VIERNES 9 DE JUNIO | 20:00 h
TEATRO PRINCIPAL, GTO.
Ángel GIL- ORDÓÑEZ director invitado Augusto Antonio MIRÓN PLEITEZ viola
1.- Suite hebraica, B. 83 * Para viola y orquesta (1950) Ernest BLOCH 1880 - 1959 13’
I. Rapsodia
II. Procesional. Andante con moto
III. Afirmación. Maestoso
INTERMEDIO
2.- Sinfonía no. 9 en do mayor, D. 944
“La grande” 1828
Franz SCHUBERT 1797 - 1828 51’
I. Andante – Allegro ma non troppo
II. Andante con moto
III. Scherzo: Allegro vivace
IV. Finale: Allegro vivace
*Estreno en Guanajuato
PROGRAMA 12 LA GRANDE
ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO
Tradición y vanguardia
La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ocupa un lugar privilegiado en el panorama musical de México como uno de los ensambles orquestales de mayor prestigio en el país y con una sólida proyección internacional. Desde su fundación, importantes solistas y directores han participado en los programas de la orquesta, entre ellos Francesca Dego, Yuja Wang, Brodsky Quartet, Shlomo Mintz, Dmitri Hvorostovsky, Neeme Järvi, Cyprien Katsaris Christian Lindberg, Eduardo Mata, Jorge Federico Osorio, Leif Segerstam, y el Trío Altenberg.
En razón de su alta calidad interpretativa, la OSUG es la orquesta residente del Festival Internacional Cervantino, el festival dedicado a las artes escénicas más importante de América Latina, mismo en el que ha participado con programas de gran trascendencia como el estreno en México de la Sinfonía no. 4 de Lutoslawski, las Sinfonías no. 4 y 7 de Shostakovich, Das Lied von der Erde de Mahler y decenas de estrenos y ejecuciones de obras de compositores tales como Mario Lavista, Joaquín Gutiérrez Heras, Phillip Manoury, Igor Stravinsky, Anton Bruckner, Silvestre Revueltas. Gracias a su enorme repertorio, dinamismo y personalidad, la OSUG ha sido invitada a diversos festivales nacionales y ha realizado múltiples giras internacionales.
Esta orquesta es testimonio vivo de la larga tradición cultural del estado de Guanajuato y es la primera orquesta profesional permanente de una universidad mexicana. Su concierto inaugural ocurrió el 25 de abril de 1952 bajo la batuta del maestro José Rodríguez Frausto, quien estuvo al frente de ella por 34 años. En 1986 asumió la dirección el maestro Mario Rodríguez Taboada y para 1992 la OSUG se fusionó con la Filarmónica del Bajío para crear un solo organismo, del cual
asumió la titularidad Héctor Quintanar. Durante este periodo, la orquesta desarrolló un valioso proyecto de difusión de la música nacional con la grabación de seis discos compactos de la colección Compositores Mexicanos, integrada por 32 obras inéditas de 23 autores.
En 1997 José Luis Castillo asumió el cargo de director titular y expandió notablemente el repertorio de la orquesta, recorriendo todas las etapas del vasto espectro musical con un acento particular en lo contemporáneo. De 2005 a 2011 Enrique Bátiz asumió el cargo de director invitado y asesor musical, con quien la OSUG realizó giras por China y Egipto.
En 2012, año en que la OSUG cumplió sesenta años de existencia, se designó como director titular al maestro Juan Trigos, quien continuó la idea de difusión de la música nacional impulsada en la OSUG por Héctor Quintanar. Entre 2012 y 2014 se efectuaron giras por México, Estados Unidos e Italia.
En junio de 2015 Roberto Beltrán Zavala fue nombrado director titular de la OSUG. Con una sólida carrera internacional y una nutrida agenda de conciertos su enfoque en el sonido Orquestal y en el repertorio post-romántico ha dado a la OSUG una profunda personalidad como ente artístico..
En mayo y junio de 2017, con motivo de sus 65 años de fundación, la OSUG realiza exitosamente una gira por Europa, donde compartió escenario con, el Cuarteto Brodsky, Francesca Dego y Shlomo Mintz, en importantes salas de conciertos y teatros de España, Francia e Italia donde se culminó con un exitoso concierto en la prestigiada sala Verdi en Milán.
ERNEST BLOCH (1880-1959)
Suite hebraica para viola y orquesta, B. 83 Rapsodia
Procesional Afirmación
Judío de origen, suizo de nacimiento y estadounidense por naturalización, Ernest Bloch fue un compositor que, sin olvidar sus raíces, intentó ser un músico universal. Si bien, en su catálogo es posible hallar obras que nada tienen que ver con la cultura judía, lo cierto es que una parte importante de él está dedicado precisamente a obras que tienen que ver con temas judíos. Tal es el caso de partituras suyas como Abodah, Tres cuadros de la vida jasídica, Meditación hebrea, Avodath Hakodesh, De la vida judía, Suite hebraica, Tres poemas judíos, la Sinfonía Israel y, en especial, Schelomo, una de sus obras más significativas.
No toda la música de Bloch, sin embargo, está anclada en ese estilo y esa expresión. Como todo buen compositor, Bloch evolucionó, y un buen testimonio de esa evolución está en estas palabras del musicólogo David Kushner:
Después de las obras ‘judías’, la adopción de la estética neoclásica por parte de Bloch es aparente en diversos grados en obras tales como las dos sonatas para violín, el Primer quinteto con piano (que utiliza cuartos de tono en sus movimientos primero y último) y en el primer Concerto grosso. Aun aquí, sin embargo, se revelan ciertas referencias, como por ejemplo al Kyrie fons bonitatis de la misa gregoriana en la Segunda sonata para violín y en los movimientos Dirge y Pastorale del Concerto grosso
La Suite hebraica de Bloch es una obra cuya génesis fue compleja. En 1950 Bloch cumplió 70 años, y con ese motivo la Federación de la Unión de Congregaciones Hebreas de Chicago organizó un festival para marcar la efeméride. En uno de los conciertos del festival, el violista Milton Preves interpretó una Suite para viola y orquesta que Bloch había compuesto en 1919. Con esta obra en mente, y con la referencia de otra conocida obra de Bloch, Baal Shem para violín y orquesta, Preves pidió al compositor que escribiera algo nuevo para él, en el mismo espíritu. El resultado fue el ciclo conocido como Cinco piezas judías. Después de terminada la partitura, Bloch decidió dar a esta música un uso múltiple y dividió el ciclo en dos obras: la Suite hebraica, y Meditación y procesional. Esta segunda obra fue dedicada por el compositor a Preves, quien fue violista principal de la Orquesta Sinfónica de Chicago durante 47 años.
El origen de los materiales musicales de la Suite hebraica puede ser localizado en el profundo interés (algunos dicen obsesión) de Bloch con la historia bíblica de la reina Jezabel, narrada en el Libro de los Reyes, sobre la cual quiso componer una ópera. Como preparación para el proyecto, el compositor investigó diversas fuentes para encontrar melodías tradicionales hebreas, con las que redactó algunos bosquejos para la ópera. Sin embargo, Bloch no llegó a componer esta ópera, pero algunas de las melodías tradicionales recopiladas fueron a dar a otras obras, entre ellas la Suite hebraica. Los títulos con los que se conocen las melodías hebreas tradicionales que forman parte de la suite son: Shemot, en el primer movimiento; Kerobot y Ahot Ketannah en el segundo; Geshem y Hazzanut en el tercero.
En 1917 se había fundado el Club Covenant, formado por miembros de la organización judía B’nai B’rith residentes de Chicago y zonas circunvecinas. Uno de los principios fundacionales del club quedó descrito en estas palabras: “La membresía
del Club Covenant no reconoce castas, no reconoce aristocracia alguna excepto la aristocracia fundamental de la integridad judía”.
Como muchas otras organizaciones de su tipo, el Club Covenant de Chicago fue fundado para promover y defender las causas del judaísmo, y una parte importante de esa promoción se dio a través del patrocinio de diversas actividades culturales relacionadas con la cultura judía. Entre estas, el club patrocinó el estreno absoluto de las Cinco piezas judías de Bloch, así como de su primera grabación, realizada en 1952. En agradecimiento, Bloch dedicó la suite a esa institución.
La Suite hebraica de Ernest Bloch existe en dos versiones, que en realidad son cuatro: para viola (o violín) y piano, y para viola (o violín) y orquesta.
FRANZ SCHUBERT (1797-1828)
Sinfonía no. 9 en do mayor, D. 944, La grande
Andante - Allegro non troppo
Andante con motto
Scherzo: Allegro vivace
Finale: Allegro vivace
Antes de entrar en materia a la parte histórico-anecdótica de la obra que hoy ocupa nuestra atención, es necesario hacer un par de aclaraciones sobre algunos datos que hay en su título, a saber:
1.- La letra D que precede al número de catálogo de la sinfonía se refiere al apellido del musicólogo Otto Erich Deutsch, quien en 1951 realizó un catálogo de las obras de Schubert que vino a sustituir a los antiguos números de opus que se le habían asignado y que hoy son básicamente obsoletos, aunque en algunos casos se siguen usando.
2.- El sobrenombre de Grande (o Gran do mayor) con que se conoce a esta obra le fue dado por dos razones: por su evidente dimensión monumental, poco usual en el repertorio sinfónico de su tiempo (siendo Ludwig van Beethoven, 1770-1827, la excepción), y para distinguirla de la Sexta sinfonía, D. 589, de Schubert, que también está escrita en la tonalidad de do mayor.
Dicho esto, ya es posible entrar en materia recordando que hasta hace relativamente poco tiempo era posible hallar esta bella sinfonía programada como Sinfonía no. 7 o no. 10, dependiendo del momento y del lugar. Esto se debió a que la Séptima sinfonía de Schubert existía sólo como un fragmento, y a que se creía que Schubert había compuesto en realidad diez sinfonías. Es decir, el tipo de enigmas que suelen gustar mucho a los comentaristas, los musicólogos y los redac-
tores de notas de programa. Cabe aclarar, además, que desde hace unos años existe la tendencia a omitir del todo la inexistente Séptima sinfonía de Schubert, por lo que ahora suele mencionarse a la famosa Inconclusa como su Sinfonía no. 7 y a la Gran do mayor como su Sinfonía no. 8
En el año de 1828, pocos meses antes de su muerte, Schubert terminó el manuscrito de esta enorme obra, que había iniciado algunos años atrás durante sus vacaciones en Gmunden y Gastein. El compositor ofreció la sinfonía a la Sociedad de Amigos de la Música en Viena. A partir de ese ofrecimiento la obra comenzó un largo y triste peregrinar por los rincones del olvido. De inicio, la Sociedad rechazó la sinfonía pretextando que era demasiado larga y difícil. Así, a la muerte de Schubert, el manuscrito de la sinfonía quedó olvidado y empolvado en algún cajón y luego fue a dar a manos de Ferdinand Schubert, hermano del compositor. Once años después de la muerte de Franz Schubert, otro ilustre músico germano, Robert Schumann (1810-1856), rescató el manuscrito de manos de Ferdinand y lo hizo llegar a manos de un tercer músico ilustre, Félix Mendelssohn (1809-1847). Por ese entonces, Mendelssohn era director de la notable Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig (la más antigua de las orquestas sinfónicas que aún existen) y era sin duda el personaje ideal para dar a conocer la gran sinfonía. Generoso y sensible como era, Mendelssohn se dio a la tarea de preparar cuidadosamente el estreno de la obra, cosa nada fácil porque sus músicos la consideraron larga y difícil. Sin embargo, Mendelssohn prevaleció sobre sus huestes musicales y al fin la Novena sinfonía de Schubert se estrenó bajo su batuta en Leipzig, el 21 de marzo de 1839.
Sin embargo, la azarosa historia de esta obra no terminó ahí, porque Mendelssohn intentó promoverla en Londres, donde fue rechazada, incluso cuando propuso dirigirla él mismo en la capital inglesa. Al parecer, los músicos de París también se rehusaron a to-
car esta partitura de Schubert. Tuvieron que pasar muchos años para que la obra comenzara a ser aceptada sin reticencias ni pretextos. Hasta la fecha, no obstante, todavía hay quienes se quejan de la relativa longitud de la obra, cosa que no es para extrañar a nadie si se considera lo que se ha dicho en este mismo sentido, por ejemplo, respecto a las sinfonías de Anton Bruckner (1824-1896), Gustav Mahler (1860-1911) y Dmitri Shostakovich (1906-1975), e incluso respecto a la Heroica y la Coral de Beethoven. De hecho, quizá sin mala intención, el mismo Schumann atizó la hoguera de esta polémica. Después de rescatar la partitura y ponerla en manos de Mendelssohn, el bueno de Schumann se expresó de la Novena sinfonía de Schubert refiriéndose a su “celestial longitud, como una gran novela de Jean Paul, que parece no terminar jamás”.
Vale la pena recordar, por cierto, que fue la novela El titán de Jean Paul la que inspiró la Primera sinfonía (1888) de Gustav Mahler. Es evidente, incluso, que el mismo Schubert era consciente de que estaba transitando por un camino hasta cierto punto novedoso, ya que poco antes de iniciar la creación de esta gran obra escribió una carta a su amigo Leopold Kupelwieser en la que le informaba de su intención de componer un cuarteto, un octeto, y de prepararse a “abordar el camino de la gran sinfonía”. Con esta afirmación, Schubert parecía reconocer, en efecto, que La grande habría de ser de dimensiones distintas a las de sus anteriores sinfonías. El caso es que hoy día, por fortuna, ya casi nadie se asusta con el tamaño de esta obra de Schubert, además se le escucha con la admiración que sin duda merece. Y para la especulación queda una duda: si poco antes de su muerte, a los 31 años, Schubert pudo componer semejante monumento musical, ¿hasta dónde habría llegado en su desarrollo sinfónico si hubiera vivido hasta los sesenta o setenta? Muy probablemente, más allá que el mismo Beethoven.
ÁNGEL GIL-ORDÓÑEZ
DIRECTOR INVITADO
Es director de PostClassical Ensemble en Washington DC y Principal Director Invitado de Perspectives Ensemble en Nueva York, dos orquestas que se han convertido en modelo de referencia en ese país por su programación innovadora. Dirige con regularidad en los festivales de verano de Bowdoin y Brevard y desarrolla su actividad pedagógica en la Universidad de Georgetown de Washington y en el Jacobs School of Music de Bloomington. Desde sus inicios, Gil-Ordóñez es asesor educativo y artístico de Trinitate Philarmonia, un programa coral y orquestal para jóvenes en León, Guanajuato.
Gil-Ordóñez dirige con regularidad en Europa y Latinoamérica, y en Estados Unidos ha trabajado con American Composers Orchestra, Opera Colorado, Pacific Symphony, Hartford Symphony, Brooklyn Philharmonic y la Orquesta de St. Luke’s.
Es uno de los más destacados herederos de la escuela directorial del Maestro Sergiu Celibidache, con quien trabajó estrechamente en Alemania durante más de seis años.
Artista de la casa discográfica Naxos desde 2005, Gil-Ordóñez ha grabado 9 CD/DVDs para este sello.
En 2006 le fue concedida la Orden de Isabel la Católica por su trabajo de difusión de la música española en el extranjero. gilordonez.com
AUGUSTO MIRÓN VIOLISTA
Originario de la Ciudad de México, comenzó sus estudios de violín en el Conservatorio Nacional de Música y posteriormente estudios de viola en el Sistema Nacional de Fomento Musical. Así mismo, acudió a talleres de perfeccionamiento por parte de la Universidad Estatal de San Diego California y la Universidad del Suroeste de Oregón.
Como parte de su formación participó en cursos y clases magistrales dentro del Festival Internacional de Música de Cámara de San Miguel de Allende, Festival Instrumenta Oaxaca, Festival de Música de Cámara de Aguascalientes y Festival de Música de Cámara de Santiago de Querétaro. Ha tocado con diversas agrupaciones como la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla, Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez, Orquesta de Cámara de Morelos, Orquesta Filarmónica de la UNAM, Orquesta de Cámara de Bellas Artes y Orquesta de Baja California. Actualmente es miembro de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, así como integrante del ensamble Ludante Kune y profesor de viola en la Academia Trinitate Renacimiento.
ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO
Director titular
Roberto Beltrán Zavala
Violines Primeros
Dmitry Kiselev - Concertino
Héctor Hernández Pérez –
Asistente de concertino
Maksim Smakkev
Jorge Luis Torres Martinez
Luis Enrique Palomino
Katherine Giovanna Ramírez
Urpi Dainzú Holguin González
Yessica Melgar
David Jesús Viña
Violines Segundos
Sergio Andrés González * (-)
Claudia Valeria Blanco Mota ** (-)
Elizabeth Martínez Ramírez
Maria Camila Florez
Andrés Idelfonso Gallegos
Rodríguez
Carlos Alberto López García
Moab Alberto González López
Fidel Berrones Goo
Oscar González
Violas
Alexander Applegate *
Lydia Bunn **
Augusto Antonio Mirón Pleitez
Betsabé Jiménez Valencia
Carlos Reyes Hernández
Anayantzi Oropeza Silva
Oscar Pinedo Nava
Violonchelos
Michael Severens *
Bruno Mente ** (-)
Luis Gerardo Barajas Bermejo
Fernando Melchor Ascencio
Fortunato Rojas Francisco
Omar Barrientos
Contrabajos
Russell Brown *
Óscar Argumedo González *
Jorge Preza Garduño
Rodrigo Mata Álvarez
Pedro Álvarez Vigil
Guillermo Caminos López
Andrés Peredo Plascencia
Flautas
Cuauhtémoc Trejo *
Laura Gracia ** (-)
Oboes
Héctor Fernández *
Jorge Arturo García Villegas
Clarinetes
Hugo Manzanilla *
Heather Millette ** - Clarinete
Piccolo
Fagotes
Katherine Snelling *
Ariel Rodríguez Samaniego
Cornos
Claire Hellweg *
Darío Bojórquez **
Michelle Pettit
Daniel Norman
Apolinar Alavez Salas
Trompetas
Macedonio Pérez Matías *
Juan Cruz Torres Díaz **
José Cayetano Hernández Díaz
Trombones
Louis Olenick *
Gil Martínez Herrera
Trombón bajo
John Swadley
Tuba
Salvador Pérez Galaviz *
Timbales Óscar Samuel Esqueda
Velázquez *
Percusiones
Mario Alonso Gómez Sosa **
Octavio Zapien González
Alan Sánchez Sánchez
Ulises Hernández
Piano
Iván Hugo Figueroa **
Arpa Betuel Ramírez Velázquez***
Personal Administrativo OSUG
Alejandro Guzmán Rojas Gerente
Carolina de la Luz Pérez
Cortés Coordinadora de personal
Lilian Bello Suazo Coordinadora de producción Diseñadora
Juan Carlos Urdapilleta
Muñoz
Coordinador de Biblioteca
Atziri Joaquin Ramos Coordinadora de relaciones públicas
Zugehy Alejandra Soto
Vázquez Administradora
Paulina Torres Ordaz Servicio profesional
Cuauhtémoc Vega
Gustavo Emilio Espinosa
Manuel Gutiérrez Auxiliares técnicos
Programa de mano
Notas al programa:
Juan Arturo Brennan
Corrección de notas:
Jonathan Mirrus
Fabiola Correa
*Principal | **Co-principal ***Invitado | (-) Temporal
DR. LUIS FELIPE GUERRERO AGRIPINO Rector General
DRA. CECILIA RAMOS ESTRADA Secretaria General
DR. SERGIO ANTONIO SILVA MUÑOZ Secretario Académico
DR. SALVADOR HERNÁNDEZ CASTRO Secretario de Gestión y Desarrollo
DR. JOSÉ OSVALDO CHÁVEZ RODRÍGUEZ Director de Extensión Cultural