ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO
Tradición y vanguardia
La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) ocupa un lugar privilegiado en el panorama musical de México como uno de los ensambles orquestales de mayor prestigio en el país y con una sólida proyección internacional. Desde su fundación, importantes solistas y directores han participado en los programas de la orquesta, entre ellos Francesca Dego, Yuja Wang, Brodsky Quartet, Shlomo Mintz, Dmitri Hvorostovsky, Neeme Järvi, Cyprien Katsaris Christian Lindberg, Eduardo Mata, Jorge Federico Osorio, Leif Segerstam, y el Trío Altenberg.
En razón de su alta calidad interpretativa, la OSUG es la orquesta residente del Festival Internacional Cervantino, el festival dedicado a las artes escénicas más importante de América Latina, mismo en el que ha participado con programas de gran trascendencia como el estreno en México de la Sinfonía no. 4 de Lutoslawski, las Sinfonías no. 4 y 7 de Shostakovich, Das Lied von der Erde de Mahler y decenas de estrenos y ejecuciones de obras de compositores tales como Mario Lavista, Joaquín Gutiérrez Heras, Phillip Manoury, Igor Stravinsky, Anton Bruckner, Silvestre Revueltas. Gracias a su enorme repertorio, dinamismo y personalidad, la OSUG ha sido invitada a diversos festivales nacionales y ha realizado múltiples giras internacionales.
Esta orquesta es testimonio vivo de la larga tradición cultural del estado de Guanajuato y es la primera orquesta profesional permanente de una universidad mexicana. Su concierto inaugural ocurrió el 25 de abril de 1952 bajo la batuta del maestro José Rodríguez Frausto, quien estuvo al frente de ella por 34 años. En 1986 asumió la dirección el maestro Mario Rodríguez Taboada y para 1992 la OSUG se fusionó con la Filarmónica del Bajío para crear un solo organismo, del cual
asumió la titularidad Héctor Quintanar. Durante este periodo, la orquesta desarrolló un valioso proyecto de difusión de la música nacional con la grabación de seis discos compactos de la colección Compositores Mexicanos, integrada por 32 obras inéditas de 23 autores.
En 1997 José Luis Castillo asumió el cargo de director titular y expandió notablemente el repertorio de la orquesta, recorriendo todas las etapas del vasto espectro musical con un acento particular en lo contemporáneo. De 2005 a 2011 Enrique Bátiz asumió el cargo de director invitado y asesor musical, con quien la OSUG realizó giras por China y Egipto.
En 2012, año en que la OSUG cumplió sesenta años de existencia, se designó como director titular al maestro Juan Trigos, quien continuó la idea de difusión de la música nacional impulsada en la OSUG por Héctor Quintanar. Entre 2012 y 2014 se efectuaron giras por México, Estados Unidos e Italia.
En junio de 2015 Roberto Beltrán Zavala fue nombrado director titular de la OSUG. Con una sólida carrera internacional y una nutrida agenda de conciertos su enfoque en el sonido Orquestal y en el repertorio post-romántico ha dado a la OSUG una profunda personalidad como ente artístico..
En mayo y junio de 2017, con motivo de sus 65 años de fundación, la OSUG realiza exitosamente una gira por Europa, donde compartió escenario con, el Cuarteto Brodsky, Francesca Dego y Shlomo Mintz, en importantes salas de conciertos y teatros de España, Francia e Italia donde se culminó con un exitoso concierto en la prestigiada sala Verdi en Milán.
Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato
Roberto
Beltrán Zavala director titularSegunda Temporada 2023
SOLISTAS DE LA OSUG ENSAMBLE POLIFÓNICO
Viernes 8 de septiembre
20:00 horas | Teatro Principal | Guanajuato
En el marco de la Universiada Cervantina 2023
Heather Millette, clarinete
Alan Monahan, fagot
Claire Hellweg, corno
Héctor Hernández, violín
Valeria Blanco, violín
Augusto Mirón, viola
Michael Severens, cello Jorge Preza, contrabajo
Octeto en fa mayor op. 166, D.
803
Para clarinete, fagot, corno, dos violines, viola, cello y contrabajo (1824)
Franz SCHUBERT 60’
I. Adagio – Allegro – Più allegro
II. Andante un poco mosso
III. Scherzo: Allegro vivace
IV. Tema con variaciones (Andante)
V. Menuetto: Allegretto
VI. Andante molto – Allegro – Andante molto – Allegro molto
FRANZ SCHUBERT
(1797-1828)
Octeto en fa mayor op. 166, D. 803
Adagio – Allegro – Più allegro Andante un poco mosso
Scherzo: Allegro vivace
Andante
Menuetto: Allegretto
Andante molto – Allegro – Andante molto –Allegro molto
La historia de la creación del Octeto op. 166, D. 803 de Franz Schubert es un asunto muy típico de la actividad musical de su tiempo. El archiduque Rodolfo era el hijo más joven del emperador Leopoldo II, y el hermano menor del emperador Franz, su vida no registra mayor mérito, y la historia lo habría olvidado si no se hubiera convertido en uno de los patronos más asiduos de Ludwig van Beethoven (1770-1827). Este archiduque tenía como uno de sus principales colaboradores en su corte al conde Ferdinand Troyer quien, además de noble y filántropo, fue un clarinetista aficionado, de cuyo sonido se decía que era “sensible y tierno”. Entre los méritos de Troyer, la historia registra que en 1817 tocó la parte de clarinete ob-
bligato en una ejecución del aria “Parto, parto” de la ópera La clemencia de Tito, de Wolfgang Amadeus Mozart (17561791).
Al ser admirador del notable Septeto en mi bemol mayor, op. 20 (1800) de Beethoven, Troyer quiso tener una obra semejante para sí mismo, y encargó la composición de la pieza a Franz Schubert. El compositor aceptó de buena gana el encargo y puso manos a la obra pero, quizá para evitar las comparaciones directas (dicen que siempre son odiosas) añadió un violín a la dotación de la obra de Beethoven, creando un notable octeto para dos violines, viola, violoncello, contrabajo, clarinete, fagot y corno. Schubert abordó la composición de la obra en las primeras semanas de 1824 y, según consta en la correspondencia entre sus amigos Moritz von Schwind y Franz von Schober, se dedicó con tal ahínco a la opus 166 que le dio por rechazar cualquier interrupción del proceso. Schubert concluyó la redacción de la obra el 1 de marzo de 1824, y el Octeto tuvo ese mismo mes un estreno privado en el que, claro, la parte del clarinete fue interpretada por el conde Ferdinand Troyer. Se dice que en este estreno privado tocaron algunos de los músicos que habían estrenado el Septeto op. 20 de Beethoven.
En un compacto ensayo sobre la música de cámara de Schubert, el musicólogo William Mann incluye este comentario sobre el Octeto op. 166:
Las semejanzas entre el Octeto de Schubert y el Septeto de Beethoven fueron señaladas, entonces y más tarde […] La crítica con-
temporánea lo halló muy largo; ciertamente lo es, con sus seis movimientos, pero no es fatigoso; de hecho, la forma y el contenido parecen magistralmente equilibrados, para un compositor tan informal como Schubert.
Algunas precisiones sobre la obra: en el segundo movimiento hay una figura en el acompañamiento que es similar a la del famoso Ave María de Schubert; el cuarto movimiento del Octeto es, como el movimiento correspondiente del Septeto de Beethoven, un tema con variaciones, y el tema proviene de un dueto de Los amigos de Salamanca (1815), una ópera temprana de Schubert. El Octeto op. 166 no fue estrenado en público sino hasta 1827, y por su cronología es una composición muy cercana a una de las obras maestras indiscutibles de la música de cámara de Schubert, su Cuarteto de cuerdas D. 810, La muerte y la doncella.
Juan Arturo Brennan