PARASITOSIS EN AVES DE COMBATE PARTE I

endoparasitos Por MVZ DC. Nestor Ledesma Martínez Departamento de Medicina y Zootecnia de Aves FMVZ UNAM neslm@unam.mx


L

as infestaciones por ecto y endoparásitos en aves de combate son frecuentes y ocasionan pérdidas económicas considerables por desnutrición severa, aves con bajo peso, enfermizas y con desempeño pobre tanto en el combate como en la reproducción. Los parásitos son organismos que viven a expensas de otro ser vivo sin aportar nada; roban nutrientes a las aves y pueden ocasionar lesiones graves dependiendo del tipo de parásito, el grado de infestación, las instalaciones, época del año y el estado nutricional y de salud de las aves. En esta nota abordaremos los endoparásitos y en un artículo posterior los ectoparásitos. Todas las aves de combate en diferentes etapas de su vida están expuestas a los parásitos principalmente cuando salen al potrero o son bajadas a piso. En algunas galleras se acostumbra la crianza en batería y cuando los pollos ya están emplumados son bajados al piso en donde pueden estar presentes los huevos. Por otra parte cuando la crianza se lleva a cabo de manera natural y la gallina o guajolota empolla los huevos, los pollitos desde el nacimiento están expuestos a los parásitos. Todos los pollos pican el piso en busca de alimento, insectos pequeños, lombrices y piedras pequeñas que se alojan en la molleja, es en ese momento que ingieren los huevos de los parásitos, pero ¿cómo es que los huevos llegan ahí?, ¿por qué están ahí? La respuesta la encontramos en el ciclo de vida de los parásitos.

Figura 1. Intestino de aves de combate con nematodos abundantes (Ascaridia galli). Las hembras son más grandes que los machos.

Existen dos tipos de ciclo: directo e indirecto. En el caso de Ascaridia galli, (Figura 1) y otros nematodos (gusanos redondos como lombriz), el ciclo es directo. Los parásitos adultos machos y hembras, se alojan en el intestino de las aves, ahí ejercen una acción irritativa en la mucosa intestinal ocasionando enteritis (inflamación del intestino) y consumen el alimento que debería ser absorbido por la mucosa intestinal. Los parásitos se aparean y al cabo de algunos días la hembra libera huevos al interior del intestino que son eliminados en las heces, de este modo llegan al piso. Los huevos pueden sobrevivir fuera del ave por varios días (entre 15 y 30 días), sobre todo si la humedad en el piso es alta (Figura 2), si se acumulan muchas excretas y si son muchas aves en un espacio reducido. En estas condiciones los huevos evolucionan a un estado larvario y permanecen viables en espera de ser consumidos por otro pollo.

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Cuando otro pollo o ave adulta consume los huevos, las larvas del parásito invaden la mucosa intestinal, pasan por dos estados larvarios más en los cuales lesionan la mucosa intestinal y finalmente llegan a estado adulto para aparearse y tener un nuevo ciclo. No todos los nematodos afectan el intestino, algunos podemos encontrarlos afectando la tráquea (Syngamus trachea). En ese caso las aves presentan dificultad para respirar (disnea) y fácilmente se Figura 2. El exceso de humedad en el piso aumenta las probabilidades de que los huevos de parásitos sobrevivan confunde con infecciones respiratorias bacterianas o virales, por lo que es común que los productores administren antibióticos, sin embargo, los antibióticos no tienen ningún efecto sobre los parásitos haciendo estos tratamientos inefectivos. Por eso, es importante el diagnóstico que su Médico Veterinario lleve a cabo. Este parásito en particular debe prevenirse con desparasitaciones regulares. En el caso de Railletina tetragona (Figura 3) y otros cestodos (gusanos aplanados como cinta o como las “solitarias” de los humanos) el ciclo es indirecto. En este caso no hay diferenciación entre machos y hembras, el parásito se compone de una cabeza (escólex) que se adhiere al intestino con sus ganchos y de esa cabeza cuelga una cadena de sacos (proglótides) que contienen los huevos del parásito. Los proglótides son hermafroditas y pueden auto fecundarse o ser fecundados por otros proglótides. Los cestodos se alimentan a través de su piel absorbiendo los nutrientes directamente; conforme se alimentan, la cadena se va alargando pudiendo alcanzar varios centímetros. Los últimas proglótides de la cadena se desprenden y son eliminados con las excretas. A diferencia de los huevos de nemátodos, los huevos de estos parásitos no pueden afectar directamente a las aves, aunque se los coman. Se requiere de un intermediario en el cual los huevos maduran a otra fase llamada cisticercoide que sí puede infestar a las aves.Los intermediarios son escarabajos, moscas, babosas y caracoles que consumen los huevos de las excretas. Si las aves consumen cualquiera de estos invertebrados, se completa el ciclo y el cisticercoide (ahora escólex) llega al intestino, se adhiere a la mucosa y empieza a crecer la cadena. En ambos casos, la presencia de los parásitos en intestino además de la enteritis ocasiona desnutrición. Mientras mayor sea el número de parásitos la condición de las aves será peor. En algunos casos la infestación es tan abundante que obstruye completamente el intestino. Las aves mueren en un estado de caquexia (animales muy delgados, débiles, pálidos).

Figura 3. Intestino de ave de combate con un cestodo (Railletina tetragona). Una sola cadena de proglótides que se fija al intestino mediante una cabeza (escólex).

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Las parasitosis además de la desnutrición ocasionan inmunodepresión. Los mecanismos de defensa de las aves (anticuerpos y glóbulos blancos) no serán eficientes por falta de nutrientes de modo que las vacunaciones no serán efectivas y las aves pueden tener infecciones bacterianas o virales secundarias o primarias que pueden elevar la mortalidad de manera significativa. Por otra parte, las aves de combate son atletas de alto rendimiento que no podrán expresar su potencial genético si están débiles por falta de nutrientes. El control de la parasitosis se lleva a cabo mediante el uso de antiparasitarios comerciales. En medicina de aves de combate la gama de antiparasitarios es amplia por lo que, es importante asesorarse con su Médico Veterinario que le indicará el antiparasitario más adecuado de acuerdo al número de aves, la edad y condiciones de la gallera. Los principios activos más frecuentes son ivermectinas, fenbendazol, albendazol y prazicuantel en forma de grajea, pastilla o polvo soluble en agua. Es muy importante asegurar la dosis, generalmente las pastillas vienen formuladas para aves adultas de 2 kg por lo que en aves menores es necesario fragmentar la pastilla de acuerdo al peso.

En función del tipo de instalaciones, densidad de población y región geográfica, las desparasitaciones se deben llevar a cabo dos, tres o hasta cuatro veces al año. Si la gallera se encuentra aislada, en buenas condiciones de higiene y con poca humedad en el piso, dos veces al año (cada seis meses) serán suficientes, si por el contrario la gallera se encuentra en un lugar con piso muy húmedo, sucio, con densidades de población bastante altas o cerca de otras galleras, es recomendable cerrar el calendario y desparasitar cada tres o cuatro meses hasta que se asegure que los parásitos han sido eliminados. Casi todos los programas de cuido inician con una desparasitación, lo mismo ocurre previo a la temporada de cría, es una buena práctica, sin embargo, si el resto del año las desparasitaciones fueron ausentes, el cuido solo le ayudará al gallo a reponer la deficiencia que viene arrastrando durante el año.

Algunos antiparasitarios (los que contienen ivermectinas) solo requieren de una dosis porque matan tanto a los adultos como a las fases larvarias mientras que otros que solo afectan a los adultos (fenbendazole, albendazole) requieren 2 dosis con 21 días de diferencia, en este caso no debe dejar de aplicarse la segunda dosis ya que las larvas en algún momento llegarán a ser adultas (la mayoría de las larvas tardan ese tiempo en desarrollarse a adultas). En el mercado existen antiparasitarios que combinan varios principios activos. Una buena práctica es conocer cuales se pueden conseguir en su localidad.

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Se deben desparasitar todas las aves que estén en piso, eso incluye sementales, machos, hembras y pollos. Si en la gallera tienen guajolotas o bien otro tipo de gallináceas también deben ser desparasitadas, ya que las aves que no reciban su antiparasitario serán fuente de reinfestación. Los laboratorios de diagnóstico veterinario ofrecen el servicio de análisis coproparasitoscópico que consiste en ver al microscopio una muestra de excretas en busca de huevos de parásitos (Figura 4), estos análisis no son caros considerando la utilidad de la información que aportan. Su Médico Veterinario podrá indicarle la opción más cercana. Es importante aclarar que todos los antiparasitarios son efectivos cuando se usan en la forma especificada por el fabricante y en la dosis correcta, sin embargo, el mejor programa de desparasitación no será efectivo si no va acompañado de las medidas complementarias entre las que se incluyen la limpieza frecuente del piso y evitar en la medida de lo posible la humedad excesiva. En algunas regiones del país en donde llueve mucho o la humedad relativa es alta esto puede ser complicado, pero no imposible. El declive adecuado del piso en los rascaderos y Figura 4. Huevos de diferentes parásitos en heces de ave de combate vistos al microscopio. voladeros evitará encharcamientos, la emoción de la tierra con una pala y pico facilita que el sol deshidrate los huevos del parásito y que la tierra tarde menos tiempo en secarse. Es inevitable el contacto de los parásitos con las aves de combate, por eso las galleras deben contar con un buen programa de desparasitación interna y limpieza de la gallera. Su Médico Veterinario podrá orientarle sobre los mejores productos para mantener a sus gallos libres de estas infestaciones.

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Yo cuido a mis aves con productos de

Laboratorios Aranda


Principales limitantes del uso de

semen congelado en burras

Por MVZ Jeimmy Hernández vargas


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n los últimos años se ha incrementado el interés por mejorar la eficiencia reproductiva de la especie asnal, por diversas razones, como el mantenimiento de la biodiversidad, la preservación de especies y con fines de obtención de productos de origen asnal: la leche de burra y la piel. La mayoría de los conocimientos y técnicas utilizadas en esta especie, son obtenidas tras años de investigación en los equinos, sin embargo, se deben de considerar las diferencias anatómicas y fisiológicas reproductivas que se presentan entre ambas especies. A nivel mundial, se han realizado múltiples estudios de investigación, realizando diferentes protocolos de inseminación artificial de burras, obteniendo muy bajos porcentajes de gestación con semen congelado de burro.

Imagen 1. Burras pertenecientes al criadero de ganado asnal ubicado en Santa Gertrudis, Chihuahua, México

¿Pero qué es lo que ocurre para obtener porcentajes de fertilidad muy bajos?

¿Es el semen congelado el causante de estos resultados? ¿O acaso, es el aparato genital de la burra el responsable? Pues bien, veamos algunos aspectos de relevancia en esta especie.

¿Qué tan diferentes son la burra y la yegua? Aunque ambas especies son filogenéticamente cercanas, hay varias diferencias anatómicas, que posiblemente, tengan relación con esta situación que se genera tras usar semen congelado. En las burras, los órganos genitales son más voluminosos en relación a su masa corporal. La vulva de la yegua presenta labios menores, mientras que la burra presenta labios menores y labios mayores parcialmente desarrollados. En la yegua la apertura vulvar se encuentra dos tercios por debajo del piso de la pelvis, mientras que en la burra está completamente debajo de éste, lo que implica que tenga una mayor inclinación del vestíbulo vaginal por lo que es más reducido el acceso a zonas más craneales del tracto genital. El cuello uterino de las yeguas es corto y sin obstrucciones, mientras que en el de las burras es largo y está conformado por pliegues endometriales donde la mucosa presenta diferentes alturas que muestran un curso tortuoso. Estas características del cuello uterino (cérvix), hacen que el paso a través de él, sea difícil, sobre todo en animales jóvenes y con veterinarios inexpertos. Al igual que las yeguas, el útero de las burras es en forma de “Y”, mientras que los ovarios tienen forma de riñón, aunque son ligeramente más aplanados, y la fosa de ovulación se encuentra un poco más craneal que en las yeguas.

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Semen de burro y su criopreservación El burro tiene una mayor eficiencia espermatogénica en comparación al caballo, es decir, tiene una mayor producción de espermatozoides, con gran porcentaje de vivos viables, es decir, que la mayoría de los espermatozoides son capaces de fertilizar a un ovocito. La criopreservación de semen permite conservar material genético durante un periodo de tiempo ilimitado. Sin embargo, el proceso de congelación provoca diversos daños celulares lo que reduce la supervivencia espermática. Después de la congelación en promedio solo el 50% de los espermatozoides sobrevive al proceso. El semen de burro después de la congelacióndescongelación muestra altos porcentajes de viabilidad y motilidad. A pesar de obtener buenos parámetros seminales tras el proceso de congelación, el semen congelado de burros tiene grandes dificultades para fertilizar el ovocito de burro, sin embargo, su uso en yeguas, ha dado como resultado buenas tasas de fertilidad, además se han realizado estudios in vitro, donde se demuestra la capacidad de fertilizar ovocitos de bovino. Tras estos resultados se podría inferir que el problema no son los espermatozoides congelados-descongelados, si no, que posiblemente el problema es la respuesta inflamatoria que genera el útero en las burras.

¿Cuál es la respuesta endometrial en las burras tras la inseminación artificial? Es bien sabido que en yeguas tras la entrada de semen al tracto genital femenino, ya sea por monta natural o por inseminación artificial se genera una respuesta inflamatoria a nivel del endometrio, conocida como endometritis inducida por el apareamiento, con el fin de realizar una limpieza uterina, eliminando el exceso de espermatozoides, plasma seminal y microorganismos que pudieran entrar al momento de la monta, y todo esto con el fin de crear un ambiente adecuado para recibir al embrión y mantener la gestación en caso de producirse.

Imagen 2. Citología endometrial de una burra inseminada con semen congelado. Se observan células endometriales (flecha verde), junto a grandes cantidades de neutrófilos (flecha roja).

Esta respuesta inflamatoria es transitoria y se produce inmediatamente después de la deposición de semen al útero, reduciéndose de forma normal antes de las 48 horas. El semen provoca una invasión masiva de polimorfonucleares (PMN), principalmente neutrófilos, estos a su vez, se unen y fagocitan a los espermatozoides, o pueden desatar otro proceso de muerte celular, denominado NETosis. Este mecanismo ha sido descrito donde muchos microorganismos inducen la muerte del neutrófilo y con ello la liberación del material genético (ADN), redes de cromatina decorada con proteínas granulares e histonas, denominadas Trampas Extracelulares de Neutrófilos (NET), provocando con esto que los espermatozoides se enreden y disminuyan su motilidad lo que puede dificultar su transporte al sitio de fertilización. 21


En las burras, se ha observado un gran número de PMN a las 6 horas después de la inseminación artificial con semen congelado-descongelado, aunado a esto, se ha descrito que la NETosis toma lugar de acuerdo a la concentración y el tiempo de exposición de los espermatozoides a los neutrófilos. La inseminación con semen descongelado produce una respuesta inflamatoria endometrial más exuberante y con mayor acumulación de líquido que la respuesta inflamatoria que desencadena la monta natural o la inseminación con semen fresco y/o refrigerado.

¿Si el problema es la respuesta inflamatoria del endometrio tras la inseminación artificial, se puede hacer algo para controlarla y mejorar la tasa de gestación? Durante varios años de investigación, se han realizado varios métodos para controlar la inflamación endometrial en burras, sin obtener éxito en la fertilidad con semen congelado. Se han utilizado antiinflamatorios no esteroidales, y plasma rico en plaquetas con el fin de controlar la inflamación. Sin embargo, a pesar de disminuir la endometritis, se siguen obteniendo bajos resultados de fertilidad. También se ha sugerido que el uso de plasma seminal podría controlar esta inflamación exacerbada y mejorar las tasas de gestación. Sin embargo, pese a los tratamientos antes mencionados, las tasas de gestación no han mejorado satisfactoriamente. ¡Integrando la información!

A pesar de los diversos estudios realizados en aumentar los porcentajes de gestación en la burra con semen congelado, aún no se han encontrado técnicas adecuadas para mejorar las tasas de gestación. Por lo que, se siguen buscando alternativas para entender que es lo que sucede a nivel endometrial en las burras que generan estos bajos resultados.

Literatura recomendada Canisso IF. Ribeiro G, Domingos J, Alvez CA. (2008). Comportamiento sexual, parámetros seminales y fertilidad de semen congelado de burros (Equus asinus) de la raza pega. Universidad Federal de Vicosa, Minas Gerais-Brasil. Canisso IF, Panzani D, Miró J, Ellebrock RE. (2019) Key aspects of donkey and mue reproduction. Vet. Clinic. Equine 35, 607-642. Oliveira J, Luna Freire P, Melo C, Nacismento P, Monteiro G, Robaina Y, Papa P, Alvarenga M, Dell’Aqua J, Papa F. (2016). Strategie to improve the fertility of fresh and frozen donkey semen. Theriogenology, 85(7), 1267-1273. Vidament M, Vincent P, Martin FX, Magistrini M, Blesbois E. (2009). Differences in ability of jennies and mares to conceive with cooled and frozen semen containing glycerol or not. Anim. Reprod. Sci., 112(1-2), 22-35

Además de los daños y alteraciones funcionales de los espermatozoides inducidos por el proceso de criopreservación, la fertilidad en las burras se ve afectada por una exacerbada respuesta inflamatoria endometrial. Las burras presentan particularidades anatómicas importantes como la ubicación de la vulva, la inclinación vestíbulo-vaginal y las características del cuello uterino que podrían favorecer el desarrollo de la endometritis postinseminación, pues se ven involucrados los mecanismos de limpieza uterina.

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el gran danes acompañante de reyes

Por MVZ Marco A. Hernández Romero


E

l Gran Danés o Dogo Alemán es el resultado de una cuidadosa selección por parte de los criadores de esta raza. Su origen, muy antiguo, es común al de otras razas de gran tamaño, cuyos antepasados son el Lobero Irlandés y el Mastín Inglés. Este perro tipo molosoide, musculoso, con fuertes mandíbulas y gran cabeza, proviene del Tíbet, llegando a Europa gracias a un pueblo nómada descendiente de los persas llamados Alanos, quienes hicieron a este imponente perro un arma efectiva para la guarda y cacería de osos, jabalís y lobos y un excelente compañero de reyes y reinas. De acuerdo con algunos historiadores, se pueden encontrar vestigios de esta raza en monumentos egipcios que datan del año 3000 a. C. Además, se dice que la descripción mas temprana de esta raza se encuentra en la literatura China en al año 1121 a. C.

En general podemos decir que se trata de un perro difícil de adquirir, de alimentar y de criar, pero bien merece la pena: todas estas dificultades parten de la falsa idea de que el Gran Danés es un perro como los demás, lo cual no solo no es cierto, sino que además debemos considerar que la persona que comparte su vida con un perro de esta raza tiene en casa a un auténtico campeón de belleza, amabilidad y compañía; así que el Gran Danés no es un perro para novatos, se trata de una raza que requiere muchos cuidados y largas caminatas, aunque evitándole siempre esfuerzos y cambios bruscos de temperatura.

El Gran Danés reúne en su aristocrática apariencia general, una estructura grande y bien dotada, orgullo, fuerza y elegancia; además de líneas bien proporcionadas, cabeza notablemente expresiva, amigable, tierno y amable con su familia humana y en especial con los niños; cualidades que impresionan a quienes lo observamos como una noble estatua y es por esto por lo que es considerado por muchos como el Apolo del mundo de los perros. Este gigante adorable del mundo canino puede alcanzar unos impresionantes 80 cm de altura y un peso de 80 kg, aunque esta característica no quiere decir que sea un perro torpe en sus movimientos o en su andar. Podemos encontrar Dogos Alemanes de diversos colores como son el atigrado, el arlequín-parches blancos y negros, los así llamados Tigerdoggen-, negros, azules o bien del color del famoso Scooby Doo, leonado.

REFERENCIAS Gómez Salvador, El Nuevo Libro del Dogo Alemán, Editorial TIKAL, Barcelona; España. Payró Dueñas J.L. (2004) El perro y su mundo, las razas de perros, FCM. Vol. 3, México. 24


Estándar FCI N. 235

Origen: Alemania

Como antecesor del actual Gran Danés se debe considerar al antiguo Bullenbeisser, así como a los Hatz, que eran intermedios entre el fuerte Mastiff de estampa inglesa y un Lebrel ágil y versátil

Reúne en su apariencia general aristocrática una estructura corporal atlética, acompañada de orgullo, fuerza y elegancia

Amigable, cariñoso y devoto de su tutor. Ante los extraños puede ser algo reservado. Es un perro de compañía, familiar, seguro de sí mismo sin ser agresivo y fácil de manejar.

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Pelo muy corto, tupido, liso, aplanado y de apariencia brillante. Nunca áspero, mate o de doble capa. El Gran Danés se cría en 3 variedades independientes: leonado y atigrado, salpicado y negro, azul.

El macho llega a medir de 80 a 90 centímetros a la cruz, mientras que la hembra de 72 a 84 centímetros.

Función zootécnica: perro de guardia y protección, perro de compañía.

Clasificación FCI: Grupo 2 Perro tipo Pinscher, Schnauzer - Molosoides - Perros tipo Montaña y Boyeros Suizos.

Sección 2.1 Molosoides de tipo Dogo.

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¿Qué tipo de Ve Veterinario Ganadero

Actividades Monitoreo de ciclos de reproducción de los animales y técnicas de inseminación artificial. Auxilio durante partos y atienden a las crías.

¿Quiénes son? Los veterinarios ganaderos son aquellos que cuidan el ganado, principalmente vacuno, caprino, ovino y porcino. Son responsables de la alimentación, la sanidad, y la salud de los animales.

Tratamientos menores y llaman a los veterinarios especializados cuando es necesario. Matenimiento de establos y pastizales.

Animales

¿Dónde trabaja? Industrias pecuarias: * Ganadera * Lechera * Carnes * Avícola * Acuícola

Caballos

Cerdos

Vacas

Cabras

Toros

Ovejas

Gallinas

Peces

Pavos

Abejas Conejos

Veterinario Investigador

Actividades Preparación y control de sustancias para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades.

¿Quiénes son? Los veterinarios investigadores son los encargados de llevar a cabo la investigación sobre salud de los animales y áreas relacionadas para el desarrollo de nuevos fármacos o tratamientos.

Desarrollo de técnicas para prevenir enfermedades. Desarrollo de nuevos fármacos

Animales

¿Dónde trabaja? Laboratorios de Investigación Laboratorios de Diagnóstico Regulación Sanitaria Desarrollo Farmacéutico

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Animales de laboratorio: Ratas Conejos Cuyos Ratones


terinario eres? Veterinario Clínico

Actividades Prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades en animales. Esterilización de mascotas.

¿Quiénes son? Los veterinarios clínicos se ocupan de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los animales. Manejo, conducta, nutrición, reproducción, medicina preventiva y curativa, identificación y peritaje de los perros, gatos y de otros animales de compañía.

Esquema de vacunación y programas de nutrición. Tratamiento de heridas, cirugías y prescripción de medicamentos.

Animales Perros

¿Dónde trabaja?

Gatos Conejos

Médico particular a domicilio de animales de compañía

Hurones

Consultorio, clínica u hospital

Hamsters

Criaderos Local autorizado para consultas Hospitales Universitarios

Veterinario de Animales Silvestres

Actividades Prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades exóticas en animales. Rehabilitación de fauna silvestre. Ecología de las enfermedades. Manejo y aprovechamiento de recursos naturales.

¿Quiénes son? Son médicos veterinarios especializados en animales silvestres o salvajes (exóticos) en cautiverio o en ciertos casos en su habitat natural.

Animales Aves exóticas Grandes felinos

¿Dónde trabaja?

Primates Reptiles

Zoológicos

Peces

Acuarios Centros de rescate Centros de decomiso Centros de rehabilitación y santuarios

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No busques pan en la cama del can:

Helmintos zoonoticos que infectan a los perros

Por Dra. YAZMÍN ALCALÁ CANTO Académica FMVZ, UNAM


V

ivíamos el final de la década de 1970, lo recuerdo bien porque por doquier se veían las camisas estampadas, pantalones acampanados y se escuchaba la llamada música “disco”. Pero lo que no olvidaré que ocurrió en esos años fue cuando me llevaron a ver la película “Tiburón”. Han pasado ya 40 años y a la fecha no ingreso al mar. Ese terror de saber que algo que no está a la vista puede atacarte, ha sido la inspiración para cientos de novelas y películas que le quitan el sueño al más temerario. Y entre los monstruos invisibles al ojo humano, se encuentran las fases juveniles de muchos parásitos de los animales que pueden poner en riesgo la salud humana. Es razonable especular que todos nos sentimos mucho más seguros al caminar en la playa que ingresando a aguas profundas en el océano, o bien, las madres de familia pueden reposar a gusto en una banca del sitio recreativo mientras sus pequeños hijos juegan en un arenero o con la tierra del parque, formando “pastelitos” de lodo.

Eso es más seguro que zambullirse en el mar, ¿cierto? No precisamente. Ocultas entre esos granos de arena, podemos encontrar las larvas de un gusano que puede penetrar a través de la piel. Y escondidas en el pasto y la tierra, nos acechan las larvas de un parásito que puede causar ceguera o daños oculares graves. El parasitismo es una de las formas de vida más exitosas en este planeta. Son organismos que se han adaptado para sobrevivir. No les interesa vivir mucho tiempo, se esfuerzan por no ser expulsados, solamente quieren reproducirse y alimentarse. Y para reproducirse sexualmente, requieren llegar a un hospedero que ha sido su proveedor evolutivo de nutrientes durante miles o millones de años. Para poder alcanzar su órgano blanco en ese hospedero, han desarrollado adaptaciones morfológicas y fisiológicas asombrosas. Pero en su camino, a veces se atraviesan especies que no son precisamente sus blancos habituales.

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Eso no es obstáculo para el parásito, ya que se las ingenia para sobrevivir en ellos y los convierte en hospederos paraténicos que podrían llegar a ser consumidos por el hospedero definitivo. O al menos eso ocurría hace miles de años y por eso el humano funge como hospedero paraténico de diversas especies de parásitos. Comencemos con Toxocara canis, un helminto nematodo, es decir, es un gusano cilíndrico. Las hembras pueden llegar a medir hasta 18 cm y los machos 10 cm de longitud. Los huevos son microscópicos, miden de 75 a 90 μm y tienen capas que les proporcionan protección contra los factores ambientales y también los nutren. Las larvas miden 300 μm de largo, es decir, son invisibles al ojo humano que no cuenta con la ayuda de una lente de aumento para observarlas. Este parásito tiene un ciclo biológico complejo. Los perros actúan como hospederos definitivos del parásito, ya que la reproducción sexual de los adultos tiene lugar en el intestino delgado de los perros. Los huevos no son infecciosos inmediatamente. Por el contrario, incluso en condiciones adecuadas, se necesitan al menos dos semanas antes de que el huevo haya alcanzado el estado infeccioso con la forma de larva en tercer estadio (L3) en su interior. El huevo con la L3 es ingerido y dentro del tracto digestivo del perro, se liberan las larvas que mudan dos veces y se transforman en adultos que copulan y producen huevos que se excretan con la materia fecal. Pero esto no ocurre siempre, ya que un gran número de larvas migra desde el intestino a través del hígado y la circulación pulmonar a diferentes partes del cuerpo. Los cachorros pequeños, normalmente de menos de cuatro meses de edad muestran la llamada migración hepatocardio-traqueal, en la que las larvas migran al hígado y luego, a través del corazón, los pulmones y llegan a la faringe, desde donde el cachorro ingiere las larvas en el tracto digestivo. Las primeras larvas llegan al intestino tras una migración que dura entre 7 y 14 días. Las larvas maduran en el intestino y comienzan a producir huevos. En los perros adultos, las larvas migran a diversos órganos y detienen su maduración, por lo que entran en una fase de latencia hipobiótica. Esto se denomina migración somática.

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Sin embargo, las investigaciones también han demostrado que las infestaciones en perros adultos, causadas por pocos huevos infecciosos, no conducen necesariamente a una migración somática, sino al desarrollo de adultos que producen huevos. Es crucial para la epidemiología de Toxocara que el parásito puede migrar de la perra al cachorro de forma transplacentaria antes del nacimiento y a través de la vía lactogénica poco después del parto. Las fases larvarias hipobióticas se activan en la madre en el último tercio de la gestación por un estímulo provocado por las hormonas sexuales de la perra y se mueven a través de la placenta hasta los pulmones del cachorro para esperar el nacimiento y llegar así a su intestino. Las larvas que emergen de la hipobiosis en la madre también migran a la glándula mamaria y luego a los cachorros por la vía transmamaria. La transmisión no suele incluir la migración larvaria en el cachorro, sino que el desarrollo larvario tiene lugar en el intestino. Los huevos infecciosos pueden llegar desde el ambiente a los hospederos paraténicos, por ejemplo, pequeños roedores. El desarrollo del parásito no se produce en el hospedero paraténico. En cambio, la infección sobrevive hasta 10 años en forma de L3 hipobióticas y puede transmitirse posteriormente a un perro que se coma al roedor o a otro hospedero paraténico.

Además de los roedores, muchas otras especies pueden actuar como hospederos paraténicos, como los cerdos, aves, algunos anfibios y los seres humanos.

T. canis infecta a los humanos cuando los huevos larvados del parásito llegan a la boca, por ejemplo, a través de la tierra contaminada o el pelo del perro. Las larvas que se liberan de los huevos pueden causar daños, especialmente en los niños. Las larvas de T. canis pueden causar problemas de salud en los humanos a causa de las fases juveniles que migran en el abdomen (larva migrans visceral), las cuales pueden producir dolor abdominal y valores elevados de enzimas hepáticas. A veces, una larva migra al ojo (larva migrans ocular), dañando el ojo, especialmente en los niños y los bebés. También se reconoce una forma nerviosa de la enfermedad (neurotoxocarosis). De hecho, los niños son los individuos con mayor riesgo de infección, debido a la exposición a zonas (por ejemplo, arenales, zonas verdes, jardines, parques infantiles) potencialmente contaminadas por huevos de Toxocara.

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Los niños que padecen pica geofágica causada por la deficiencia de minerales o los trastornos de comportamiento también corren un alto riesgo. Por ejemplo, el impacto de la infección humana por larvas de Toxocara en la infancia queda demostrado por los cientos de casos de ceguera y daños oculares que se calcula que se producen anualmente en los EUA y que en el pasado han llevado a menudo a enucleaciones oculares debido a un diagnóstico erróneo de retinoblastomas. Sería arriesgado hablar de la prevalencia en humanos de T. canis, ya que el inmunodiagnóstico utiliza antígenos de T. canis y se asume que los resultados positivos son causados por esa especie, cuando en realidad existe una reactividad cruzada con T. cati. En análisis copromicroscópicos, la especie de Toxocara involucrada no debe determinarse por el mamífero infectado, ya que los perros pueden excretar huevos espurios de T. cati. Por ejemplo, se ha identificado que el 32% de los huevos en las heces de los perros son de T. cati, posiblemente a causa de la coprofagia. Los estudios de contaminación del suelo indican que los gatos pueden ser el principal reservorio para la diseminación de los huevos de Toxocara en las ciudades y que los espacios utilizados por los humanos tienen más probabilidades de estar contaminados con huevos de T. cati que de T. canis. El reconocimiento de la toxocarosis como una importante enfermedad zoonótica sigue aumentando; por lo tanto, es importante garantizar que la investigación se lleve a cabo de forma fiable, contextualizada y sin sesgar los esfuerzos hacia uno u otro parásito hasta que se desarrolle una mejor comprensión de esta parasitosis.

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La presencia de huevos en el suelo no solo está implicada en la infección directa para los humanos, sino que podría representar una fuente de contaminación para el pelaje de las mascotas. De hecho, se han encontrado huevos larvados en el pelaje de los perros en diferentes estudios, lo que sugiere que el contacto directo con estos animales podría ser un riesgo potencial para los seres humanos. Los huevos de T. canis pueden estar presentes en el pelo tanto de los perros asilvestrados o ferales como de los domiciliados, considerándose estos últimos como un riesgo más importante para la infección humana debido al contacto frecuente con las personas. En lugar de una autocontaminación que transmite los huevos de la región perianal a otras partes del cuerpo, los perros pueden recoger huevos de Toxocara en su pelo cuando ruedan en el suelo para dejar impregnado su olor. Curiosamente, la presencia de huevos de parásitos no caninos en el pelaje de los perros indica que el contacto con un entorno contaminado desempeña un papel clave en la adquisición de huevos por parte de los perros. El riesgo de toxocarosis humana debe tomarse en cuenta cuando el perro vive en un hogar con niños pequeños. Es importante señalar que el confinamiento de los cachorros antes de que completen su esquema de vacunación a menudo implica que los huevos del parásito se excreten en el hogar o en los jardines y patios privados, lo que supone un riesgo para la salud de los propietarios. Esto es de gran importancia teniendo en cuenta que prácticamente el 100% de los cachorros adquieren la toxocarosis por vía transmamaria y/o transplacentaria y que eliminan huevos de T. canis diariamente.


Existe otro helminto que infecta a los perros y que representa un riesgo para la salud pública. Este parásito es también un nematodo, pero a diferencia de Toxocara, el macho posee una bolsa en la porción distal del helminto que evita que la hembra “escape” durante la cópula. Tiene la cápsula bucal con varios dientes tan afilados como los del tiburón de esa aterradora película de 1975. El nematodo se llama Ancylostoma caninum, el cual se alimenta de sangre. Se enganchan a la mucosa del intestino delgado con sus dientes orales. Es endémico en los climas cálidos, suele ser de color gris claro pero después de que se alimenta se observa un color rojizo a causa de la sangre que ingresa a su intestino, la cual es visible a través de la cutícula del parásito. Los huevos miden de 40–65 μm. Ancylostoma tiene un ciclo de vida directo. Los huevos excretados con las heces en el ambiente eclosionan y se desarrollan hasta convertirse en larvas infecciosas L3. En condiciones adecuadas, esto dura cinco días. El perro contrae la infección al ingerir la L3, o ésta puede penetrar en la piel, normalmente entre los dedos de los pies. Un hospedero paraténico también puede servir como fuente de infección, o los cachorros pueden infectarse a partir de la leche de la madre, una vez que las fases larvarias hipobióticas latentes se han vuelto activas.

En la infección transcutánea, la larva migra en la circulación hacia los pulmones y muda al estadio de L4. Las larvas llegan a la tráquea y cuando el perro expectora, son deglutidas hacia el tracto gastrointestinal, donde se produce la última muda y alcanzan la fase de adultos sexualmente activos. Muchas de las larvas que llegan al pulmón no continúan su desarrollo de inmediato, pero se van a los músculos, donde se vuelven hipobióticas. Una infección de una perra puede transmitirse a tres camadas, cuando las larvas hipobióticas se reactivan al final de la gestación y migran a la glándula mamaria. El periodo de prepatencia es de 2 a 3 semanas, tras lo cual se excretan los huevos en las heces diariamente durante varias semanas. El nematodo es endémico en los trópicos y en las regiones templadas; en los climas más fríos, se ha identificado en perros importados. Los humanos pueden infectarse accidentalmente con la larva migrans cutánea, aunque no pueden ser hospederos definitivos.

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A. caninum puede ser patógeno para el ser humano. Las L3 que se transmiten por vía transcutánea pueden causar una afección denominada larva migrans cutánea. En las primeras etapas, se observa una lesión pequeña, rojiza y protuberante, que es más común en las zonas en contacto con el suelo, desde donde la larva comienza a migrar formando lesiones sinuosas, eritematosas y pruriginosas en la piel. Asimismo, pueden causar diferentes cuadros de enfermedades cutáneas, entéricas y pulmonares. En algunos casos raros, el parásito puede migrar al intestino humano y causar una enteritis eosinofílica pero es incapaz de producir adultos reproductores en el intestino humano. Ancylostoma gusta de los suelos arenosos. Por lo tanto, las personas que caminan descalzas en las playas en las que A. caninum es endémico, corren el riesgo de infectarse con larva migrans cutánea. La reducción de la contaminación de los espacios públicos por los helmintos de los perros sólo puede lograrse con una combinación de enfoques, por ejemplo, el hecho de que los médicos veterinarios platiquen con sus clientes sobre el riesgo de que los animales transmitan enfermedades a las personas. No existen métodos absolutamente apropiados para eliminar de forma realista los huevos o las larvas de los nematodos intestinales de los animales de compañía presentes en el suelo. Por lo tanto, la prevención de la contaminación inicial del entorno es de suma importancia. La frecuencia de los análisis fecales debe determinarse en cooperación con un Médico Veterinario y teniendo en cuenta la presión de la infección. El hecho de que los cachorros excreten la mayor parte de los huevos de Toxocara sustenta su desparasitación frecuente. El tratamiento individualizado de los animales parasitados es obligatorio para controlar la infección en los animales de compañía y la contaminación ambiental. Desgraciadamente, es poca la frecuencia en la realización de la copromicroscopía diagnóstica en las consultas veterinarias, debido a la falsa creencia de afirmar que un tratamiento antiparasitario es lo suficientemente potente como para "eliminar a todos los parásitos". Los exámenes copromicroscópicos deberían ser regulares en los animales de compañía, dado que prácticamente todos los perros están en riesgo de infectarse por nematodos intestinales durante toda su vida. El papel de los médicos veterinarios es esencial, ya que los propietarios de los animales de compañía deben estar convencidos de la importancia de los análisis fecales periódicos. Los veterinarios disponen de una gran cantidad de parasiticidas, que pueden administrarse en función de cada situación posible y de la conformidad del propietario y del animal para prevenir parasitosis en las mascotas y sus compañeros humanos.

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Ellos necesitan un trato especial

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Padres asombrosos del reino animal

Por experiencia veterinaria


C

uando pensamos en protección y grandes actos de amor hacia los hijos, lo primero que pensamos es en mamá. Específicamente, nos referimos a las madres del mundo animal; como las matriarcas elefantes, la defensora mamá leona o las abuelas orcas, quienes son nodrizas de sus nietos, pero ¿qué hay de los papás del mundo animal? Existe un mito extendido alrededor de que ciertas especies de machos son holgazanes, que su único fin es el de aparearse con las hembras y seguir su camino. Nada más alejado de la realidad. A continuación, te hablamos de algunos padres que rompen paradigmas de género, evidenciando que también ellos, son capaces de dar la vida por sus crías.

Papá pingüino emperador:

rompiendo los estereotipos

¡No como, no duermo, pensando en tu amor! Un gran ejemplo de cómo ser un gran padre es el que nos regala el pingüino emperador. El poner un huevo en pleno invierno puede llegar a ser una tarea muy abrumadora para las hembras, es por esto, que después de la puesta de huevo, ella regresa al mar para alimentarse adecuadamente para recuperar todas las energías. Por supuesto que no por esto, el huevo queda abandonado a su suerte. En este caso, es el padre quien incuba los huevos hasta que el polluelo sale del cascarón. El padre pingüino cubre el huevo con sus patas, parte de su abdomen y plumaje para brindarle calor contra las crudas temperaturas. Es tal su entrega, que durante los meses siguientes no se mueve, renunciando al alimento.

Papá caballito de mar:

¿quién dijo que parir es solo cosas de hembras?

¡El que lleva los huevos aquí, soy yo! Desconocemos si el caballito de mar macho tiene antojos inusuales o cambios de humor. Lo que sí es verdad, es que se embaraza, ¡nada más fascinante! Durante el apareamiento, la hembra deposita sus huevos dentro de una bolsita que porta el cuerpo de su pareja con el objetivo de que el padre los fertilice y cargue hasta el nacimiento. El papá caballito de mar, puede llevar hasta 2,000 huevos y con gran orgullo luce una abultada pancita durante 45 días hasta el día del nacimiento.

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Papá lobo:

al cuidado de la manada

Grrr… ¡Ni te acerques a mis cachorros! Estos gigantescos animales que pueden llegar a medir hasta 1 metro de alto y pesar 80 kg dependiendo de su especie, son modelos ejemplares de lo que significa ser un buen padre. Los lobos, suelen jugar con sus cachorros dejándose ganar solo para satisfacer el triunfo de los pequeños. Son pocos los padres animales que cuidan con tanta devoción a sus hijos durante todo el año. Los lobos son excelentes protectores ya que se encargan de alimentar a su pareja después del parto, entrenan a sus crías y cuidan de ellas.

Papá zorro:

el maestro

Observa hijo y aprende del máster. Presente por todo el mundo, el zorro rojo es famoso por su inteligencia y capacidad de adaptación, cualidades que lo hacen ser un cuidador nato. No solo se ocupa de sus crías, si no que vela por alimentar a su familia durante los primeros tres meses. Este papá busca alimento cada 4 – 6 horas llegando a la guarida donde también está la madre para ofrecer comida fresca. El macho entierra algunas presas cerca del lugar donde duermen sus cachorros para que desarrollen sus instintos depredadores hasta que tengan la suficiente edad para valerse por sí mismos.

Papá rana:

¿comerse a los niños?

¡Mamá, papá se comió a mis hermanos otra vez! Apostando por aquellos padres que salen fuera de lo común, exponemos el extraño caso de la ranita de Darwin. Una vez que los huevos fertilizados están a punto de eclosionar, el macho se los traga, pero no para comérselos, sino para protegerlos en su saco bucal, donde les suministra una sustancia nutritiva. La especie se denomina ranita de Darwin en honor a su descubridor británico Charles Darwin, siendo endémica de Chile y Argentina. Fuentes: Veterinarios Urbión. (2018). Los 5 mejores padres del reino animal. Junio, 2022, de Veterinarios Urbión Sitio web: https://veterinariosurbion.com/blog/los-5-mejores-padres-del-reino-animal/ Brian Hadwerk. (2020). Veterinarios Urbión. (2018). Los 5 mejores padres del reino animal. Junio, 2022, de Veterinarios Urbión Sitio web: https://veterinariosurbion.com/blog/los-5-mejores-padres-del-reino-animal/. Junio, 2022, de National Geographic Sitio web: https://www.nationalgeographic.es/animales/2020/03/dia-del-padre-conoce-seis-padres-extremos-mundo-animal Discovery Latinoamérica. (2018). Los padres más tiernos y protectores del reino animal. 2022, de Animal Planet Sitio web: Brian Hadwerk. (2020). Veterinarios Urbión. (2018). Los 5 mejores padres del reino animal. Junio, 2022, de Veterinarios Urbión Sitio web: https://veterinariosurbion.com/blog/los-5-mejores-padres-del-reino-animal/. Junio, 2022, de National Geographic Sitio web: https://www.nationalgeographic.es/animales/2020/03/dia-del-padre-conoce-seis-padres-extremos-mundo-animal

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CONSERVACIÓN DEL

LOBO MEXICANO PARTE II

Redacción por Experiencia Veterinaria en colaboración con el Dr. Fernando Gual director del Zoológico de Chapultepec y posteriormente Director General de Zoológicos y Vida Silvestre de la Ciudad de México de 1999 al 2008.


C

on el paso de las décadas, se ha logrado un registro de 43 camadas y 190 crías de lobo mexicano, como resultado del trabajo entre instituciones. Hoy en día participan 63 instituciones entre Estados Unidos y México en el programa; 26 de ellas en México, e incluyen zoológicos y UMAS (Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre). Algunos centros de preliberación son importantes para lograr entrenar y rehabilitar a los lobos que van a liberarse para valerse por sí mismos cazando en vida silvestre. Parte de la labor de los zoológicos, es lo que les comentaba sobre la educación y el problema que provocamos con nuestras actividades a la vida silvestre, al lobo mexicano y a otras especies, lo que nos lleva a preguntarnos,

¿Qué podemos hacer para recuperar estas especies? Sensibilizar y enseñar, es decir, si no conocemos la especie, es de esperarse que nadie aprecie algo que no conoce. Parte de la difusión que hacemos en los zoológicos es para que la gente conozca las especies y las aprecie. No hay nada como venir al zoológico y valorar a estas magníficas especies silvestres. Muchos de nosotros, de niños visitamos el Zoológico de Chapultepec en la CDMX y conocimos a estas especies, así nos enamoramos de ellas. Por esta razón, tratamos de ayudarlas, porque las conocemos, sabemos que están en problemas. Hacer algo por ayudarlas es parte de nuestra labor. Al final del día ¿qué hemos logrado? Pues se está recuperando al lobo. Recordemos que hubo 7 fundadores, en consecuencia, hoy en día, hay más de 600 lobos. Actualmente, bajo cuidado humano hay 385 lobos.

En México

En Estados Unidos

147 lobos viven bajo el cuidado humano.

238 lobos viven bajo el cuidado humano.

40 lobos aproximadamente viven en vida silvestre, aunque no tenemos la cifra exacta debido a que hay camadas que nacieron en Chihuahua.

186 lobos viven en vida silvestre.

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Como médicos, trabajamos en conjunto con el diseño de las instalaciones con ingenieros y arquitectos que nos echan la mano en esos aspectos. Es con cuidadores de animales y con biólogos con quienes nos apoyamos para el manejo de la identificación de nuestros lobos. Este trabajo es muy valioso, ya que usamos microchips para identificarlos; tienen que tener expedientes clínicos individuales de salud, dieta, reproducción, mortalidad etc. Realizamos la contención física y química de estos animales, probando muchos protocolos de anestesia a través de los años, con diferentes drogas, teniendo esa disponibilidad en el mercado, hemos probado nuevos medicamentos en esas áreas. Obviamente es parte de nuestra labor mantener la salud y el bienestar de estos animales, por lo que hacemos todos los cuidados veterinarios que esto implica: patología, diagnóstico, cuarentena, medicina preventiva y reproducción. El primer lobo mexicano nacido por inseminación artificial en México es el papá de las últimas crías nacidas en el Zoológico de Chapultepec. Para que esto suceda, se deben considerar estudios y trabajos que se hacen con diferentes colaboradores, por personas interesadas, instituciones como la UNAM o la UAM que han trabajado en diferentes aspectos, profesionistas y especialistas. Es imposible ser todólogo, aunque a veces nos toca serlo. Hoy en día, la labor del Médico Veterinario se ha especializado en el área de fauna silvestre. Cuando no hay especialistas nosotros traemos a los especialistas de otras áreas. Quien mejor que un especialista en pequeñas especies, que se dedica a perros y gatos; para tomar el modelo de un lobo. En este sentido, muchos especialistas en pequeñas especies, nos han ayudado en diferentes actividades con lobos mexicanos y otras especies. Nuevamente esto es colaborar, al atender de la mejor manera estas especies en peligro de extinción por medio de su reproducción, atención de crías, alimentación, nutrición, trasporte, crianza artificial (en ocasiones, lo tenemos que hacer cuando la madre no produce leche o por alguna razón no tiene a las crías). 42


Obviamente dependemos de las diferentes instancias, hay mucho Médico Veterinario laborando en instituciones de gobierno como la SEMARNAT en donde hay médicos con conocimiento de fauna silvestre que están en la parte de gestión de permisos de trabajo en campo. Por tal motivo, esta labor escapa de las paredes de un zoológico, porque hay mucha gente involucrada en diferentes ámbitos de la competencia. Algo interesante en Chapultepec, es que ahí mantenemos el banco de recursos genómicos. En México estamos manteniendo con poco espacio el material genético de estos individuos, con el fin de que se perpetúen por muchos años. Cuando un animal muere y genéticamente es muy valioso, guardamos el esperma o los ovocitos de ese animal para perpetuar su genética por muchos años más. La esperanza de vida del lobo oscila entre los 14 y 15 años (edad avanzada). Por lo que, congelar ese material genético, nos da la pauta para tratar su genética durante años. Ese banco de recursos genómicos, se encuentra aquí, en el Zoológico de Chapultepec.

Hemos guardado más de 550 muestras de más de 57 ejemplares, aunque hoy en día, muchos ya murieron a causa de la edad o por diferentes cuestiones, pero el material genético está congelado. Tenemos un concepto muy interesante para nombrarlo, en el zoológico le llamamos: “el arca congelada” esto nos permite usar el material genético de muchos individuos dentro de bastantes años cuando se requiera.

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Los lobos comparten muchos aspectos con los perros, por lo que todas estas enfermedades que conocemos en los perros son susceptibles en los lobos. Al entrar en contacto con nuestros animales domésticos, podrían contagiarse, por ejemplo, de un cisticerco, por comerse a un animal doméstico infectado. Debido a esto, hay que hacer lo necesario para que no se acerquen a nuestras granjas, para evitar un conflicto, que fue lo que originó principalmente la campaña de erradicación del lobo mexicano.


En este sentido hay diferentes técnicas de aversión. Evitar que se acerquen a los animales domésticos es una, lo importante es que el medio ambiente esté sano, si el ambiente está sano y hay suficientes venados, conejos y especies para que puedan consumirlas, los lobos no tendrían por qué acercarse al ganado doméstico. Hay otras formas de subsanar estos conflictos en México. Existe un programa al que llamamos “seguro ganadero” que permite que los ganaderos pierdan una vaca o alguna parte de su ganado por depredación. El ganadero puede recuperarlo a través de ese programa (la inversión de ese animal), entonces es una forma de compensar cualquier pérdida en función con estos grandes depredadores. Dentro de la medicina preventiva que hacemos como médicos veterinarios en esta y otras especies, se encuentran: la cuarentena de aislamiento de animales (para evitar contagios de animales recién llegados y de nuestro propia manada), el control de parásitos, plagas, higiene, desinfección, en nutrición y alimentación.

Es decir, en el examen físico, las muestras se toman exactamente igual que a otra especie, nada más que hay que contenerlo de alguna manera ya sea física o químicamente y ahí está en buena medida, la diferencia que hay en el manejo de especies silvestres. Muchos de los parásitos que vemos todos los días en la clínica de pequeñas especies están presentes en el lobo como torsión gástrica, algunos problemas infecciosos, diarrea intermitente por estrés, por dietas, parásitos o dermatitis. También se han dado casos de criptorquidismo, el cual es probablemente esté relacionado con la consanguinidad y con el entrecruzamiento entre parientes que hubo en un principio, al no tener demasiados lobos con qué iniciar el programa de recuperación. Problemas cardiacos, mastitis, erlichiosis, metritis, neoplasias, etc. Hay un trabajo interesante, en el que se ha estado trabajando y han continuado algunas patólogas.

Es muy difícil darles tratamiento a estos animales en el postoperatorio. Cuando hay que hacer cirugía, el tratamiento puede verse complicado por ser animales silvestres los cuales no se manejan tan fácil, entonces preferimos prevenir las enfermedades, obviamente, cuando hay que dar tratamiento pues también lo hacemos. Procurar el enriquecimiento ambiental, es importante, porque pasan muchas horas en estos espacios, que son reducidos a diferencia de su entorno en vida silvestre. Obviamente quisiéramos el espacio del mundo, pero no lo tenemos, esto es parte de mantener la salud y bienestar animal. El enriquecimiento ambiental, diagnóstico de enfermedades, control de la reproducción, minimización y monitoreo de enfermedades, profilaxis dental o revisión de programas médicos de rutina, todo forma parte de la medicina preventiva que es lo que debemos hacer los médicos veterinarios en estos programas. Una diferencia enorme con estos animales es la contención.

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Esta tesis la pueden encontrar, en las tesis de maestría de la UNAM de la Doctora Itzel Yáñez que trabajó en su maestría con los diferentes tipos de cáncer que se han presentado en estos lobos. Evidentemente, tienen que ver animales consanguíneos y que, a lo mejor, genéticamente son muy valiosos, pero tienen altas posibilidades de pertenecer a alguna de estas líneas de sangre transmitiendo algunos tumores. Pensábamos que eran uno o dos tipos de cáncer y la patóloga Yánez encontró que no, que eran varios tipos de cáncer que se están presentando. Por tal motivo hay que capacitar al médico veterinario a trabajar con fauna silvestre, cada vez somos más. Cuando yo entré a la carrera, éramos aproximadamente de 80 a 60 estudiantes en los primeros semestres. Después iban disminuyendo los grupos, pero éramos muchos en ese primer grupo de las primeras materias. Recuerdo que fui el único que levantó la mano para dedicarme a fauna silvestre, había otras áreas mucho más interesantes, producción, pequeñas especies, etc. A manera de chiste, los profesores no nos creían, nos llamaban los “daktarís” comentando: “otro que cree que se va a dedicar a fauna silvestre”. Esto fue hace algunos años, como 30 años, o un poquito más. Hoy en día, muchos de mis estudiantes optan por elegir fauna silvestre, entonces, el interés por esta área ha crecido muchísimo y la posibilidad de capacitarse en estas áreas también creció. Antes era difícil entrar al medio, porque no había muchos lugares en donde trabajar, si acaso en los zoológicos. Hoy en día hay más de 12, 000 UMAS (Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre), algunas dedicadas a plantas como cactus y plantas en peligro extinción. No obstante, la mayoría de UMAS son de animales, en donde se producen iguanas, venados, tortugas, entre otras especies. Este es un campo en el que ha crecido México y que es importante que los interesados del área se vayan capacitando. La ventaja es que cada vez las unidades y las carreras de medicina veterinaria han añadido algunas materias, una de ellas precisamente: la fauna silvestre. Muchos opinan que la conservación es una ciencia social, más que natural, es una ciencia que tiene que ver con llegar a acuerdos entre unos y otros grupos de interés. Aprender a trabajar en equipos interdisciplinarios o transdisciplinarios es involucrarnos en estos sectores agrícolas, ganaderos, academia, investigación, todos aportando desde el ámbito de la competencia en donde estamos interesados para conservar especies, biodiversidades en pro de las generaciones que vienen.

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Hace 80 años, se hablaba de que las enfermedades son un factor importante en cuanto a la conservación de especies, por lo que el impacto es enorme. Los primeros interesados en el tema de las enfermedades somos los veterinarios. Evidentemente hay muchos biólogos trabajando en enfermedades, pero nosotros como médicos debemos poner mayor énfasis en el estudio de la ecología de las enfermedades porque es la sentencia en un factor de riesgo para la conservación de especies y muchas especies se han extinguido debido a enfermedades. Finalmente, la mayor parte de mi formación y trabajo profesional la he desarrollado muy de cerca en los zoológicos. Aunque como les decía, hay que vincular este trabajo y trabajar en campo para entender lo que estamos haciendo en el zoológico. Los zoológicos son una parte importante y una herramienta de conservación para muchas especies, ellos fueron la diferencia y gracias a esta herramienta están vivas y se han alejado de la extinción como es el caso del lobo mexicano. El “pase” en México es el programa que se está desarrollando, lo pueden consultar en SEMARNAT que es nuestra autoridad, la cual dirige todo el programa de conservación a través de la comisión de Áreas Naturales Protegidas, la CONAM, la Dirección General de Vida Silvestre y todas las áreas involucradas en este programa del cual somos parte. Colaboramos en todo lo que podemos, pero este es un programa gigantesco con mucha gente que trabaja todos los días para conservar al lobo mexicano. Poco a poco se ha ido recuperando, pues es una de las especies de la que orgullosamente hablamos y que de alguna manera hemos contribuido para su conservación.

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enfermedades parasitarias en cachorros

Por MVZ Marco A. Hernández Romero


U

na de nuestras mayores preocupaciones como Médicos Veterinarios con respecto a los cachorros, es que lleguen a un hogar con una familia humana que les garantice una excelente salud desde esta tan importante etapa de su vida. El tener un perro adulto sano, implica que desde cachorro estemos atentos a que tenga una socialización adecuada, limpieza, alimentación conforme a sus necesidades y por supuesto una adecuada prevención de enfermedades por medio de vacunación y desparasitación.

Los primeros meses de vida de un perro o un gato son muy emocionantes, entretenidos e incluso no quisiéramos que crecieran por lo hermosos y tiernos que se ven; pero también se trata de la etapa en la que más vulnerables se encuentran, ya que su sistema inmune está en proceso de maduración y esto permite una sensibilidad importante frente a los parásitos internos y externos. Para prevenir este tipo de enfermedades parasitarias es importante conocer cuáles son los más frecuentes y las que incluso ponen en riesgo su vida en esta etapa temprana.

Toxocariasis

Anquilostomiasis

Sin duda esta enfermedad ocasionada por Toxocara canis y T. cati es una de las más frecuentes en perros y gatos cachorros.

Causada por otro tipo de gusano redondo llamado Ancylostoma, cuyas larvas llegan al cachorro a través de la leche materna, y por medio de sus ganchos bucales se fijan a las paredes del intestino, ocasionando lesiones importantes que pueden generar constantes hemorragias que provocan anemias y poner en riesgo la vida del cachorro.

Inclusive, si no se tiene un buen programa de desparasitación como en el caso de cachorros que provienen de camadas en condiciones de calle muchas veces nacen infestados por estos parásitos, dado que las larvas tienen la habilidad de pasar de la madre al cachorro a través de la placenta y posteriormente por medio de la leche materna. En esto radica la importancia de desparasitar a las perras en su manejo prenatal y a los cachorros en las primeras semanas de vida.

Es importante mencionar que tanto Toxocara como Ancylostoma son enfermedades zoonóticas, es decir, que son agentes causales de enfermedades en los humanos. Es aquí en donde debemos considerar la gran importancia de la labor del Médico Veterinario, ya que si lo vemos desde el punto de “Una sola salud” el Veterinario previene también enfermedades del humano por medio del control de enfermedades de las mascotas.

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Dipilidiasis Es una enfermedad provocada por un “gusano plano” llamado Dipylidium caninum. No es un parásito tan común en los dos primeros meses de vida, pero sí a medida que el cachorro crece; siendo inclusive el gusano plano más abundante en perros y gatos. En esta enfermedad toma gran relevancia la presencia de las pulgas, ya que en su ciclo de vida incluye como huéspedes definitivos a perros y gatos y como huéspedes intermediarios a pulgas Ctenocephalides canis (que infesta a los perros), C. felis (que infesta a los gatos), así como a piojos Trichodectes canis. Siendo así que este parásito llega a las mascotas a través de las pulgas. Cuando este parásito se ha instalado en el intestino de nuestras mascotas podemos incluso verlos salir y quedarse alrededor de la cola como “granos de arroz” provocando prurito y la necesidad de que nuestro perro o gato se rasque, lo que comúnmente vemos como “hacerse carrito”. Ya que las pulgas son las principales portadoras de este parasito. No será suficiente desparasitar internamente a nuestros cachorros, sino que además debemos eliminar las pulgas con productos indicados para ello.

Giardiasis Es una enfermedad parasitaria que afecta al intestino delgado y es ocasionada por un parásito unicelular llamado Giardia spp. parásito microscópico, que inclusive en su etapa adulta es imposible ver a simple vista. En general, los cachorros se infestan a través del agua o por alimentos contaminados. La giardiasis genera diarreas importantes que causan deshidratación, caquexia y desbalances metabólicos. La giardiasis también es una enfermedad de importancia médica y de las enfermedades gastrointestinales más frecuentes en el ser humano, es decir que, también es considerada una zoonosis.

Con todo esto ¿ya vas entendiendo la gran importancia de desparasitar a tu cachorro? Ahora ¿en qué momento desparasitar? Antes que nada, debes saber que debes desparasitar a tu cachorro de forma interna y externa. La desparasitación interna ayudará a eliminar diferentes especies de parásitos internos que se encuentran dentro de tu cachorro. Mientras que la desparasitación externa, es un método preventivo, es decir, repele a las pulgas y a las garrapatas para que no se suban a tu cachorro. Cabe mencionar que un cachorro correctamente desparasitado responderá de mejor forma a sus vacunas, por lo que es muy probable que tu Médico Veterinario indique la desparasitación aproximadamente a los 15 días de nacido, varios días antes de iniciar su esquema de vacunación. Esta primera desparasitación puede inclusive retrasarse dependiendo del estado de salud del cachorro, pero principalmente el de su madre, por los parásitos que ella pudiera transmitirle. Hay distintos productos para desparasitar a tu cachorro, ya sea en pastilla, suspensión, pasta, entre otras; el Médico Veterinario te ayudará a seleccionar la mejor opción, según las necesidades de tu cachorro y estilo de vida. 51


Piojo de mar en salmónidos, mecanismos de control

Por MVZ Marco A. Hernández Romero


E

n la última década de la maricultura han surgido nuevas enfermedades parasitarias que aquejan a los productos del mar. Entre estas enfermedades podemos mencionar a la provocada por los piojos de mar en los salmónidos. El ciclo de vida del piojo de mar, como el de todos los crustáceos, se desarrolla con una serie de mudas. En su primera etapa de vida, es decir, cuando es nauplio, el piojo de mar nada libremente y se alimenta a través de sus reservas vitelinas, ya que no cuenta con un sistema digestivo bien desarrollado. En la etapa intermedia del copépodo, los piojos utilizan sus antenas enganchadas y sus filamentos frontales para adherirse a los peces; en esta etapa aún son demasiado pequeños para causar un severo daño a su hospedador.

Foto: Sea Lice Research Centre

A medida que los piojos se mueven a través de las etapas más móviles de pre-adulto y adulto se adhieren a los peces por succión y pueden llegar a ser letales. Los piojos pueden moverse en toda la superficie del cuerpo del pez huésped, prefiriendo la cabeza, dorso y aletas anales, como crustáceo adulto prefiere alimentarse del moco dérmico, sangre y piel de los peces. Hay dos especies de piojos de mar que podemos encontrar en el salmón, Caligus elongates y Lepeophtheirus salmonis. El primero de ellos afecta a muchas especies de peces marinos, mientras que L. salmonis sólo se encuentra en el salmón y especies afines. Los piojos de mar son comunes en los salmones adultos y se caen cuando los salmones regresan a los arroyos de agua dulce para desovar, ya que las condiciones físico – químicas del agua dulce no son favorables para este crustáceo.

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Esto, a su vez, asegura que no haya piojos de mar supervivientes cuando los salmones jóvenes emigran al mar en primavera. Los piojos de mar han existido desde hace tanto tiempo como el salmón, pero sólo recientemente se han convertido en un problema, ya que la cercanía de las granjas de salmón de las áreas de distribución natural de salmones silvestres facilita el paso del copépodo de los peces silvestres a los de cultivo, cuyas condiciones de hacinamiento proporcionan un terreno de reproducción ideal para los piojos de mar. En la naturaleza, los salmones jóvenes y los salmones adultos raramente se mezclan. La piscicultura, tal como se practica actualmente, permite criar al salmón adulto en corrales estáticos de malla cerca de la ruta migratoria del salmón silvestre juvenil.


El salmón silvestre cercano a los estanques de producción tiene 73 veces más probabilidades de tener piojos marinos letales a diferencia de los juveniles no adyacentes a los centros de producción. Los piojos marinos pueden sobrevivir durante 3 semanas sin su huésped, lo que hace posible la transferencia del salmón cultivado al salmón salvaje. Aunque un salmón adulto puede ser relativamente poco afectado por una infestación de piojos de mar, el tamaño pequeño y la piel fina del salmón joven lo hacen muy vulnerable a una infestación de piojos de mar. Además, los salmones rosados y jóvenes carecen de escamas, lo que los hace aún más vulnerables a los efectos de los piojos de mar que sus otros salmónidos escamosos. Las lesiones abiertas comprometen la capacidad de un pequeño pez para mantener su equilibrio en el agua salada. La resistencia del piojo de mar a diversos quimioterapéuticos ha sido reportada constantemente en la última década por lo que la industria acuícola y farmacéutica ha trabajado para desarrollar un sistema de manejo integrado para el tratamiento del piojo de mar, con el objetivo de evitar la resistencia a quimioterapéuticos por parte de este crustáceo. Este enfoque considera buenas prácticas de manejo, rotación de quimioterapéuticos y el uso de medicina complementaria.

Dicho manejo integral puede considerar las siguientes prácticas: Planificación: Un plan convenido del manejo de las áreas, los tratamientos y el personal que se hará cargo de cada una de las tareas. Monitoreo: El monitoreo es fundamental para medir el éxito del tratamiento y así poder tomar decisiones informadas. Descanso sincronizado de un área: Un periodo de descanso de duración suficiente en un área puede eliminar a una población significativa de piojos mediante la ausencia de huéspedes. Máxima biomasa por área: Establecer la máxima biomasa en un estanque puede ser de gran ayuda en el control de los piojos. Adecuada ubicación de los centros de cultivo.

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Tratamientos sincronizados coordinados: Un tratamiento coordinado inicial puede ir seguido de un segundo tratamiento estratégico coordinado varios días o semanas después del primero con el objetivo de tratar cualquier reasentamiento de piojos. Los principales terapéuticos utilizados contra el piojo de mar en salmones son: Piretroides sintéticos: provocan parálisis del piojo de mar y posteriormente su muerte. Ejemplos comunes son la cipermetrina y deltametrina. Organofosforados: como el azametifos y el diclorvos, que actúan sobre la enzima acetilcolinesterasa y que en consecuencia interfieren con la transmisión de los impulsos nerviosos, esto generará movimientos descoordinados, temblores, convulsiones y/o parálisis en el piojo. Lactonas macrocíclicas: han demostrado una eficacia de hasta el 95% contra todas las etapas de los piojos de mar. Reguladores del crecimiento: lufenurón, diflubenzurón y teflubenzurón son compuestos utilizados como inhibidores de la síntesis de quitina, lo que provoca un exoesqueleto débil e interrumpen el proceso de muda y el desarrollo del piojo. Agentes oxidantes: comúnmente se utiliza el peróxido de hidrógeno, sin embargo, este tipo de tratamiento desprende al parásito del pez, pero no mata el piojo.

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Cambios climaticos y su efecto sobre algunos grupos de

PARASITOS Cortesía de BM Editores Jesús G. Rodríguez Diego Yousmel Alemán Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA)

Javier L. Olivares Yolanda Sánchez Castilleja Departamento de Producción Agrícola y Animal

La Habana, Cuba

Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco

Javier Arece Estación Experimental de Pastos y Forrajes Matanzas CUBA


S

e realiza un análisis del efecto de los cambios climáticos sobre los riesgos de enfermedades causadas por agentes parasitarios patógenos. Los cambios climáticos parecen influir sobre la distribución temporal y espacial, así como sobre la dinámica estacional e interanual de patógenos, vectores, hospedadores y reservorios. Para algunos parásitos protozoos, de humanos, transmitidos por vectores, la temperatura es un factor crítico del que depende tanto la densidad como la capacidad vectorial. Las enfermedades parasitarias (babesiosis y anaplasmosis del perro, ehrlichiosis y leishmaniosis), transmitidas por vectores, como los ixodidos, mediante hábitos hematófagos, han comenzado a cambiar su epidemiología (distribución geográfica, incidencia y patogenicidad). Según nuestra experiencia con Amblyomma cajennese y Anocentor nitens, la temperatura tiene influencia directa sobre los procesos de protoquia y cotoquia; en el segundo caso se comprobó que cuando la temperatura se eleva hasta cuatro grados esos eventos se acortan varios días. Algunos helmintos estudiados, modulan su fase exógena ante elevaciones de temperatura con un aumento de su población y mayores tasas de infestación. En el caso de las enfermedades zoonóticas, el patógeno y vector pueden estar presentes en una determinada zona, pero también es necesaria la presencia de un reservorio vertebrado diferente al ser humano, lo que puede suponer un factor que restrinja la dispersión geográfica en zonas donde las condiciones climáticas son favorables. El origen del parasitismo data de millones de años y el logro de ese complejo evento se basó en el acoplamiento exitoso entre parásito y hospedero, y la supervivencia lograda de esa relación biológica. A través de los siglos, los innumerables mecanismos de adaptación de los parásitos a nuevos hospederos y a nuevas condiciones climáticas han sido una muestra de lo que son capaces de lograr por sobrevivir y perpetuar la especie.

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Son múltiples los ejemplos del éxito logrado en salvar cambios climáticos que, inclusive, arrasaron con sus hospederos sobre la faz de la tierra. Un ejemplo de ello lo constituyen los miembros de Apicomplexa; que se habían adaptado al parasitismo en los artrópodos y mediante éstos alcanzaron a los vertebrados cuando los dinosaurios dominaron la tierra desde finales del Carbonífero. No obstante, cuando ocurrió el gran desastre donde desaparecieron los grandes reptiles, al colisionar el asteroide de unos 10 km de diámetro, hace 65 millones de años, ese grupo zoológico de parásitos buscó nuevas opciones de vida.


La concentración de gases en la atmósfera, durante el siglo XX, especialmente la de CO2 aumentó progresivamente, como consecuencia primaria del uso de combustibles fósiles para la producción de energía en el transporte, la industria, entre otros, con la consecuente liberación de grandes cantidades de ese gas. La gran concentración de gases liberados captura la energía, amplificando el «efecto invernadero» natural que hace habitable la Tierra. Se calcula que, en el último siglo, hubo un incremento de 0.6 °C en la temperatura promedio de la superficie terrestre, y se prevé un incremento inevitable si la actividad generadora de energía persiste al ritmo actual. Esto devendrá en evidentes cambios climáticos que repercutirán sobre la flora y fauna. El objetivo de este artículo es reflexionar sobre la influencia de los cambios climáticos sobre el parasitismo.

Los cambios climáticos y su influencia sobre grupos de parásitos Muchos de los criterios sobre la influencia del clima, sus cambios y el parasitismo son referidos a humanos. No obstante, la afinidad entre grupos zoológicos parásitos de humanos y animales permite una extrapolación del problema. Se considera que, para la salud humana, la relación cambio climático-efectos no puede ser comprendida sin referirse a un conjunto de variables intermediarias entre ambos eventos. Ellas están regidas por el aumento de la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, efectos en el rango de actividad de vectores y parásitos, cambios ecológicos locales de agentes infecciosos transmitidos a través del agua y alimentos, disminución de la actividad agrícola y aumentos del nivel oceánico. La interacción de esas variables, en un determinado tiempo y lugar, tendrá como consecuencia el establecimiento de escenarios epidemiológicos propicios para la emergencia y reemergencia de enfermedades infecciosas vectoriales, zoonóticas y transmitidas a través del agua y de los alimentos, posiblemente las más afectadas por el cambio climático. Muchas enfermedades diarreicas causadas por protozoos varían con los cambios de clima; entre las principales asociadas con precipitaciones abundantes y contaminación del agua figuran la criptosporidiosis y giardiasis. Las relaciones del patógeno, del vector-hospedador con el clima, las condiciones meteorológicas, los hábitats, los ecosistemas, entre otros, son moduladas por las condiciones medio ambientales. Los cambios climáticos parecen influir sobre la distribución temporal y espacial, así como sobre la dinámica estacional e interanual de patógenos, vectores, hospedadores y repertorios. De esto se evidencia que los cambios mencionados afectan, principalmente, a aquellos agentes parasitarios transmitidos por vectores.

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Para algunos parásitos protozoos, de humanos, transmitidos por esa vía, la temperatura es un factor crítico del que depende tanto la densidad como la capacidad vectorial; influye sobre la supervivencia del vector aumentando o disminuyendo ésta, condiciona la tasa de crecimiento de la población de éstos, cambia la susceptibilidad del vector a los patógenos, modifica el periodo de incubación extrínseca del patógeno en el vector y cambia la actividad y el patrón de transmisión estacional. Al aumentar la temperatura del agua, las larvas de los mosquitos, por ejemplo, tardan menos tiempo en madurar y por consiguiente aumenta el número de progenie durante la estación de transmisión, se acorta el periodo de metamorfosis de huevo a adulto, se reduce el tamaño de las larvas y el desarrollo de adultos se logra en menor tiempo. Al ser los individuos más pequeños, las hembras tienen que succionar sangre con más frecuencia para llegar a poner huevos, lo que resulta en un aumento en la tasa de inoculación. Por otro lado, en Filipinas se demostró que el mosquito vector del dengue no era afectado por la temperatura, pero su ciclo biológico se veía influenciado por los altos niveles de precipitación, que creaba un ambiente propicio para la transmisión de esta enfermedad. Se ha observado que, durante el fenómeno de El Niño, aumentaron en un 30% los casos de malaria en Venezuela, Colombia y en África del Este; la incidencia de leishmaniosis se aumentó en un 33% en Brasil. Cuando ocurrió el fenómeno climático El Niño - Oscilación del Sur de forma más intensa notificada en 1998, ocurrió un incremento inusitado de casos de paludismo (del 42%), en Colombia, comparado con los presentados en 1998. Ese aumento por primera vez, desde la década de 1970, estuvo acompañado de un predominio de los casos por Plasmodium falciparum lo que rompió la tendencia de la proporción de casos que, históricamente y hasta entonces, había oscilado entre 30 y 40%. Ese aumento fue explicado sobre la base de varias circunstancias; entre ellas, ese fenómeno natural ocasionó un aumento de la temperatura en todo el territorio colombiano, que produjo la disminución de la precipitación en algunos sectores de la Costa Pacífica del país. Se conoce que el aumento de la temperatura además de acelerar el ciclo biológico del vector en la naturaleza, acelera a su vez, la fase esporogónica del parásito en su interior, haciéndola más corta.

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La temperatura y la precipitación han sido consideradas como los factores climáticos más importantes que influyen en el comportamiento de algunos ectoparásitos. El mismo fenómeno producido por la temperatura, en mosquitos, podría ocurrir con otras especies de dípteros. Por tanto, podríamos suponer que las poblaciones de Cochliomyia hominivorax, ante un aumento de temperatura pudieran acortar su ciclo, aumentar sus poblaciones, lo que conllevaría mayores tasas de infestación, ya que se conoce que ese factor resulta crucial para la biología del agente. Además, el insecto tiene una gran capacidad adaptativa y un ejemplo lo constituye que, no obstante, de ser un organismo restringido habitualmente a América Tropical y Subtropical, cuando fue introducido accidentalmente en Libia en 1989 por un ovino de América Latina, se estableció rápidamente y hasta después de tres años de lucha se logró la erradicación del ectoparásito. La amplia gama de hospederos del agente demostrada en nuestros trabajos potenciaría la diseminación del mismo. Resulta evidente que las enfermedades parasitarias transmitidas por vectores mediante hábitos hematófagos han comenzado a cambiar su epidemiología

(distribución geográfica, incidencia y patogenicidad). Ejemplo de ellas son

la babesiosis y anaplasmosis del perro, ehrlichiosis y leishmaniosis. Las tres primeras que son transmitidas por Rhipicephalus sanguineus, Dermacentor reticulatus e Ixodes ricinus se han visto alteradas epidemiológicamente por cambios que involucran transformaciones en hábitats y los cambios climáticos que tienen un impacto directo (abundancia, distribución geográfica, y capacidad vectorial) sobre esos vectores antrópodos.

Las garrapatas son parásitos que dependen, para la realización de parte de su ciclo biológico, del hospedero. No obstante, son afectados directamente por las condiciones ambientales. Esos artrópodos son muy sensibles a cambios mínimos de temperatura, como lo demuestra que tan sólo una isoterma de 2 °C condicione la transmisión en África del Sur y del Este de la fiebre botonosa y la enfermedad de Lyme, transmitida por R. sanguineus e I. ricinos, respectivamente. Un leve cambio climático podría aumentar la población de esos artrópodos y extender el periodo estacional de transmisión.

Según nuestra experiencia con Amblyomma cajennese y Anocentor nitens la temperatura de incubación tiene influencia directa sobre los procesos de protoquia y cotoquia; en el segundo caso se comprobó que cuando la temperatura se eleva hasta cuatro grados esos eventos se acortan varios días. Muchas poblaciones de ixodidos podrían, inclusive, llegar a habitar otras zonas geográficas diferentes a las actuales. Algunas poblaciones de artrópodos, ahora confinadas a las zonas tropicales, podrían dispersarse hacia otras latitudes, donde sus competidores, depredadores y parásitos, que regulan el crecimiento de sus poblaciones, a menudo, están ausentes.

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El calentamiento de la temperatura ambiente, la falta de un control biológico, y la disminución de las diferencias entre estaciones pueden propiciar un desarrollo más rápido y, por tanto, un incremento en el número de generaciones de esos ectoparásitos, que conllevarían el desplazamiento de los autóctonos. Este fenómeno será mucho más fácil en los ecosistemas pequeños y simples, como el caso de insectos carroñeros. Por otro lado, se ha evidenciado que la presencia de varias especies de ectoparásitos sobre un mismo hospedero, producto de desórdenes climáticos, hace menor el tiempo de alimentación de los mismos, así como que la sequía influye sobre la relación de la tasa de desarrollo adulto -ninfa de áfidos en plantas. La relación entre los cambios climáticos y los riesgos de enfermedad de agentes patógenos ha sido cada vez más reconocida. El efecto de factores climáticos sobre dinámica de población de hospedero - parásito es particularmente evidente en las latitudes del norte donde la ocurrencia y la transmisión de parásitos son reguladas por los cambios estacionales, fundamentalmente por los cambios bruscos de la temperatura ambiental.

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Los períodos de invierno más cortos incrementan el potencial biótico de muchas poblaciones de parásitos. Un ejemplo de ello se observa en el ciclo biológico del crustáceo ectoparásito Argulus coregoni y el trematodo Diplostomum spathaceum, que son causa de serios problemas en la piscicultura de países del norte. El cambio del clima mundial que afecta el funcionamiento de muchos ecosistemas y de las especies que los integran, tendría también efectos sobre la salud humana, algunos de los cuales serían beneficiosos: por ejemplo, los inviernos más suaves reducirían el pico invernal de mortalidad por algunas enfermedades en los países templados, mientras que, en las regiones actualmente cálidas, unas temperaturas aún más altas podrían reducir, por ejemplo la viabilidad de las poblaciones de mosquitos transmisores de enfermedades. Si tomamos en consideración esos criterios, podríamos suponer que, con otros invertebrados, ocurra algo similar. En algunos helmintos estudiados por nosotros, se evidenció que ante las elevaciones de la temperatura pueden modular su fase exógena con un aumento de su población y las consiguientes mayores tasas de infestación.


Martínez- Valladares et al. señalan que, mediante el análisis de los datos climáticos, en una zona de España, se observó una influencia significativa de la humedad en el aumento de la prevalencia de estrongílidos gastrointestinales y Fasciola hepatica; en tanto, la radiación solar tuvo una correlación negativa con los primeros y las precipitaciones favorecieron la prevalencia del trematodo. Las modificaciones en precipitación y pluviometría pueden dar lugar a condiciones locales más húmedas o secas y así influir sobre el rango de supervivencia, estacionalidad y viabilidad de los estadios exógenos de muchos helmintos en el suelo y dentro de sus hospederos intermediarios moluscos y en insectos vectores. Por el contrario, la nubosidad y la polución aérea pueden ser perjudiciales para la fase exógena de éstos. Sin embargo, favorece la ontogénesis de caracoles planórbidos y lymnaéidos, reconocidos hospederos intermediarios que se alimentan, preferentemente, de algas dulce aquícolas. En el caso de las enfermedades zoonóticas, el patógeno y vector pueden estar presentes en una determinada zona, pero también es necesaria la presencia de un reservorio vertebrado diferente al ser humano, lo que puede suponer un factor que restrinja la dispersión geográfica en zonas donde las condiciones climáticas son favorables. Todos los componentes de la cadena (hospedero, vector, y patógeno) deben alcanzar un número adecuado y ocurrir simultáneamente en estos lugares durante tiempo suficiente para que se establezcan los ciclos de transmisión.

La mayoría de los modelos integrados para evaluar el impacto de los cambios climáticos sobre plagas y enfermedades presentan dificultades para su evaluación. Por ejemplo, los cambios en los patrones de precipitación pueden ser más importantes que los cambios en los totales anuales. No hay cuantificación sobre estos efectos, como tampoco se cuantifican fluctuaciones diarias de la temperatura que pueden afectar al periodo de incubación del parásito, por ejemplo, del agente de la malaria dentro del mosquito.

Aunque es probable que la mayor población en riesgo debido al cambio climático se encuentre en países en desarrollo, se han llevado a cabo estimaciones de los efectos en Europa, demostrando también afectaciones en la salud animal y humana.

REFERENCIAS • Poulin R. The evolution of life history strategies in Parasitic Animals. Adv Parasitol 1996;37:107-134. • Sánchez C. Origen y evolución del parasitismo. Discurso de ingreso. Academia de Ciencias de Zaragoza. 2000; 12 de diciembre. Zaragoza. España.

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la Medicina Veterinaria cura a la humanidad 17 de agosto Día del Medico Veterinario


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